4.- Elementos de trabajo
Como su nombre indica, aprovechan la presión para realizar un trabajo. Pueden ser motores, si transforman la potencia neumática en movimiento de rotación, o cilindros si el movimiento es rectilíneo.
Los motores son normalmente de paletas que son oprimidas contra la carcasa por medio de muelles.
Los cilindros están constituidos por un tubo cerrado por sus extremos, entre los cuales se desplaza un émbolo unido a una varilla que atraviesa una o ambas tapas. Así, la presión del fluido actúa sobre una cara del émbolo y el movimiento se transmite mediante la varilla. Cuando el movimiento se aprovecha para causar un efecto, se le llama carrera activa o de trabajo, y carrera de retroceso a la vuelta a la posición inicial.
Los cilindros se clasifican por la forma de hacer que retroceda el vástago, y existen dos tipos básicos:
Cilindros de simple efecto: el fluido solo alimenta una cámara, y la carrera de retroceso se obtiene por la acción de un muelle comprimido en la carrera de trabajo. Por tanto, sólo es activa la carrera de avance. Cuando el pistón se sustituye por una membrana se tienen cilindros usados para el bloqueo o fijación de piezas.
Cilindros de doble efecto: poseen una toma a cada extremo del tubo. Al introducir fluido en la cara posterior y evacuarlo de la anterior se obtiene una carrera de avance, y si se hace la operación inversa se tiene la carrera de retroceso. Ambas carreras pueden ser activas. Algunos émbolos tienen amortiguadores para evitar el choque al finalizar la carrera.