4.- Instalación de calefacción
Las comodidad en las viviendas modernas está muy determinada por las condiciones de temperatura y humedad. En particular, en épocas de frío un sistema de calefacción es imprescindible para habitar una casa. Además de estufas de butano o radiadores eléctricos, que son resistencias eléctricas que se enchufan en cualquier toma de corriente, existen sistemas de calefacción central, cuyos componentes, de forma general, son:
Generador: Normalmente es una caldera, en la que se quema un combustible (gas, fuel, gasóleo, carbón, etc.) que transmite la energía calorífica de la combustión a un fluido (agua, vapor o aceites térmicos). En la caldera tenemos
Válvulas de seguridad que evitan sobrepresiones, con el consiguiente riesgo de explosión,
Termostatos para mantener el agua de la caldera a una temperatura determinada, dependiendo del termostato de las habitaciones a calentar,
Termómetro para indicar la temperatura del agua, y
Manómetro, para indicar la presión a la que se encuentra el agua en el circuito.
Distribución del calor: se realiza por un circuito cerrado formado por tuberías de acero o cobre. La tubería de ida conduce el agua caliente a los diferentes emisores (radiadores), y la de retorno lleva el agua enfriada de vuelta a la caldera para aprovechar el calor residual.
Emisores o radiadores: que pueden ser de fundición o, más corrientemente, de aluminio. Tienen conductos por los que circula el aire de la habitación calentándole. Suelen colocarse debajo de las ventanas para que el aire frío que entra en la habitación se caliente al pasar por las aletas.