5.- Para golpear
MARTILLO
Es una conocida herramienta de percusión o choque, con cabeza metálica y mango de madera o plástico. El martillo se sujeta por el extremo del mango:. Los martillos más comunes son:
Martillo de punta o de ebanista
El de uña está dotado de dos piezas en la cabeza que permiten la extracción de los clavos haciendo palanca con esta parte del martillo sobre la superficie en la que esta incrustado el clavo. El martillo de bola está dotado de una parte semiesférica y se usa para golpear chapa metálica.
A veces se suelta la cabeza del martillo, por lo que comprobaremos la cuña que sujeta la cabeza. Pero los accidentes más frecuentes son los producidos cuando sujetamos un clavo con una mano y se falla el golpe. Para evitarlo, se puede sujetar el clavo pinchándolo en un papel.
MAZAS
Son herramientas de golpear, pero la cabeza no es metálica, sino de goma, madera o plástico. Se suelen usar para golpear materiales blandos, o para fijar piezas en las máquinas.
Maza de madera
Maza de nylon
Maza de goma
BOTADOR
Los botadores son barras de acero acabadas en un cilindro muy fino que se utilizan para rematar clavos e incrustarlos en la madera cuando sea necesario. Cuando no tenemos la herramienta, se puede utilizar otro clavo como si fuera un botador.
TÉCNICAS DE CLAVADO
Los clavos son piezas metálicas, generalmente de acero, con una punta afilada en un extremo y una parte más ancha por el otro que se llama cabeza. Se utilizan para clavar maderas entre sí o con otros materiales. Una vez empotrados, los clavos no pueden quitarse con facilidad, por lo que las uniones son permanentes; de hecho, se suele dar cola blanca de carpintero en las piezas antes de clavarlas. Los clavos se identifican por su diámetro, su longitud y por la forma de su cabeza:
Tipo
Nombre
Cabeza plana
Cabeza perdida
Punta
Techuela
Chincheta
Grapa
Utilización
Uso general
Después de clavado, se golpea con un botador la cabeza para que se quede escondida
Para maderas de poco grosor
Para sujetar superficies que se rasgan con facilidad, como la tela
Similar a la tachuela, pero con una superficie vista de mejor calidad
Para sujetar rápidamente materiales de poco grosor
La técnica de clavado se realiza atravesando primero el material más fino y dejando el más grueso como base en la que se sujeta el clavo. Los primeros golpes han de ser suaves, de forma que se apunte la dirección del clavo. La longitud de un clavo debe ser el triple que el grosor del material a atravesar. Cuando hay que poner más de un clavo, se suelen poner inclinados para que hagan un efecto de cuña y mejoren la sujeción.
A veces la punta del clavo asoma por el otro lado. En este caso se remacha la punta, es decir, se dobla y se machaca contra la madera. De esta manera la sujeción es más firme. Por último hay que tener en cuenta que cuando la madera es muy fina y se puede rajar al clavar, se machaca un poco la punta de los clavos para que no la rompan por efecto de cuña.
Remachado de un clavo