La colección fílmica, cuya curaduría estuvo a cargo de Alfonso Molina, sigue intacta. “Justamente a ese sitio fue donde ellos no lograron entrar

DANIEL FERMÍN.- La Universidad Central de Venezuela (UCV) sufrió robos colectivos el fin de semana. La Videoteca Margot Benacerraf, que está en la Escuela de Artes de la institución capitalina, también fue objeto de los hechos delictivos: se llevaron más de 10 pantallas de alta definición para ver cine.

Rafael Marziano Tinoco, uno de los encargados del proyecto que inauguró en octubre, aclaró que el ataque no fue directamente al organismo que lleva el nombre de la realizadora del documental Araya (1959). “Hubo cinco o seis facultades de la universidad que fueron robadas, quizás fue el domingo. El robo de la videoteca fue un daño colateral al resto”, informó el profesor de cine de la Escuela de Artes de la UCV.

 Los responsables del robo, contó Marziano Tinoco, intentaron entrar en el estudio en el que tienen equipos de cine. “La videoteca es parte de un conjunto, del Laboratorio Audiovisual Margot Benacerraf. Hay salas de grabación y postproducción de audio, de postproducción de cine digital, que querían robar. Intentaron romper desde afuera. Solo pudieron llegar a las puertas, que son blindadas, de 80 kilos. Por eso digo que el robo de las pantallas, aunque duele, fue una cosa menos significativa”, agregó el también responsable del proyecto arquitectónico.

 La Videoteca Margot Benacerraf, que contó con el financiamiento de la Fundación Margot Benacerraf y del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, tiene seis estaciones individuales, dos dobles y cuatro estaciones para investigadores. “Desconectaron las pantallas y se las llevaron, entre 12 y 14. Eran pantallas de alta definición, que no se consiguen en Venezuela, importadas especialmente para la videoteca. De hecho, ya no se consiguen más. Eran modelos específicos que logramos adquirir. Trataremos de difundirlo, para que en el medio cinematográfico conozcan que es material robado”.

 El resto de la institución audiovisual no sufrió mayores pérdidas. Además de las pantallas, habrá que reponer las puertas que fueron forzadas. “Dañaron su mecanismo. Es evidente, al tener la finalidad de ir al estudio, que los que hicieron esto tenían información de lo que hay ahí adentro”, agregó Marziano Tinoco, que supo del robo tras recibir las llamadas de Juan Francisco Sans y Daniel Goldschlager, quienes también forman parte del proyecto audiovisual.

 La colección fílmica, cuya curaduría estuvo a cargo de Alfonso Molina, sigue intacta. “Justamente a ese sitio fue donde ellos no lograron entrar. Tenemos una colección física de 300 o 400 títulos aproximados. Hemos recibido donaciones, vamos a seguir en la digitalización de los archivos. El proyecto aspira alcanzar una colección mucho más amplia”.

 Los encargados del proyecto tratarán de reemplazar los equipos lo antes posible para volver a abrir al público general (el horario es de lunes a viernes, de 9:00 am a 3:00 pm). “Nosotros trabajamos en esto durante año y medio y da dolor que haya personas capaces de hacer este tipo de cosas. Trataremos de hacerlo de nuevo bien. Vivimos en un país en el que estamos a merced de la delincuencia. No nos vamos a parar por un contratiempo. Tomaremos medidas de seguridad mayores. Haremos lo que haga falta para que se siga adelante”, concluyó Marziano Tinoco. El cine, en Venezuela, tampoco se salva de la inseguridad.

EL UNIVERSAL |@CodigoVenezuela

INFORMACIÓN RELACIONADA