El nuevo 4º ejército español (1813-14)

Historia

"A su derecha é izquierda, por Extremadura, Galicia, Astúrias y demas partes de los distritos del Norte, se alojaba el cuarto ejército, compuesto ahora, segun indicamos en otro libro, de los apellidados ántes quinto, sexto y séptimo. Seguia á cargo de D. Francisco Javier Castaños. Su gente habia mejorado en disciplina, é instruíase esmeradamente, tomando para ello acertadas disposiciones el general D. Pedro Agustin Giron, jefe de estado mayor.

Fué una de las primeras subdividir en Febrero todo aquel ejército en tres cuerpos, bajo el nombre cada uno de ala derecha, centro y ala izquierda, medida necesaria por hallarse las fuerzas desparramadas,

permaneciendo unas en Extremadura y Castilla, otras en el Vierzo y Astúrias, y las restantes en las montañas de Santander, provincias Vascongadas y Navarra. El ala derecha constaba de dos divisiones, primera y segunda, á las órdenes de D. Pablo Morillo y de D. Cárlos de España; el centro de tres, tercera, cuarta y quinta, que gobernaban D. Francisco Javier Losada (hoy conde de San Roman), D. Pedro de la Bárcena y D. Juan Diaz Porlier; el ala izquierda, organizada más tarde, componíase de la sexta division, que algunos llamaron de Iberia, y era acaudillada por D. Francisco Longa; de la séptima, que formaban los batallones reunidos de las tres provincias Vascongadas, á cuya cabeza hallábase D. Gabriel de Mendizábal, considerado tambien supremo jefe de toda esta ala; y de la octava, que regía D. Francisco Espoz y Mina. Debe no ménos agregarse á la cuenta una division de caballería bajo del Conde de Penne Villemur, que por lo comun maniobraba unida con el centro.Los tres cuerpos juntos contaban 39.953 hombres, de ellos 3.600 jinetes.

Las dos divisiones del ala derecha anduvieron casi siempre en compañía del ejército anglo-portugues y se amaestraron á su lado. Las tres que constituian el centro, ántes sexto ejército, y cuyo total sumaba

por sí solo 15.305 iaifantes y 1.577 caballos, se ejercitaron en sus respectivos acantonamientos, en donde la oficialidad tenía continuas academias, y el soldado, á pesar de lo lluvioso de la estacion, evolucionaba

casi diariamente, sobresaliendo todos por su aseo, subordinacion á los jefes, y respeto á las personas y bienes de los habitantes. El ala izquierda, ó sean las divisiones sexta, séptima y octava, que recorrian distritos ocupados por el enemigo, apenas hallaban vagar para instruirse en pueblos ni campamentos, y sólo podian adiestrarse al propio tiempo que trababan lides; de las que no tardarémos en dar razon."