La filosofía occidental se asienta en la obra de los tres grandes filósofos griegos de la Antigüedad: Sócrates, Platón y Aristóteles. Pese a la singular relación que los unió (Sócrates fue maestro de Platón, quien lo fue a su vez de Aristóteles), la orientación de su pensamiento tomó distintos caminos, y correspondería a Aristóteles culminar los esfuerzos de sus maestros y ejercer la influencia más perdurable, no sólo en el terreno de la filosofía y la teología, sino prácticamente en todas las disciplinas científicas y humanísticas. De hecho, por el rigor de su metodología y por la amplitud de los campos que abarcó y sistematizó, Aristóteles puede ser considerado el primer investigador científico en el sentido moderno de la palabra.
Aristóteles nació en el 384 a.C. en Estagira, Grecia, en la frontera con Macedonia. y murió en 323 a. C. Su padre, Nicómaco, era el médico de la corte del rey de Macedonia y murió cuando Aristóteles tenía diez años de edad. Su tío asumió el rol de tutor y se encargó de su educación.
Fue discípulo de Eudoxo de Cnido, durante los veinte años que estuvo en la Academia de Atenas. Poco después de la muerte de Platón, Aristóteles abandonó Atenas para ser el maestro de Alejandro Magno en el Reino de Macedonia durante casi cinco años. En la última etapa de su vida, fundó el Liceo en Atenas, donde enseñó hasta un año antes de su muerte.
Alejandro Magno y Aristóteles
Aristóteles nunca aceptó la teoría de las ideas de Platón, ni buscaba en lo inobservable la explicación del mundo observable, sino que sostenía que uno podía partir de lo que podía percibir e ir hacia atrás hasta la causa primera. En sus obras Física y Metafísica, Aristóteles asegura que la causa primera del universo es el motor primario, aquello que mueve todo lo demás, pero no es movido. Para Aristóteles, esta teoría tenía más sentido que la teoría de las ideas.
Escribió cerca de 200 obras, de las cuales solo se han conservado 31 (ninguna de ellas destinada a la publicación) en el Corpus Aristotelicum, sobre una enorme variedad de temas, entre ellos: lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología. Aristóteles transformó muchas, si no todas, las áreas del conocimiento que abordó.
El método filosófico con el cual Aristóteles estudiaba los fenómenos naturales era la lógica o conjunto sistemático de reglas para razonar y encontrar la verdad. Para atacar los diversos problemas filosóficos, incluyendo los de filosofía natural introdujo el razonamiento lógico o silogismo.
Considerando el silogismo como el arte de la argumentación correcta y verdadera, tenía en cuenta un conjunto de tres presupuestos o juicios que tenían entre sí la siguiente relación: el tercero se deriva o deduce de los dos primeros. A los dos primeros se les llama premisa y al último se le llama conclusión. Por lo cual Aristóteles aplicando esto suponía que las leyes de la naturaleza eran fácilmente deducibles de reflexiones intuías por la observación de un fenómeno determinado. Por consiguiente, su física está más próxima a la experiencia del llamado "sentido común". Para descubrir éstas leyes, no consideraba importante "la experimentación", la cual usamos hoy en día y de la cual se vale la ciencia para estudiar todos los fenómenos naturales. Consideraba que simplemente a través de la observación atenta del fenómeno natural y el uso del silogismo se podría llegar a una solución verdadera de cualquier tipo de problema. Es muy probable que haya sido influido a subvalorar la experimentación por las mismas creencias de la sociedad en su época, ya que implicaba actividad física y hacer trabajos manuales, los cuales eran despreciados. Para este periodo en Grecia, cualquier actividad física era considerada indigna de hombres libres y solo propia de esclavos. Lo anterior impidió a los griegos que desarrollaran mejores instrumentos de medición, fundamentales para realizar una buena experimentación.
En realidad fue Aristóteles quien dio origen a la palabra física que en el griego antiguo se detonaba como "fisis", la cual significa naturaleza. Es considerado el fundador de la mecánica debido a que fue el primero en proponer una teoría razonable sobre el movimiento de los cuerpos en general. La idea principal de la física aristotélica era la creencia en que todas las cosas del universo se componían de cinco elementos principales. Estos eran el fuego, la tierra, el aire, el agua y un elemento especial presente en el cielo al que él denominó “éter”. Como veremos más adelante, fue tal la elaboración de las ideas de la física aristotélica basada en sus cinco elementos que esta tuvo gran influencia hasta el siglo XVII.
Esto también debido fundamentalmente al apoyo que la iglesia Católica le dio a su filosofía convirtiéndola en pieza angular de sus doctrinas tiempo después. De hecho Santo Tomas de Aquino halló en ella una base filosófica para orientar el pensamiento cristiano y que fue aceptada finalmente porque representaba en forma muy adecuada para ellos la integración de Dios con la estructura del universo. Por consiguiente, se originó el nacimiento de una física teológica que consistió en acomodar la teoría del movimiento de Aristóteles a la filosofía cristiana.
Aristóteles desarrolló una cosmología física de esferas, basada en los modelos matemáticos de Eudoxo de Cnido, creador del esquema de las esferas homocéntricas (esferas con el mismo centro).
La cosmología de Aristóteles se puede resumida, en la forma siguiente:
Es geocentrica sostiene que el planeta Tierra es el centro del universo. El matemático y astrónomo griego Claudio Ptolomeo fue su principal impulsor en el siglo II. Y fue aceptada por Aristóteles.
"Como primera medida afirma que el cielo es una esfera que gira en circulo con la tierra en su centro, como el centro de un cuerpo en rotación está en reposo, por ello la tierra está en reposo en el centro de esta esfera". Lo cual explica la supuesta rotación diaria de los cielos.
El sistema aristotélico aristótelico da prioridad de los movimientos celestes sobre los terrestres debido a su creencia de la primacía del movimiento circular sobre cualquier otro. Para esto argumenta que todo movimiento es circular, lineal o una combinación de ambos, por consiguiente los dos primeros son los fundamentales, ya que de éstos se derivan los demás. "El movimiento circular es más fundamental que el rectilíneo porque éste es infinito y eterno ya que no puede distinguirse en el mismo un punto de partida, uno final o uno intermedio".
Las esfera celeste girando con la tierra fija en su centro
2. Afirma que el universo es esférico, finito en él no existe el vacío, sino cinco elementos que constituyen los cuerpos de las diferentes regiones: tierra, agua, aire, fuego y éter. Sostuvo la esfericidad de la Tierra usando pruebas lógicas y matemáticas, además de datos empíricos, como la variación de la posición de las estrellas en distintos lugares y la sombra redonda de la Tierra proyectada en los eclipses lunares.
El filósofo también sostuvo que la Tierra tenía el tamaño de unos cuarenta miríadas de estadios (aproximadamente entre 70.000 y 80.000 km).
3. Para Aristóteles El universo se divide en dos partes bien diferenciadas: el mundo sublunar, nuestro mundo, y el supralunar el de los cielos, que están separadas por la esfera de la Luna. Ambas partes están constituidas por elementos diferentes, es decir, por diferentes tipos de átomos, y se comportan de acuerdo a leyes distintas.
En la cosmología de Aristóteles, el mundo sublunar se refiere a la región del universo que está debajo de la Luna, es decir, la Tierra que es el centro del universo. Está compuesto por los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego que, debidamente combinados, formaban todas las substancias materiales que en ella se hallan, los cuales son corruptibles y están sujetos a cambio y movimiento. A diferencia del mundo supralunar (más allá de la Luna), que es perfecto y eterno, el mundo sublunar es imperfecto y está en constante transformación. El hecho de que en el universo sublunar existiera un cierto desorden era causado por los efectos de arrastre que producía la esfera de la Luna en su movimiento.
La tierra es el elemento más pesado y tiende a ocupar su lugar natural, que es el centro de la tierra. A ésta le sigue el agua, al ser un elemento pesado y húmedo, se encontraba en una esfera concéntrica alrededor de la tierra, después se halla el aire y, por último, el fuego, que es el elemento más ligero y tiende una tendencia intrínseca a dirigirse hacia la periferia del mundo. Todos los espacios naturales de estos elementos están separados por una superficie esférica. Así, los movimientos que observamos en los distintos seres se deben a la tendencia de cada elemento que lo compone a ocupar su lugar natural: si tiramos una piedra, ésta cae porque busca recuperar su lugar propio, el centro del mundo, restaurando así el orden perdido.
El mundo sublunar
Los movimientos naturales de los cuerpos terrestres son rectilíneos, ascendentes (fuego,aire) y descendentes (tierra, agua).
Los movimientos no rectilíneos son siempre violentos o forzados por algo exterior al cuerpo que se mueve así. Es decir, suponen una violación del orden natural.
Además, todos los movimientos se realizan de acuerdo a un fin: el mantenimiento del orden del conjunto. Si el orden se altera, la naturaleza tiene los mecanismos adecuados para restablecer el orden necesario y justo.
La cosmología aristotélica es teleológica. El fin, telos, es inmanente a los cuerpos e intrínseco a la materia, ya que es la forma (morphé), la esencia o naturaleza de los compuestos hilemórficos, la que determina, como su causa, su comportamiento y desarrollo; su destino. Dentro del conjunto total del cosmos, la tierra (que no es un planeta para Aristóteles) ocupa el centro necesariamente. Al estar compuesta del elemento tierra en su mayor parte, tiene forzosamente que ocupar el centro del cosmos, su lugar natural. Por lo tanto estamos en una concepción geocéntrica del universo.
El mundo supralunar estaba compuesto únicamente por un quinto elemento llamado éter. Este quinto elemento no podía transformarse en los otros cuatro, ni alterarse de ninguna forma, siendo ingenerado e incorruptible. Más allá de la capa de fuego, estaban las sólidas esferas de éter en las que estaban incrustados los cuerpos celestes ellos mismos también compuestos enteramente de éter. En los cielos el universo supralunar, nada parece cambiar, reinando en ellos la serenidad y la inmutabilidad. El Sol sale y se pone puntualmente. La Luna desgrana sus fases en orden regular, y las estrellas brillan sin desmayo. (Cierto es que el movimiento de los planetas merecía una explicación más detenida, pero Aristóteles supo encontrarle una, al menos cualitativa).
El éter o la quinta esencia es un elemento incorruptible y eterno que le otorga al cielo una homogeneidad y perfección que no poseen los cuerpos terrestres. Los cuerpos celestes, compuestos de éter, no vagan por el espacio vacío, que es inexistente.
Ademas el universo es finito; no está en el espacio. La pregunta sobre el más allá del universo o sobre dónde está el universo es ilegítima. No hay un recipiente que abarque el universo como si éste fuera una cosa. Más allá del universo mismo no hay nada porque él es todo lo que hay.
Aristóteles desarrolló el sistema de Eudoxo. En el sistema aristotélico, la tierra está en reposo en el centro del universo, y todos los cuerpos celestes estaban unidos a esferas transparentes y giratorias que rodeaban a la Tierra mas o menos utilizo entre 47 a 55, todas ellas concéntricas con la Tierra (el número es tan alto porque son necesarias varias esferas para cada planeta). Estas esferas, conocidas como esferas cristalinas, se movían a diferentes velocidades uniformes para crear la revolución de los cuerpos alrededor de la Tierra.
En la primera de las esferas del mundo supralunar se hallaba incrustada la Luna. Tras ella, Aristóteles dispuso una serie de cinco esferas cristalinas más, correspondientes al Sol, que para Aristóteles era otro planeta y a las cinco estrellas errantes (los cinco planetas conocidos entonces): Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
Por último, cerrándolo todo, se hallaba la esfera celeste cristalina, donde se encuentran prendidas las estrellas fijas. La esfera de las estrellas fijas está animada de un movimiento de giro en torno al eje de la Tierra, de manera que da una vuelta al día.
Cada subesfera se mueve en forma circular uniforme pero a una velocidad diferente con relación a las otras. Todo esto lo plantearon en un intento de cuadrar los movimientos observables de las estrellas y planetas. Sostenía Aristóteles que los astros se mueven en su correspondiente subesfera describiendo una trayectoria circular en un acto que se realiza eternamente.
"La causa principal del movimiento de las esferas celestes es "Dios", el cual se encuentra más allá de las estrellas, por tanto lo consideraba como el motor o causante principal.
Esta división del universo en dos regiones, una inferior sujeta al cambio y otra superior inmutable, llegaría a convertirse en una doctrina básica de la filosofía y cosmología medievales. El movimiento natural del éter era circular, considerado perfecto y sin cambio porque no tiene principio ni fin.
La Luna estaba en la esfera más cercana a la Tierra, entrando en contacto con el área de Tierra, causando manchas oscuras (máculas) y la capacidad de pasar a través de fases lunares.
El universo aristotélico tiene las siguientes características:
Es esférico, finito, eterno, geocéntrico y geostático.
En él no existe el vacío, sino cinco elementos que constituyen los cuerpos de las diferentes regiones: tierra, agua, aire, fuego y éter. Todo está lleno de materia.
No hay movimientos a distancia o gravitacionales. Los planetas no se mueven en el vacío, sino que se mueven las esferas de éter en las que se hallan.
Es un cosmos heterogéneo, siendo la región más perfecta la supralunar, por su orden y estabilidad.
Los seres que componen el cosmos están jerarquizados en diferentes categorías
El problema que tenía que explicar la astronomía griega, incluida la de Aristóteles, era la irregularidad de ciertos movimientos de los cuerpos celestes.
Las estrellas no presentaban problemas, porque su movimiento es regular (movimiento diurno de Este a Oeste). El del sol tampoco. La anomalía la presentaban los movimientos retrógrados de los planetas: éstos parecían moverse en bucles o ir hacia atrás.
A diferencia de lo que ocurría con Platón, de quien conservamos prácticamente todos sus diálogos, es decir, las obras llamadas exotéricas por estar dedicadas al gran público, y no las lecciones internas de la Academia, de Aristóteles nos han llegado las obras escritas para uso interno del Liceo, pero no las destinadas a la difusión de sus doctrinas entre público en general. Conservamos, en efecto, muchas de sus obras esotéricas, es decir, lo que probablemente fueron las notas y apuntes de las lecciones impartidas en el Liceo, destinadas a un círculo reducido de alumnos, habiéndose perdido la práctica totalidad de las obras destinadas al gran público, (o de las que sólo conservamos algunos fragmentos), escritas, al igual que las de Platón, en forma de diálogo.
Podemos clasificarlas en cinco grupos, ateniéndonos a las más significativas:
A) Lógica
- "Categorías" (Sobre los géneros supremos del ser y del decir).
- "Sobre la interpretación" (Sobre el enunciado y la proposición).
- "Primeros analíticos" (Los silogismos).
- "Analíticos posteriores" o "segundos" (La demostración científica).
- "Tópicos" (Los recursos silogísticos para solventar cualquier dificultad).
B) Metafísica
- Los libros "Metafísicos" . Componen el tratado del ser en cuanto ser, es decir, la ontología aristotélica. Se puede acceder a la Metafísica de Aristóteles, en traducción del gijonés Patricio de Azcárate (1800-1886) en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
C) Obras científicas
- "Física" (en 8 libros).
- "Acerca del Cielo", en cuatro libros, dedicado al estudio del movimiento local en el Universo.
-"Acerca de la generación y de la corrupción", cuyos dos libros tratan de definir y explicar estos procesos naturales. En esta obra, Aristóteles propuso que el universo estaba formado por la combinación de elementos o compuestos básicos basados en los cuatro elementos presocráticos de la teoría pluralista de Empédocles.
Meteorología, compuesto de cuatro libros y cuyo objeto fundamental son los fenómenos atmosféricos, aun cuando el cuatro libro se ocupa de los metales.
- "Historias de los animales" (Zoología: un conjunto de estudios a los que dedicó la mayor parte de su actividad y que para algunos es su obra maestra).
- "Del movimiento de los animales".
- "De la generación de los animales".
- "Sobre el alma" (La psicología).
- "Parva naturalia" (conjunto de pequeños tratados sobre la percepción, la memoria, el sueño, entre otros).
D) Ética y política
"Gran moral"
- "Ética a Nicómaco" , en diez libros (Obra que contiene la doctrina ética de Aristóteles).
- "Política" (Exposición del pensamiento aristotélico sobre la organización social y política).
- "Constituciones" (Análisis de numerosas constituciones de las polis de su época).
E) Estética
-"Retórica" (El arte de convencer).
-"Poética" (Sobre la creación artística, obra perdida en su mayor parte).
La obra de Aristóteles conocida como “Física” es un conjunto de ocho libros, escritos en distintos momentos de su vida, cuyo tema principal es el movimiento de los seres naturales. Se cree que escribió los cuatro primeros, a los que llamó “Acerca del movimiento”, cuando todavía estaba ligado a la Academia de Platón, mientras que los cuatro últimos son más tardíos. Dos siglos y medio después de la muerte de su autor, Andrónico de Rodas editó juntos los ocho libros bajo ese nombre.
Los principios fundamentales de su física son:
Lugares naturales: cada uno de los cuatro elementos querría estar en una posición distinta relativa al centro de la Tierra, que también es el centro del universo. La tierra y el agua son graves y descienden, el fuego y el aire son livianos y ascienden.
Relación entre la velocidad y la densidad: la velocidad es inversamente proporcional a la densidad del medio.
Gravedad/levedad: para lograr esta posición, los objetos sienten una fuerza hacia arriba o hacia abajo.
Movimiento rectilíneo: un movimiento como respuesta a esta fuerza es en una línea recta a una velocidad constante.
Movimiento circular: los planetas se mueven en un movimiento circular perfecto.
El tiempo: el ahora, el antes y el después relacionado con el movimiento y el espacio.
Negación del vacío: el movimiento en un vacío es infinitamente rápido.
El éter: todos los puntos del espacio están llenos con materia.
Teoría del continuo: si existieran los átomos esféricos habría un vacío entre ellos, por lo que la materia no puede ser atómica.
Quintaesencia: los objetos por encima del mundo sublunar no están formados de materia terrenal.
Cosmos incorruptible y eterno: el Sol y los planetas son esferas perfectas, y no cambian.
Motor inmóvil: causa primera del movimiento de la primera esfera celeste y todo el universo.
La teoría especulativa de la física más antigua conocida, duró casi dos milenios. No obstante, hubo muy pocas referencias explícitas a experimentos en física aristotélica y Aristóteles llegó a varias conclusiones no mediante experimentos y observaciones, sino mediante argumentos lógicos. Después del trabajo de muchos pioneros como Copérnico, Tycho Brahe, Galileo, Descartes y Newton, se aceptó generalmente que la física aristotélica no era correcta ni viable. Una opinión contraria está dada por Carlo Rovelli, que sostiene que la física de Aristóteles es correcta dentro de su dominio de validez, el de los objetos del campo gravitatorio de la Tierra sumergidos en un fluido tal como aire.