La historia de la física se inició cuando los seres humanos descubrieron regularidades y relaciones en la naturaleza, como las tormentas eléctricas, la disposición de las estrellas en el cielo nocturno, el movimiento de los astros, las pautas climáticas, cuando se iniciaba la estación de lluvias, o cuando los días eran más largos. A partir de tales regularidades la gente aprendió a hacer predicciones que les permitían tener algo de control sobre su entorno.
En aquella época, el estudio científico era básicamente especulativo y fundado en razonamientos lógicos, estéticos y éticos. Esta es, obviamente, la que solía practicarse en la antigüedad por los chinos, babilonios, mayas y egipcios. Fueron los griegos, quienes comenzaron a desarrollar, incipientemente, la física. Ya que ellos dejaron de entender todo, como un hecho de los dioses, por lo que quisieron comprender la naturaleza que los rodeaba. Al igual que el espacio y su composición.
La primera persona que parece proponer formalmente un orden para el universo fue Anaximandro (610 – 545 a.E.C.), quien considera que los cuerpos celestes sean orificios sobre una especie de rueda que está en rotación. Después, Pitágoras (580 a.E.C.) formula que la Tierra esférica es el centro de un conjunto de esferas en las que se encuentran fijos los astros. Ya en la escuela pitagórica (siglo VI a.E.C.), se consolida uno de los conceptos que les permite organizar el cosmos, y es la idea de la armonía universal. Se concibió que si los números y la geometría describan las formas del mundo, la armonía musical, entre otras, estos también aplicaban en la descripción del comportamiento del cosmos, y en consecuencia, el movimiento de los cuerpos celestes. Un elemento geométrico que permite estructurar la disposición de los cuerpos celestes es el círculo, en virtud de que a esta figura se atribuyen el ideal de armonía y simetría .
Posteriormente, Platón (428-347 a.E.C.) retoma algunos elementos de la escuela pitagórica y realiza sus propios aportes con lo cual consolida el círculo como elemento organizador en los modelos del universo. Él plantea la dualidad entre el mundo de las ideas caracterizado por la inmutabilidad y perpetuidad, y el mundo sensible (o terrenal) que está conformado y habitado por objetos mutables, temporales y perceptibles. Platón considera que para alcanzar las “verdades” del mundo de las ideas, materializado en el firmamento, es necesario comprender cómo está organizado el mundo celeste. Dicho orden se caracteriza por la simetría que permite mantener el cosmos constante e inalterable. En ese sentido, el papel de la geometría según Platón, es descubrir las leyes que ordenan el cosmos. En ese orden de ideas, el círculo y su homólogo tridimensional, la esfera, son formas que cumplen con los atributos de belleza mencionados. De esto, se deriva que el movimiento perfecto para los cuerpos celestes es el movimiento que describa una trayectoria circular.
En la Grecia antigua, encontramos a hombres sabios, como Eudoxo, Aristóteles, Anaxágoras, Thales de Mileto, Apolonio, Hiparco y Ptolomeo que dieron las primeras respuestas, por lo que son considerados los primeros físicos y los iniciadores del pensamiento científico. A ellos se atribuye la elaboración y formulación de los primeros modelos del Universo y las primeras mediciones geométricas de nuestro planeta.
El Modelo Geocéntrico
El geocentrismo es una antigua teoría de la astronomía que sostenía que el planeta Tierra era el centro del universo. Esta unidad nos lleva a Aristóteles, un astrónomo griego antiguo que impulso esta teoria. Aunque Aristóteles lleva muerto casi 2000 años, sus ideas todavía estaban en el centro de todas las ideas y teorías de la astronomía a principios del 1600.
El matemático y astrónomo griego Claudio Ptolomeo fue su principal impulsor en el siglo II. De acuerdo con los fundamentos del geocentrismo, el sol y el resto de los astros giran alrededor de la Tierra.
Esta unidad nos lleva de regreso a principios de los 1600 y una de las mayores batallas intelectuales de la historia de la ciencia. Por un lado estaba Galileo, astrónomo, matemático e inventor italiano. Galileo apoyó la teoría heliocéntrica (centrada en el Sol) de Copérnico. Galileo creía que su nuevo invento, el telescopio astronómico, podría ayudarlo a demostrar que el Sol era el centro de nuestro sistema solar y que la Tierra era apenas uno de los muchos planetas que orbitaban nuestra estrella.
Al otro lado del debate estaba Aristóteles, un astrónomo griego antiguo que había enseñado que la Tierra era el centro o nuestro sistema solar. ¡y todo el universo!. Aunque Aristóteles lleva muerto casi 2000 años, sus ideas todavía estaban en el centro de todas las ideas y teorías de la astronomía a principios del 1600. Galileo se dio cuenta de que las ideas de Aristóteles nunca habían sido probadas por experimento, estas ideas simplemente se habían repetido durante tanto tiempo que todos las aceptaban sin duda.