Los ciclos biológicos

Para explicar los ciclos biológicos celulares memorizados, veamos primero qué significan las dos prime ras palabras de la expresión y luego las dos últimas.

Ciclos biológicos

Un ciclo es un conjunto de fenómenos o situaciones que se repiten de forma ordenada en el tiempo. En la naturaleza, de la que el ser humano forma parte, todo es cíclico, pues está gobernada por períodos. Por lo tanto, biológicamente también vivimos de forma cíclica. Ejemplos de la estructura cíclica de la naturaleza son la sucesión del día y la noche, las estaciones del año, la influencia de la Luna o los planetas, el ciclo menstrual o los ciclos de la vida (nacer, crecer, reproducirse, morir).

Celulares memorizados

Todas nuestras células conservan la memoria de los acontecimientos vividos durante el primer ciclo de vida. La ciencia ha demostrado que una característica de las células es que poseen una memoria que queda inscrita en el inconsciente y se mantiene en forma de recuerdos y repeticiones de eventos (síntomas, accidentes, traumas, etcétera).

Así, los ciclos crean el principio de repetición. Este se comporta como un reloj biológico que, periódicamente, se manifiesta en esquemas de repetición o programas repetitivos. Gregg Braden estima: «Las antiguas tradiciones consideraban que el tiempo era unadanza infinita de ciclos; grandes ondas de energía que vibran en todo el universo,relacionando pasado y futuro en su viaje. La ciencia moderna también parececoincidir en esto. En el lenguaje de la física, el tiempo se fusiona con el espacio por el cual se desplaza, para crear el espacio-tiempo, ondas en el océano cuántico quehacen posible el universo».

Marc Fréchet, profesor francés de psicología clínica y psicooncólogo, se inspiró en los trabajos de la psicoanalista Anne Schützenberger y trabajó más allá del conflicto desencadenante. Descubrió un método simple pero eficaz para hallar los conflictos programantes.

¿Cuál es el Sentido Biológico de estos ciclos celulares memorizados?

El inconsciente hace una relectura de aquel evento pasado que no se solucionó. ¿Y para qué hace la relectura? Para ofrecer otra oportunidad de aportar una solución diferente y más adecuada. Un conflicto no resuelto marca la vida. El cerebro lo guarda como un programa en la memoria celular, como una creencia que se repite cuando se presenta otra situación que comparte la misma emoción oculta. Entonces el inconsciente genera un ciclo para revivirlo y así dar una nueva oportunidad de solución. El reloj biológico inconsciente repite la situación o el conflicto programante.

Sobrevivir es adaptarse y cambiar, para dar soluciones a lo vivido por el propio clan a través de la descendencia. Una buena noticia: lo mismo ocurre con los eventosagradables y positivos: se repiten en el futuro con situaciones similares.

Ciclos verticales o de autonomía

Marc Fréchet aportó el concepto de edad de autonomía. La  primera autonomía biológica consiste en el paso de la vida intrauterina a la vida aérea durante el parto, cuando se abandona el nido maternal. Empieza entonces el ciclo de vida. La edad de autonomía es el momento en que, una vez adulta, una persona «abandona a su padre y su madre». El nuevo adulto se marcha de casa: rompe la dependencia de los padres y es capaz de «cazar solo», de ganarse la vida, de comprarse la comida y lavarse la ropa. También es importante el momento en que la persona siente la necesidad de ir a «cazar el mamut», cuando empieza a trabajar, aunque no haya salido del nido familiar. Se siente la necesidad biológica de ser independiente.

Criterios

Para Marc Fréchet, el criterio más importante para considerar que una persona ha superado la edad de autonomía es ver si puede cubrir por sí misma todas sus necesidades primarias. Si una joven deja de depender económicamente de sus padres para depender de su pareja, entonces el cambio de dependencia (la pareja) es el criterio. Lo mismo pasa si la persona se incorpora al ejército o a una comunidad religiosa, por ejemplo.

¿Cómo se calculan?

• Dibujamos una columna vertical, que corresponde al primer ciclo

(nacimiento = 0, hasta la edad de autonomía = 20).

• Este primer ciclo crea un período de una determinada cantidad de años. En este ejemplo, es de veinte años.

• Dibujamos otra columna vertical, paralela a la anterior, que corresponde al segundo ciclo (edad de autonomía = 20, hasta el valor del periodo sumado: 20 + 20= 40).

• Y así sucesivamente hasta llegar al ciclo de la edad actual.

Por ejemplo, con treinta y cinco años, se está dentro del segundo ciclo, pero con cincuenta y cinco, en el tercero.Este dibujo representa el continente o estructura. Después, con la historia personal, se rellena el contenido.

Veamos un ejemplo real con edad de autonomía a los veinte años para ampliar el cálculo anterior:

Una mujer de cuarenta y siete años (40 + 7) con cáncer de peritoneo (que indica deseo de proteger, miedo vinculado al vientre) llevaba meses sufriendo estreñimiento y dolor abdominal, y estaba angustiada por su vientre. A los veintisiete años (20 + 7), se había quedado embarazada. Su médico le había dicho que tuviera cuidado, puesto que podía perder al niño. Antes, a los siete (0 + 7 = conflicto programante), había sido operada del apéndice. Mientras estaba sola en el hospital, sin explicación alguna, había sentido una gran angustia por lo que tenía en su vientre. Queda claro que todo lo registrado en el primer ciclo y no sanado se repite en los ciclos siguientes.

El ciclo vertical o de autonomía permite trabajar, en pocos minutos, sobre el conflicto programante de la operación a los siete años, y entrar en el programanteestructurante, que se encontraba en el Proyecto Sentido de una amenaza de aborto sufrida por su madre. Se trataba de una salida de urgencia que permitía revivir el conflicto varias veces, hasta que la persona tomó conciencia, sanó su Proyecto Sentido y liberó a su familia.

Ciclos horizontales

Los ciclos horizontales son ciclos extraordinariamente rápidos, de fácil cálculo, muy eficaces. En pocos segundos, de forma casi «mágica», se halla el conflicto programante.

¿Cómo se calculan?

Es fácil: hay que situarse en la edad en que aparece el síntoma. Esa cifra se divide entre dos (no importa si el resultado es medio año). Se sigue dividiendo entre dos hasta encontrar el conflicto programante. En ocasiones se alcanza una precisión asombrosa (un mes de diferencia), mientras que en otras puede haber una diferencia de unos seis meses, pero la persona ya sabe qué pasó a esa edad concreta en relación con ese tipo de conflicto.

Si alguien tuvo un conflicto de separación a los cuarenta y ocho años, hay que preguntarle qué le pasó a los veinticuatro años que guarde relación con unaseparación. Y luego qué pasó a los doce años, qué separación sufrió. Se puedeseguir hasta los seis años, los tres, etcétera.

Generalmente, los conflictos se programan en la infancia o en la preadolescencia.

Un conflicto no resuelto a los cinco años de edad tenderá a reproducirse a los diez, a los veinte, a los cuarenta y a los ochenta años. P=programante, D= desencadenante

Veamos el ejemplo de una mujer de cincuenta y dos años con hemiplejia cerebral leve. A la pregunta acerca de qué le había pasado a los veintiséis años, respondió que su padre había fallecido de isquemia cerebral. He aquí el programante.

Otro caso fue el de una mujer de treinta y cuatro años con acúfenos desde los veintinueve. Describió el ruido en sus oídos como «gorgoteos de agua». Lepreguntamos qué tipo de separación había vivido a los veintinueve años y dijo que se había separado de su marido porque la había engañado. Buscamos la emoción oculta a los veintinueve años y su reacción neurovegetativa fue nula (emociónsecundaria). Aplicamos los ciclos horizontales: al preguntarle qué había ocurrido en su vida a los catorce años y medio, se emocionó mucho al recodar que,exactamente a esa edad, su madre había entrado en estado de coma súbitamente y había muerto pocos días después. Su emoción oculta era su rechazo a despedirse de su madre y a escuchar sus últimas palabras. Cabe recordar que agua equivale a madre.

Estos fenómenos cíclicos no son leyes inmutables o absolutas, solo son tendencias o inclinaciones, y hay que considerarlas como una herramienta del método.

Rangos de hermandad

¿Por qué tenemos más conexión o buena relación con algunos miembros de la familia que con otros? Los rangos de hermandad son la razón de que ciertos miembros de la familia tengan una relación especial, una mayor unión, simpatía o afinidad, muchas coincidencias y sincronías, o incluso a veces un fuerte parecido. Veamos dos ejemplos de cómo distintas personas describieron este tipo de vínculo: «Con uno de mis cinco hermanos me llevo de maravilla, existe una relación especial»; «tengo ocho tíos, y con algunos me llevo bien, pero por mi tía Teresa pierdo la cabeza».

Marc Fréchet fue quien descubrió que los miembros de la familia que comparten el mismo rango de hermandad están en resonancia. Durante muchos meses, desarrolló un experimento muy interesante.

Pidió a un granjero de cerdos de la región parisina que, en el momento del nacimiento, marcase con un distintivo rojo al quinto cerdito que nacía en cada camada. El  experimento consistía en que estos cerditos se reprodujeran entre ellos y observar lo que  sucedía. Entre sus descendientes, el quinto cerdito (que tenía el mismo rango que sus padres) siempre tenía privilegios si se los comparaba con el resto: mamaban los primeros, tomaban más cantidad de leche, eran más fuertes y los favoritos de sus padres. Repitió el experimento decenas de veces, con parejas distintas, y siempre verificó que este fenómeno se repetía (el número cinco fue elegido al azar).

¿Cómo se calculan?

Para saber exactamente con qué miembros de la familia alguien está en rango de hermandad, se le pregunta qué número de hijo es. Después, hay que averiguar qué número de hijo es el familiar con el que se quiere comparar. Se debe recordar que se cuentan todos los hijos: vivos, muertos y abortos.

Luego se utiliza el llamado «cuadro mágico». Hay que mirar la columna en la que está la persona y seguir la dirección de las fechas, siempre dentro de la misma columna. El orden dentro de la columna es independiente y aleatorio.

Veamos el ejemplo en una familia formada por un padre que es número 4 y una madre número 5. Tienen dos hijos. El padre favorece al mayor, número 1, y la madre, al menor, número 2. Dicho de otra manera: si alguien es número 1 en la familia, estará en resonancia con todos los números 1, 4, 7 y 10 de su familia con los que comparte la misma columna.

Esto funciona tanto en las relaciones horizontales (hermanos, primos, etcétera) como en las verticales (padres, tíos, abuelos, bisabuelos, etcétera). Así pues, el rango de hermandad del padre está en resonancia con el hijo que corresponda numéricamente a la misma columna del cuadro mágico.

¿Por qué los rangos son de tres en tres?

En la simbología de la Creación, uno es la individualidad y dos forman una pareja. El tres es, pues, el hijo. El tres es el número de la creatividad, pues el hijo es la mayor creación posible en el plano biológico. Cabe recordar que en la capa embrionaria endodérmica la función de  reproducción es básica y primordial. La ley de supervivencia de la especie determina que el Sentido Biológico de la vida es su propia continuidad.

Por lo tanto, hay una memoria de vientre de la madre en base tres. Esto quiere decir que existe un ciclo de la creación que comprende tres concepciones (y todas ellas deben ser inscritas y memorizadas, prestando atención a los hijos muertos y abortos  (naturales y provocados), ya que cada concepción cuenta.

En la tercera concepción se cierra el primer ciclo (filas), que volverá a iniciarse en la cuarta concepción, hasta la sexta, y así sucesivamente. De esta forma, el cuarto hijo toma el lugar del primero y todo comienza de nuevo (véanse las filas en el cuadro mágico).

«Dios utilizó unas matemáticas hermosas en la creación del mundo».

Paul Dirac, Premio Nobel de Física en 1993

 «La belleza se encuentra en la simplicidad elegante. En un sentido muy real, cuando  entendemos los números que hacen posibles los ciclos naturales, también aprendemos el lenguaje de Dios, y si aprendemos a aplicar esos números para acercar el pasado al futuro, estaremos hablando la lengua divina del gran programador del universo»

Gregg Braden