6 - Las fases de la enfermedad

Este apartado está basado íntegramente en la segunda ley biológica del doctor Hamer:

«Toda enfermedad es un suceso bifásico, siempre y cuando llegue a una solución del conflicto».

Para la medicina ortodoxa, las enfermedades se dividen en frías y calientes. Entre las características de las primeras, destacan: piel y extremidades frías, pérdida de peso, insomnio y sueño alterado; todos síntomas propios de casos de cáncer, esclerosis múltiple, angina de pecho, diabetes, trastornos mentales, etcétera.

Por el contrario, las enfermedades calientes son las infecciosas y reumatoides, en las que el

calor es la principal característica.

Para Hamer, las enfermedades frías y calientes son dos aspectos o fases de la misma dolencia

Según Hamer, hay un momento en el que se produce el impacto emocional, un instante en que termina la normotonía y se activa la fase de estrés o de alarma, al que denomina síndrome de Dick Hamer (DHS) en honor a su hijo, que murió en un accidente.

A partir de este momento se entra en una simpaticotonía sostenida en el tiempo, hasta el momento en que este conflicto se soluciona. A este punto concreto Hamer lo denominó conflictosis (CF), y marca la entrada en la fase caliente o vagotónica.

Entendemos por normotonía las fases regulares diurnas (simpaticotonía) y nocturnas (vagotonía), es decir, el ritmo habitual de cada día. Dentro del ritmo diurno, también rigen estas dos fases: cada hora y media o dos horas nuestro cuerpo entra en fase vagotónica para recuperarse de la fase de estrés o de atención. Nosotros vemos esto muy claramente cuando damos clase. A las dos horas, como máximo, damos unos minutos de descanso para que todos podamos atender las necesidades fisiológicas y beber o comer algo. Se trata de funciones reguladas por el sistema nervioso autónomo.

SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO

Primera fase, fase de estrés o simpaticotónica (fase de conflicto activo,ca)

El ritmo se altera y el impacto emocional afecta de forma simultánea a la psique, al cerebro y al órgano. Esto pone al individuo en una posición más favorable para encontrar una solución al conflicto:

En el plano psíquico: pensamiento continuo y obsesivo, preocupación constante por el conflicto que el sujeto está viviendo, problemas de sueño. La persona suele despertarse a las 3 am.

En el plano vegetativo: pérdida de apetito y de peso, vasoconstricción, manos y pies fríos, hipertensión arterial.

En el plano cerebral: aparición de un foco de Hamer con una imagen diana nítida, con anillos concéntricos, según el tipo de conflicto y el órgano afectado.

En el plano orgánico: depende de la capa embrionaria originaria del órgano.

Habrá crecimiento o proliferación celular en las capas embrionarias del endodermo y delmesodermo antiguo.

Habrá necrosis o ulceración, es decir, disminución celular, en los órganos afectados por el mesodermo nuevo y el ectodermo.

En esta fase se pone en marcha el SBS, que significa programa especial con Sentido Biológico.

Segunda fase o vagotónica (fase postconflictosis, pcl)

También llamada «fase de curación», es la fase caliente. Es potencialmente peligrosa. En ella sobreviene, por ejemplo, el infarto de corazón.

En algunos procesos de la enfermedad, la fase de curación conlleva incluso mucho más peligro que la de conflicto activo.

La duración de ambas fases guarda una relación proporcional. Hay que prestar mucha atención y dar los medicamentos necesarios para que esta fase no sea tan explosiva y reducir el nivel de vagotonía (esto se verá al analizar las fases de la enfermedad y la medicación).

Esta fase se divide en dos partes separadas por la crisis épica (CE):

Fase pcl-A o exudativa: se activan los procesos fisiológicos de llevar agua y líquido seroso a las áreas relacionadas del cerebro. Se produce un edema cerebral, causa de los típicos síntomas de curación, como dolores de cabeza, mareos o visión borrosa.

Fase pcl-B o cicatricial: una vez que el edema ha sido superado gracias a la crisis épica, la neuroglia, que es el tejido cerebral conectivo, lleva a cabo la reparación en el cerebro. La cantidad de glía que se acumula depende del tamaño del edema.

En la fase de vagotonía, el estado en que nos encontramos es así:

En el plano psíquico: la curación física llega con una sensación de gran alivio. Se producen despertares a partir de las cinco de la mañana.

En el plano vegetativo: fatiga, apetito, manos calientes, puede haber algo de fiebre.

En el plano cerebral: hay que distinguir las fases pcl-A de la fase pcl-B, en ambas los típicos anillos, señalados por Hamer en los tacs, son muy difusos.

En el plano orgánico:

En las capas embrionarias del endodermo y del mesodermo antiguo se produce reducción o degradación de masa por la acción de hongos o bacterias, hasta alcanzar la normalidad. Cuando faltan los microbios, el tumor permanece y queda enquistado.

En las capas del mesodermo nuevo y del ectodermo se verifica una proliferación celular, es decir, la reconstrucción de la necrosis y las úlceras con la ayuda debacterias o virus.

La crisis épica (CE)

La crisis épica o epileptoide es una fase crucial en el proceso de curación.

Es como una comprobación que lleva a cabo el inconsciente para asegurarse de que la

solución tomada es la adecuada.

A excepción de los conflictos biológicos de motricidad, que cursan con crisis epiléptica típica en la fase de solución (fase pcl), básicamente todas las enfermedades suponen una crisis epileptoide.

Epileptoide significa «similar a la epilepsia». Aunque estas crisis no desencadenan convulsiones tónico-clónicas como en los conflictos de motricidad, cualquier clase de conflicto y de enfermedad tiene una modalidad específica de crisis epileptoide.

En muchos conflictos corticales del cerebro nuevo, la crisis epileptoide es el momento más peligroso en el transcurso del conflicto biológico. En este punto sepueden producir infartos cardíacos, embolias pulmonares, lisis neumónicas,ausencias tras un conflicto de separación, etcétera.

La CE tiene unas características muy claras:

el individuo es llevado hacia atrás, a un estado de actividad o conflicto.

Vuelve al estado de estrés o simpaticotonía y se repiten los síntomas vegetativos.

Su duración no es muy larga (alrededor de unos tres días).

Se tienen sueños recurrentes.

Puede haber derrames cerebrales, ataques al corazón, de asma, de migraña o de epilepsia propiamente dicha. Son solo algunos ejemplos de esta crisis.

El Sentido Biológico de esta crisis es eliminar los líquidos cerebrales. Por eso en algunos casos hay convulsiones. Después sigue una fase urinaria en la cual el cuerpo elimina el edema retenido en la primera fase de la vagotonía.

Atención: hay que mantenerse atento cuando hay varios conflictos a la vez. No se debe desprogramar un conflicto antes de asegurarse de que el primero está en estado

neurovegetativo normal. Esto debe tenerse en cuenta a la hora de prescribir fármacos, aunque esta es competencia de médico.

Cuando hay varios conflictos, hay  que desprogramarlos uno a uno, empezando por el más antiguo. Esto se debe a que, si un conflicto ya ha pasado la crisis épica, el cerebro está agotado.

Si de pronto se activan otros conflictos, se puede producir un colapso cerebral

Todas las sensaciones vividas con todos los sentidos que se asocian a una situación quedan fijadas en el inconsciente en forma de anclaje o pista. El significado biológico de esta pista es funcionar como una señal de advertencia para evitarexperimentar el mismo «peligro» (DHS) una segunda vez. En la naturaleza, estas señales de alarma son vitales para sobrevivir.

Las pistas siempre deben ser tomadas en consideración cuando estamos ante condiciones repetitivas, como resfriados recurrentes, ataques de asma, migrañas, sarpullidos, ataques epilépticos, hemorroides o infecciones de vejiga.

Por supuesto, cualquier recaída de cáncer también debe ser entendida desde esta perspectiva. Las pistas también desempeñan un papel en condiciones crónicas, como la arteriosclerosis, la artritis, el párkinson o la esclerosis múltiple.

En BD, reconstruir el evento del DHS junto con las pistas que lo acompañan es una medida significativa para completar el proceso de curación. Por eso, cuando se trata de personas con cáncer o enfermedades importantes, hay que considerar que siempre existen pistas secundarias, y que es conveniente buscarlas y desprogramarlas.

UN EJEMPLO:

Veamos el ejemplo de una mujer que se curó de un cáncer de mama. Después de haber tenido un tumor, durante un año estuvo perfectamente y todos los análisis y revisiones salían bien. Un día volvió, pues se le había reproducido el cáncer en los ganglios de la mama donde había tenido el tumor (no había sufrido mastectomía).

La pregunta fue: «¿Cuándo empezaste a sentir que algo no iba bien?». Su respuesta fue muy rápida: «Hace diez días, el día de las elecciones al Parlamento. Fui a votar y me encontré con mi ex marido. Me preguntó cómo estaba y empezó a contarme su vida. Resulta que se ha casado y me enseñó el anillo (cuando él nunca se puso nuestro anillo de bodas durante nuestro matrimonio). La gota que colmó el vaso fue que me dijera que esperaba un hijo.

Noté que se me partía el corazón, se me hizo un nudo en la garganta y sentí ganas de vomitar. ¡Veinticinco años pidiéndole un hijo y siempre me lo negó!».

¡Atención a los anclajes, a las pistas no resueltas: son un peligro potencial, pues pueden desencadenar recidivas!