Expediciones a la Atártida en el s.XX:
A finales de la década de 1920, el aeroplano contribuyó en gran manera a la conquista de la Antártida. El explorador australiano George Hubert Wilkins recorrió, en vuelo, 1.900 km de su costa, y Richard Evelyn Byrd, en 1929, voló sobre el polo Sur propiamente dicho. Por aquel tiempo se estableció en la Antártida la primera base: Pequeña América I. Las regiones polares Norte y Sur se transformaron en puntos focales del mayor proyecto internacional científico de los tiempos modernos. Dicho proyecto tuvo su origen en 1882-1883, cuando cierto número de naciones se agruparon en un Año Polar Internacional, destinado a la investigación y exploración científica de fenómenos como las auroras, el magnetismo terrestre, etc. Alcanzó tal éxito, que en 1932-1933, se repitió un segundo Año Polar Internacional. En 1950, el geofísico estadounidensa Lloyd Berkner (que había tomado parte en la primera expedición de Byrd a la Antártida) propuso un tercer año de este tipo. La sugerencia fue aceptada entusiásticamente por el International Council of Scientific Unions. Por aquel tiempo, los científicos disponían ya de poderosos instrumentos de investigación y se planteaban nuevos problemas acerca de los rayos cósmicos, de la atmósfera superior, de las profundidades del océano e incluso de la posibilidad de la exploración del espacio. Se preparó un ambicioso Año Geofísico Internacional, que duraría desde el 1 de julio de 195, hasta el 31 de diciembre de 1958 (período de máxima actividad de las manchas solares). La empresa recibió una decidida colaboración internacional. Incluso los antagonistas de la guerra fría procedieron a enterrar el hacha de guerra. Aunque el éxito más espectacular del Año Geofísico Internacional, desde el punto de vista del interés público, fue el satisfactorio lanzamiento de satélites artificiales por parte de la URSS y EE.UU., la Ciencia obtuvo otros muchos frutos de no menor importancia. De entre ellos, el más destacado fue la vasta exploración internacional de la Antártida. Sólo los EE.UU. establecieron siete estaciones, que sondearon la profundidad del hielo y sacaron a la superficie, desde una profundidad de varios kilómetros, muestras del aire atrapado en él -aire que tendría una antigüedad de varios millones de años-, así como restos de bacterias. Algunas de éstas, congeladas a unos 30 m bajo la superficie del hielo y que tendrían tal vez un siglo de edad, fueron revividas y se desarrollaron normalmente. Por su parte, el grupo soviético estableció una base en el Polo de la Inaccesibilidad o sea, el lugar situado más al interior de la Antártida, donde registraron nuevas mínimas de temperatura. En agosto de 1960 -el semiinvierno antártico- se registró una temperatura de -115ºC, suficiente como para congelar el anhídrido carbónico. En el curso de la siguiente década operaron en la Antártida docenas de estaciones. En la más espectacular hazaña realizada en la Antártida, un grupo de exploración británico, dirigido por Vivian Ernest Fuchs y Edmund Hillary, cruzó el continente por primera vez en la historia -si bien con vehículos especiales y con todos los recursos de la Ciencia moderna a su disposición-. El éxito del Año Geofísico Internacional y el entusiasmo despertado por esta demostración de cooperación en plena guerra fría, se tradujeron, en 1959, en un convenio firmado por doce naciones, destinado a excluir de la Antártida todas las actividades militares (entre ellas, las explosiones nucleares y el depósito de desechos radiactivos). (Asimov)
Según las investigaciones llevadas a cabo en la década de 1970 desde la base McMurdo la fase principal de la glaciación de la Antártida tiene una edad de 2,7 millones de años. La McMurdo Station fue inaugurada en 1956 y tiene capacidad para 1.258 residentes. Recibe su nombre de Archibald McMurdo, que a bordo del HMS Terror cartografió la zona por primera vez (1841). La campaña estuvo al mando del británico James Clark Ross. En 1902 Robert Falcon Scott estableció una base cerca de la actual McMurdo, construyendo la cabaña Discovery, que aún existe junto al puerto en la península Hut Point. Los trabajos estaban basados en el estudio de las muestras de sedimentos tomadas en el fondo del océano Antártico. Se determinó la edad de las cenizas y lavas volcánicas por el método potasio-argón. Las muestras fueron recogidas en un valle situado a unos cientos de kilómetros de la base y estaban depositadas en un zócalo de hielo que reposa sobre otra capa de mayor antigüedad.
Richard Evelyn Byrd (1888-1957):
Marino, aviador y explorador norteamericano. Nacido en Winchester (Va.) y muerto en Boston. A los 12 años hizo, sin compañía, un viaje alrededor del mundo. Tras graduarse en la Academia Naval (1912), ascendió a capitán de corbeta. En 1917 ingresó en el servicio del aire y al año siguiente era piloto de la aviación de la marina de guerra. Durante la última parte de la Primera Guerra Mundial mandó las fuerzas aéreas de su país en Canadá. En 1925 dirigió la escuadrilla de aviación naval que acompañó a la expedición polar de Donald Mac Millan a Groenlandia y llevó a cabo las primeras exploraciones de la aviación norteamericana por tierras situadas más allá del círculo polar ártico. En 1928, volviendo su atención a la Antártida, dirigió la primera de sus expediciones al Polo Sur. El 29 de noviembre del año siguiente participó en el primer vuelo sobre el Polo. Realizó luego vuelos de reconocimiento hacia el este, donde descubrió las montañas Rockefeller y Edsel Ford y levantó los planos de las costas de Tierra de María Byrd. Hallándose todavía en las regiones del Antártico, fue promovido al grado de contraalmirante en situación de retirado. Una segunda expedición hacia la Antártida (1933-35) le llevó a Little America, desde donde realizó en avión otros importantes descubrimientos, como los de las montañas Horlick, Hald Flood y Sidley. En 1934, permaneció solo durante el invierno de marzo a agosto en el primer puesto meteorológico establecido en tierra firme de la Antártida. Nombrado presidente de la U.S.Antartic Service, dirigió en 1939 una tercera expedición a la Antártida, con el propósito de establecer en ella los posibles derechos de soberanía americana. En 1946-47 mandó la cuarta, en que participaron tres grupos especiales con 13 barcos, entre ellos un portaaviones, y un acompañamiento de 4.000 hombres. Con tal alarde de medios llevó a cabo nuevos descubrimientos y cartografió miles de kilómetros de costa que anteriormente no figuraba en los mapas. PublicóLittle America (1930) y Alone (1938).
Segundo viaje de Cook a bordo del Resolution(1772):El 30 de octubre, tras su recalada en la Ciudad del Cabo, arrumbaron como primer objetivo hacia el Círculo Polar Antártico tras los límites costeros del supuesto continente austral. Navegó a través de la longitud del cabo hasta alcanzar la latitud de los 60º Sur para desde ahí arrumbar al SE hasta alcanzar la longitud de los 40º Este, punto en el cual lograron atravesar el Círculo Polar Antártico, por lo que, conseguido tal objetivo se dirigió a repetrirlo en el sector del océano Pacífico en las longitudes Oeste, razón por la cual circunnavegó la Antártida en aproximación a su borde helado entre las longitudes de los 150 W, y a continuación en la franja comprendida entre los 118 W y los 100 W, obteniendo un punto máximo de penetración en la longitud de los 105 W hasta llegar a la latitud de los 71º 10 Sur. De ser ciertos estos datos, hay que reconocer que nunca con anterioridad consiguiera navegante alguno llegar a estos puntos geográficos. Fue así como Cook avistó grandes formaciones de hielo entre las que había grandes claros que podían ser surcados a vela para luego fondear y acoderar su buque al borde de esta estructura helada, deduciendo que hacia el interior de dichas barreras de mar congelado se encontraba la tierra del continente tan afanosamente buscado. Navegando después por el Pacífico meridional realizó el levantamiento de las islas Marquesas, las de Nuevas Hébridas y las de Nueva Caledonia, para dirigirse más tarde desde Nueva Zelanda de regreso a la Gran Bretaña por la ruta del Cabo de Hornos. Este tornaviaje sin embargo no fue nada fácil, tras el abandono de las costas neozelandesas de la HMS Resolution que navegaba ya separdo de la Adventure, con intención de recalar en la boca occidental del estrecho de Magallanes en su extremo sur correspondiente al cabo Deseado, con la intención de seguir bordeando el límite austral de la costa archipielágica continental a la que recaló sin errores de observación astronómica, apoyados también por corridas de sondas para conocer las condiciones batimétricas, lo que le permitió proseguir sus exploraciones y descubrimientos en la Tierra de Fuego chilena (Punta Landfall, cabo Gloucester, y el promontorio de una fantástica roca, que terminaba en dos altas torres y alzado entre ellas un cerro en forma de pan de azúcar y que fue bautizada con toponímico de York Misster correspondiendo a la punta occidental del acceso a seno de Navidad (bautizado así por haber pasado las fiestas de Pascuas en dicho asidero). Cook agrega en su relato que bautizó la punta más austral y más oriental de las islas Hermite como cabo Falso (Mistaken) habiendo observado el canalizo de mar que existe entre dos de ellas y que conducía hacia bahía Nassau, inspeccionando también la bahía del Buen Sucesor para saber si había permanecido en ella la Adventure y dejando algún mensaje (lo que no ocurrió); razón por la cual resolviera zarpar para explorar la isla de los Estados fondeando en un bien protegido puerto al que bautizó como Puerto Año Nuevo en atención a la fecha de arribada, "lugar en el cual cazó leones marinos y lobos, además de observar meridianas de sol para obtener latitudes y alturas de luna para las longitudes". (José Cervera Pery)
El paso del nordeste:
Difícil acceso para la navegación:
Las costas árticas son navegables donde reciben la influencia de ramificaciones de aguas cálidas de la corriente del Golfo, en su extremo occidental. El mar Blanco, la penetración marina más profunda, permanece helado ocho meses al año. La costa rusa es baja y de perfil rectilíneo, la noruega rocosa, muy articulada con profundos fiordos. Los fiordos de Noruega, como los de Escocia e Islandia, son más profundos que las bahías irlandesas o las rías gallegas, bretonas o del Aveiro. Los estuarios de los ríos, en un mar cuyas mareas experimentan desniveles de 10 metros en los canales estrechos, constituyen buenas vías de penetración. El mar de Kara, el mar de Laptiev y el mar de Siberia Oriental permanecen helados durante gran parte del año. Las costas son bajas, muy dentadas por los ríos, y bordeadas de pantanos helados.
Primeras expediciones:
En 1553 parte la expedición de Hugh Willoughby (10 mayo). Logró alcanzar el cabo Norte, cerca de la actual frontera entre Finlandia y Rusia. Quedó atrapado y murió. Richard Chancellor, al mando de la tercera nave consiguió llegar a pie a Moscú. Su ruta de supervivencia se aprovechó como ruta comercial empleada por la Muscovy Company. En 1594 Willem Barents tuvo que volver al llegar a la costa oeste de Nueva Zembla. En su segunda expedición atravesó el estrecho de Kara, al sur de la isla Vaygach y también tuvo que regresar. En su tercer viaje descubrió las islas de Svalbard. Murió en la costa este de Nueva Zembla cuando su barco quedó aprisionado (1597). En 1609 Henry Hudson zarpó en el Half Moon, de 73 toneladas, al servicio de la Compañía Holandesa de Indias Orientales, en busca de un paso en el norestehacia Extremo Oriente por el norte de Rusia. Tras pasar el cabo Norte, ante la masiva presencia de hielos decidió cambiar los planes y atravesar el Atlántico hacia el oeste.
Tres siglos de expediciones:
La primera se organizó en 1523, bajo la dirección de Francisco Sebastián Cabot, y componíase de tres buques, al mando del malogrado sir Hugh Willoughby, que pereció en Laponia con toda la tripulación. Uno de sus tenientes, Chancellor, fue al principio más feliz y pudo abrirse camino directamente por los mares árticos, entre la Mancha y Rusia; pero él también debía naufragar y perecer en una segunda tentativa. Un capitán enviado en su busca, Stephen Borough, consiguió franquear el estrecho que separa Nueva Zembla de la isla Waigate, penetrando en el mar de Kara; pero los hielos y las brumas le impidieron ir más lejos... Dos expediciones intentadas en 1580 fueron igualmente infructuosas. Mas no por eso se desistió del proyecto quince años más tarde. Esta vez fueron los holandeses los que organizaron sucesivamente tres expediciones al mando de Barentz para buscar el paso nordeste; pero Barentz pereció en 1596 en los hielos de Nueva Zembla... Diez años más tarde, Henry Hudson, enviado por la Compañía Holandesa de las Indias, fracasa en su empresa del mismo modo después de tres expediciones sucesivas... Los daneses no fueron más felices en 1653. En 1676, el capitán John Wood sufre la misma suerte. Desde entonces, juzgándose irrealizable la empresa, todas las potencias marítimas renuncian a ella... Rusia persistió, porque le interesaba muchísimo, así como a todas las naciones septentrionales, hallar una vía marítima directa entre sus costas y la Siberia. En el espacio de un siglo no han enviado menos de dieciocho expediciones sucesivas para explorar Nueva Zembla, el mar de Kara y las regiones orientales y occidentales de Siberia; pero si esas expediciones dieron a conocer mejor aquellos parajes, también se reconoció la imposibilidad de abrir un paso continuo por el gran mar Artico. El académico van Baër, que intentó la aventura por última vez en 1837, después del almirante Lütke y Pachtusow, declaró públicamente que aquel océano no es mas que un simple glaciar tan impracticable para los buques como puede serlo un continente. (Julio Verne. El Naufragio del Cynthia)
Ultimos días de la expedición de Willoughby (1554):
La bahía en la que habían decidido invernar pronto se transformó en un desierto desolado. La pesca era imposible debido al espesor del hielo, y con las primeras nieves desaparecieron los animales salvajes. Incluso las aves, conscientes de la proximidad del invierno, migraron a unos climas más cálidos. Pronto los témpanos de hielo atraparon primero y luego oprimieron a los barcos, y no hubo escapatoria. La tripulación estaba cada día más hambrienta, y Willoughby envió partidas en busca de alimentos, de gente, de ayuda. Sir Hugh escribió: "Enviamos tres hombres en dirección sud-sudoeste, en busca de gente, pero no pudieron encontrar a nadie".Un último equipo de exploradores confirmó lo que Willoughby había temido, que estaban aprisionados en un desierto deshabitado. Transcurrieron más de cinco años antes de que un buque que partió de Inglaterra en su búsqueda descubriera por fin lo que les había sucedido al Bona Esperanza y al Confidentia. Al penetrar en la bahía donde Willoughby decidiera invernar, los navegantes que acudían con la intención de rescatarle tropezaron con los cascos fantasmales y deteriorados de las dos naves, que habían acabado sus días como osarios. Los últimos y sombríos meses de las tripulaciones siguen envueltos en el misterio, pues Willoughby, roído por el hambre, dejó de efectuar las anotaciones cotidianas en el diario de navegación. (Giles Milton)
Tercer viaje de Barents (1596):
Poco después de pasar Nueva Zembla quedó bloqueado por el hielo no muy lejos de donde se había bloqueado durante su primer viaje en 1594. La nave resultó dañada y con ella construyeron una casa en la orilla, donde pasaron el invierno. Barents dibujó unos mapas muy precisos que serían aprovechados por Nordenskiöld en su exitoso viaje (1878-1890). En primavera, con sólo dos bajas por el escorbuto, retomaron el camino hacia el sur en dos botes. El 20 de junio Barents murió y fue enterrado en Nueva Zembla. El resto del grupo alcanzó la costa del continente a finales de agosto, donde, por azar, fueron rescatados por una nave comandada por Corneliszoon Riip. Marino que había partido con Barents y se había separado para explorar la isla de Svalbard.
Nordenskiöld cruza el estrecho de Bering (1879):
El finlandés Erik Nordenskiöld fue avanzando en el conocimiento de la zona en dos expediciones previas a la del Vega. La expedición reconoció la isla de Taimir y la zona del cabo de Cheliuskin. Al llegar a los 67º de latitud, cerca del cabo Kuliuchin, el Vega quedó apresado entre los hielos. Un hielo compacto, que les obligó a invernar. Trabaron relaciones amistosas con los indígenas, uno de los cuales, bautizado con el nomnbre de Vasili, tenía un certificado en ruso que acreditaba su calidad de gobernador. Pero eran todos analfabetos e ignoraban el idioma ruso. El 18 de julio de 1879 el deshielo dejó libre el vega. El 2 de septiembre anclaba en Yokohama siendo el primero en navegar desde Siberia pasando por el estrecho de Bering. Una ruta que implicara la espera hasta el deshielo del siguiente año no era comercialmente viable.
La ruta marítima septentrional (1930):
Los exploradores occidentales confiaron durante mucho tiempo, aunque sin lograrlo, el poder abrir el paso del nordeste de Europa a Oriente, desde el Atlántico norte hasta el Pacífico a través del mar Artico y el estrecho de Bering. El éxito de la URSS, a partir de 1930, en lograr la apertura de esta ruta marítima septentrional, se logró mediante notables esfuerzos y sin escatimar gastos, y sobre todo, por razones de prestigio. Estaba en dependencia el desarrollo tecnológico y recibió una ayuda modesta por parte de la naturaleza, debido a que, entre los años 1920 y 1940, los mares árticos elevaron algunos grados la temperatura de sus aguas. En 1932 se demostró por vez primera la viabilidad de la ruta al efectuar su primera travesía sin interrupción el rompehielos Sibiryakov. Los terminales de la ruta son, en el oeste Murmansk y Arkhangel, y en el este los puertos soviéticos del Pacífico, especialmente Vladivostok, con una distancia intermedia de unos 11.270 km. La navegación se limita a los períodos estivales de aguas abiertas en los mares que flanquean las costas del Artico y del Pacífico en la URSS. La estación se prolonga durante cuatro meses en el oeste, y tan sólo tres en el este. Las expediciones marítimas tienen que estar altamente organizadas y colaboran en ellas estaciones meteorológicas costeras, con aviones de reconocimiento que vuelan anticipadamente para volver con información sobre las condiciones del hielo, así como rompehielos, algunos con energíanuclear, que ayudan a mantener despejado el canal para el convoy de varios centenares de buques de carga especialmente preparados. Tan sólo se puede realizar una expedición en cada estación, pero los submarinos pueden navegar bajo el hielo durante todo el año, y gracias a ello desplazarse libremente entre los océanos Atlántico y Pacífico. Hasta ahora, el mar septentrional sigue siendo virtualmente una vía fluvial interior de la URSS.
El paso del noroeste:Los ingleses insisten en forzar el paso noroeste, que sería el más corto camino de enlace con su colonia Australia. En 1817 el Almirantazgo estipula un premio de 5.000 libras para el primer barco que superase los 110º Oeste. William Parry (1790-1855) llegó en 1818 a la isla de Melville. James Clark Ross (1800-1862) determinó en 1831 la situación del Polo Norte magnético. La desgraciada expedición de John Franklin (1786-1847) desencadenó la "búsqueda de Franklin", en la que se exploró entre 1848 y 1889 el continente norteamericano, y se evidenció la inutilidad de la vía marítima. El 22 de abril de 1848, la tripulación superviviente del Erebusencallado había intentado una marcha de 965 km por tierra. La apertura delcanal de Suez (1869) hizo que los ingleses desistieran finalmente en su empeño.
John Ross:El contraalmirante inglés, que cuenta con el apoyo del Almirantazgo, utiliza en su misión dos balleneros llamados Isabella (385 toneladas) yAlexander (252 toneladas). Convenientemente reforzados y equipados, y al mando respectivamente de Ross y del teniente de navío William Edward Parry, van a emprender de nuevo la aventura de encontrar el paso. Ross y los suyos salen el 18 de abril de 1818. Cruzan el extremo sur de Groenlandia y se adentran en el estrecho de Davis, después de recorrer el norte de la bahía de Baffin, penetran en el canal de Lancaster y el estrecho de Cumberland, por el que navegan unas 80 millas hasta encontrarse con una verdadera muralla de hielo y nieve, por lo que decidió dar la vuelta y regresar a Inglaterra. En 1833 realizó un segundo viaje con el vapor Victory, de 150 toneladas, equipado con todos los instrumentos náuticos de la época y llevando víveres para tres años. Su sobrino James Clark Ross le acompañaba como segundo. El vapor pronto empezó a hacer agua y presentar muchos problemas por lo que lo convirtieron en un barco de vela. Desde el estrecho de Davis penetraron directamente por el canal de Lancaster. En esta ocasión se dirigieron hacia el sur entrando en la ensenada del Príncipe Regente. Invernaron en un lugar llamado Puerto Feliz, en donde el barco quedó aprisionado por el hielo. Pasaron allí una segunda invernada. Durante este tiempo tío y sobrino salieron para situar el polo norte magnético, que el sobrino situó en 70º 07'N. Durante la tercera invernada perdieron el Victory, prosiguiendo la exploración con los botes. Cuando estaban a punto de morir fueron salvados por el ballenero Isabella.
William Edward Parry:Entre la primera y la segunda expedición de Ross, otro navegante inglés intentó también hallar el ansiado paso. Se trata de William Edward Parry, que ya había navegado con Roos en el Alexander. En su primer viaje exploratorio Parry salió en mayo de 1819 con dos barcos, el Hekla, de 375 toneladas, y el Griper, de 180. Como en las navegaciones ya reseñadas, se dirigió al canal de Lancaster. Navegando entre hielos se internó por el canal del Príncipe Regente, el estrecho de Barrow y finalmente llegó a la isla de Melville, en donde permaneció bloqueado por los hielos durante ocho meses, llegando a soportar temperaturas de treinta y cinco grados bajo cero. Al no poder seguir adelante por la barrera de hielos, regresó a Londres en noviembre de 1820, en donde recibió un premio de 5.000 libras por haber superado los 100º de longitud Oeste, ya que Parry había llegado a 113º 54' Oeste. Seis meses después de su llegada, en mayo de 1821, Parry emprendió una nueva exploración con los barcos Hekla y Fury. En esta ocasión, una vez alcanzado el estrecho de Davis, se dirigió más al sur y penetró por el estrecho de Hudson, y a través del mismo, al estrecho de Frozen, perlongando la costa hacia el norte hasta la península de Melville en donde quedó bloqueado por los hielos. decidió explorar la zona por tierra, sin encontrar paso alguno tras pasar allí dos inviernos. Ante la posible escasez de alimentos decidió regresar a Inglaterra en noviembre de 1823. Parry lo volvió a intentar en 1824. la expedición duró 18 meses, y perdió el Fury sin encontrar el paso. En 1827 realizó un nuevo viaje parahallar el Polo Norte, alcanzando 82º 45'Norte. En 1852, ascendió a contraalmirante.
John Franklin (1845):Al servicio de la Royal Navy se convirtió un marino británico con largo historial como navegante y explorador. Su primer viaje al Ártico fue en 1818 como teniente bajo las órdenes de John Ross. Quedó fascinado por el paisaje de hielos. En 1845, cuando era gobernador de la tierra de Van Diemen (Tasmania), es encargado por el Almirantazgo para llevar a cabo una misión. Se trata de buscar un paso entre la península de Boothia al este de la isla de Melville (quizás lo que hoy se conoce como el canal de McClinock. Contaba con sesenta años cuando empezó a preparar su tercera expedición al Artico. Le acompañan en esta aventura dos expertos marinos: los capitanes Francis Crozier y James Fiztjames. La nutrida expedición la componen 138 hombres a bordo de dos barcos reformados para este viaje: el Erebus (370 toneladas) y el Terror, y provisiones para tres años. Para este viaje al Erebus se le añadió un elemento auxiliar novedoso instalándosele una locomotora de 25 caballos de potencia, en posición transversal, y en la rueda delantera de la locomotora se colocó un eje que llegaba hasta la popa, en donde una hélice de dos palas podía extraerse al navegar con hielos. El Erebus contaba además con una desaladora para hacer el agua potable. Salieron el 19 de mayo de 1845 y en el mismo mes del año siguiente, el comandante del Prince of Wales los avistó en la entrada del estrecho de Lancaster, rodeados por los hielos, no volviendo a tenerse noticias de los expedicionarios. Los barcos quedaron atrapados en el Estrecho de Victoria, cerca de King William Island. El invierno de 1847 fue extremadamente duro y en el verano siguiente no hubo deshielo, por lo que la expedición hubo de soportar el paso de dos inviernos. El Erebus y el Terrorfueron abandonados y los expedicionarios marcharon a pie. Se enviaron varias expediciones de rescate (algunos autores las cifran en 39) por parte del Almirantazgo, y también otras que fueron patrocinadas por la esposa de Franklin. En 1854 se encontraron treinta cadáveres y algunas pertenencias de los expedicionarios en poder de los esquimales. Franklin había muerto el 11 de junio de 1847. Según las descripciones de los inuit la causa más probable de la muerte fue el escorbuto. Puede que este problema de salud fuese empeorado por una intoxicación con la comida enlatada y una pobre planificación (habitabilidad de los barcos, ropa inadecuada). Parece ser que Franklin llegó hasta cabo Walker y fue hacia el sur, por lo que hoy se conoce como canal de Franklin, alcanzando los 70º 05'N y 98º 23'W, y en opinión de Martínez Valverde descubrió sin poder cruzarlo el paso del noroeste.
Inexactas ideas 20 años después del viaje de Parry:
De las tres rutas por las que parece posible el paso del Océano Atlántico al Pacífico, la del Nordeste es la menos prometedora. La del Noroeste y la que va por el mismo Polo, y que sería la más corta de las tres, son totalmente distintas de la primera. Ilustres hombres de ciencia sostienen la hipótesis de que es posible llegar al Polo en barco, y, de hecho, ya varios buques han penetrado hacia el Norte hasta tres o cuatro grados más allá de Spitzberg y de los límites usuales de los balleneros. Pero si el mar polar es navegable hasta el grado 84, sólo un obstáculo, constituido por una masa de tierra que llegara hasta el Polo, podría hacer imposible alcanzarlo en barco... Cabe pensar que si enormes glaciares flotan y se abren camino, un buque podría hacerlo también. (Conferencia de John Barrow, Secretario del Almirantazgo británico, y quien encargó la expedición a Franklin, pronunciada en una sesión de la Academia de Ciencias)
Robert McClure (1850-1854):El Almirantazgo británico había ofrecido una recompensa por valor de 20.000 libras al navegante que proporcionase información fidedigna sobre la expedición de John Franklin. Así es que algunos se lanzaron en su búsqueda, tanto por el suculento premio como la gloria que podía proporcionarles la empresa si descubrían el paso noroeste. El 10 enero de 1850 salieron de Londres los barcos Enterprise e Investigador, al mando de Richard Collinson y Robert McClure, que ya había navegado con James Clark Ross, se dirigió al Atlántico sur, cruzó el cabo de Hornos y llegó a Honolulú el 1 de julio. Richard Collinson, su competidor, había salido de este puerto un día antes al mando del Enterprise. McClure salió de Honolulú tan pronto como pudo y tras cruzar el archipiélago de las Aleutianas siguió navegando por la costa norte de Alaska hasta alcanzar la desembocadura del río Mackenzie. Al formarse hielos en la costa se alejó de la misma, a pesar de lo cual pasó el invierno atrapado por los hielos en el estrecho formado por las isla Victoria y la isla de Banks. En la primavera siguiente (1851) el barco de McClure quedó liberado de los hielos, pero el camino hacia el norte seguía bloqueado, por lo que decidió navegar hacia el sur y recorrer la isla de Banks. Al llegar a la zona norte de la isla, en una bahía que llamó bahía de Mercy, quedó nuevamente bloqueado por los hielos. El helado invierno unido a la aparición del escorbuto y el mal estar de la tripulación agravaron la situación. En el verano de 1852 no hubo deshielo por lo que McClure decidió abandonar el Investigador y escapar hacia el este en trineo. En la primavera de 1854, los supervivientes de la expedición de McClure llegaro a la isla de Beechey, cuya parte este limita con las aguas de la bahía de Baffin. Un barco de aprovisionamiento los transportó a Inglaterra. McClure tuvo un gran recibimiento ya que desde el Pacífico había llegado al Atlántico, aunque no hubiese hecho todo el camino navegando. McClure fue nombrado caballero y el Parlamento le otorgó un premio de 10.000 libras, a pesar de no haber hallado información sobre sir John Franklin. En algunas fuentes McClure figura también como descubridor del paso del noroeste. Collinson y su tripulación regresaron también a Inglaterra sin noticias de Franklin (Ricardo Arroyo)
En las cuatro décadas que siguieron al trágico final de la empresa de Franklin, se produjeron unas cuarenta expediciones de exploración y búsqueda a cargo del gobierno británico o por cuenta de compañías particulares, desde el Atlántico Norte, el estrecho de Bering, o el continente canadiense, al Archipiélago ártico ante la costa norteamericana.
Nansen y la idea de la deriva (1881):
El conjunto del banco de hielo ártico posee un movimiento de deriva desde el Pacífico al Atlántico en el Este, y una orientación inversa en el Oeste, formando un verdadero remolino alrededor del Polo. Este curioso fenómeno, debido probablemente al movimiento de rotación de la Tierra, ha sido comprobado varias veces, desde finales del siglo pasado, por los numerosos troncos de árboles que se encuentran en las playas de Spitsbergen y de Groenlandia procedentes de la taiga siberiana. Primeramente, fueron arrastrados hasta el mar por los ríos siberianos y llevados a la deriva por los hielos, cuya trayectoria sigue parcialmente el litoral ártico de Siberia. En 1881 el navío americano La Jeannette, mandado por el capitán De Long, quedó bloqueado por los hielos al Norte de las islas de Nueva Siberia y finalmente naufragó. Sus restos fueron encontrados, tres años más tarde, mar adentro, cerca del archipiélago de Spitsbergen. Este curioso fenómeno hizo concebir al explorador Nansen la atrevida idea de hacer que su navío fuese bloqueado por los hielos en el mismo lugar donde se hundió La Jeannettepara que marchase a la deriva con el banco de hielo, consiguiéndolo perfectamente. (Luis Albentosa, 1977)
Robert Edwin Peary (1856-1920):Explorador norteamericano del Artico y descubridor del polo Norte. Tras incorporarse a la rama de ingeniería civil de la Armada, trabajó como topógrafo en el canal de Nicaragua desde 1885 a 1887. En 1886, junto con otro compañero, recorrió el interior de Groenlandia. Cinco años más tarde, con un grupo de siete exploradores, entre ellos su esposa, viajó hacia el norte de Groenlandia; descubrió el fiordo Independiente y demostró que Groenlandia es una isla. Entre 1893 y 1897 efectuó nuevas exploraciones en el Artico. En 1897 obtuvo un permiso de cinco años para proseguir sus exploraciones, y en 1898 realizó trabajos cartográficos en el norte de Groenlandia. Durante esta expedición, que duró cuatro años, alcanzó la latitud 84º 17' 27'', a menos de 650 km al sur del polo, y en aquel entonces el punto más septentrional hasta el que se había penetrado en el Artico norteamericano.
Viaje en el Roosevelt (1906):Era un buque especialmente construido para hacer frente a las duras condiciones que encontraría la expedición. Su grupo llegó a los 87º 6' de latitud, pero debido al mal tiempo regresó a la isla de Ellesmere en 1908. El 1 de marzo del año siguiente continuó el viaje hacia el polo, al que llegó el 6 de abril de 1909, acompañado por cuatro esquimales y su ayudante negro Matthew Henson. A su regreso se enteró de que Frederick Cook, miembro de una expedición anterior, aseguraba haber llegado al polo un año antes. El Congreso de EUA adjudicó el descubrimiento a Peary tras una detallada investigación.
Ernest Henry Shackleton (Irlanda 1874-Georgia del Sur 1922):Jefe de dos expediciones antárticas, se unió a la expedición de Robert Falcon Scott rumbo al Antártico, con el Discovery, como tercer oficial a bordo, después del primer invierno tuvo que regresar a Inglaterra aquejado de escorbuto. En 1908, condujo su propia expedición antártica a bordo del Nimrod. Llegó a un punto situado a 160 km del polo Sur, y reivindicó para Gran Bretaña la meseta de Tierra Victoria.
Expedición Transantártica Imperial en el Endurance (1914-1916):
Partió de Plymouth el 8 de agosto de 1914. En seis semanas recorrió 1.500 km entre témpanos del mar de Weddell. El 18 de enero de 1915 un drástico descenso de la temperatura heló el agua y el barco quedó atrapado, derivó durante 10 meses recorriendo más de 2.000 km. El 27 de octubre abandonaron el barco debido a que la enorme presión del hielo lo deformaba peligrosamente. La dieta principal consistía en carne de pingüino y de foca. El 21 de noviembre el Endurance se hundió. En abril el hielo que sostenía el campamento empezó a resquebrajarse y echaron los botes al agua. Tras siete días de accidentada navegación hacia el norte llegaron a la isla Elefante (del grupo de las Shetland del Sur), totalmente aislada y azotada por terribles ventiscas. A bordo de un bote salvavidas partió con 5 hombres en busca de las estaciones balleneras de Georgia del Sur a 1.300 km de distancia. Casi cinco meses después, en el cuarto viaje de rescate, Shakleton consiguió regresar a la isla Elefante a bordo del buque chileno Yelcho. Todos los miembros de la expedición, incluyendo al polizón Perce Blackborow, regresaron vivos. Shakleton Falleció de un ataque al corazón al iniciar una nueva expedición a bordo del Quest en colaboración con Rowett, el 5 de enero de 1922. Sus obras publicadas son The Heart of the Antarctic (1909) ySouth (1919). Está enterrado en Georgia del Sur, donde murió a los 47 años, por deseo de su esposa Emily.
Robert Falcon Scott (1868-1912):Nacido cerca de Davenport, Gran Bretaña; entró como cadete en la Royal Navy, en 1891 había ascendido a teniente y en 1900 fue nombrado comandante del Discovery y seleccionado para dirigir la Expedición Nacional Antártica que exploró la plataforma de hielo de Ross y efectuó varias travesías en trineo hacia el interior.
Expedición al polo Sur (junio 1910-marzo 1911):
En 1909 empezó a organizar una nueva expedición antártica, con la intención de llegar al polo Sur compitiendo con el noruego Amudsen, que llegaría en primer lugar. Recibió ayuda financiera británica y de los gobiernos de los dominios, y en el mes de junio. Todos los hombres de la expedición de Scott mueren en el viaje de regreso. El 17 de febrero falleció el suboficial Edgar Evans, y un mes después, el capitán L.E.G. Oates, al comprender que su enfermedad impedía que los demás hicieran mayores progresos en su marcha, se extravió voluntariamente en medio de una tormenta de nieve. Avanzaron con excesiva lentitud, con 42º bajo cero y peligrosos vientos hasta que decidieron no proseguir. Durante la primavera austral, una expedición encontró el cuerpo de Scott abrazado a E.A.Wilson, el del teniente H.R.Bowers, cartas de despedida, especímenes geológicos del glaciar de Beardmore, los diarios y apuntes de Scott y placas fotográficas que pudieron ser reveladas.
Viaje en el Terra Nova (1910): Pero Scott tiene una voluntad de acero, puesta a prueba antes ya de realizar su hazaña: dar término a la obra iniciada por Shackleton. Para ello intenta organizar una expedición, y aunque los medios propios no le bastan, no se desanima y contrae deudas, seguro como está de su triunfo. Su joven esposa le da un hijo, pero tampoco este hecho influye en su determinación de llevar a cabo el intento, y, cual otro Héctor, abandona a Andrómaca. Ninguna consideración humana detendrá su voluntad. Reúne algunos compañeros para su obra... Al buque que debe llevarlos hasta los límites del Mar Glacial le da el nombre de Terra Nova. Un extraño buque, mitad arca de Noé llena de animales, mitad laboratorio, por la profusión de instrumentos y la abundancia de libros. De todo hay que llevar a aquellos inhóspitos lugares: de lo que el hombre necesita para su cuerpo y de lo que precisa para el espíritu; pieles y animales, como los hombres primitivos, y, junto a esto, lo más moderno, lo más refinado, lo más avanzado de los tiempos presentes. Si fantástica es la embarcación, también lo es la empresa, que ofrece un doble aspecto: el de la aventura, pero calculada con la frialdad de un negocio... Salen de Inglaterra el primero de junio de 1910. .. Los expedicionarios ven emocionados cómo la costa se va desdibujando hasta desaparecer de su vista. Todos saben que se despiden del sol y del calor por más de un año, y algunos quizá para siempre... En el mes de enero, después de un corto descanso, desembarcan en Nueva Zelanda, en las proximidades del cabo Evans, en la región de los hielos eternos, donde montan una vivienda para pasar el invierno. Diciembre y enero se consideran allí meses de verano, porque es el único período del año en el que el sol luce unas pocas horas en lo alto de un blanco y metálico cielo. (Stefan Zweig)
Roald Amundsen (1872-1928):Explorador noruego del Artico y primero que llegó al polo Sur. Fue también el primero en visitar ambos polos y en cruzar los pasos del Noroeste y del Nordeste. Se familiarizó con el Artico en la marina noruega y en su juventud halló la posición exacta del polo Norte magnético y navegó por el paso del Noroeste. En 1900 compró la barca de pesca Gjoa y reforzó el casco con tres pulgadas de roble, añadió hierro en la proa y un pequeño motor de queroseno. Con 6 tripulantes partió de Oslo el 16 de junio de 1903 para intentar atravesar por primera vez el pasaje norte entre el Atlántico y el Pacífico. Llegaron al extremo occidental del pasaje Noroccidental el 26 de agosto de 1905, demasiado tarde para continuar ese año, y llegaron a San Francisco en octubre de 1906. Más tarde, dirigió su atención hacia el Antártico y el todavía inexpugnable polo Sur. En enero de 1911, con una semana de diferencia entre los dos, Amundsen y Scott llegaron a la costa antártica. El 19 de octubre, Amundsen emprendió la marcha y llegó al polo Sur el 17 de diciembre, un mes antes que el grupo de Scott, que estaba peor equipado y contaba con menos experiencia. Entre 1918 y 1920 negoció con éxito el paso del Nordeste. En 1926 voló sobre el polo Norte con el italiano Umberto Nobile, a bordo de un dirigible semirígido. En 1928 voló de nuevo sobre el Artico para rescatar a Nobile, quien dirigía otra expedición. Amudsen no regresó y Nobile pudo ser rescatado finalmente por una segunda expedición.
Alfred Wegener (1880-1930):
El estudio de fósiles, el encaje entre las formas de los continentes e indicios de una misma glaciación en lugares muy separados le llevó a formular la teoría de la deriva continental. La teoría más importante de las ciencias de la Tierra provenía de un meteorólogo y fue muy contestada. Wegener llamó a la masa que hace 300 millones de años formaban todos los continentes Pangeay al único océano Pantalassa. Explicó su modelo de deriva describiéndola como el movimiento de los icebergs en el Artico. En 1906 inició su primera visita a Groenlandia, como meteorólogo oficial en una expedición danesa, para estudiar la circulación del aire polar. Desde pequeño había soñado con Groenlandia, y se dice que hacía prácticas en la nieve como si estuviese preparando una expedición. En total, durante su vida realizaría 4 viajes al Artico. En 1912 volvió a otra expedición en la que realizó la travesía a pie más larga que se llevó a cabo en Groenlandia: 1.200 kilómetros. En 1930 una nueva expedición le llevó al Artico. Entre otras cosas, descubrió que el espesor de la capa de hielo llegaba a ser de más de 1.800 metros. Allí poco después de celebrar su 50 cumpleaños, encontró su muerte y entre sus hielos permanece su cuerpo.
Sir Hubert Wilkins:El primer intento de explorar el Artico ensubmarino lo realizó sir Hubert Wilkins, un aventurero australiano. Sir Hubert, que pasó casi toda su vida en EE.UU., convenció en 1931 al gobierno estadounidense para que respaldase sus proyectos de llegar al polo en submarino. Por una cuota de un dólar anual durante cinco años, la Junta de Navegación de EE.UU. permitió que Wilkins se hiciera con un submarino de clase O, construido en 1918, al que rebautizó Nautilus. Wilkins supuso que encontraría aguas despejadas aproximadamente cada 40 kilómetros, lo que le daba un amplio margen de seguridad dada su autonomía de 200 kilómetros en inmersión. Si quedaba atrapado bajo los hielos utilizaría barreras huecas rompehielos. Desde el primer momento todo salió mal: uno de los dos motores del Nautilus se averió en pleno Atlántico, ya fuera por incompetencia o a causa de un sabotaje. El Nautilus fue remolcado hasta el astillero de Devonport, Plymouth, y las reparaciones duraron tres semanas. Cuando llegó a los hielos polares ya era demasiado tarde para tratar de alcanzar el polo. Las condiciones en el interior del submarino eran espantosas. Estaban apiñados y hacía tanto frío que en las paredes se formaba hielo. Cuando por fin se sumergieron, los crujidos y los chasquidos que hizo el casco al rascar el hielo les aterrorizaron hasta el extremo de que salieron inmediatamente a la superficie. De hecho, el Nautilus sufrió muy pocos daños, pero esos ruidos fueron casi insoportables hasta para los tripulanes más aguerridos, y pocos días después Wilkins reconoció su derrota. ElNautilus llegó a duras penas a Bergen, donde autorizaron a Wilkins a trasladarlo a las costas próximas a Noruega. Aunque la travesía fue un desastre, Wilkins siguió convencido de que un submarino tendría éxito donde él había fracasado.
Año 2007:
Rusia exploró el fondo marino del polo Norte y clavó una bandera de titanio a 4.300 m de profundidad para reivindicar un territorio que contiene valiosos yacimientos de hidrocarburos. Una expedición del CSIC se comprobó en el Artico los efectos del calentamiento global y el cambio climático. Carlos Duarte fue el responsable de la misión Atos. Estudiaron los efectos del vertido de todos los contaminantes acumulados durante siglos que se vierten de forma abrupta por el deshielo. En 73 días recogieron más de 2,5 millones de datos instrumentales y más de 12.000 muestras. Testigos de hielo (un cilindro de un metro de longitud) que posiblemente abarquen mas de 1000 años de historia de deposiciones. También incluyen muestras de plancton, del agua, de la atmósfera y partículas en suspensión de la atmósfera. Se sorprendieron al ver la línea de hielo retirándose a una velocidad de 20 km diarios, la máxima registrada. La tasa de calentamiento del Artico es casi el triple de la tasa de calentamiento global y por eso se considera el frente del cambio climático del momento.
Los procesos derivados del cambio climático que está afectando a todo el planeta presenta una enorme repercusión en la capa de hielo. Los datos aportados por los satélites de la NASA encargados de observar la zona han podido comprobar que su superficie helada (14,5 millones de km cuadrados en 2005), se ha reducido hasta los 14,5 millones de km cuadrados medidos en marzo de 2006. Supone una reducción de 300.000 km cuadrados, alrededor de un 2% anual. Los datos obtenidos desde la década de 1980 han mostrado que la superficie helada se ha reducido actualmente un 18%. La velocidad a la que ha desaparecido en el último año es la más elevada de cuantas se han registrado desde 1979, año en que comenzaron las mediciones, y ha alertado a los científicos, que consideran al hielo ártico como uno de los más fiables indicadores del proceso de calentamiento global. Estos datos han permitido calcular que hacia el año 2070 no existirá casquete helado durante el verano ártico. El cálculo de esta fecha se basa en la aplicación exclusiva del calentamiento atmosférico sin tener en cuenta el incremento observado también en la temperatura del agua, que cuando se integra en la previsión acerca la fecha de desaparición del hielo al año 2030.
Buques de investigación:
Erebus (1826):Botado en el astillero de Pembroke (Gales), como embarcación mortero. Se reequipó para ser barco de exploración polar por su casco reforzado. El 30 de septiembre de 1839, junto con el HMS Terror y bajo el mando de James Clark Ross, realizó un viaje científico, principalmente para estudiar el magnetismo de la tierra y localizar el polo sur magnético. Traspasando el hielo, la expedición llegó al mar de Ross y finalmente al gran Antártico helado. Después de pasar el invierno en Hobart, regresaron al Antártico, sufriendo muchos peligros en aguas cubiertas de hielo y turbulentas. Finalmente regresaron a Inglaterra el 4 de septiembre de 1843. En 1844 instalaron un motor auxiliar y un árbol de hélice tanto en el Erebus como en el Terror, y el 19 de mayo de 1845, bajo el mando de John Franklin, navegó en busca del pasaje noroccidental hacia el Pacífico. Se les vio por última vez en agosto de ese año. Los barcos quedaron bloqueados por el hielo y toda la expedición pereció entre 1847 y 1848. Tonelaje: 372 Tm. Eslora: 32. Manga: 8.7.
Fram (1892):Cuando Fridjof Nansen necesitó un barco que le acercara todo lo posible al Polo Norte; se dirigió al expatriado Briton Colin Archer para que lo diseñara y construyera, y, como todas las creaciones de Archer, tenía iguales ambos extremos y era una construcción muy resistente. Dos vigas de madera de olmo americano (de 36 x 36 cm) formaron su quilla, y unidos a ella estaban las cuadernas de roble italiano, crecidas hasta tener forma y que había madurado en el astillero naval de Horten durante 30 años. Cada madero tenía casi 50 cm. Los maderos de roble, algunos de 1,3 metros cuadrados y unidos con enebro, hacía que casi fueran iguales el codaste y el tajamar. Tres capas de tablazón de forro a tope cubrían el casco: la primera era una capa de pino de 10 cm. de grosor y luego una capa exterior de laurel sudamericano llamado bebeerú, que es tan denso que por sí mismo no flotaría, pero es resistente y deslizante. En el interior había otra capa de pino de 10 cm., después los espacios entre las cuadernas se habían rellenado con una mezcla de alquitrán de hulla, brea y serrín. No menos de 450 cuartones unían los maderos del armazón a los baos de cubierta y puntales diagonales. Estos eran de pino blanco y cada uno se había cortado del árbol por debajo de la superficie del suelo, donde el tronco se divide en las raíces principales, para conseguir el ángulo correcto sin recurrir al corte o a tener que curvarlo. Finalmente, cuando todos los maderos estaban en su sitio, la proa y la popa se unían con hierro.
Grönland (1867):A diferencia del Gjoa de Roald Amundsen, fue el único barco de expedición polar con un mástil. Fue construido en Noruega para llevar la primera expedición alemana al Artico en 1868. Este grupo se aproximó mucho a su objetivo polar, pero regresó sin sufrir daños de importancia y por consiguiente operó en la costa. Posteriormente fue transferido al museo marítimo de Bremerhaven, donde se conservó en un estado muy parecido al original. Tenía 50 Tm brutas y fue construido por Tollef Tollefsen. Eslora: 25,8. Manga: 6.
Ernestina (1894):Antes llamada Effie M.Morrissey, se construyó como goleta de pesca, operando hasta los Grandes Bancos de Gloucester (Massachusetts). Después se empleó para transportar expediciones al Artico y se reformó para mantener un vínculo comercial entre la pequeña comunidad de Cabo Verdian de Nueva Inglaterra y las propias islas. después de ser reconstruido en Cabo Verde a expensas del gobierno durante un período de seis años, regresó a New Bedford, cerca de su puerto de origen, en 1982, para ser buque escuela. Constructor: Tarr & James, Essex (Mass.). Tonelaje: 120 Tm brutas. Eslora: 29,55. Manga: 7.
Truelove (1764-1888):Construido en Filadelfia. Fue capturado por los británicos en la Guerra de la Independencia americana y se vendió a un armador británico para ser utilizado como transporte con 12 cañones. En 1784 se reforzó el casco y se utilizó comoballenero durante muchos años con períodos breves para transporte. En 1849 transportó las provisiones de Franklin. Estuvo a punto de perderse en varias ocasiones al quedar atrapado entre el hielo. Fue desguazado en 1888 después de servir de forma casi continuada durante 144 años. Eslora: 30,5. Manga: 9,1. Puntal: 4,9. Tres mástiles y aprejo de cruz.
Endurance (1956):
Construido en Alemania por Krögerwerft de Rendsburg, para J. Lauritzen Lines de Copenhague. En un principio llevó el nombre de Anita Dan. Fue adquirido por la armada británica en febrero de 1967, se le cambió el nombre por el de Ernest Shackleton y lo modificó Harland & Wolff. Fue equipado con talleres y laboratorios para permitirle realizar su segunda misión, la de barco de investigación hidrográfica y meteorológica, y dos cañones de 20 mm. para su función primordial de guardacostas regional. Su retirada del servicio (1981) fue un factor añadido en la decisión argentina de tomar las Malvinas. Tonelaje: 2.641 Tm brutas. Eslora: 93. Manga: 14.
Louis S St.Laurent (1966):Rompehielos de la Guardia Costera Canadiense. En 1976 superó el pasaje Noroccidental, en compañía de embarcación de exploración Canmar Explorer incluso aunque carecía de sistemas modernos como los vertedores de agua, inyección de aire en la línea de flotación y hélice de proa. En 1988 le instalaron una planta propulsora Diesel-eléctrica y una proa de distinto perfil. Constructor: Canadian Vickers, Montreal. Tonelaje: 10.908 Tm. Eslora: 111,7. Manga: 24,45.
James Clark Ross (1991):Construido para el Consejo Nacional de Investigación Medioambiental de Gran Bretaña. Diseñado para llevar a cabo reconocimientos oceanográficos en el Antártico. Para ese fin tiene un casco reforzado y es capaz de romper el hielo, navegar sobre témpanos de hasta 1,5 metros de grosor y en hielo fragmentado de hasta 3 metros de grosor. Está equipado con laboratorios especializados y generales, y puede colocar otros en contenedores sobre el alcázar. Puede permanecer en el mar durante diez meses. Constructor: Swan Hunter, Wallsend-upon-Tyne. Tonelaje: 5.416 Tm. Eslora: 99. Manga: 18,9.
Buques de investigación españoles:
Hespérides (1990):Buque de investigación oceanográfica (BIO) que forma parte de la Armada (A-33) y tiene su base en Cartagena. Construido en Cartagena y botado el 12 de marzo de 1990, actuando como madrina S.M. la Reina Doña Sofía. Fue entregado a la Armada el 16 de mayo de 1991. Puede alojar a 30 científicos además de la tripulación. El refuerzo de su casco le permite navegar entre hielos de hasta 40 centímetros de espesor. Ha navegado desde su puesta en servicio más de 300.000 millas. Ha alojado a más de un millar de investigadores. En octubre de 2004 fue sometido a las OMV (obras de media vida) con lo que se convitió en una de las mejores plataformas flotantes para la investigación en el continente helado a nivel mundial, obras que en condiciones normales deben garantizar un buen número de años a pleno rendimiento. En este Año Polar irá por primera vez al Artico desarrollando un programa de biología marina y otro de geodesia. Tonelaje: 2.790 Tm. Eslora 82. Manga: 14. Velocidad máx.: 15 nudos.
Las Palmas:Fue el primer buque (BIO) español de investigación oceanográfica que participó en las misiones científicas en la Antártida durante las campañas 1988-89. 1989-90 y 1990-91. Era un antiguo remolcador de la Armada (A-52) que fue acondicionado para misiones de apoyo y científicas que debía desempeñar en la Antártida. En estas campañas alojaba además de la tripulación, a veintidós científicos que realizaron estudios de batimetría y medicina. Durante su activa campaña antártica 2003-2004, planificada por los ministerios de Ciencia y Tecnología y Defensa prestó apoyo logístico a las bases antárticas españolas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla, así como a la base búlgara Sant Climent Oridsky. Realizó numerosas veces la travesía del Paso de Drake operando desde los puertos de Ushuaia (Argentina) y Punta Arenas (Chile), para hacer posible el desarrollo de 13 proyectos de investigación diferentes sobre glaciología, vulcanología, geodesia, biología, geología marina y meteorología. Durante esta campaña, por primera vez desde su puesta en activo el Hespérides no pudo participar por su obligada revisión en astilleros.
Sarmiento de Gamboa (2006):
Su construcción fue autorizada el 12 de marzo de 2004 y botado el 30 de enero de 2006 en presencia de S.M. la Reina Doña Sofía. Está dotado de posicionamiento dinámico, lo que le permite mantenerse en posición fija con gran precisión. Construido por Construcciones Navales P.Freire. Eslora: 70,50.
Aportación española en la investigación antártica:España ha iniciado la investigación científica en la Antártida con cierto retraso. Sólo en 1982, veintitrés años después de su firma en 1959, se incorporó al Tratado Antártico como miembro adherido o no consultivo, sin derecho a voto. Para llegar más lejos, a la condición de miembro consultivo, era preciso mostrar un interés efectivo mediante la realización de trabajos de investigación o el establecimiento de una base científica estable. A fin de atender a esos objetivos, durante el verano austral de 1986 tuvo lugar una Campaña Antártica patrocinada por el Ministerio de Agricultura y Alimentación a través de la Dirección General de Pesca Marítima y la intervención muy destacada del Instituto Español de Oceanografía. La Campaña, que se inició en el puerto argentino de Ushuaia, en Tierra de Fuego, el 21 de noviembre de 1986, y tuvo una duración de casi tres meses, recorrió unas once mil millas, durante las cuales se visitaron los archipiélagos de Georgia, Sanwich, Orcadas, y Shetland del Sur, regresando finalmente al lugar de partida. Los estudios realizados tuvieron como principales temas el reconocimiento oceanográfico, meteorológico, biológico, morfoestructural y pesquero de las regiones recorridas, y teniendo muy presentes las preocupaciones y los intereses de la Convención de los Recursos Vivos Marítimos Antárticos (Cruma) y del Comité Científico para la investigación Antártica (SCAR), básicos para la incorporación definitiva al Tratado Antártico.
Incorporación a la Cruma y al SCAR:
El éxito alcanzado permitió que con fecha 21 de octubre de 1987, pocos meses después del cierre de la Campaña, España se incorporase ya como miembro de pleno derecho a la Convención y al Comité antes citados. Es siguiente paso, en enero de 1988, fue la apertura de la Base Antártica Española (BAE) en la isla Livingstone perteneciente al archipiélago de las islas Shetland del Sur; con la nueva base, llamada Juan Carlos I, son ya seis las establecidas en las Shetland, dos chilenas, una argentina una soviética y otra polaca, aparte de la española. Finalmente el Comité Científico del Tratado Antartico, en su reunión plenaria del 22 de septiembre de 1988 celebrada en París, acordó por unanimidad aceptar a España como miembro consultivo del Tratado. Desde entonces las campañas antárticas españolas, que se han celebrado en forma anual, durante los veranos australes, han contado con el patrocinio del estado español. En ellas intervienen diversas instituciones profesionales y científicas que, tradicionalmente, han llevado a cabo tareas relacionadas con el espacio antártico. Se han destacado, ante todo, el Instituto Español de Oceanografía, el Instituto Hidrográfico Nacional, el Servicio Geográfico del Ejército, el Instituto Geográfico Nacional, diferentes organismos oficiales relacionados con la Pesca, varios centros de estudio del Consejo superior de Investigaciones Científicas y algunos departamentos universitarios españoles pertenecientes a las universidades Autónoma y Complutense de Madrid, a la Universidad Central de Barcelona y a la de Valencia.
Resultados de las campañas:
Los objetivos esenciales alcanzados ene esas campañas, que han tenido su centro en la base Juan Carlos I y su instrumento principal en los diversos buques oceanográficos, primero de bandera chilena y argentina y más tarde totalmente españoles, han sido el levantamiento geológico de diversas partes de la península Antártica, el estudio glaciológico del inlandis austral, la toma de datos oceanográficos y geofísicos en el área de las islas Livingstone y Decepción, numerosos parcelarios topográficos terrestres y marítimos, distintas investigaciones respecto a la física atmosférica de la región, diversos análisis biológicos sobre la fauna y flora australes, así como la valoración de las posibilidades económicas que ofrecen la pesca y los recursos minerales. Todo ello en íntima relación con los planes establecidos por el SCAR y en colaboración con las comisiones científicas de las restantes naciones miembro del Tratado. Es importante resaltar la ayuda recibida de Argentina y Chile, cuya mayor experiencia a causa de la antigüedad de su presencia ha sido de extraordinario valor. Sin la base logística -sobre todo, puertos y barcos- facilitada por estas naciones, la presencia española hubiera tropezado con muchos más inconvenientes. Todo ello ha culminado en la excelente formación de un numeroso y complejo grupo de especialistas y en un importante número de informes internos y publicaciones. En este último aspecto cabe resaltar los trabajos elaborados por el Instituto Español de Oceanografía con los resultados científicos e instrumentales de las cuatro primeras campañas antárticas. Así mismo, son una extraordinaria fuente de materiales las actas de los Symposium de estudios Antárticos celebrados en España. A todo ello se pueden añadir abundantes artículos aparecidos en las últimas revistas científicas próximas a los temas y problemas tratados en las campañas. Es conveniente señalar la dureza de las condiciones ambientales en que el trabajo científico ha tenido que desenvolverse. Y ello a pesar de que los veranos australes constituyen períodos en que tales condiciones son óptimas para el hombre. Sólo el entusiasmo y la capacidad de los excelentes equipos humanos justifican la bondad de los resultados obtenidos. Bondad que, incluso, ha llevado a algunos de los expertos españoles a ocupar cargos de responsabilidad máxima en las diferentes comisiones internacionales responsables del conjunto de la tarea verificada en pro y defensa de la Antártida.
Daniel Alcoberro, responsable de la base Juan Carlos I en noviembre de 2007 inició la puesta a punto para recibir a los científicos con algunas dificultades con temperaturas más bajas de lo habitual. En la base, pensada para 10 o 12 personas han llegado a convivir 28 durante un mes y medio con jornadas de actividad intensa. Esta campaña coincide con el Año Polar Internacional y el Ministerio de Educación y Ciencia ha financiado mayor número de proyectos a desarrollar en cuatro meses. En las comidas especiales de navidad procuran convivir con los vecinos de la base búlgara.
Temperatura de los polos:
El continente antártico es el punto del planeta donde se han registrado las temperaturas más bajas, llegando hasta 89,2 grados bajo cero en la zona de Vostok. El Polo Norte nunca llega a ser tan frío. Este fenómeno climático se debe a que la Antártida es un continente helado y el Polo Norte un mar congelado en el centro del océano Artico, en la llamada cuenca de Nansen. El agua posee un alto calor específico. Para calentar una determinada cantidad de agua se necesita un aporte de energía mayor que el que requieren otros elementos. El mismo volumen de agua tardará más tiempo en enfriarse. Los océanos se calientan muy lentamente y también tardan más tiempo en desprenderse del calor que han acumulado. Cuando en el Polo norte se forma una capa superficial de hielo de hasta un metro de espesor (por debajo queda agua a cero grados) , en algunos puntos de la Antártida la capa de hielo alcanza los 4 kilómetros. Las temperaturas alcanzan los valores mínimos precisamente en estos lugares.
La investigación científica, regulada por el tratado de la Antártida de 1961 y el protocolo de Madrid de 1991, se centró en la últimas décadas del siglo XX, en el potencial de ciertos microorganismos adaptados a condiciones extremas (temperaturas muy bajas, salinidad muy elevada en ciertos enclaves) para aplicaciones biotecnológicas en el campo de los antigongelantes, ácidos grasos polisaturados, pigmentos. Otra línea de investigación es la astrobiología. Por sus condiciones ambientales extremas cabe establecer comparaciones entre la Antártida y otros planetas. El desierto de Ross, en el este del continente (sin precipitaciones y con una temperatura media anual de -20ºC) se utiliza como análogo de Marte. Las bacterias presentes se hallan en su mayor parte en el interior de las rocas y se caracterizan por un crecimiento de extraordinaria lentitud (alrededor de 10.000 años). También se encontró vida bacteriana en el lago Vostok, situado 2.600 m por debajo de la cubierta de hielo continental.
Desde 1950 la temperatura de la península antártica se ha incrementado en unos dos grados, bastante superior al aumento registrado en el conjunto del planeta (alrededor de medio grado centígrado). En marzo de 2000 de desprendió del mar de Ross un iceberg de 11.000 km cuadrados y en 2002 otro de 5.400 km cuadrados de la Plataforma Larsen. El colapso de los bloques afecta a la productividad del ecosistema.
Preservar la Antártida. Por Ana Vázquez:Se celebra estos días [junio 2003] en Madrid la vigesimosexta reunión consultiva del Tratado Antártico firmado por una treintena de países que realizan labores científicas y de investigación en las que también participa nuestro país desde hace una veintena de años con dos bases y las frecuentes misiones del buque oceanográficoHespérides. La Antártida, que por ese tratado quedó "consagrada a la Paz y a la Ciencia", que cuenta con ecosistemas únicos en el mundo, que es un territorio sobre el que ningún país puede realizar reclamaciones de soberanía, que no puede ser convertido en un basurero nuclear ni en campo de pruebas atómicas, está amenazado por innumerables problemas derivados de sus propias características científicas, del éxito de sus paisajes, además de por la riqueza del mar que la circunda. Una vez más el turismo se convierte en la principal amenaza para los ecosistemas exclusivos: En el caso de la Antártida el turismo crece de forma exponencial. Sin llegar a la masificación por el momento, el incremento en el número de turistas comienza a constituir un problema que conviene se ataje con prontitud antes de que se agrave con repercusiones para determinadas colonias de animales. También la actividad ocasiona daños colaterales. Los alrededores de muchas de las bases científicas se han convertido en auténticos estercoleros y los experimentos que se realizan pueden causar trastornos a la fauna, especialmente a loscetáceos, que según un estudio presentado por la delegación española en la reunión sufren las consecuencias de las pruebas que se realizan con aparatos que emiten ondas acústicas. En la reunión de Madrid se trata de lograr algo tan simple como que el que contamine pague también en la Antártida, mediante la creación de un régimen internacional de responsabilidad ante los daños que puedan causar en el medio ambiente las actividades científicas que se realizan, pero unos países quieren que esta norma sólo sirva en caso de "emergencia ambiental", mientras que otros señalan que lo imprescindible es atajar las causas de la contaminación progresiva. Y si mientras con las bases científicas lo que trata de dilucidarse es la responsabilidad subsidiaria de los Estados a los cuales pertenecen, en el caso de los cada vez más frecuentes cruceros al continente helado de lo que se trata es que las compañías privadas cuenten con un seguro que cubra los daños ocasionales que puedan causar. Y para combatir la pesca ilegal las soluciones son todavía más fáciles de aplicar si existe un acuerdo internacional y voluntad política de ejecutarlo, pero por esas mismas razones puede convertirse, a corto plazo en la cuestión más acuciante de resolver. La Antártida debe seguir siendo territorio de paz y de ciencia, uno de los pocos lugares en los que se produzca una cooperación internacional o al menos que se preserve de confrontaciones internacionales motivadas por razones territoriales o económicas y es imprescindible evitar su degradación. No es un empeño fácil pero es un ejemplo que se convierte en esperanza. (Ana Vázquez)
Mediciones de ozono en la Antártida:En 1982 se publicaron los valores sobre la columna de ozono obtenidos por la estación japonesa de Syowa en la Antártida. Los niveles de la capa de ozono registrados desde 1964 indicaban que partir de 1975 está presente un debilitamiento evidente. Otras estaciones ubicadas en el continente antártico confirmaron las sospechas. Posteriores mediciones revelaron que el agujero penetraba en el sur de Argentina y Chile. La pérdida de ozono alertó a la comunidad científica y fue considerada uno de los más serios problemas ambientales. J.E.Lovelock, experto en la dinámica de la alta atmósfera, descubrió que los halocarburos (CFC) eran los responsables. Estas sustancias volátiles se empleaban en pulverizadores y disolventes, y en las industrias del frío y de los aislantes térmicos. La conferencia de Viena (1995) constató que únicamente Japón había incumplido el acuerdo sobre la congelación de la producción de bromuro de metilo, que tiene una capacidad destructiva 50 veces superior a la de los CFC. En 1997 se cumplió el décimo aniversario de la firma por 161 países del protocolo de Montreal, cuya aplicación ha generado beneficios por valor de unos 24 billones de ptas, ha supuesto uno 20 millones menos de cáncer de piel (evitando alrededor de 350.000 defunciones anuales por esta enfermedad) y también ha comportado unos 130 millones menos de casos de cataratas. Los acuerdos internacionales en materia de protección de la capa de ozono constituyen un ejemplo a seguir en otros ámbitos del cambio global, como el clima o la biodiversidad.
Krill:Constituido por pequeños crustáceos que viven en las aguas oceánicas. Dentro de este nombre se incluyen alrededor de 85 especies distintas. Su aspecto es como el de langostinos o langostas de un tamaño reducido, variable entre 1 cm y algo más de 10 cm. Los más abundantes suelen alcanzar, cuando son adultos, los 6 o 7 cm de longitud. El krill es enormemente abundante en las aguas que rodean a la Antártida. Se estima que se podrían capturar más de 150 millones de toneladas al año sin poner en peligro la población de este crustáceo. Es decir, más que toda la cantidad que se pesca en la actualidad, entre todas las especies. La pesca comercial del krill comenzó al principio de la década de los 1970 y actualmente se capturan unas 300 000 toneladas al año. Lo que se pesca es preparado en los mismos barcos para hacer alimento para las personas o harina para alimentar ganado o peces que se crían en piscifactorías. La captura de krill ha ido subiendo más despacio de lo que se pensaba porque hay varias dificultades importantes que superar. Por una parte pescar en las aguas del Antártico es complicado y caro porque está lejos de los lugares habitados y las condiciones de vida en esos mares son difíciles. Por otra parte el krill tiene en su estómago enzimas digestivos muy poderosos que hacen que el animal se descomponga muy rápidamente en cuanto muere y también sus tejidos tienen un exceso de fluoruro que conviene reducir antes de usarlo como alimento humano. Todas estas dificultades encarecen los productos que se pueden fabricar con este animal. En la actualidad es pescado principalmente por Corea del Sur, Chile, Polonia, Japón, Rusia y Ucrania. Un posible riesgo ambiental de la captura de krill proviene de que es el principal alimento de las ballenas, focas y otros animales de las aguas antárticas y si se pescara en exceso podría poner en peligro la cadena trófica que mantiene a las poblaciones de estos animales. Se están haciendo estudios para conocer mejor el ciclo de vida de estos crustáceos y poder determinar así con seguridad que cantidades se podrían pescar sin poner en peligro el ecosistema de esos océanos.
Pérdida de hielo:
La masa helada está dotada de un doble movimiento, de oeste a este, alrededor del polo, y hacia el norte. Millares de icebergs son lanzados hacia el Indico y el Atlántico, y en menor medida hacia el Pacífico. Las Malvinas,Nueva Zelanda, Tasmania y Sudáfrica quedan fuera del límite de los hielos flotantes, que sí pueden divisarse con regularidad desde Tristán da Cunha, Ballenas, Scott, Georgia del Sur, Sandwich del Sur, Príncipe Eduardo, Crozet, Kerguelen y Herad. Los límites de las banquisas de invierno y verano son de mucho menor extensión que en el Artico. Algunas islas como Georgia del Sur, Ballenas y Scott quedan rodeadas en invierno por la banquisa.
El cambio climático que está afectando al gran continente helado está provocando la desaparición progresiva del hielo acumulado en él. Los estudios llevados a cabo por científicos de diversas instituciones de EE.UU. han revelado que desde 2002 se produce una pérdida de 153 km cúbicos de hielo. Esto ha provocado un incremento en el nivel de los océanos de alrededor de 0,2 mm anuales durante el último siglo, según los expertos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU. La creciente velocidad de flujo hacia el mar de los glaciares árticos asociados al proceso de calentamiento global ha hecho disminuir el grosor de la capa de hielo sobre el continente y la movilización y rotura de varios icebergs de grandes proporciones. Uno de ellos (B-15A) chocó contra la lengua exterior del glaciar flotante Dryglasky en abril de 2005. El mayor objeto flotante del mundo, (3.500 km cuadrados de superficie), formado por hielo de 4.000 años de antigüedad, desgajó al chocar un pedazo de 8 km cuadrados.