23 de noviembre

Con María, construimos la Iglesia


Lectura Bíblica

Mateo 16,13-20

Cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Felipe, preguntó a los discípulos: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos contestaron: Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, que es Elías; otros, Jeremías o algún otro profeta. Él les dice: Y ustedes, ¿Quién dicen que soy? Simón Pedro respondió: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le dijo: ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre del cielo! Pues yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra construiré mi Iglesia, y el imperio de la muerte no la vencerá. A ti te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo; lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. Entonces les ordenó que no dijeran a nadie que él era el Mesías.

Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor Jesús

Testimonio

Ana Parra Solís.
Colegio Técnico Industrial. Antofagasta.

El comienzo de mi trabajo como catequista de iniciación cristiana en la Diócesis de Antofagasta, estuvo fuertemente marcado por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en el año 2013. Recuerdo que tuve la oportunidad y alegría de acompañar a una delegación de jóvenes del colegio Don Bosco de Antofagasta. En esa delegación, iba mi hija que participaba en la pastoral salesiana. En Brasil, en el encuentro con el Papa Francisco, tuvimos la dicha de escuchar sus palabras que decía: “¡Ustedes son el campo de Fe!; ¡Ustedes son los constructores de una Iglesia más bella y de un mundo mejor!”. Quedé impresionada por el mensaje.

Desde ese entonces, mi historia dedicada a la catequesis ha estado motivada por la convicción que en la Iglesia, las y los jóvenes, son “protagonistas y constructores” de una mejor sociedad. Por ello, he dirigido mi vida pastoral a trabajar con la juventud para guiar su proceso de formación, para compartir con ellos su crecimiento en la fe y guiarlos en su crecimiento como personas de bien.

En la JMJ de 2013, los jóvenes que acompañé vibraron al ver, escuchar, orar y compartir con otros jóvenes de distintas nacionalidades. Creo que, aquellos adolescentes y jóvenes que fueron marcados por el testimonio de la fe de otros jóvenes, hoy son adultos que, como yo, transmiten su amor a Dios a sus familias. “La hermosa experiencia de la fe es contagiosa”.

Intención del día

Oremos por los jóvenes para que con la vitalidad que los caracteriza innoven y sean creativos en su testimonio de fe.
Que podamos
dejarles el protagonismo en los cambios de la Iglesia y acompañarlos para que vivan con profundidad el amor.

Con María, oremos al Señor. Escúchanos, Señor te Rogamos.
(Se puede rezar el Padrenuestro)

Oración

Padre de los jóvenes,
te damos gracias por el regalo
de compartir la fe en comundiad.
Ayúdanos a caminar en familia
y a edificar tu Iglesia
con el testimonio de la fe en la sociedad.
Por Cristo, nuestro Señor.
Amén.