Lectura Bíblica

Lucas 10, 38-42

Yendo de camino, entró Jesús en un pueblo. Una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escuchaba sus palabras; Marta ocupada en los quehaceres de la casa dijo a Jesús:

—Maestro, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en los quehaceres? Dile que me ayude.

El Señor le respondió:

—Marta, Marta, te preocupas y te inquietas por muchas cosas, cuando una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y no se la quitarán.

Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor Jesús.

Testimonio

Ana María Díaz Santacruz, Capilla Jesús de Nazareth. Villa Alemana.

Llevo 10 años en catequesis familiar para padres que preparan a sus hijos al sacramento de la eucaristía. Puedo percibir la apertura que tienen, en especial las mujeres (mamás y abuelitas), para participar de este tiempo de preparación. Me siento bendecida por ser catequista; intento realizar con humildad y convicción mi servicio en la iglesia.

Puedo contar, además, que desde que me casé hace 20 años, durante el mes de María nos reunimos en mi casa una vez a la semana para rezar el Rosario. Siempre invito a mis vecinos, familiares, amigos y familias de la catequesis a este encuentro de oración. Siempre asisten mujeres y juntas ponemos nuestras intenciones en la oración que presentamos a nuestra Madre. En dicho espacio, experimento la acogida e intercesión de María. Me doy cuenta de que puedo ser instrumento de Dios para cada una de las mujeres que acuden a esta experiencia mariana. Doy gracias a Dios por permitirme este espacio de oración comunitaria y por tener la presencia de la Reina del Cielo en mi hogar.

Intención del día

Oremos por las mujeres que transmiten la fe en la familias, que dejan huella profunda en nuestra relación con María, nuestra madre.
Que podamos reconocer y multiplicar las acciones sencillas y cotidianas que ellas realizan en cada encuentro con nosotros.

Con María, oremos al Señor.
Escúchanos, Señor te Rogamos.

(Se puede rezar el Padrenuestro)

Oración

Padre de bondad,
te damos gracias por el regalo
de la presencia materna de María
en la vida y misión de la Iglesia.
Ayúdanos a congregar a las personas
en torno al Evangelio de Jesús
y a fortalecer nuestros vínculos comunitarios
en la oración permamente.
Te lo pedimos, por Cristo, nuestro Señor.
Amén.