04 de diciembre
Con María, preparamos el corazón para recibir a Jesús

Lectura Bíblica

Lucas 1, 26-33

El sexto mes envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen prometida a un hombre llamado José, de la familia de David; la virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde estaba ella y le dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.

Al oírlo, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué clase de saludo era aquél.

El ángel le dijo: No temas, María, que gozas del favor de Dios.

Mira, concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús. Será grande, llevará el título de Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, para que reine sobre la Casa de Jacob por siempre y su reino no tenga fin.

Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor Jesús

Testimonio

Rodrigo Barría Valladares, Parroquia San Miguel Arcángel. Punta Arenas

Puedo señalar, que mi primera experiencia pastoral comienza siendo catequista de la catequesis familiar de Primera Comunión.

En este servicio pastoral, he descubierto que uno de los momentos más esperados por las familias es el Mes de María. Este tiempo, coincide con las actividades de cierre del término del semestre. Las familias, por lo general, ya se encuentran cansadas a esta altura del año; por ello, el Mes de María, es un gran aliento para caminar con María, para alcanzar con ella el Tiempo de Adviento y preparar el corazón para la natividad de Jesús.

Cuando este tiempo litúrgico y el Mes de María se cruzan, es uno de los momentos más sublimes para nuestros niños; sobre todo para aquellos que podrán comulgar, por primera vez, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.

Intención del día

Oremos por los niños, niñas y adolescentes que inician el camino de iniciación cristiana,
para que, de la mano de María, puedan recibir a Jesús.

Con María, oremos al Señor. Escúchanos, Señor te Rogamos.
(Se puede rezar el Padrenuestro)

Oración

Padre de Bondad,
tú nos alimentas con el cuerpo y sangre de Jesús.
Otorga a quiénes se preparan
a recibir a Jesús por primera vez
en el sacramento del Altar,
que puedan persevar en la comunidad creyente
y en la celenbración del Domingo.
Por Cristo, nuestro Señor.
Amén.