Rima LIII, Bécquer (2)

El sevillano Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) es el último de los poetas románticos en las letras hispánicas. Caracterizado por una íntima y dulce delicadeza y profunda melancolía, Bécquer toma sólo lo más esencial del romanticismo, la únion entre obra poética y poeta. Bécquer es el principal precursos del modernismo, nuevo rumbo que él mismo tomaba sin darse cuenta, y el rumbo que iba a seguir la poesía hispánica moderna a partir de Rubén Dario.

Huérfano de padre y madre a los nueve años de edad, Bécquer vivió una vida breve y dolorosa. Tuvo un matrimonio infeliz y, al parecer, un amor, o ideal o no correspondido. Quienes lo conociían y lo describían como modesto, tímido, melancólico, imaginativo, paciente, sufrido y compasivo. Fue hijo y hermano de pintores. Asocia la poesía con las demás artes, en cuanto a color, luz, forma, textura y sonido.

En 1854 se trasladó a Madrid, con la intención de hacer carrera literaria. Sin embargo, el éxito no le sonrió; su ambicioso proyecto de escribir una Historia de los templos de España fue un fracaso, y sólo consiguió publicar un tomo, años más tarde. Para poder vivir hubo de dedicarse al periodismo y hacer adaptaciones de obras de teatro extranjero, principalmente del francés, en colaboración con su amigo Luis García Luna, adoptando ambos el seudónimo de «Adolfo García».

Sus Rimas abarcan temas de arte poética, de amor, de desengaño, de dolor, de desesperanza y de soledad.

Rima LIII

de Gustavo Adolfo Bécquer

Becquer_ Rima LIII

Rima LIII “Volverán las oscuras golondrinas”

Gustavo Adolfo Bécquer

Arrufos Spats de 1887 del pintor brasileño Belmiro de Almeida