El Burlador de Sevilla, Tirso de Molina (6)

El Burlador de Sevilla

Título: "El Burlador de Sevilla y convidado de piedra" 1630

Autor: Tirso de Molina (seudónimo) Gabriel Téllez (cura) Nació en Madrid, España

Personajes: el Rey de Nápoles, Isabela, Duque Octavio, Don Pedro (embajador a Italia y tío de Don Juan), Catalinón (lacayo de Don Juan) Tisbea (pescadora), Don Diego Tenorio (padre de Don Juan), Doña Ana de Ulloa, Don Gonzalo de Ulloa (padre de Ana), el Marqués de la Mota, Aminta (villana) y su novio labrador, Batricio, el Rey de Sevilla

Tema(s): Las sociedades en contacto, La construcción de género, Las relaciones interpersonales

Corriente literaria (Género): Siglo de Oro – el Barroco (1630) Siglo XVII

Resumen:

Acto 1: Don Juan Tenorio, hijo de la aristocracia, seduce y engaña a Doña Isabela (novia del Duque Octavio) y la traición está descubierta. Su tío, Don Pedro, trata de rescatar a los dos y preservar el honor de Don Juan. Le dice al Rey de Nápoles, que ella estuvo con su novio. Don Juan escapa a España donde engaña a otra, Tisbea.

Acto 2: La deja a Tisbea y va para Sevilla donde engaña a Ana de Ulloa. Los padres y los Reyes tratan de guardar la honra de Isabela y Ana por medio de matrimonios. Pero, las chicas están enamoradas de otros. . .

Acto 3: Desenlace los romances y Don Juan sufre de un fin fatal a las manos del convidado de piedra.

Video:

El Burlador de Sevilla y convidado de piedra

- Tirso de Molina (Gabriel Téllez)

En el Siglo de Oro floreció el teatro, con escritores insignes como Lope de Vega y Calderón de la Barca, considerados los más altos valores del género dramático español. Fray Gabriel Téllez (¿1580?–¿1648?), conocido en el mundo de las letras por el seudónimo Tirso de Molina, es confesado discípulo de Lope.

Se ordenó sacerdote en 1621, y vivió en Alcalá, Madrid, Toledo, Sevilla, Tarragona, Salamanca y Soria. Fue enviado a Santo Domingo donde vivió dos años. Se asoció en Madrid con Lope de Vega y Francisco de Quevedo. Inquieto ante la crítica presente en sus obras frente a la laxitud moral y política de la clase noble, el Consejo de Castilla lo desterró de Madrid. Calificando sus comedias de «profanas y de malos incentivos y ejemplos», le ordenó a abandonar su labor de escritor. No obstante, hoy se conocen de él unas 80 piezas teatrales.

Poeta de fina sensibilidad, algo culterano a veces, Tirso destaca por la compleja psicología de sus personajes. En este sentido puede compararse con William Shakespeare. Por sus muchos viajes y residencias, su trato frecuente con gente de la corte, y su labor como confesor, Tirso tuvo ocasión de conocer la naturaleza humana, y más de una conciencia, de hombre y de mujer. Ha sido alabado por la picante soltura del lenguaje de sus diálogos, por la objetividad de sus detalles dramáticos, y por el brío cómico de sus escenas.

La obra maestra de Tirso de Molina, pieza ejemplar del género de la poesía dramática, es El burlador de Sevilla y convidado de piedra (1630), en que el poeta da vida a uno de los personajes más perdurables de la literatura universal: don Juan Tenorio, tipo legendario casi a la par con don Quijote. No se encuentran en el mundo de las artes antecedentes de la figura de Don Juan, pero sí muchos descendientes.

Preguntas para reponder al ver el corto "Corrales de Comedia"

1)¿Qué era una de las diversiones principales en el Siglo de Oro?

2) ¿Dónde se representaban las obras?

3) Describe un corral de comedias.

4) ¿A qué hora empezaban las representaciones en invierno y verano?

5)¿Cuánto tiempo duraban?

6) Describe dos elementos de las representaciones.

7) ¿Qué tipo de teatro era? ¿Drama o comedia?

8) ¿Dónde se sentaban las mujeres?

Preguntas para responder al ver el corto "El Siglo de Oro"

¿Quién lo dijo?

Película con preguntas

Corrales de Comedia

El Siglo de Oro

"Burlador de Sevilla y convidado de piedra" TVE

1)El siglo XVII es una centuria ocupada por los últimos monarcas de la casa de Austria. ¿Cómo se llaman los llamados Austrias menores?

Felipe III, Felipe IV y Carlos II.

2) ¿Cuáles son los territorios de España en el Siglo de Oro?

3) ¿Dónde se organiza la vida en las ciudades?

4) ¿Qué se celebra en la Plaza Mayor?

5) ¿Qué son los mentideros?

6) Qué es y dónde se encuentra un corral de comedias?

Resumen Acto 1

Resumen Acto 2

Resumen Acto 3

Momentos que hay que ver en la película de TVE:

Minuto 3

1. Como lo llama la Duquesa Isabela al hombre y que le dice?

Minuto 9:52

2. "Mozo soy y mozo fuiste."

Minuto 30:30

Con Tisbea

Comenta con Catlinon su plan .. Que es?

32:10

Que largo me lo fiasi

Minuto 36

"Fuego que me quemo"

Que simoliza el fuego y que ella este ardiendo?

40:19

Las que siempre engana quedan enganadas

Que jura Tisbea hacer?

42

Intermedio

Minuto 43

Conversacion con Don Gonzalo de Ulloa

Que dice el Rey que quiere hacer con Ana? Con quien quiere casarlo?

Minuto 45

Quien entra? Que le dice Don Diego?

Que dispone el Rey hacer con Isabela? Con Don Juan? Con Octavio?

Minuto 46

Que piensa hacer el Rey con Dona Ana?

Que piensa el Rey que quiere hacer Octavio?

Que le pide Don Diego?

48:36

Conversacion con Octavio

Que le dice el Rey que hara?

Minuto 51

Don Juan y Catalinon se encuentran con el Marques de Mota

Que discuten?

Hablan de Ana de Ulloa, prima de Maques de Mota

57

Carta para Mota que recoge Don Juan, Que dice?

58

Habla de ser "el burlador de Sevilla" y lee la carta de Ana

A qur hora estara la puerta abierta? Que llevara el Marques de Mota?

58

Que le dice Catalinon a Don Juan?

1:01

Que le dice Don Pedro a Don Juan?

1:03

Tan largo me lo fiais

1:04 El Burlador de Espana

1:07 Burla a Ana y muerte de Don Gonzalo

Que dice Ana?

1:11 Por que prenden al Rey de la Monta?

1:13 Donde dice el Rey que ira Ana?

1:15 Mal aguero

1:16 Manos de Lucifer

1:17 Celos

1:18 Batricio y Don Juan sobre Aminta y le miente

1:20 Tan largo me lo fiaiais

1:24 JURA

1:27 Que mal conoces al Burlador de Sevilla

1:28 Que le dice Catalinon a Don Juan?

Quien le espera?

Que dice el sepulcro?

Que le invita a cenar?

1:30 "Tan largo me lo fiais"

Que oyen?

Soy un Catalinon

1:38 Lista de las mujeres burladas

1:40 Todo sale bien!

1:55 La muerte de Don Juan ... Le arde.Le abrasa.

En el Siglo de Oro floreció el teatro, con escritores insignes como Lope de Vega y Calderón de la Barca, considerados los más altos valores del género dramático español. Fray Gabriel Téllez (¿1580?–¿1648?), conocido en el mundo de las letras por el seudónimo Tirso de Molina, es confesado discípulo de Lope.

Se ordenó sacerdote en 1621, y vivió en Alcalá, Madrid, Toledo, Sevilla, Tarragona, Salamanca y Soria. Fue enviado a Santo Domingo donde vivió dos años. Se asoció en Madrid con Lope de Vega y Francisco de Quevedo. Inquieto ante la crítica presente en sus obras frente a la laxitud moral y política de la clase noble, el Consejo de Castilla lo desterró de Madrid. Calificando sus comedias de «profanas y de malos incentivos y ejemplos», le ordenó a abandonar su labor de escritor. No obstante, hoy se conocen de él unas 80 piezas teatrales.

Poeta de fina sensibilidad, algo culterano a veces, Tirso destaca por la compleja psicología de sus personajes. En este sentido puede compararse con William Shakespeare. Por sus muchos viajes y residencias, su trato frecuente con gente de la corte, y su labor como confesor, Tirso tuvo ocasión de conocer la naturaleza humana, y más de una conciencia, de hombre y de mujer. Ha sido alabado por la picante soltura del lenguaje de sus diálogos, por la objetividad de sus detalles dramáticos, y por el brío cómico de sus escenas.

La obra maestra de Tirso de Molina, pieza ejemplar del género de la poesía dramática, es El burlador de Sevilla y convidado de piedra (1630), en que el poeta da vida a uno de los personajes más perdurables de la literatura universal: don Juan Tenorio, tipo legendario casi a la par con don Quijote. No se encuentran en el mundo de las artes antecedentes de la figura de Don Juan, pero sí muchos descendientes.

Resumen simpático

El Burlador de Sevilla Acto I

1. Burla de Isabela

Burlador Acto 1 Parte 2

El Burlador de Sevilla y el Convidado de Piedra

El Burlador de Sevilla y el Convidado de Piedra

Personajes

Quizlet Análisis

El burlador de Sevilla y convidado de piedra, Acto I TIRSO DE MOLINA

Antes de leer

Esta ejemplar obra del florecimiento del teatro español en el Siglo de Oro ha sido fuente de inacabable placer estético a través de los siglos en múltiples culturas.

La acción del acto primero empieza de noche, en el aposento de la Duquesa Isabela dentro del palacio del Rey de Nápoles, en Italia. Pasa luego a Tarragona, en la costa oriental de España. Entre escenas de acción principal, en las que participa directamente el protagonista, se intercalan ciertas escenas que tienen lugar en Sevilla, sede de las cortes del Rey de Castilla, adonde no llega Don Juan Tenorio sino hasta el inicio del acto segundo.

El gran Burlador, figura mítica ya universal, encabeza un elenco de personajes impresionantes por su diversidad y su realidad humana.

Son, en orden de su aparición en el escenario:

La Duquesa Isabela Mujer noble burlada por Don Juan al inicio del Primer Acto.

Don Juan Tenorio Joven caballero, de unos 20 años de edad, el gran Burlador de España; lo ha enviado su padre a Nápoles por haber burlado a una mujer noble en España.

El Rey de Nápoles Rey cuyo palacio es profanado por el acto ilícito de Isabela, al admitir en su aposento a quien cree ser su prometido; es incapaz de impedir los perjuicios que resultan de la burla de Don Juan a la Duquesa.

Don Pedro Tenorio Tío de Don Juan, y hermano de Don Diego Tenorio; embajador de España en Nápoles; por no querer comprometerse en un escándalo, actúa infamemente.

El Duque Octavio Noble enamorado de la Duquesa Isabela; dócil y mudable, es un blandengue.

Ripio Criado del Duque Octavio; gracioso.

El Rey Alfonso XI de España Rey de España; incapaz de impedir los perjuicios que resultan de múltiples acciones de Don Juan.

Don Gonzalo de Ulloa Comendador mayor de Calatrava y embajador de España en Lisboa, acaba de llegar a Sevilla con su hija, Doña Ana de Ulloa; muerto por Don Juan, es el convidado de piedra.

Don Diego Tenorio Padre de Don Juan, y hermano de Don Pedro; camarero mayor del Rey Alfonso.

Tisbea Pescadora de Tarragona; la segunda mujer burlada por Don Juan en el transcurso de la obra; soberbia y cruel con los pescadores que la pretenden.

Catalinón Criado de Don Juan; acompaña a su amo y hace el papel de gracioso, y el de la conciencia que le falta a Don Juan.

Anfriso Pescador de Tarragona; pretendiente de la mano de Tisbea.

El Marqués de la Mota Noble de Sevilla; amigo de

Don Juan, primo de Doña Ana, de quien está enamorado; susceptible a los engaños del burlador.

Doña Ana Hija de Don Gonzalo, recién llegada a Sevilla; prima de Mota, de quien está enamorada; la tercera mujer burlada por Don Juan en el transcurso de la obra; no se asoma jamás al escenario.

Aminta Villana de Dos Hermanas, desposada con Batricio; la cuarta mujer burlada por Don Juan en el transcurso de la obra; crédula, algo cómica y susceptible a las mentiras de Don Juan.

Batricio Villano de Dos Hermanas, desposado con Aminta; celoso e inseguro de sí mismo y susceptible a los engaños de Don Juan.

Gaseno Villano de Dos Hermanas, padre de Aminta; crédulo y susceptible a las falsas promesas de Don Juan.

Personajes de menor desarrollo e importancia son:

Coridón, amigo de Anfriso, en Tarragona; Belisa, amiga de Aminta, en Dos Hermanas;

pastores (Músicos);

Fabio, criado que acompaña a Isabela de Nápoles a Tarragona; y criados de la casa de Don Juan.

Después de leer

Conviene saber que en el acto primero se cruza el Mediterráneo de este a oeste, describiéndose una línea horizontal casi recta en el viaje desde Nápoles—en la costa occidental de Italia—a Tarragona, en la costa oriental de España. Tarragona está en Cataluña, no muy lejos de la ciudad de Barcelona. En tiempos de Tirso, para llegar de Tarragona a Sevilla se bajaba hasta Valencia, y de allí se seguía hacia el oeste.

Esta trayectoria, en el acto tercero, es la de Tisbea e Isabela cuando emprenden el camino a Sevilla para pedirle justicia al Rey Alfonso. La distancia según Tirso no corresponde a la realidad, pues está mucho más distante Tarragona de Valencia que «de aquí a poco espacio», como dice el criado de Isabela.

Conviene saber que Sevilla era, en tiempos del Rey Alfonso XI, la sede del reino de Castilla, y que el Alfonso XI histórico murió en 1350. Hay un anacronismo perceptible en la obra: Don Gonzalo se refiere a Lisboa como la «mayor ciudad de España», cuando Lisboa no estuvo bajo el dominio español sino entre los años 1580 y 1640, tiempos éstos en que escribía Tirso.

Conviene saber que existe diversidad de opinión sobre la fecha de composición de El burlador de Sevilla y convidado de piedra. Téngase en cuenta que en el siglo XVII se demoraba la publicación de las obras de teatro, a pesar de ser éstas representadas, muchas veces en lugares tan distantes como las Américas. Una opinión lúcida, elaborada por el mercedario Luis Vázquez, data la redacción de la obra hacia 1613, a base de semejanzas y referencias textuales en otros textos, tanto de Tirso como de autores insignes como Luis de Góngora y Lope de Vega. Cervantes dedicó, en su Viaje del Parnaso (1614), el siguiente terceto a Don Juan de España, y por eso la obra de Tirso le sería conocida:

Don Juan de España, que es más digno

de alabanzas divinas que de humanas,

pues en todos sus versos es divino.

MARCO HISTORICO DEL LIBRO “EL BURLADOR DE SEVILLA

El Burlador de Sevilla es una obra de teatro barroco escrita por Tirso de Molina. Este movimiento, que sucedió al Renacimiento entre finales del siglo XVI y finales del siglo XVII, impregnó todas las manifestaciones culturales y artísticas europeas y se extendió también a los países hispanoamericanos.

El siglo XVII testifica el fin de la hegemonía política de España en Europa y el comienzo de una larga decadencia política y social. Se sucedieron Felipe III y IV. Con Carlos II, un rey enfermizo y débil, comenzó la decadencia. A finales de siglo la situación era tal que, previniendo que el rey moriría pronto y sin descendencia, las cancillerías europeas empezaron a programar en secreto el reparto del imperio español.

La población se estancó o decreció tanto en las ciudades como en el campo. La crisis económica afectó especialmente a artesanos, campesinos y comerciantes. Se configura una sociedad en la que quien podía era un hidalgo ocioso, y quien no llegaba corría el peligro de convertirse en pícaro.

No es de extrañar que esta situación llena de dificultades condujese a un estado de ánimo que oscilaba entre la resignación y el desengaño. La cultura barroca refleja una manera inquieta, contradictoria y angustiada, alejada del optimismo y equilibrio de los ideales renacentistas, es decir, la cultura barroca nace como consecuencia de decadencia, crisis y malestar.

Debido a la crisis sufrida durante este período, el hombre adopta una actitud escéptica, desconfiada y pesimista. Se tiene una visión muy negativa del mundo.

La realidad de las artes o la literatura es muy complicada. Está recargada, llena de contrastes, de contradicciones y de dinamismo.

El hombre barroco ve el mundo como un lugar caótico y está obsesionado con la brevedad de la vida y con el paso del tiempo. Esto se debe al pesimismo y desengaño que sienten ante el mundo.

Los hombres piensan que vivir es “un ir muriendo cada día”.

Temas de la literatura barroca:

· La muerte.

· El sentimiento amoroso vivido de forma desgarradora.

· La apariencia engañosa de las cosas (la vida es una representación teatral, en la que Dios es el autor, y los seres humanos, los actores).

· La insatisfacción y la soledad (el hombre se siente solo ante el caos)

Paralelamente, en el siglo XVII, el ser humano adopta una postura ascética (de menosprecio de todo lo terreno) y adopta una postura estoica (de resignación ante la desgracia)

En la literatura, para expresar el distanciamiento de la realidad se recurre a la exageración y a la decoración. Con esto se pretende distorsionar la realidad para marcar los contrastes, es decir, las cosas no se describen como son, sino como se ven a través de los ojos del escritor.

El artista y el escritor del barroco buscan la originalidad para provocar en el público la admiración y la sorpresa, y no se someten a ningún modelo ni a ninguna regla (a diferencia de los autores renacentistas)

La lengua literaria del siglo XVII destaca por la complicación en la forma o el contenido para que resulte difícil de entender.

La dificultad formal es sinónima de belleza artística. Se trata de una creación de reflexión intelectual y no de emoción natural.

El personaje de Don Juan, de origen sevillano y atribuido tradicionalmente a Tirso de Molina, trascendió rápidamente nuestras fronteras, para erigirse en uno de los mayores mitos occidentales de la Historia. La imaginación de cientos de autores ha dotado a este mítico personaje de las cualidades y límites morales propios de su tiempo, hasta llegar a convertirse, en la actualidad, en materia de estudio científico, independientemente de su naturaleza de personaje de ficción. Esta versatilidad es objeto de análisis en este reportaje, en el que retomamos una tradición de cada primero de noviembre: la compañía de Teatro Clásico de Sevilla nos permitió colarnos en los ensayos de su "Don Juan Tenorio", de Zorrilla, y dos de los mayores especialistas en el tema, los profesores de la Universidad de Sevilla, Jacobo Cortines y Alberto González Troyano, nos ofrecen sus reflexiones acerca de este gran seductor, burlador de todos los tiempos.

TEMAS DEL ARTE Y LA LITERATURA BARROCA

Durante esta época se buscan otras formas, otros enfoques y otros recursos (complicación, dificultad, exageración...) para expresar los mismos temas del Renacimiento.

· Abundan los temas morales y religiosos (la fugacidad de las cosas y de la vida, la muerte...) debido al desengaño que siente el hombre.

· Son frecuentes, también, los temas filosóficos, doctrinales y políticos (la naturaleza humana, el honor...)

LA LÍRICA EN EL SIGLO XVII: CONCEPTISMO Y CULTERANISMO

En la poesía barroca conviven dos tendencias:

- Lírica popular: Formada por villancicos, canciones de la lírica tradicional castellana y romances, también tradicionales (Romancero nuevo)

Es una lírica de lenguaje claro y sencillo.

- Lírica culta: Formada por dos corrientes el conceptismo y el culteranismo.

Estos tipos de lírica intentan sorprender al lector con un objetivo: conseguir la belleza y la sorpresa. Los dos tienen en común la dificultad y el rebuscamiento a la hora de escribir, pero los culteranos se dirigen más a la sensibilidad y los conceptistas a los sentimientos

Culteranismo

Para los culteranos la forma prevalece sobre el contenido. Lo importante no es lo que se dice, sino la manera complicada y difícil de decirlo.

Se utiliza un léxico culto, con numerosos latinismos, hipérbaton, perífrasis, cultismos... Así como el de metáforas complicadas y artificiosas. Y en los poemas aparecen frecuentemente elementos de la mitología clásica. Además se crea una lengua propiamente literaria y alejada del habla usual.

Conceptismo

Los conceptistas basan su poesía en las asociaciones ingeniosas de ideas y conceptos.

Buscan la expresión artificiosa y sutil, decir lo máximo utilizando los mínimos elementos (“lo bueno, si es breve, dos veces bueno”)

Se emplean recursos semánticos: símbolos, juegos de palabras, antítesis, paradojas, hipérboles, metáforas, ironía...

Hubo una poesía barroca culta menos atrevida que mantuvo una cierta relación expresiva con la renacentista.

EL TEATRO EN EL SIGLO XVII: LA “COMEDIA NUEVA”

El teatro fue el género literario más innovador y de mayor éxito en el siglo XVII.

Se formaron compañías teatrales y, en algunas ciudades, se abrieron locales dedicados a las representaciones: los corrales de comedia. A estos corrales, acudía numeroso público, casi diariamente.

Las obras duraban dos o tres horas, y se representaban por la tarde para aprovechar la luz del día. El escenario nunca quedaba vacío, ya que entre los actos se representaban todo tipo de actuaciones.

Los decorados y el vestuario eran pobres.

Ese deseo de satisfacer los gustos y exigencias del público fue lo que impulsó a Lope de Vega a renovar el teatro español de la época.

Hacia 1590, Lope de Vega, en su “Arte nuevo de hacer comedias”, establece las pautas de la “comedia nueva”.

Para Lope, la acción de una comedia debía de ser rápida y el público debía poder identificarse fácilmente con las costumbres y los valores de los personajes.

La renovación teatral de Lope de Vega se caracteriza por los siguientes puntos:

· Mezcla de lo trágico y lo cómico en una misma obra

Esto iba en contra de las normas clásicas. Esta mezcla proporcionaba a la obra mayor variedad y animación.

· Ruptura de la regla de las tres unidades

Lope, por el contrario introdujo acciones paralelas y secundarias que sirvieran de contraste a la principal. Amplió el tiempo de la obra para poder presentar todos los sucesos posibles y situó la acción en múltiples escenarios para poder dar mayor variedad al espectáculo.

· División de la obra en tres actos (en lugar de los cinco de la dramática clásica.)

Estos tres actos solían corresponder, respectivamente, a cada una de las fases del argumento: planteamiento, desarrollo y desenlace. Los actos o jornadas se dividen a su vez en breves escenas.

· Variedad métrica

Las obras se escriben siempre en verso, pero se utilizan distintos tipos de metros y estrofas según el desarrollo de la acción. El verso predominante es el octosílabo.

· Adecuación del lenguaje

Carácter, edad o condición social del personaje que habla (Lope lo llama decoro poético)

· Introducción del personaje del “gracioso” o figura del “donaire”

· Inclusión en la obra de elementos líricos (canciones populares, bailes...)

· Los temas más importantes son:

· El honor o la honra: Es decir, el buen nombre personal o familiar. Si se pierde, es no sólo un deber sino un acto de justicia el recobrarlo, recurriendo si es necesario a la venganza.

· El amor: La conquista de una dama por el galán es el eje de la trama de numerosas comedias.

Tirso de Molina

Tirso de Molina

Tirso de Molina (seudónimo de fray Gabriel Téllez) nacido en Madrid, en 1579 y fallecido en Almazán (Soria) el 12 de marzo de 1648. Fue un dramaturgo, poeta y narrador español del Barroco.

De entre su actividad literaria, destaca sobre todo como autor teatral. Su dramaturgia abarca todos los géneros, desde el drama filosófico y teológico de El condenado por desconfiado, hasta la comedia de enredo, como Don Gil de las calzas verdes. Destaca de entre su producción la creación del mito de don Juan de El burlador de Sevilla, en la que un noble sevillano altera el orden social deshonrando a cuantas mujeres se le ofrecen. Finalmente es castigado por la estatua funeraria de una de sus víctimas, el padre de una de las damas burladas, arrastrándole a los infiernos sin que don Juan se arrepienta. Biografía

Sus padres eran humildes sirvientes del Conde de Molina de Herrera. Blanca de los Ríos sostuvo que Gabriel fue hijo natural del Duque de Osuna, pero esa tesis carece de fundamento y hoy está completamente desacreditada, ya que de ser cierta Tirso hubiera necesitado dispensa papal para entrar en la Orden de la Merced. Además el Duque de Osuna era entonces muy viejo y se encontraba acreditado en Nápoles. Por otra parte, la partida de nacimiento que alega doña Blanca es prácticamente ilegible y hace nacer a Tirso en 1584. Luis Vázquez, en su "Gabriel Téllez nació en 1579. Nuevos hallazgos documentales", en Homenaje a Tirso, L. Vázquez, ed., Madrid: Revista Estudios, 1981, pp. 19-36, documenta que nació en 1579. Ninguno de sus enemigos contemporáneos, por otra parte, le achacó ese origen.

Fue discípulo de Lope de Vega, a quien conoció como estudiante en Alcalá de Henares. El 4 de noviembre de 1600 ingresa en la Orden de la Merced, tomando los hábitos el 21 de enero de 1601 en el monasterio de San Antolín de Guadalajara. Se ordenó sacerdote en 1606 en Toledo: allí estudió Artes y Teología y empezó a escribir; ésta fue la ciudad donde vivió más tiempo, y desde ella hizo viajes a Galicia (en 1610 ó 1611), a Salamanca en 1619, a Lisboa, etc... En 1612 vendió un lote de tres comedias, y se cree que ya había escrito antes una primera versión de El vergonzoso en Palacio; de 1611 es La villana de La Sagra, de hacia 1613 El castigo del penseque y la trilogía de La santa Juana, y de 1615 Don Gil de las calzas verdes; todavía este año estrenó en el Corpus toledano el auto Los hermanos parecidos. Ya por entonces, si bien cultivó también temas religiosos, sus sátiras y comedias le habían granjeado problemas con las autoridades religiosas, lo que lo llevó a retirarse entre 1614 y 1615 al monasterio de Estercuel, en Aragón. Acaso es por ello que apenas figura en el Viaje del Parnaso de Cervantes. Entre 1616 y 1618 estuvo en Santo Domingo, donde fue profesor de teología durante tres años en su universidad e intervino en asuntos de su Orden. Esto le permitirá conocer numerosas historias de la Conquista que usará más tarde en sus obras. De vuelta ya en 1618, se instala en Madrid, donde entre 1624 y 1633 aparecen las cinco Partes de sus comedias; estas "profanas comedias" le costaron un gran escándalo y el destierro a Sevilla; en 1622 participa en el certamen poético con motivo de la canonización de San Isidro; en 1625 la Junta de Reformación creada a instancias del Conde-Duque de Olivares le castiga con reclusión en el monasterio de Cuenca por escribir comedias profanas "y de malos incentivos y ejemplos", y pide su destierro y excomunión mayor si reincide. Pero Tirso de Molina siguió escribiendo y no se tomaron medidas mayores contra él al desinflarse las medidas moralizadoras del Conde-Duque; es más, en 1626 pasa a residir en Madrid y es nombrado comendador de Trujillo, por lo cual vive en la ciudad extremeña hasta 1629, en que vuelve a Toledo y posiblemente a Madrid. Entre 1632 y 1639 estuvo en Cataluña, donde fue nombrado definidor general y cronista de su Orden; en este último cargo compone la Historia general de la Orden de la Merced, que empieza en 1632 y termina en 1639. En este último año el pontífice Urbano VIII le concedió el grado de maestro. Pero los enfrentamientos con miembros de su propia Orden le llevan al destierro en Cuenca en 1640. Sus últimos años los pasa en Soria, de cuyo convento fue nombrado comendador en 1645. Murió en Almazán en 1648.

Aunque una de las obras que se le atribuyen ha tenido una enorme influencia en la cultura mundial como origen del mito de Don Juan, El burlador de Sevilla y convidado de piedra, en su tiempo la versión más conocida de la obra fue una refundición, Tan largo me lo fiáis, realizada por el dramaturgo y actor Andrés de Claramonte, también autor de La estrella de Sevilla.

Obra

Tirso de Molina

Por más que sólo hayan llegado a la posteridad unas sesenta piezas dramáticas suyas, fue uno de los dramaturgos más prolíficos del Siglo de Oro. Según su propio testimonio en el prólogo a la Tercera Parte, sin duda alguna algo exagerado, habría escrito en 1634 unas trescientas o cuatrocientas. La atribución de algunas presenta, sin embargo, todos los ingredientes del más intrincado de los rompecabezas bibliográficos. La obra dramática de Tirso de Molina se caracteriza por la enorme complicación de sus argumentos, que a veces se hacen harto difíciles de seguir, como en el caso de Don Gil de las calzas verdes; posee, sin embargo, el secreto de la intriga y sabe cómo interesar al espectador. Sus personajes poseen una profundidad psicológica mayor que en otros dramaturgos de la época y sus caracteres femeninos destacan a menudo en sus obras, como por ejemplo la reina María de Molina en La prudencia en la mujer. Otras veces suelen ser increíblemente enredadores e intrigantes (el prototipo de éstos sería, por ejemplo, la Marta de Marta la piadosa), de manera que siempre saben salirse con la suya y tienen salidas para las situaciones más apuradas, lo que atestigua el ingenio del fraile mercedario.

Destacó sobre todo en la comedia: Marta la Piadosa, Por el sótano y el torno, Don Gil de las calzas verdes, La villana de Vallecas, y en la comedia palatina: El castigo del penseque, El amor médico y sobre todo El vergonzoso en Palacio. Cultivó también las obras religiosas, tanto autos sacramentales (El colmenero divino, Los hermanos parecidos, No le arriendo la ganancia) como los dramas hagiográficos (Santo y sastre, la trilogía La santa Juana); bíblicos (La mejor espigadora, sobre la historia de Ruth, La vida y muerte de Herodes o La venganza de Tamar) y teológicos (El condenado por desconfiado); también hay incursiones teológicas en dramas morales como su obra maestra El burlador de Sevilla y convidado de piedra, sobre el mito de Don Juan.

Escribió además dos misceláneas, Los cigarrales de Toledo (1621) y Deleitar aprovechando (1635), donde tienen cabida la novela cortesana, las piezas dramáticas y los poemas de distinta temática.

El estilo de sus obras es abiertamente conceptista, muy jugador del vocablo, y en sus últimas obras algo culterano, pero siempre sobre fondo conceptista.

Actos:

-Resumen:

En este libro, el autor nos cuenta la historia de un hombre que se dedica a burlarse de todo el mundo. Don Juan, de la primera mujer que se burla es de Isabela, haciéndose pasar por el Duque Octavio. La deshonra y el que paga por él es el Duque Octavio.

La siguiente es Tisbea una pescadora que ve a Don Juan y a Catalinón, los cuales estaban nadando para llegar a la orilla. Cuando por fin lo consiguen Tisbea va en ayuda de éstos y Catalinón se encuentra con más fuerzas y Tisbea le manda a por sus amigos para que le ayuden a llevarles a su cabaña. Cuando más o menos don Juan se recupera la intenta conquistar, le promete ser su esposo y le da su palabra, igual que a Isabel. La deshora y se escapa.

Su siguiente burla la sufrió Doña Ana, no la conocía pero el Marqués de la Mota se la describió tan bien que se propuso deshonrarla. Cuando éste primero engaño a Mota y fue a por Doña Ana se le interpuso Don Gonzalo, por lo que Don Juan lo mato, deshonró a Doña Ana y le dice a Mota que ya puede ir a visitar a su prima. Cuando éste va a verla se encuentra con un alboroto extraño, pregunto qué ocurría y le prendieron, ya que este le había dejado una capa a Don Juan y seguidamente Don Juan se la devolvió.

La última víctima del burlador de Sevilla fue Arminta que estaba a punto de casarse con Batricio. Don Juan la lió y como a las demás le prometió matrimonio la deshonró como siempre y volvió a escapar.

El Rey concretó matrimonio con Doña Isabel. Tres días antes de la boda se le aparece a Don Juan y a Catalinón el difunto Don Gonzalo que se auto invitó a cenar. Don Gonzalo invitó a Don Juan para el próximo día, Don Juan aceptó. Al día siguiente fue a donde habían quedado y la cena que les sirvió Don Gonzalo no era muy apetitoso, y Don Juan se dio por cenado; después Don Gonzalo se vengó de don Juan por todas las deshonras que había hecho y le mató. Catalinón huyo y fue a contárselo al rey cuando este se enteró no se lo quería creer, pero después se lo volvió a contar Catalinón y dijo que era castigo del cielo y que se lo tenía merecido.

Entonces los demás que estaban allí al enterarse de la muerte de Don Juan, puesto que ya las mujeres que creían ser esposas de Don Juan como ya no lo eran, le dijeron al Rey que si se podrían casar con sus antiguos novios o casi marido o con sus primos, es decir, Mota con su prima doña Ana, Don Octavio con Isabela y Batricio con Arminta.

-Acto I:

Don Juan, un joven noble español desterrado en Nápoles, tras seducir a la duquesa Isabela, suplantando la identidad de su novio, es descubierto, pero consigue escapar sin ser conocido, con la complicidad de su tío.

De regreso a España, el barco en el que viajaba, naufraga, y en las costas de Tarragona, Don Juan vuelve a seducir a una doncella, en este caso, una humilde pescadora llamada Tisbea, bajo promesa de matrimonio.

Una vez que ha gozado de ella, la abandona y vuelve a Sevilla.

-Acto II:

El Rey de Castilla, que ya se ha enterado del incidente ocurrido en Nápoles, pretende aplacar los ánimos de las víctimas, casando a la Duquesa con Don Juan, y al Duque Octavio, el novio engañado, con Doña Ana de Ulloa, hija del Comendador de Calatrava.

Estando Don Juan ya en Sevilla, sucede, que Doña Ana, hace llegar un papel a su primo por medio de Don Juan, para que la rapte y la despose; Don Juan, amigo del Marqués, le traiciona y repite el engaño de Nápoles, pero es descubierto por el Comendador. Don Juan lo mata, y consigue hacer aparecer al Marqués como culpable. Acto seguido huye hacia Dos Hermanas, donde tiene lugar una boda de aldeanos, Arminta y Batricio.

-Acto III:

Con otro engaño Don Juan convence a Batricio de que Arminta es amante del propio Don Juan desde hace tiempo, y bajo promesa de matrimonio y, con la aprobación del padre de Arminta, la seduce y abandona. Entre tanto, la Duquesa Isabela y la pescadora llegan a Sevilla, tras haber descubierto la argucia de Don Juan; el Duque Octavio y el Marqués claman venganza. Marisa ya veras que primos y se bajan este.

El Rey ya ha decidido una solución, pero Don Juan, en Sevilla, sigue haciendo de las suyas: entra en una iglesia, se burla de la Estatua del Comendador ante su sepulcro, y la invita a cenar. La Estatua acepta la invitación y se presenta en la posada, donde requiere a Don Juan que a su vez vaya a cenar a la iglesia. Don Juan acepta el reto y al día siguiente, en vez de asistir a las bodas preparadas por el Rey, cumple su palabra y devuelve la visita al Comendador.

Personajes:

-Personajes principales:

- Don Juan Tenorio (Hijo): Don Juan Tenorio, hombre de la nobleza de pensamientos impuros. Aunque hay varios aspectos de este personaje, hay dos cosas en su carácter que llaman la atención. Primero, engaña a las mujeres para seducirlas. Esencialmente las deja sin honor y sin otras posibilidades salvo casarse con otro (pero sin la virginidad) o entrarse en un convento. El segundo aspecto es que a él no le importa que Dios vaya a castigarle. Las dos acciones demuestran la falta de honor personal y respeto para las reglas morales y de la sociedad. Don Juan tiene un temperamento rebelde que se niega a seguir un mínimo de orden en su vida. El mundo de Don Juan es él fuera de ello no existe nada más que su voluntad, su soberbia, y su orgullo, demostrando que los sentimientos de otras personas no valen para él y no le importan.

- El rey de Castilla: Gobernador de los personajes que intervienen y a migo del padre de Juan Tenorio. Es la persona que ordena los casamientos y también la que condena los diversos crímenes.

- Don Juan Tenorio (Padre): Es un hombre mayor, padre de Don Juan que se siente avergonzado de lo malvado que es su hijo y admiten que lo condenen para que Dios no le tenga en cuenta las acciones de su hijo.

- Catalinón: Personaje que acompaña a Don Juan durante casi toda la obra y está al servicio de este. Fue él quien le recomendó a Don Juan no asistir a la cena de su muerte y el que informó de los acontecimientos al rey.

- El Duque Octavio: Personaje condenado injustamente por las acciones de Don Juan ante Isabela, mujer a la que ama.

- El Marqués de la Mota: Personaje que llega para casarse con Ana de Ulloa, esta le cita en su casa y cuando va acompañado de Don Juan este la deshonra y mata a su padre, acciones por las que culpan al Marqués.

- Don Gonzalo de Ulloa: Es el padre de Doña Ana que fue asesinado por Don Juan y que vuelve tras morir a por este matándole finalmente en el nombre de Dios.

- Tisbea: Joven moza que salva a Don Juan de las aguas del mar y este se lo agradece gonzándola y deshonrándola.

-Personajes secundarios:

· -La Duquesa Isabela: Es una señorita enamorada que fue engañada por Don Juan al querer ella consumar el su amor con el Duque Octavio.

· -Don Pedro Tenorio: Embajador de España y tío de Don Juan. Es una persona de la ley pero a pesar de esto deja escapar a su sobrino echándole y culpando a otro por la burla del mismo pero como es una persona justa deja escapar al culpado.

· -El Rey de Nápoles: Un hombre justo que al final pone justicia casando a las burladas con sus amores. Solo confía en Don Pedro Tenorio.

· -Tisbea: Pescadora que no creía en el amor y se burlaba de los hombres. Termina siendo burlada por Don Juan, se hunde en una tristeza inmensa y trata de quitarse la vida.

· -Aminta: Pescadora y esposa de Patricio. Fue engañada por Don Juan cuando este le dice que Patricio desistió del matrimonio y que él será su esposo. Ella ingenua cree hasta el final que es la prometida de Don Juan.

· -Gaseno: Labrador y padre de Aminta. Es engañado por Don Juan cuando este le promete casarse con su hija.

· -Patricio: Labrador que desposa a Aminta y luego por mentiras de Don Juan la abandona creyendo que ella se le había entregado a Don Juan.

· -Doña Ana: Prima del Marqués de la Mota e hija del Comendador Don Gonzalo de Ulloa. Fue la única mujer que no fue engañada por Don Juan ya que ella si pudo reconocer que este no era su amor.

· -Don Diego Tenorio: Padre de Don Juan, hermano de Don Pedro y el hombre de confianza del rey.

· -Coridón y Anfriso: Pescadores de las aguas en las que casi se ahoga Don Juan.

· -Fabio y Ripio: Criados, respectivamente de la Duquesa Isabela y el Duque Octavio.

· -Belisa: Amiga de Aminta.

Corrientes literarias:

La obra de Tirso es mucho más barroca, inserta en la tradición de exageración de adornos y verso florido. Los personajes son complejos y representan tendencias extremas de los seres humanos, como el desinterés religioso y la capacidad de abuso de don Juan. Por otro lado, es muy claro cómo se rompen las unidades dramáticas clásicas, un rasgo típico del Barroco. Si bien hay una acción dramática única identificable, esa acción se desarrolla en diferentes lugares, Nápoles, Tarragona, Sevilla... y en tres jornadas diferentes.

Zorrilla tampoco respeta las tres unidades. Podemos ver por ejemplo que la unidad de acción no existe, porque existen dos acciones dramáticas paralelas: la primera gira en torno a la apuesta y a la consecución de la misma, y la segunda gira en torno a la salvación de don Juan. Además no hay unidad de tiempo, pues la acción se lleva a cabo en dos jornadas, separadas por cinco años. Los lugares también varían: taberna, convento, cementerio, etc.

Pero esto no significa que la obra de Zorrilla pertenezca a la corriente del Barroco. En realidad Don Juan Tenorio es una típica representante del Romanticismo. Una de sus características es el afán de trasgresión, de tal modo que se mezclan géneros cómicos y trágicos. Esta obra, al principio, no parece tener un gran carácter trágico, pero al final alcanza su mayor esplendor. Además, sitúa la acción en ambientes alejados en el tiempo. Otros elementos románticos de la obra son la Luna, en el famoso pasaje de “No es verdad ángel de amor...”, como símbolo del romanticismo, el convento como lugar misterioso y sagrado, el mar, etc. Y no olvidemos que el protagonista al final de la obra se salva por amor, un amor que le gana a la muerte y a la perdición de las almas, un amor tan fuerte como los más famosos del teatro renacentista.

Tirso de Molina [fray Gabriel Téllez]:

(Madrid, h. 1584-Almazán, España, 1648) Dramaturgo español. Su biografía es un tanto incierta. Se le ha querido identificar como hijo bastardo del duque de Osuna, aunque no está probado. De lo único que se tiene noticia cierta es de sus movimientos: se ordenó en 1601 en el convento de Guadalajara, y entre 1616 y 1618 vivió en Santo Domingo. Dos años después de su vuelta, fue condenado a destierro por la Junta de Reformación, acusado de escribir comedias profanas que podían considerarse amorales. En 1626 terminó el destierro y fue nombrado comendador del convento de Trujillo, aunque acabó, de nuevo por causa de su obra literaria, confinado en el convento de Cuenca. Sin embargo, en 1632 fue designado cronista general de la Orden de la Merced. Los últimos años de su vida los pasó como comendador del convento soriano de Almazán, donde murió. Su producción literaria es amplia y abarca diversos géneros. Como religioso, escribió autos sacramentales, comedias hagiográficas y piezas bíblicas. Entre sus obras profanas se encuentran numerosas comedias construidas a partir de leyendas y tradiciones castellanas, entre las que cabe distinguir las comedias de carácter (Marta la piadosa o El vergonzoso en palacio) y las de intriga (La villana de Vallecas, Desde Toledo a Madrid, Por el sótano y el torno y Don Gil de las calzas verdes). Fueron publicadas en cinco partes entre los años 1627 y 1636, sin incluirse, sin embargo, una de sus obras más importantes, El burlador de Sevilla y convidado de piedra, con la que se consolidó de forma definitiva el mito de Don Juan en la tradición literaria española, así como El condenado por desconfiado, esta última de atribución no demostrada. Su teatro siguió el camino marcado por Lope de Vega, de quien Tirso toma el cetro, con una constante mezcla de humor y sentido trágico y sin regla fija para la unidad de tiempo y lugar. Se distingue de Lope por la profundidad psicológica que supo dar a sus personajes, en especial los femeninos, a quienes parecía conocer bien, quizá por su actividad de confesor, y que ocupan un lugar importante en su obra. Escribió también dos obras en prosa de estructura novelada: Los cigarrales de Toledo y Deleitar aprovechando.

Opinion:

La obra al parecer es una de tantas manifestaciones del poderío de la iglesia católica en la Edad Media, para mi gusto solo sirvió para asustar a la gente acerca del Dios bueno y castigador que al fin y al cabo no sirvieron después, como es el caso de nuestros tiempos. Los cuales son de mayor libertinaje que antes, lo peor, para desgracia de la iglesia, es que ahora la gente es más abierta que antes y no se deja llevar por lo que diga la iglesia.

Temas:

Los temas principales son: el de la justicia, que se manifiesta, por una parte, en la imperfección de la justicia humana que tolera los abusos de don Juan, y, por otra, en la justicia divina, el honor, la honestidad, la mentira y la deshonra, manifestándose estos en Don Juan y en las mujeres burladas.

Los temas secundarios: destacan la muerte, por parte de Don Gonzalo a Don Juan y viceversa, y el amor, que se manifiesta de vez en cuando en algunos personajes.

Estructura:

- Externa: La obra está dividida en 3 jornadas.

Presentación: Jornada I

- Interna: Nudo: Jornada II

Desenlace: Jornada III

Personajes:

-Personajes principales:

- Don Juan Tenorio (Hijo): Don Juan Tenorio, hombre de la nobleza de pensamientos impuros. Aunque hay varios aspectos de este personaje, hay dos cosas en su carácter que llaman la atención. Primero, engaña a las mujeres para seducirlas. Esencialmente las deja sin honor y sin otras posibilidades salvo casarse con otro (pero sin la virginidad) o entrarse en un convento. El segundo aspecto es que a él no le importa que Dios vaya a castigarle. Las dos acciones demuestran la falta de honor personal y respeto para las reglas morales y de la sociedad. Don Juan tiene un temperamento rebelde que se niega a seguir un mínimo de orden en su vida. El mundo de Don Juan es él fuera de ello no existe nada más que su voluntad, su soberbia, y su orgullo, demostrando que los sentimientos de otras personas no valen para él y no le importan.

- El rey de Castilla: Gobernador de los personajes que intervienen y a migo del padre de Juan Tenorio. Es la persona que ordena los casamientos y también la que condena los diversos crímenes.

- Don Juan Tenorio (Padre): Es un hombre mayor, padre de Don Juan que se siente avergonzado de lo malvado que es su hijo y admiten que lo condenen para que Dios no le tenga en cuenta las acciones de su hijo.

- Catalinón: Personaje que acompaña a Don Juan durante casi toda la obra y está al servicio de este. Fue él quien le recomendó a Don Juan no asistir a la cena de su muerte y el que informó de los acontecimientos al rey.

- El Duque Octavio: Personaje condenado injustamente por las acciones de Don Juan ante Isabela, mujer a la que ama.

- El Marqués de la Mota: Personaje que llega para casarse con Ana de Ulloa, esta le cita en su casa y cuando va acompañado de Don Juan este la deshonra y mata a su padre, acciones por las que culpan al Marqués.

- Don Gonzalo de Ulloa: Es el padre de Doña Ana que fue asesinado por Don Juan y que vuelve tras morir a por este matándole finalmente en el nombre de Dios.

- Tisbea: Joven moza que salva a Don Juan de las aguas del mar y este se lo agradece gozándola y deshonrándola.

-Personajes secundarios:

-La Duquesa Isabela: Es una señorita enamorada que fue engañada por Don Juan al querer ella consumar el su amor con el Duque Octavio.

-Don Pedro Tenorio: Embajador de España y tío de Don Juan. Es una persona de la ley pero a pesar de esto deja escapar a su sobrino echándole y culpando a otro por la burla del mismo pero como es una persona justa deja escapar al culpado.

-El Rey de Nápoles: Un hombre justo que al final pone justicia casando a las burladas con sus amores. Solo confía en Don Pedro Tenorio.

-Tisbea: Pescadora que no creía en el amor y se burlaba de los hombres. Termina siendo burlada por Don Juan, se hunde en una tristeza inmensa y trata de quitarse la vida.

-Aminta: Pescadora y esposa de Patricio. Fue engañada por Don Juan cuando este le dice que Patricio desistió del matrimonio y que él será su esposo. Ella ingenua cree hasta el final que es la prometida de Don Juan.

-Gaseno: Labrador y padre de Aminta. Es engañado por Don Juan cuando este le promete casarse con su hija.

-Patricio: Labrador que desposa a Aminta y luego por mentiras de Don Juan la abandona creyendo que ella se le había entregado a Don Juan.

-Doña Ana: Prima del Marqués de la Mota e hija del Comendador Don Gonzalo de Ulloa. Fue la única mujer que no fue engañada por Don Juan ya que ella si pudo reconocer que este no era su amor.

-Don Diego Tenorio: Padre de Don Juan, hermano de Don Pedro y el hombre de confianza del rey.

-Coridón y Anfriso: Pescadores de las aguas en las que casi se ahoga Don Juan.

-Fabio y Ripio: Criados, respectivamente de la Duquesa Isabela y el Duque Octavio.

-Belisa: Amiga de Aminta.

Técnicas dramáticas

a) Monólogos: -Tsibea páginas (33-37)

-Don Gonzalo páginas (45-49)

-Batricio páginas (95-98)

b) Aparte: - Isabela página 20 (¡El rey! ¡Ay triste!)

- Don Pedro página 22 (ay corazón, que temo alguna traición)

c) Acotación: - Página 29 Sale un criado

- Página 72 Sale Catalinón

Disposición Temporal

Tiempo externo: La obra esta escrita en el S. XVII (sacado de la introducción)

Espacio

La obra se desarrolla en España casi íntegramente en la ciudad de Sevilla, también se cita Tarragona y la ciudad de Nápoles

Bibliografía

http://es.wikipedia.org/wiki/Tirso_de_Molina

www.google.es

Preguntas, pág. 299

1.Hay reconocer la simplicidad diabólica de los móviles de don Juan. Todas sus acciones siguen una sola trayectoria: burlar, poseer, y huir. El estudioso Luis Vázquez nos dice que éstos son «los elementos definidores de su específica personalidad»1 En ningún momento indaga Tirso las causas psicológicas de su comportamiento; don Juan burla simplemente por burlar. Su propio padre, don Diego, lo llama «la causa de tanto daño» (pág. 288). Y reconfortan poco al final de la obra las palabras del rey Alfonso: «la causa es muerta,/vida de tantos desastres» (pág. 298). Todos los personajes viven el caos que provoca don Juan, y lo único que les queda es dedicarse a reducir los destrozos causados por el burlador.

Ciertas palabras del mismo don Juan descubren sus móviles. En los ejemplos siguientes, don Juan: a. (pág. 239) protesta ante Catalinón: «Si burlar/es

hábito antiguo mío,/¿qué me preguntas, sabiendo/mi condición?» Catalinón le responde, «Ya sé que eres/castigo de las mujeres».

b. (pág. 252) concibe una tercera burla, esta vez contra doña Ana, prima y amada del marqués de la Mota, y se ufana de que «Sevilla a voces me llama/el Burlador, y el mayor/gusto que en mí puede haber/es burlar una mujer/y dejalla sin honor».

c. (pág. 272) declara, antes de burlar a Aminta, «Yo quiero poner mi engaño/por obra. El amor me guía/a mi inclinación, de quien/no hay hombre que se resista./Quiero llegar a la cama». A través de la obra, otros personajes perciben a don Juan como diabólico:

a. (pág. 217) Don Pedro pinta la huida del burlador de Isabela al rey de Nápoles así: «le hallaron agonizando como enroscada culebra»;

b. (pág. 222) tejiendo su mentira sobre la huida del burlador de Isabela, don Pedro dice a Octavio: «...pienso que el demonio/en él tomó forma humana,/ pues que, vuelto en humo y polvo,/se arrojó por los balcones»;

c. (pág. 264) viéndole llegar a ocupar su sitio en la boda, Batricio dice: Imagino que el demonio le envió»; d. (pág. 266) refiriéndose a Batricio, Catalinón, en

un aparte al público, declara: «¡Desdichado tú, que has dado en manos de Lucifer!»; y e. (pág. 278) Tisbea resume para Isabela el agravio de don Juan contra ella: «amparéle, hospedéle en tan notorio/peligro, y el vil güésped/víbora fue a mi planta en tierno césped».

Por lo menos tres de las cuatro mujeres son burladas por él de noche—la única burla que carece de alusión a la oscuridad es la de Tisbea. Hasta Aminta, con quien asociamos la luz del día, en el banquete de una boda campestre a pleno sol, es burlada al sorprenderla don Juan en su recámara de noche, en espera de Batricio. Al reaccionar Aminta—«¿En mi aposento a estas horas?»—, don Juan responde, «Éstas son las horas mías» (pág. 272). Aminta protesta, temerosa, que está casada, pero no tarda en ceder ante la expectativa de sortijas de perlas finas y nobleza, y ante las diabólicas razones de don Juan, explicando inverosímilmente la anulación de un matrimonio no consumado a base de engaño o malicia. El irreflexivo don Juan no sólo no siente compasión por sus víctimas; es más, no vuelve a pensar en ellas después de burladas. Da igual que sus víctimas sean mujeres u hombres. Burla a a las mujeres engañándolas, poseyéndolas y deshonrándolas, y burla a los hombres haciéndoles partícipes en las burlas. Para el fin de la obra los burlados incluyen Isabela, don Pedro, Octavio, Tisbea, don Diego, Mota, doña Ana, Batricio, Gaseno y Aminta. Y se destacan en primer término, entre los burlados, el rey de Nápoles y el rey Alfonso, quienes, queriendo mitigar el daño creado por don Juan, son incapaces de hacer nada. El gran burlador de España es quien mueve la acción, cancelando los mandatos reales destinados a subsanar sus estragos. Y no sería así si no fuera por las mismas imperfecciones de cada uno de los burlados. Para un análisis de las mujeres, véase la respuesta a la Pregunta N° 3, pero el método de don Juan al burlar a los hombres consiste en permitir que ellos se engañen a sí mismos, como lo hacen Octavio, Mota y Batricio. Recuérdese:

a. (pág. 224) que Octavio estuvo muy dispuesto a creer en la inconstancia de Isabela. «Ya no hay cosa que me espante;/que la mujer más constante/es, en efeto, mujer»;

b. que Mota provocó la lujuria de don Juan hablándole de la belleza de su prima, y también le dio su capa colorada para que lo representara; y

c. (pág. 268) que Batricio, por la poca fe que tiene en Aminta, se precipita a imaginar lo peor:

Don Juan. …que ha muchos días, Batricio, que a Aminta el alma le di, y he gozado…

Batricio. ¿Su honor?

Don Juan. Sí.

Téngase en cuenta que, en la fe católica, el diablo no

es capaz de poseerle el alma a ninguno, si el corazón

no lo admite.

2. Los estudiantes deben entender que cada vez que enuncia una variante de «¡Tan largo me lo fiáis!», don Juan responde a otro personaje que le recuerda la necesidad de rendir cuentas en la muerte. Este lema—su divisa—se reduce a «¿De verdad que me vas a dar tanto tiempo? Soy joven, y no tengo necesidad de pensar en la muerte». El socarrón de don Juan se burla de la justicia divina y del poder de Dios, pues piensa que sólo cuando llegue a viejo será hora de arrepentirse de sus acciones; arrogante ahora, confía en que, con confesarse cuando le llegue la hora, Dios se lo perdonará todo. Sin embargo, la fe católica enseña que el ser humano debe estar listo para la muerte en todo momento. Debe mantenerse en un estado de gracia; como advierte San Mateo 25:13: «Manténganse despiertos porque no saben ni el día ni la hora».

El estudioso Luis Vázquez sostiene que aun así, don Juan, al pagar con la muerte su soberbia, no va al Infierno, sino tan sólo al Purgatorio. Sus razones: don Gonzalo, enviado por Dios a cobrarle la vida, está en estado de gracia. No puede ser portador de las llamas del Infierno. Además, Tirso, en otra comedia posterior a El burlador de Sevilla y convidado de piedra, crea un personaje muerto, un Alma de Galán. El Alma de Galán, hablando como voz de ultratumba, dice:

«Soy don Juan, el que en la corte/en tierna edad y con vos/hice de mi gusto el norte,»; se le aparece a un personaje, don Luis, de carácter semejante al

burlador. Don Luis le interroga sobre su destino al apretarle la mano la estatua, y concluye a base de lo que dice el Alma de Galán que está en un lugar no

tan alto como el Cielo ni tan bajo como el Infierno: el Purgatorio. La voz remata declarando, «Allí estoy por atrevido/por libre, por descortés/a mi padre».2

Este juicio se defiende en el texto de El burlador de Sevilla y convidado de piedra, pues, al apretarle la mano a don Juan, don Gonzalo se refiere al fuego

que empieza a arder: «Éste es poco/para el fuego que buscaste».

3. Casi nadie se escapa de la crítica de Tirso de Molina. Mujeres y hombres, nobles y villanos, poderosos y humildes, todos—o casi todos—son de

naturaleza débil, y se dejan dominar por instintos bajos. Su mal comportamiento es de distinta índole. Las cuatro mujeres burladas tienen carácter

y características diferentes:

a. (pág. 276) La duquesa Isabela está dispuesta a profanar el palacio del rey a fin de consumar la pasión que siente por Octavio; pasión que, a pesar de ser recíproca, no impide que ninguno de los dos se conforme con otro partido mejor—doña Ana en el caso de Octavio, y don Juan en el caso de Isabela. Recuérdese que, camino a Sevilla, Isabela le dice a su criado, «No nace mi tristeza/de ser esposa de don Juan, que el mundo/conoce su nobleza;». Tampoco duda un instante antes de promover el engaño al rey de Nápoles, pues éste, si cree que el duque es su burlador, la puede desposar con Octavio como ella quiere (pág. 219: «Mi culpa/no hay disculpa que la venza;/mas no será el yerro tanto/si el duque Octavio lo enmienda».);

b. (pág. 226) Tisbea es altanera, burlándose de sus pretendientes de Tarragona, particularmente del que más sufre por amor de ella, «Anfriso, a quien

el cielo/con mano poderosa,/prodigio en cuerpo y alma,/dotó de gracias todas,»;

c. Doña Ana se rebela contra la autoridad paterna y se expone ella misma a su propia burla (para más, véase la respuesta a la primera tesis de ensayo); y

d. Aminta se traga el anzuelo de don Juan, aceptándolo como esposo, después de casada con Batricio. Don Pedro, Octavio, Mota y Batricio, y aun Gaseno

se vuelven partícipes en las burlas por voluntad propia: don Pedro, por temor de perder el favor del rey; Octavio, por docilidad e inconstancia; Mota, por

vilezas sexuales; y Batricio, por celos y falta de fe en su nueva esposa. Gaseno, padre de Aminta, a sabiendas de que ese mismo día se casó su hija con Batricio, da su permiso de padre a don Juan a cambio de la promesa de un matrimonio noble. Gaseno inverosímilmente explica lo sucedido así (pág. 290):

Doña Aminta es muy honrada.

Cuando se casen los dos,

que cristiana vieja es

hasta los güesos, y tiene

de la hacienda el interés,

a su valor le conviene

más bien que un conde, un Marqués.

Casóse Don Juan con ella,

y quitósela a Batricio.

A fin de cuentas, Tirso critica hasta el comportamiento de don Diego; el padre de don Juan es blando ante las acciones ruines de su hijo. Lo protege

ante la posibilidad de un desafío del duque Octavio. Enviado a anunciar a su hijo el destierro a Lebrija—una partida instantánea pudiera haber salvado la burla a doña Ana y la vida a don Gonzalo—, don Diego no obliga a su hijo a cumplir sino que se va diciendo, «Pues no te vence castigo/con cuanto hago y cuanto digo,/a Dios tu castigo dejo» (pág. 256). La postura de don Diego ante su vástago se cifra en el verso, «¡Ay, hijo, qué mal me pagas/ el amor que te he tenido!» (pág. 290).

Según más de un crítico, los personajes masculinos retratados en El burlador de Sevilla y convidado de piedra, aparte del protagonista, son tímidos, débiles y juguetes de las mujeres, y las mujeres son resueltas, intrigantes y ardientes en todas las pasiones que se fundan en el orgullo y la vanidad. 3. 4. Existe una serie de estudios muy específicos que detallan, verso por verso, la métrica y versificación de El burlador de Sevilla y convidado de piedra. Se recomiendan, de interés solamente para el maestro, Spanish Drama of the Golden Age, de Raymond R. MacCurdy, Appleton-Century-Crofts, New York,

1971, y Luis Vázquez, Tirso de Molina: El burlador de Sevilla y convidado de piedra, Edición crítica, introducción y notas. Estudios, Madrid, 1989. No obstante, para cumplir con los requisitos de la pregunta, no le hace falta al alumno consultar ningún estudio ni tratar de duplicar sus esfuerzos de

documentación. Bastará si nota ciertos rasgos generales que son característicos de la poesía dramática de Tirso de Molina. Algunas de las formas líricas y léxicas de que se vale el dramaturgo, que podrán señalar los estudiantes, son:

a. Preeminencia de la redondilla y el romance, particularmente la redondilla. Más o menos un tercio de El burlador de Sevilla y convidado de piedra está escrito en romances, y un 40%, en redondillas. (Para repasar lo que es una redondilla y lo que es un romance, véanse las lecciones de la Guía del maestro de Abriendo puertas, Tomo I, en lo referente al poema «Hombres necios que acusáis...» de Sor Juana Inés de la Cruz y al «Romance del rey moro que

perdió Alhama».)

b. Se emplea una variedad de octosílabos, heptasílabos y endecasílabos. Conversaciones entre el rey y sus privados suelen tener formas de arte mayor—endecasílabos, a veces sueltos, a veces con rima asonante y a veces en forma de octavas reales—con esquema ABABABCC—que típicamente narran eventos importantes. Los endecasílabos ceden el paso a octosílabos para la conversación ordinaria, muchas veces en forma de romances o redondillas. Quintillas—estrofas de cinco versos octosílabos con dos rimas consonantes—y romancillos—héptasílabos con asonancia en los versos pares—suelen expresar emociones íntimas y profundas. Aunque el estudiante encontrará sus propios ejemplos, se da a continuación por lo menos un ejemplo de cada una de estas formas métricas:

i. endecasílabos – Tirso a veces se vale de endecasílabos sueltos, es decir, sin rima alguna, por ejemplo, al inicio del acto segundo (pág. 56), pero don Diego y el rey, tratando de resolver la situación de don Juan y la amenaza que presenta la rabia de Octavio, hablan en octavas reales (págs. 127-128).

ii. octosílabos, en forma de romance – sobran ejemplos, tanto en la conversación ordinaria, como en la descripción. En el acto tercero, enterado Octavio de la identidad del burlador de Isabela, el rey se dirige al duque, y da comienzo a un romance extenso en a-a. La loa a Lisboa por don Gonzalo de Ulloa es un romance, en e-a.

iii. octosílabos, en forma de redondillas – Don Juan seduce a Tisbea y los dos crean entre sí redondillas (pág. 234):

Don Juan. Muerto soy.

Tisbea. ¿Cómo, si andáis?

Don Juan. Ando en pena, como veis.

Tisbea. Mucho habláis.

Don Juan. Mucho entendéis.

Tisbea. ¡Plega a Dios que no mintáis!

(Vanse.)

Y hablan lacayo y amo (pág. 240):

Catalinón. …

Ya viene la desdichada.

Don Juan. Vete, y las yeguas prevén.

Catalinón. ¡Pobre mujer! Harto bien

te pagamos la posada.

iv. octosílabos, en forma de quintillas– al fin del acto segundo, se ve ésta, con esquema aabba:

Catalinón. …

Con ésta cuatro serán.

Don Juan. Ven, que mirándome están

Batricio. ¿En mis bodas caballero?

¡Mal agüero!

Gaseno. Cantad.

Batricio. Muero.

Catalinón. Canten, que ellos llorarán.

En esta quintilla, así como en las redondillas de don Juan y Tisbea anotadas en el número iii., nótese el fenómeno estructural típico de toda la poesía dramática, y frecuente en El burlador de Sevilla y convidado de piedra: los personajes muchas veces comparten entre sí un verso, como el octosílabo

formado por «Muerto soy. ¿Cómo si andáis?» y el formado por «¡Mal agüero! Cantad. Muero».

v. heptasílabos – el romancillo que más se destaca es el soliloquio de Tisbea, romancillo en o-a.

c. El texto de Tirso tiene tintes culteranos, a pesar de que el dramaturgo recrea ingeniosamente la voz popular y toda la gama de respuestas humanas a alegrías y congojas de la condición humana, muchas veces valiéndose de refranes populares de la época. Como buen culterano, se vale del hipérbaton—que por reflejar la sintaxis latina, presenta giros fuera de lo común para el idioma español—y referencias grecorromanas.

Ejemplos del hipérbaton son las lisonjas de Batricio: (pág. 263) «Cuando con sus labios tiries/vuelve en púrpura los labios/saldrán, aunque vergonzosos,/afrentando el sol de abril»; y la mentira compleja de don Pedro: (págs. 221-222) «Cuando los negros gigantes,/plegando funestos toldos,/ya del crepúsculo huyen,/tropezando unos con otros,/estando yo con su alteza/tratando ciertos negocios/—porque antípodas del sol/son siempre los derosos—

,/voces de mujer oímos…»

Un fenómeno tirsiano es la adjetivización de los sustantivos, normal en inglés pero no en español: «amor áspid» (pág. 225) y «mujer cantimplora» (pág. 258). Otro es el uso no infrecuente de la zuegma, o sea, figura que deja de repetir una palabra ya enunciada aunque dos referentes sean posibles: por ejemplo, el rey Alfonso, explicando que doña Ana ha pedido el perdón del rey para el marqués de la Mota, dice: «ya que el padre murió, quiere marido;/porque si le perdió, con él le gana». (pág. 287) El primer «le» se refiere a «padre» y el segundo «le» a «marido».

La repetición es muy tirsiana: los estudiantes recordarán las múltiples ocasiones en que se repite una u otra versión de «¿Tan largo me lo fiáis?», «Plega a Dios que no mintáis», de «Mal haya la mujer que en hombres fía», y de «Quien tal hace, que tal pague». Notarán, también, que «¿Eso dices? ¿Yo, temor?» es la respuesta de don Juan a don Gonzalo las dos veces que éste le extiende la mano. Los estudiantes podrán señalar otros elementos que ayudan a crear el efecto estético de la obra de Tirso, justificando siempre sus hallazgos con ejemplos tomados del texto.

5. Las respuestas de los estudiantes serán varias al contestar adecuadamente esta pregunta. Como siempre, deben apoyar su punto de vista en el texto de Tirso. Los críticos, sin embargo, ven la universalidad del personaje de don Juan, y su atracción duradera, en el hecho de que su carácter no depende de detalles culturales ni sociológicos. Tirso no buscó explicar a su protagonista, ni psicológica ni culturalmente, sino que le dio calidad legendaria al proponerlo como un ser que se mueve a la acción impedido por una sola cosa: la gratificación personal de sus deseos de burlar, poseer, y huir sano y salvo. Se ha comentado que la sencillez—la falta de complejidad psicológica—de don Juan Tenorio le ha permitido pasar con mayor facilidad a otras esferas de las artes, como la música, por ejemplo.