Sylvia Plath - Turno de noche

No era un corazón, latiendo,

Aquel retumbo sordo, aquel clamor

Lejano; no era el percutir de la sangre

En los oídos, intensificando una fiebre


Que imponer a la noche.

El ruido venía de fuera:

Un detonante metálico,

Propio, a todas luces, de


Aquellos suburbios aquietados: nadie

Parecía sobresaltado por aquel sonido

Que hacía temblar la tierra con su martilleo,

Y que se iba enraizando a medida que me acercaba


A la fuente de sus secos reverberos, expuesta,

Aturdida por mi errónea conjetura:

Enmarcados por las ventanas de la fábrica

De plata de la calle principal, unos inmensos


Martillos alzados, varias ruedas de engranaje

Atascadas, dejaban caer su vertical

Tonelaje de madera y metal,

Golpeando la médula. Varios hombres


En camiseta blanca daban vueltas, manejando

Sin cesar aquellas máquinas engrasadas,

Manejando, sin cesar, la brutal,

Incansable realidad.

Sylvia Plath en Poesía Completa: Sylvia Plath [1956-1963] (Ed.Ted Hughes) [2009]