Sylvia Plath - Los durmientes
La calle en la que se hallan estos dos
Durmientes no figura en ningún mapa.
Hemos perdido su rastro. Yacen
Como sumergidos en el agua,
Bajo una luz azul e inestable,
La puertaventana entreabierta.
Con una cortina de sangre amarilla.
A través de la estrecha abertura
Ascienden los olores de la tierra mojada.
El caracol deja una estela plateada;
Oscuros matorrales cercan la casa.
Volvemos la vista atrás.
Entre los pétalos pálidos como la muerte
Y las hojas de forma constante, ellos
Siguen durmiendo, boca a boca.
La niebla empieza a condensarse.
Sus pequeñas, verdes fosas nasales vibran,
Mientras ellos se entregan a su sueño.
Expulsados de ese cálido lecho,
Nosotros somos los que ellos sueñan.
Sus párpados retienen la oscuridad.
Los durmientes no pueden sufrir
Ningún daño. Nosotros nos arrancamos
La piel y nos internamos en otro tiempo.
Sylvia Plath en Poesía Completa: Sylvia Plath [1956-1963] (Ed.Ted Hughes) [2009]