Sylvia Plath - El rostro asolado

Extravagante como un circo, el rostro asolado

Enfila el mercado de la plaza, colorado y afligido

Por un pesar indecible,

Lloroso desde el ojo que hace aguas hasta la nariz, hinchada.

Dos piernas flacas se tambalean bajo la masa.

Tremendamente amoratada, la boca se espeta en un gemido,

Sin el menor recato, sin la menor discreción

─¡Yo, yo!─.obscena, lúgubre.

Más vale la mera mirada impúdica del idiota,

La cara de palo del hombre que no siente,

Los sibilinos ardides del hipócrita:

Más valen si, y son más aceptables

Que los niños timoratos, que la dama en la calle.

Oh, Edipo, Oh Cristo. Cómo me utilizáis.

19 de marzo de 1959

Sylvia Plath en Poesía Completa: Sylvia Plath [1958] (Ed.Ted Hughes) [2009]