Sylvia Plath
Partida

Los higos de la higuera del patio son verdes;

Verdes, también, las uvas de la parra verde

Que sombrea las baldosas rojas de la entrada.

Se acabó el dinero.


Y la naturaleza, al percibirlo, acrecienta sus amarguras.

Sin don, sin pena, nos marchamos.

El sol brilla sobre el maíz todavía inmaduro.

Los gatos juegan entre las mazorcas.


Mirar atrás no aliviará esta penuria

—El latón del sol, la pátina de acero de la luna,

La escoria de plomo del mundo—

Pero siempre sacará a la luz


El descarnado bajío de roca que resguarda

La bahía azul de la ciudad

De la brutal e incesante embestida del mar.

Manchada por las gaviotas, una cabaña de piedra


Expone su dintel bajo a la corrosiva intemperie:

Por el saliente de roca ocre

Las cabras de tupido pelaje deambulan

Torpes, morosas, lamiendo la sal del mar.

1956

Sylvia Plath en Poesía Completa: Sylvia Plath [1962] (Ed.Ted Hughes) [2009]

Trad. Xoán Abeleira