Sylvia Plath
Magulladura

El color, un púrpura insulso, afluye donde el golpe.

El resto del cuerpo queda como usado,

del color de una perla.


En una cavidad rocosa

el mar sorbe obsesivo;

pivota sobre un hoyo el mar entero.


No mayor que una mosca,

la marca del destino

repta pared abajo.


El corazón se cierra,

el mar se bate en retirada,

los espejos están amortajados.

4 de febrero de 1963


Sylvia Plath en Ariel [1965]

Trad. Jordi Doce