Nuestro norte debería ser una industria minera de calidad y no de cantidad

Geominas: Ingeniero Fuenmayor, su gestión entre 1996 y 2000, demuestra que usted cuenta con las credenciales adecuadas para ser entrevistado con respecto a la gestión gubernamental minera; el instituto que presidió tenía competencia en la materia minera de los minerales descentralizados, así como en los aspectos ambientales descentralizados, asimismo, en materia de ordenación del territorio, adicionalmente, pudieron ser eficientes en la captación de inversiones tanto nacionales como extranjeras, destacando la llegada de grupos empresariales desde España, Portugal, Francia, Brasil, entre otros; veintiocho años después, ¿cuál es el escenario que usted aprecia en la actualidad, en Venezuela, en el subsector de la minería de los minerales descentralizados?

VF: En la actualidad la minería descentralizada es una sombra de lo que fue en el pasado, con esto me estoy refiriendo a los estados que más habían logrado avances en esta materia, en el caso del estado Bolívar, ha sido sumamente doloroso lo ocurrido, o por lo menos, me lo parece, al ser yo un guayanés.

Básicamente, quienes dirigen en la actualidad lo poco que va quedando de esta minería, en los diferentes estados, están enmarcados en lo que históricamente ha sido el criterio dominante en la República, desde 1830 hasta el presente, es decir, la equivocada visión de que las minas son como cajas chicas infinitas de la administración pública, y, por otro lado, de quienes se encuentran un depósito mineral, es como que si las minas estuvieran automáticamente asociadas a la plétora de recursos, y que sáquele lo que le saquen, infinitamente podrán extraerle más; ese concepto completamente equivocado de nuestra historia minera nacional también fue copiado en los últimos años hacia los estados, y esa conducta ha conducido a que cada vez más, hay menos minería, en la medida en que se incrementan los tributos y los paratributos.

Se puede decir, que los que están realizando minería de minerales descentralizados, en la actualidad, están sobreviviendo, debido a que cada vez que se desea cuadrar cuentas fiscales en los estados, se oprime con mayores exigencias fiscales y parafiscales, estrangulamiento económico este, al que se han sumado los municipios, los cuales están cobrando a las empresas mineras que trabajan en sus jurisdicciones, con base en la producción, por la cual ya le están pagando tributo bien sea al Poder Ejecutivo Nacional o a los estados de la República.

Geominas: ¿Cuáles consecuencias observa o prevé con respecto a la minería con base en los maltratos que ha expuesto?

VF: Se observa, como es lógico, gran obsolescencia en las tecnologías que se emplean en la actualidad para hacer la poca minería que queda y, por otra parte, no se le está prestando la debida atención a los impactos negativos que estas operaciones de extracción generan en el ambiente y en la sociedad, todo indica, que solo les está importando la insaciable voracidad fiscal.

A menos que queramos terminar importando los recursos minerales necesarios para impulsar la economía de la nación, es necesario actuar para sanear la minería por completo en toda la República; en la forma como está manejándose, no es posible que podamos tener una minería productiva ni beneficiosa para la nación.

Por supuesto, hay unos pocos venezolanos que se inclinan porque no haya minería, la mayoría de ellos sin pensar en los escenarios y variables reales del país (básicamente, porque los desconocen, y tal vez no los entiendan, o no les importe), y la mayoría posiblemente sensibilizados por lo que ocurre en el desastroso arco minero, lo cual, no es minería, allí no se están desarrollando explotaciones mineras, allí lo que está ocurriendo es una expoliación de recursos naturales y humanos, por cierto, no solo porque lo esté diciendo yo, sino que lo refieren diferentes ONG y personas que están, o han estado en esas zonas.

Geominas: Ciertamente, quienes hemos hecho vida en el mundo minero sabemos con claridad, el cúmulo de errores históricos existentes con respecto a la minería, lo cual de una u otra forma, nos ha conducido a lo que tenemos en la actualidad; las concepciones equivocadas acerca de lo que es el negocio minero, y lo altamente sensible que resulta a diversas variables de tipo político, económico, social y ambiental, son las que han privado a lo largo de la vida republicana; en realidad, sabemos que los gobiernos se han interesado en minería, solo en las oportunidades en las que se transita por períodos de recesión petrolera, y siempre se ha pretendido que la minería responda, súbitamente, como un motor económico independiente, cuando en realidad, en Venezuela, es solo uno de los más pequeños motores secundarios o auxiliares, como se demuestra en las cifras del PIB, ahora bien, ¿Cómo recomienda usted que puede hacerse para revertir estos casi dos siglos de errores en materia minera?

VF: No es algo que resulte fácil, pero debe hacerse. La minería en Venezuela pareciera contar con potencial natural para ser un motor independiente, quiero destacar que he dicho: “pareciera contar con potencial”, no estoy aseverando que lo tiene, porque para eso, se requiere invertir muchísimo dinero, que no se ha invertido, en exploración realizada científicamente, de tal forma, que lo que hay en la actualidad con respecto a los recursos minerales, fuera de los hidrocarburos, es mito, hasta que se demuestre realmente lo contrario, es tan ficticio como lo fue El Dorado, desde la época de la conquista hasta, por lo menos, las primeras décadas del siglo pasado.

Cabe destacar, que en Venezuela hay reservas, científicamente calculadas, en mineral de hierro, en bauxita, algo de oro, muy por debajo de lo que se dice, algo de cobre, calizas y dolomitas, níquel, algo de caolín y arcillas diversas, granitos ornamentales, roca para agregados de construcción, roca fosfática, feldespatos, de estos mismos rubros y otros más, falta más por descubrir y cubicar, según estudios muy costosos de prospección geológica de escala 1:250.000, una parte de 1:100.000, y menores partes de escalas de más detalles, realizadas por el ministerio de minería hace muchas décadas, y por una de las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), como lo fue CVG-Tecmin, para la región Guayana (Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro), hace pocas décadas; las reservas probadas han sido determinadas en mineral de hierro por CVG-Ferrominera del Orinoco, en bauxita por CVG-Bauxilum, el resto de las reservas probadas han sido calculadas por diferentes empresas del sector privado y muy pocas del Estado.

Es de resaltar que los estudios realizados por CVG-Tecmin fueron la base científica del auge minero en Guayana en la década de los 90.

También, fue positivo, y hay que recuperarlo, el procedimiento que llevaron a cabo en acuerdo con el ministerio de minería, y el Banco Central de Venezuela, con respecto a la reducción de la extracción internacional ilegal de oro, lo cual se logró proporcionándole a los mineros el acceso a centros de procesamiento de mineral que podían comprar el oro a precios de mercado internacional pagando un impuesto de tan solo el 1 %, en lugar de lo que estaba establecido. Mediante esos centros de procesamiento, también fue posible reducir los impactos por mercurio.

La gestión de la CVG Minería de la época que he referido, fue muy importante, y en mi opinión debería ser el comienzo de una nueva estrategia para la minería artesanal y de pequeña escala.

Geominas: Para poder lograr algo, lo primero es soñarlo, o sea, tener una visión de cómo se quiere que sea algo que se desea crear o transformar. Cuéntenos su sueño con respecto a la industria minera venezolana, ¿cómo la ha soñado usted?

VF: Estoy muy convencido que nuestro norte debería ser una industria minera de calidad y no de cantidad, una industria minera no enfocada en romper récords de producción ni de exportaciones, una industria minera que contribuya con el PIB de la nación, y no que sea el sostén de la economía nacional.

Para lograr esto, visualizo a una industria minera haciendo continuos esfuerzos por producir, con cada vez menores impactos negativos sobre la sociedad y el ambiente.

Una minería que, al ir transcurriendo el tiempo, cada vez, provee la mayor parte de su producción para ser transformada dentro del territorio nacional.

Un negocio minero en el que coexisten la minería industrial en sus diferentes escalas, con la minería artesanal y de pequeña escala, complementándose, en los casos posibles.

Un negocio minero que invierte importantes cantidades de recursos en investigación, desarrollo e innovación, que la conduzcan a ser cada vez mejor, a poseer cada vez más know-how, tanto en los diferentes aspectos intrínsecos del negocio, como en los aspectos extrínsecos.

Quiero concluir esta respuesta, significando que la minería no se puede realizar en todo sitio donde haya un yacimiento, sin tener en cuenta el resto de las variables, para esto, se requiere no otorgar derechos mineros de exploración con fines de producción, en sitios donde por restricciones de sensibilidad ambiental y otros parámetros de ordenación territorial, no se debería hacer minería, pues se estaría estafando a quienes se les ha dado el, o los, derechos mineros, de tal forma que se debe tener claridad de los sitios en los que la minería es posible.

Geominas: Muchas gracias por conceder esta entrevista, en el marco de nuestro aniversario 60, y por compartir para la comunidad de Geominas, sus enfoques acerca del negocio minero venezolano.