Revisión/Review/Revisão
Enclave geológico de las principales fortalezas coloniales españolas de La Habana
Geological enclave of the main Spanish colonial fortresses of Havana
Enclave geológico das principais fortalezas coloniais espanholas em Havana
Rolando García Sánchez
Geó°, Dr. Profesor Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (CUJAE). Correo-e: rjgarcias@civil.cujae.edu.cu
Alain Fonseca Montero
Ing°Geó° Profesor CUJAE. Correo-e: alafonmon@gmail.com
Recibido: 5-2-19; Aprobado: 8-3-19
Abstract
Soon the city of Havana will celebrate 500 years of foundation, and it exhibits the works of that era that have survived to this day, among them the defensive fortifications erected by the Spanish crown. There are several works written on these wonderful fortifications, but never on the relationships of these works and the geological characteristics of the surroundings where they were erected. The objective of this article is to characterize geologically the enclaves of some of the main Spanish colonial fortresses of Havana, from the 16th to the 18th centuries. The bibliographical consultation of geological studies in the city and the geological survey to determine or ratify the type of rock where the fortress was located have enabled the geological updating of the same. It was concluded that these fortress are located on carbonate rocks: of marine origin, mainly organogenic limestones, the majority of Quaternary age and only one fortress is located on rocks of the Late Cretaceous age.
Resumen
Próximamente la ciudad de La Habana cumplirá 500 años de fundada, y en ella se exhiben las obras de esa época que han llegado hasta nuestros días, entre ellas las fortificaciones con fines defensivos levantados por la corona española. Son varios los trabajos escritos sobre estas maravillosas fortificaciones, pero nunca sobre las relaciones de estas obras y las características geológicas del entorno donde se erigieron. El objetivo de este artículo es, caracterizar geológicamente los enclaves de algunas de las principales fortalezas coloniales españolas de La Habana, de los siglos XVI al XVIII. La consulta bibliográfica de estudios geológicos en la ciudad y el levantamiento geológico para determinar o ratificar el tipo de roca donde fue enclavada la fortaleza han posibilitado la actualización geológica de los mismos. Se concluyó que, estas fortalezas se ubican sobre rocas carbonatadas: de origen marino, fundamentalmente calizas organógenas, la mayoría de edad Cuaternario y solo una fortaleza está enclavada sobre rocas de edad Cretácico Superior.
Resumo
Logo a cidade de Havana será 500 anos de idade, e exibe as obras da época que chegou a este dia, incluindo as fortificações para fins defensivos levantados pela coroa espanhola. Existem várias obras escritas sobre estas maravilhosas fortificações, mas nunca sobre as relações destas obras e as características geológicas do ambiente onde foram erguidas. O objetivo deste artigo é caracterizar geologicamente os enclaves de algumas das principais fortalezas coloniais espanholas de Havana, dos séculos XVI ao XVIII. A consulta bibliográfica de estudos geológicos na cidade e o levantamento geológico para determinar ou ratificar o tipo de rocha onde a fortaleza estava localizada permitiram a atualização geológica das fortalezas. Concluiu-se que estas fortalezas estão localizadas em rochas carbonatadas: de origem marinha, principalmente calcárias Organógenas, a maioria da idade quaternária e apenas uma fortaleza está localizada em rochas de idade Cretáceo superior.
Palabras clave/Keywords/Palavras-chave:
Colonial Spanish fortress, Cuaternario, Fortalezas coloniales españolas, Fortalezas espanholas coloniais, geological uprising, Havana, La Habana, levantamiento geológico, Quaternário, Quaternary, subida geológica.
Citar así/Cite like this/Citação assim: García y Fonseca (2019) o (García y Fonseca, 2019).
Referenciar así/Reference like this/Referência como esta:
García S., R., Fonseca M., A. (2019, abril). Enclave geológico de las principales fortalezas coloniales españolas de La Habana. Geominas 47(78). 35-42.
Introducción
La mayoría de las fortalezas que hoy día representan un símbolo de La Habana colonial, construidas entre los años 1558–1767, están ubicadas a lo largo de la costa norte de la ciudad. La mayoría, después de quinientos años desafiando la acción de los elementos erosivo, aún se yerguen majestuosamente sobre rocas arrecifales del Cuaternario.
En este período de desarrollo geológico, se mostraba el archipiélago casi totalmente emergido y la retirada del mar dejó una serie terrazas de rocas calcáreas que morfológicamente representan terrazas escalonadas bien definidas.
Los asentamiento de las fortalezas sobre estas rocas perseguían una doble finalidad, su mejor posición para la defensa y la facilidad de obtener los materiales que podían arrancar a la naturaleza, para fabricar la cal y sillería, arcillas, además de bosques maderables. Es esto lo que probablemente haya permitido llegar a nuestros días luciendo sus espectaculares imágenes.
Planteamiento del problema
Problema científico: Se desconoce las características geológicas de los enclaves de las principales fortalezas coloniales españolas de La Habana, de los siglos XVI al XVIII.
Metodología
La ejecución del trabajo se realizó en 2 etapas.
La etapa I consistió en la revisión bibliográfica de trabajos anteriores del área de estudio.
En la etapa II se procedió al levantamiento geológico y trabajo de gabinete para la descripción petrológica y paleontológica, determinando o ratificando las formaciones donde están enclavadas las fortalezas.
Resultados y Discusión
Marco geológico del área de estudio
La mayoría de las fortalezas coloniales españolas de La Habana se ubican cercanas a la línea de costa, figura 1. Su enclave geológico está muy relacionado con las rocas de nueva formación.
Figura 1. Ubicación de algunas de las fortalezas coloniales españolas de La Habana. Modificado de Colectivo de autores
En la costa norte de Cuba occidental, entre La Habana y Matanzas, se desarrollan una serie de formaciones arrecifales cuaternarias (;), algunas de las cuales se desarrollan en casi toda la costa con terrazas marinas.
El Cuaternario en Cuba corresponde a una etapa de su desarrollo geológico, en que el archipiélago se encontraba casi totalmente emergido, y su configuración sufrió distintas modificaciones a causa de los cambios glacio-eustáticos y de la actividad neotectónica. Un elemento morfológico característico de ese período son las superficies de nivelación escalonadas, tanto insulares como marinas, algunas bien diferenciadas y a veces numerosas, en algunas localidades del país. La evolución tectónica del Cuaternario en el archipiélago cubano corresponde a la etapa evolutiva tardía, sub etapa entre el Plioceno y el Holoceno, por lo que muchos investigadores analizan los movimientos tectónicos del
Cuaternario en Cuba como una conjugación de movimientos de ascenso y descenso. Sin embargo, otros afirman que la tendencia al levantamiento generalizado, iniciada al final del Mioceno, se mantuvo durante todo el Plioceno y continua durante el Cuaternario, diferenciado cuatro etapas en estos movimientos tectónicos 1) Plioceno-Pleistoceno Inferior, cuando ocurrió una gran transgresión, que permitió la acumulación de depósitos carbonáticos, de origen marino - Formación Vedado. 2) Pleistoceno Medio etapa que se caracterizó por el aumento del ritmo de ascenso, particularmente en el extremo sureste de Cuba, 3) Pleistoceno Superior, continuaron los movimientos ascendentes, dando origen a la formación de terrazas y la deposición de las calizas arrecifales - Formación Jaimanitas - cubriendo las partes más bajas que circundan al archipiélago cubano, y 4) Holoceno, con baja intensidad y velocidad de los movimientos, aunque su carácter sigue siendo ascendente. Albear-Franquiz y Iturralde-Vinent (1985).
La actividad sísmica es el único peligro geológico que afecta el área de estudio. En “Según los datos de los catálogos sismológicos, en los últimos 300 años fueron registrados en Cuba Occidental cerca de 70 terremotos: 1 de 6,3 grados de magnitud, 2 de 6, 16 de 5 y 23 de 4 grados de magnitud.”.
Uno de los sismos de magnitud seis, ocurrido el 23 de enero de 1880 en la latitud 22,7 y longitud 83, al oeste de La Habana, afectó edificaciones en la ciudad. Iturralde-Vinent et al. (2009)
No se conoce que este sismo dañara las fortalezas. En ese tiempo se construían sin prestar atención a este tipo de peligro geológico. Según Iturralde-Vinent et al. (2009) el desarrollo de las investigaciones geológicas en estos años se ha considerado muy pobre.
Formaciones Geológicas de los Enclaves
Durante el estudio, se determinó que en algunos casos las formaciones donde están ubicadas las fortalezas no coincidían con los datos mostrados por autores, tabla I.
Tabla I. Comparación de la ubicación de las fortalezas en las formaciones en el Mapa Geológico de la República de Cuba 1:100.000 y las formaciones determinadas en el levantamiento geológico.
Figura 2. Castillo Santo Domingo de Atarés, en reparación (izquierda); y roca calcarenitas de su enclave (derecha).
Para su conocimiento, se describen las formaciones determinadas en el levantamiento geológico.
Formación Peñalver
Esta unidad se formó en un ambiente marino hemipelágico, por la acción de corrientes turbias. Son secuencia clástico-calcárea, que varía desde gravelitas de grano grueso, parte baja, hasta calcilutitas de grano muy fino, parte alta. El material clástico es, en gran parte, carbonatado y organógeno y, en menor cantidad, ígneo. Es rica en una biocenosis de foraminíferos que la fechan en el Cretácico Superior, Maastrichtiano Superior parte alta.
Sobre esta formación yace el Castillo Santo Domingo de Atarés, figura 2, que en el año 1763 comienzan sus obras.
Formación Morro
Presentan un desarrollo local, circunscrito al margen nororiental de la Bahía de La Habana y litológicamente corresponden a calizas algáceas de color gris, con algunas motas blancas que corresponden a las algas, figura 3. En estas rocas no se observan macrofósiles y, basado en los datos sobre las algas, su edad se determina como Plioceno o tan joven como Pleistoceno Inferior. La presencia solo de algas, muchas fragmentadas, indican un ambiente muy somero, bien oxigenado y muy movido. Los constructores de la época de la edificación del Castillo San Salvador de La Punta llamaban a estas rocas calizas conchíferas. Se desarrollan en el margen norte de la Bahía de La Habana y descubierta en todo el Túnel de La Bahía, cuya exposición que se observa en ambas paredes de la salida hacia el sector este la ciudad.
Figura 3. Calizas con gran contenido de algas fósiles atribuidas a la Formación Morro. Sobre esta formación se emplaza el Castillo de la Real Fuerza de La Habana, Castillo de los Tres Reyes del Morro, Castillo San Salvador de la Punta y algunos restos de la Muralla de La Habana.
Los planes de la Corona Española para continuar con la fortificación, propone en 1558 la construcción de dos fuertes más, el Morro, figura 5, y La Punta, figura 6, para cubrir la entrada al puerto de la Habana.
Ambos comenzaron en el año 1590 y se culminaron en el 1630, el primero constituyó la máxima defensa de La Habana, hasta años más tardes que se construye La Cabaña.
El Castillo de La Punta en forma un cuadrilátero abaluartado, cuyos lados más grandes alcanzaban 100 m y los más corto solo 85 m se ubica en el flanco occidental de la Bahía frente al Morro.
Se describe que la Muralla tenía un promedio de 1,40 m de espesor ancho y 10 de altura. Su extensión alrededor de la ciudad era de aproximadamente 4.904.5 m.
En su construcción se utilizaron aproximadamente 75 mil m3 de piedra, procedentes de varias canteras de los arrecifes costeros, Capote (1974). Hecho que llama la atención ya que en esa época no se contaba con la técnica actual.
El sector más cercano a la Bahía estaba enclavada sobre los carbonatos de la Formación Morro, figura 7, mientras que los sectores más alejados, aunque también sobre rocas de naturaleza arrecifal, relacionadas con la Formación La Cabaña; posteriormente se describirá.
Formación Vedado
Corresponde a calizas marinas, de edad Plioceno Superior - Pleistoceno Inferior, Colectivo de autores, que yacen por debajo de la Formación Jaimanitas, y por encima de la Formación Morro. Son calizas fragmentarias blancas con detritos de corales, moluscos y otros. Son masivas, y constituyen conglomerados de calizas formados por grandes fragmentos de corales, calizas biógenas, etc., originados en un ambiente del pie del talud de rompiente de una costa abrasiva.
Esta formación sirve de enclave al Torreón de la Chorrera y al Torreón de San Lázaro.
En 1646, se comenzó la construcción del Torreón de la Chorrera, figura 8, al oeste de La Habana, en la desembocadura del río Almendares. Culmina su construcción en 1647. Estas construcciones eran realmente pequeñas fortalezas donde se podían alojar hasta cincuenta hombres.
Se ordena la construcción del Torreón de San Lázaro, figura 9, en 1664 y no se conoce la fecha exacta de su terminación, se asume que fue a fines del siglo XVII. Su finalidad principal no era combativa, sino servir de aviso en caso de detectar buques enemigos por la parte oeste de la ciudad.
Figura 9. Torreón de San Lázaro sobre rocas de la Fm. Vedado.
Está ubicado junto al Malecón habanero, a solo unos metros de la misma costa, se construyó también sobre un reborde de estas rocas calcáreas.
Formación Jaimanitas
Litológicamente corresponden a calizas biodetríticas masivas, generalmente carsificadas, muy fosilíferas, con contenido de conchas bien preservadas, corales de especies actuales y, ocasionalmente, biohermos. Es testigo de una importante transgresión marina durante el Pleistoceno medio – superior. Esta unidad prácticamente compone todo el zócalo rocoso de la plataforma marina insular cubana. Colectivo de autores .
Sobre esta formación se puede encontrar al Torreón de Cojímar, figura 10.
Su construcción comienza en 1646 junto al Torreón de la Chorrera. Se ubica en el margen oeste de la desembocadura del río homónimo, en el poblado de Cojímar, al este de la ciudad.
Formación La Cabaña
Esta, aunque también es del Cuaternario, se extiende en el área de Casa Blanca, La Habana y otras provincias de occidentales de Cuba. La litología característica son biocalcirruditas finas de matriz calcarenítica margosa, por lo general muy cementadas, formadas principalmente por nódulos de algas y fragmentos de moluscos y corales, ocasionalmente de calizas biohérmicas. Yace discordantemente sobre la Fm. Jaimanitas. Su edad es Pleistoceno Superior, parte alta.
Esta formación es el enclave de las fortalezas San Carlos de la Cabaña y parte de la Muralla de La Habana.
Edificada en 1763 a 1764, la fortaleza de San Carlos de la Cabaña, se encuentra a solo unos 422 m del Castillo del Morro. Esta alcanza setecientos metros de largo y ocupa una extensión de diez hectáreas, fue la mayor que construyeron los españoles en América. Su costo fue de unos 14 millones de pesos, por lo que se dice que el Rey Carlos III, al conocer esta cifra, pidió unos anteojos, pues por el elevado costo de la obra, con seguridad debía verse desde Madrid.
Aunque la fortaleza de la Cabaña está muy cerca del Morro, las rocas donde fue construida no son geológicamente las mismas, figura 11.
La Muralla de La Habana también fue construida sobre esta formación, figura 12, como se mencionó anteriormente.
Conclusiones
Todas las fortalezas coloniales españolas investigadas se construyeron sobre rocas carbonatadas: de origen marino, fundamentalmente calizas organógenas.
La mayoría de estas rocas son de edad Cuaternario y solo una fortaleza está enclavada sobre rocas de edad Cretácico Superior.
El Castillo de la Real Fuerza de La Habana comienza su construcción en 1558, pero no fue terminado hasta veinte años después, por problemas financieros.
Esta fortaleza tenía la forma de un cuadrado de poco más de 30 m de lado, con baluartes triangulares en cada uno de sus ángulos, muros de unos seis metros de ancho y unos diez de altura con cubiertas terraplenadas sobre bóvedas de cañón, con un amplio foso, figura 4. Toraya (2001).
Figura 4. Vistas parciales del Castillo de la Real Fuerza de La Habana.
Figura 5. A la izquierda el Castillo Los Tres Reyes del Morro, fortaleza ubicada en el margen oriental de la Bahía de La Habana. A la derecha, su emplazamiento sobre las rocas de la Fm. Morro.
Figura 6. Castillo San Salvador de La Punta, ubicado en el margen occidental de la Bahía de La Habana, obsérvese en la foto de la derecha las rocas arrecifales de la Formación Morro.
Figura 7. Restos de la Muralla que yacen sobre la Formación Morro, cercanías de la Bahía de La Habana.
Figura 8. En las imágenes superiores, afloramiento y detalle de la Formación Vedado en el Malecón habanero. Imágenes inferiores, Torreón de la Chorrera; obsérvese las calizas de la Formación Vedado a escasos metros de su emplazamiento.
Figura 10. Imágenes superiores: características arrecifales de la Formación Jaimanitas en las cercanías del Torreón de Cojímar. Imágenes inferiores: emplazamiento sobre estas rocas.
Figura 11. A la izquierda la fortaleza San Carlos de la Cabaña, obsérvese debajo de ella las rocas de la Formación La Cabaña. A la derecha, un foso interior donde se levantó uno de sus muros sobre las rocas con una estratificación definida.
Figura 12. Restos de la Muralla que yacen sobre la Formación La Cabaña, cercanías de la Estación Central de Ferrocarriles en la Habana.
Referencias
Albear-Franquiz, J. F. D., M. A. Iturralde-Vinent. (1985). Contribución a la Geología de las provincias de La Habana y Ciudad de La Habana. Ciudad de La Habana: Editorial Científico Técnica.
Brönnimann, P., D. Rigassi. (1963). Contribution to the Geology and Paleontology of de area of City de La Habana, Cuba and surroundings. Ecoglae Geol., 1(56), 480.
Capote, R. M. (1974). Fortalezas de La Habana Colonial. La Habana: Gente Mueva. Colectivo de Autores Instituto Geologìa y Paleontologìa. (2014). Léxico Estratigráfico de Cuba. Tercera Edición. La Habana, Cuba: Centro Nacional de Información Geológica.
Haugh, L. N. (2016). Indicadores de paleosismicidad derivados de espeleotemas fracturadas en cavernas del campo gasopetrolífero de boca de Jaruco, Mayabeque, Cuba. Tesis en opción al grado de (inédita), Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría”, La Habana Cuba.
Iturralde-Vinent, M. A., R. B. González, X. C. Díaz, T. C. Rodríguez, J. A. D. Duque, R. F. Castillo, B. G. Raynal, C. P. Pérez, M. R. Romero, R. T. Pérez, S. V. Amaro. (2009). Geología de Cuba para Todos. Instituto del Libro.
Toraya, J. D. L. C. (2001). 500 años de construcciones en Cuba. Madrid: D.V. Chavín, Servicios Gráficos y Editoriales.
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