Textos UD 2. L'espai econòmic

“La globalización para las empresas de mi grupo, es la libertad de invertir cuando y donde quieran, de producir lo que quieran, de comprar y vender donde quieran y sufrir las menores restricciones posibles derivadas de la legislación laboral y convenciones sociales”

Percy Barnevik, antiguo presidente director general de ABB (Asea-Brown Boveri)

“La globalización se presenta como una ideología que enaltece el fundamentalismo del mercado, exalta la libertad de comercio, impulsa el flujo libre de los factores de la producción (excepción hecha de la mano de obra, que continua sometida a numerosas restricciones de diverso tipo), propugna el desmantelamiento del Estado, asume la monarquía del capital, promueve el uso de las nuevas tecnologías, favorece la homologación de las costumbres y la imitación de las pautas de consumo y fortalece la sociedad consumista”

Sistema Económico Latinoamericano.

“Se puede definir como la constelación de centros con fuerte poder económico y fines lucrativos, unidos por intereses paralelos, cuyas decisiones dominan los mercados mundiales, especialmente los financieros, usando para ello la más avanzada tecnología y aprovechando la ausencia o debilidad de medidas reguladoras y de controles públicos. El resultado es la creciente concentración planetaria de las riquezas y del poder económico”

José Luis Sampedro, catedrático de estructura económica y escritor.

“Estamos asistiendo a un fenómeno extraordinariamente positivo, quizá lo mejor que le ha ocurrido a la humanidad en toda su Historia, que es la internacionalización total del planeta, la disolución progresiva de fronteras en todos los campos, en lo cultural, en lo tecnológico, lo económico. Pero eso crea una inseguridad, una especie de temor a lo desconocido, que es lo que alimenta la retracción nacionalista”

Mario Vargas Llosa, escritor.

“Es un proceso de integración de los mercados de bienes, servicios, capitales y quizás incluso de mano de obra, proceso que se ha desarrollado continuamente desde la Segunda Guerra Mundial y que no ha cambiado de forma significativa desde entonces”

Martín Wolf, editor asociado y editorialista de The Financial Times.

“Proceso nefasto mediante el cual los pueblos han cedido el poder sobre sus economías y sus sociedades a fuerzas globales y antidemocráticas, tales como los mercados, las agencias de calificación de deuda, etcétera”

Alain Touraine, sociólogo.

“En la actualidad, con la caída constante en los costes de transporte y comunicación, y la reducción de las barreras creadas por los seres humanos frente al flujo de bienes, servicios y capitales (aunque persisten barreras importantes al libre movimiento de trabajadores), tenemos un proceso de «globalización» análogo a los procesos anteriores en los que se formaron las economías nacionales. Por desgracia, carecemos de un Gobierno mundial, responsable ante los pueblos de todos los países, que supervise el proceso de globalización de modo comparable a cómo los gobiernos nacionales guiaron el proceso de nacionalización de la economía. En vez de ello, tenemos un sistema «Gobierno global sin Estado global», en el cual un puñado de instituciones – Banco mundial, FMI, OMC- y unos pocos participantes- ministros de Finanzas, Economía y Comercio, estrechamente vinculados a algunos intereses financieros y comerciales- controlan el escenario, pero muchos de los afectados por sus decisiones no tienen casi voz.”

Joseph E. Stiglitz, economista.

http://paspespuyas.com/comunidad/index.php/c/2005/12/26/definiciones_de_la_globalizacion

En primer

lloc, la globalització del mercat lliure, actualment tan de moda, ha comportat un creixement espectacular de les desigualtats econòmiques i socials, tant en el si dels estats com en l'àmbit internacional. No hi ha cap signe que aquesta polarització no es prolongui a l'interior dels països, tot i la general disminució de la pobresa extrema. Aquest brusc augment de la desigualtat, especialment en les condicions de desmesurada inestabilitat econòmica creades pel mercat lliure global en la dècada de 1990, constitueix l'arrel de les principals tensions socials i polítiques del nou segle. I en la mesura que les desigualtats internacionals puguin trobar-se sotmeses a la pressió provocada pel ascens de les noves economies asiàtiques, tant l'amenaça als nivells de vida relativament astronòmics dels ciutadans del vell Occident com la impossibilitat pràctica d'aconseguir alguna cosa semblant a que estan abocades les enormes poblacions de països com l'Índia i Xina, havien de generar al seu torn tensions internes i internacionals.

En segon lloc, els que perceben amb més intensitat l'impacte de aquesta globalització són els que menys es beneficien d'ella. D'aquí que la creixent polarització dels punts de vista sobre la particular distància als que es troben potencialment a l'abric dels seus efectes negatius - els empresaris que poden “desplaçar llurs despeses" a països amb mà d'obra barata, els professionals dels sectors de l’alta tecnologia i els que es troben en possessió d'un títol universitari que poden aconseguir treball en qualsevol economia de mercat d'elevats ingressos dels que no tenen empara. Aquesta és la raó de que els començaments del segle XXI presenten, per a la majoria de les persones que viuen de les pagues o dels salaris derivats de la seva ocupació en els vells "països desenvolupats", un caire inquietant, per no dir sinistre. El mercat lliure global ha soscavat la capacitat de seus estats i els seus sistemes de benestar, que abans tenien la possibilitat de protegir el seu estil de vida. En l'economia global competeixen amb homes i dones de països estrangers que tenen la mateixa titulació però cobren una ínfima part de la mensualitat comú a Occident, i en els seus propis països es troben sotmesos a la pressió generada per la globalització del que Marx va anomenar «l'exèrcit industrial de reserva », compost pels immigrants procedents de les aldees de les grans zones de pobresa global. Aquest tipus de situacions no prometen una era d'estabilitat política i social.

Eric Hobsbawm. Guerra i pau al segle XXI, Ed Sol 90, Barcelona, 2009.

208 pàgs. Pàgs. 11-13.

La hegemonía estadounidense durante la segunda mi tad de siglo no descansó en las bombas sino, económicamente, en la sensacional riqueza de Estados Unidos y en el papel pre ponderante de ese gigante económico en el mundo, espe cialmente a partir de 1945. Políticamente, lo hacía en el consenso general en los países del rico Norte de que aquellas so ciedades eran preferibles a las que existían bajo los regímenes comunistas. Allá donde no había acuerdo, como en América Latina, el consenso se materializaba en alianzas con las clases dirigentes y con unos ejércitos temerosos de una revolución social. Culturalmente, en los atractivos de la prospera sociedad de consumo norteamericana, para deleite de sus ciudadanos y que el país que la había inventado exportaba, y en la conquista mundial de Hollywood. Ideológicamente, Es tados Unidos se beneficiaba sin lugar a dudas de ser el para digma de la lucha de la «libertad» contra la «tiranía», salvo en aquellas regiones donde su alianza con los enemigos de la li bertad era demasiado evidente.

Eric Hobsbawm. Guerra y paz en siglo XXI, Ed. Sol 90, Barcelona, 2009. 208 pàgs. Págs. 60-61.

Crac

La espiral deflacionista golpeó a la Bolsa de Tokio, el índice Nikkei se desplomó y los precios del sector inmobiliario caye ron en un 70%. Se calcula que las pérdidas de activos inmobi liarios y bursatiles entre 1990 y 1997 rondaron los 7 billones de euros, correspondientes a 24 puntos del PIB japonés, es decir, a mas de dos años de crecimiento ... Una pesadilla cuyo re cuerdo hace temblar hoy a los gobiernos del mundo.

Mas aún cuando, en un estudio reciente sobre las 127 crisis económicas acaecidas en unos treinta países durante los úl timos treinta años, el Fondo Monetario Internacional (FMI) confirma que las que nacen a partir de los sectores inmobiliario y bancario son particularmente «intensas, largas, profundas y nocivas para la economía real.

En pocas semanas, después de los huracanes financieros de septiembre y octubre de 2008, los efectos del gran crac de Wall Street habían alcanzado los cinco continentes: la Bolsa de Reikiavik perdía el 94% de su valor; las de Moscú y Bucarest, el 72%; la de Shanghai, el 69%; las de Atenas y Bombay, el 50%; la de Sao Paulo, el 45%; y la de Johannesburgo, el 40%. En enero de 2008, el valor acumulado de ocho grandes Bolsas (Nueva York, Tokio, Londres, Frankfurt, París, Amsterdam, Bruselas y Lisboa) alcanzaba los 23,5 billones de euros. Diez meses des pués, se había encogido a la mitad.

El crac había hecho desaparecer, de una sola vez, alrededor de 14 billones de euros, es decir, más de cinco veces el PIB de Francia. A escala planetaria, se esfumaron alrededor de 20 bi llones de euros, el equivalente a diez años de crecimiento fran cés ... En varios países, en pocos días, las monedas se precipita ron: la rupia india perdió el 10% de su valor; el peso mexicano, el 14%; el zloty polaco, el 22%;y el real brasileño, el 30%. Y otros países (Indonesia, Filipinas, la República Checa) sufrieron pre siones similares en sus monedas. Durante la crisis, y a riesgo de amplificarla, los especuladores se ensañaron con los estados mas débiles, atacando sus monedas y continuando con su en­riquecimiento, cual carroñeros a expensas de sus presas.

Islandia esta en quiebra. Otros países europeos, como Ucrania y Hungría, tuvieron que recurrir a las ayudas del FMI, como antes lo habían hecho, en las décadas anteriores, muchos estados del Primer Mundo.

Las pérdidas vinculadas con los créditos inmobiliarios podridos (subprimes) de Estados Unidos se calculan en mas de un billón de euros. Y las autoridades norteamericanas, para intentar salvar su sistema financiero, ya habían desembol sado, a mediados de noviembre de 2008, mas de 1,5 billones de euros (una suma superior a la que habían asignado, desde 2001, a las guerras de Afganistan e Iraq). Pero los grandes bancos del mundo también necesitan de cientos de miles de millones de euros ... Lo cual los condujo a restringir el crédito a las empresas y a las familias, con consecuencias desastrosas para la activitat económica.

(20-22)

Desequilibris / despeses

Para salvar a los bancos, los jefes de Estado de los países mas ricos fueron capaces de organizar varias cumbres en pocos meses y de movilizar mas de 2,3 billones de euros. Pero, ¿qué se hizo para salvar a la mitad de la humanidad que vive en la pobreza? Prácticamente nada. Sin embargo, según las Nacio nes Unidas, con una suma cincuenta veces menor, se podria abastecer de agua potable, alimentación equilibrada, servicios de salud y educación elemental a cada habitante de nuestro planeta.

Els deu manaments de la religió liberal

El.filósofo Dany-Robert Dufour ha explicado, no sin humor, que la ideología neoliberal funciona como una nueva religión:

[Ésta] difunde unos Mandamientos llamados a convertirse en norma en todos los àmbitos de la Cultura. [ ... ] Encontré diez que valen como las instrucciones liberales del nuevo dogma [ ... ] Allí donde cada uno se cree absolutamente libre, liberado y li beral, siguen, sin saberlo, instrucciones que lo determinan. [ ... ] La puesta a punto y la difusión de estos nuevos Mandamientos no están reservadas a los círculos militantes del liberalismo económico, ni mucho menos. Pueden haber sido experimentadas perfectamente durante las luchas culturales llevadas a cabo por la izquierda, e inclusa por la extrema izquierda. [ ... ]

Primer mandamiento: Te dejarás conducir por el egoísmo y entrarás amablemente en el rebaño de los consumidores.

Segundo mandamiento: Utilizarás al otro como media para lograr tus fines.

Tercer mandamiento: Podrás venerar a todos los ídolos que elijas, siempre y cuando adores al dios supremo, el Mercado.

Cuarto mandamiento: No inventaras excusas para evitar en trar en el rebaño.

Quinto mandamiento: Combatirás todo gobierno y preconiza rás la «buena gobenanza».

Sexto mandamiento: Ofenderás a cualquier maestro que esté en condiciones de educarte.

Séptimo mandamiento: Ignoraras la gramatica y barbarizará el vocabulario.

Octavo mandamiento: Violaras las leyes sin dejarte atrapar.

Noveno mandamiento: [En materia de arte] derribarás indefi nidamente la puerta abierta por Duchamp.

Décimo mandamiento: Liberaras tus pulsiones y buscarás goce ilimitado.

(39-40)

La informació

Esta doctrina se presentará como solución universal a to dos los problemas económicos. E intentara convencer a los pobres de que son los únicos responsables de su situación. No es culpa de nadie más. Explica Ricardo Petrella:

Los dominantes van a proponer a los dominados, a los pobres ya los excluidos que acepten el caracter inevitable y natural de la pobreza y la lucha sin piedad por la supervivencia individual. En el marco de la globalización, no hay un «nosotros», dicen los ultraliberales, sino una infinidad de «yoes» en competencia entre sí por el acceso a los bienes y a los servicios esenciales. Predicada durante treinta años como principio inspirador y movilizador de la civilización occidental, el evangelio de la competitividad va a servir como argumento para explicar y justificar la perennidad de la pobreza.

En esta empresa de persuasión colectiva, los grandes me dios desempeñan un papel fundamental, mucho mas eficaz en la me dida en que se presentan cubiertos por el manto de la ob jetividad y la imparcialidad. En realidad, a fuerza de propagan das silenciosas, '3 van a inocular un veneno lento y a defender los intereses de los principales grupos económicos. John Per kins, que durante mas de diez años participó, en Asia y América Latina, de operaciones de intoxicación mediatica en favor de las grandes firmas de Estados U nidos, nos alerta al respecto:

Las cosas no son lo que parecen. La mayoría de nuestros diarios, revistas y editoriales pertenecen a grandes compañías intemacionales que los manipulan a su gusto. Nuestros medios forman parte de la corporatocracia. Los presidentes y los direc tores de casi todas nuestras redes de información sabenmuy bien cmíl es su papel: durante toda su vida se les repite que una de sus funciones mas importantes es perpetuar, reforzar y extender el sistema que han heredado. Lo hacen con gran eficacia y pueden mostrarse impiadosos si uno se les opone.

(41-42)

Pensament únic

Éstas serán el «Consenso de Washington» o los «Diez Mandamientos» a los que a partir de entonces deberá plegarse todo gobierno si es que quiere ser admitido en el seno de la «comunidad internacional»:

-disciplina en materia de déficit público;

- redefinición de las prioridades en materia de gasto público;

- reforma fiscal (reducción del impuesto al ingreso);

-liberalización de las tasas de interés;

- adopción de tasas de cambio competitivas;

-liberalización de los intercambios comerciales internacionales;

-liberalización de las inversiones directas extranjeras;

-privatización de las empresas públicas y el sector público;

- desregulación de los mercados y supresión de las barre ras aduaneras;

- protección de los derechos de propiedad.

Estas nuevas Tablas de la Ley conforman el núcleo de la doctrina neoliberal, el «modelo» a seguir. Obligatoria, pues «no hay alternativa» (There is no alternative), como afirmara Margaret Thatcher. Poderosos vectores de difusión (la prensa económica, el sector empresarial, una parte de la universidad, círculos de reflexión y estudio, escuelas de comercio, etcétera) van a reproducir, transmitir y propagar este pensamiento que pronto se convertirá en «único»

(43)

L’FMI

PRIVATIZACIÓN O MUERTE

El FMI impuso el primer programa de «ajuste estructural» en 1983. Durante las dos décadas siguientes -recuerda Naomi Klein-, «se informó a todos los países que pedían un préstamo importante que debían remodelar su economía desde el sótano hasta el desván». Davidson Budhoo, economista principal del FMI que preparó programas de ajuste estructural para Amé rica Latina y África a lo largo de los años ochenta, confesó mas adelante: «Todo el trabajo que realizamos después de 1983 des cansaba en el sentimiento de la misión que nos animaba, el Sur tenía que privatizar o morir. Para eso, creamos el ignominioso caos económico que marcó a América Latina y a África entre 1983 i 1988”.

Las políticas de «ajuste estructural» -otro nombre del «Consenso de Washington»- tuvieron un coste social exor bitante. Para favorecer la inversión internacional, se empujó a gobiernos de países del Sur a la descomposición social. Y és tos aceptaron reducir el gasto público de salud y educación en nombre de la lucha contra el déficit presupuestario y, por consiguiente, favorecieron el aumento de las desigualdades y la pobreza.

En muchas naciones de África y América Latina, durante los ochenta y los noventa, se barrió con las estructuras públicas, al igual que con las estructuras económicas y sociales tradiciona les. El Estado se fue derrumbando en todas partes. La doctrina neoliberal se impuso con su cortejo de devastaciones. Sectores económicos enteros arrasados, sobreexplotación de hombres, mujeres y -más escandaloso aún- niños: 300 millones de niños son explotados con una brutalidad sin precedentes.

Argentina es un caso de manual. Siguiendo los consejos del FMI y el Banco Mundial, el gobierno de Carlos Menem impuso durante la década de los noventa una política neoliberal ortodoxa. Se privatizó todo el sector público (incluida la seguridad social), el país se abrió por completo a las importaciones y se estableció la paridad de la moneda local (el peso) con el dólar de Estados Unidos. Resultado: una deuda externa que aumen taba exponencialmente y «ajustes» económicos cada vez más dolorosos.

El Estado argentino [explica el economista Jorge Beinstein], que la doxa neoliberal prometía sanear depurándolo de sus taras burocráticas, redujo sus dimensiones y su peso económico pero siguió sometido a las manipulaciones de los grandes grupos financieros. De hecho, las privatizaciones delinearon una nueva realidad económica que podríamos calificar como colonial. [ ... ] Al final del proceso, el país contaba con catorce millones de pobres, más de tres millones de indigentes y más de dos millones de desempleados.

El Fondo Monetario Internacional carga con la mayor res ponsabilidad de los sufrimientos infringidos, durante cerca de treinta años, a muchas naciones pobres del Sur. Cuenta Jean Merckaert:

La crónica del drama es esclarecedora Acto I: endeudamiento. En la década de 1970, en busca de salidas para su liquidez, los ban­queros occidentales endeudan masivamente a los países del Sur a tasas (flotantes) que desafían toda competencia Los estados los imitan dócilmente, dando crédito a dictaduras feroces como las de Filipinas, el Congo (ex Zaire) o Argentina, a cambio de su fidelidad al bloque occidental. Acto II: la crisis de la deuda Las causas, más allá de los motivos geopolíticos: se disparan las tasas de interés, luego de una decisión del Tesoro estadounidense, y se derrumban estrepitosamente los ingresos de exportación con la caída de los precios agrícolas. Acto III: el ajuste estructural. A par tir de la década de 1980, los ministros de economía del G-7 exigen a los países pobres que sacrifiquen los gastos de salud, educación o empleo para pagar la deuda. El FMI se encarga de imponer las privatizaciones a precio de liquidación y la liberalización comer cial y financiera. Y la retracción del Estado. Para mayor provecho de los inversores extranjeros.

A pesar de esta reputación bien ganada de serial killer, du rante la crisis de 2008, hubo quienes propusieron que los países del Sur vuelvan a confiar eapitales nuevos al FMI (actualmente dirigida por el «socialista» francés Dominique Strauss- Kahn) para que éste pueda «ayudar» a los estados en dificultades.

Esta propuesta rebeló a Joseph Stiglitz, ex vicepresidente (renunciante) del Banco Mundial, quien denunció en su libro La Grande Désil1usion el comportamiento criminal del FMI frente a países acorralados como Etiopía «¿Por qué esos países emergentes -se indignaba- debían ceder un dinero ganado con tanta esfuerzo a una institución como el FMI, cuyo balance es miserable, cuya política de liberalización provocó el caos actual y que sigue practicando una política asimétrica, factor de inestabilidad?»

(49-52)

LA BURBUJA INMOBILIARIA

Ultraliberal convencido, el presidente Bush anima a Alan Greenspan a estimular por todos los medios el crecimiento. Y éste empuja a los intermediarios financieros e inmobiliarios para que inciten a la clientela cada vez más amplia a inver tir en vivienda, a través de 1a política de tasas bajas y de la reducción de los costes financieros. En Estados Unidos, los bancos conceden préstamos prendarios por el precio de las viviendas, calculados en un 110% de su valor. Son créditos a tasa variable y la responsabilidad de la compra se limita al valor de su bien inmobiliario. De este modo, se puso a punto un sistema de subprimes, créditos hipotecarios de alto riesgo otorgados a los hogares de menores recursos.

Al prestar a esas familias modestas, los bancos no tenían ninguna intención de hacer capitalismo social. Mas bien al con trario. Es bien conocido el hecho de que los mejores negocios se hacen explotando a los pobres, mas numerosos por definición. Los bancos contaban incluso con la incapacidad de pago de cierto número de familias para recuperar las casas vendidas. Y ganar en dos frentes: cobrando durante varios años las cuotas del crédito y recuperando, al fin de cuentas, un bien cuyo valor se había duplicado en siete años ...

Pero cuando, en 2005, por temor a la inflación, la Reserva Federal (FED) aumenta el tipo de cambio de referencia del dinero, descompone la maquinaria. Y desencadena un efecto dominó que, a partir del verano de 2007, va a hacer tambalear a todo el sistema bancario internacional. Porque, indexado con esas tasas, el coste del crédito inmobiliario pronto termina por duplicarse y alrededor de tres millones de hogares, atrapados por el cebo de las subprimes, e incapaces de sobrevivir, van a preferir devolverle al banco las llaves de su casa.

Muchas familias modestas no pudieron hacer frente a este aumento imprevisible de las tasas de interés y volvieron a en contrarse en la calle. De pronto, el mercado se inundó con una avalancha de casas que los bancos recuperaban. Resultado: caída en picada de los precios y desinflamiento brutal de la «burbuja» inmobiliaria. Los establecimientos bancarios se encontraron doblemente atrapados en su propia trampa: por la suspensión de los pagos de un número masivo de clientes y por la recuperación de un gigantesco parque inmobiliario cuyo valor se reducía notoriamente.

(72-73)

Valors reals i bombolla

Poseídos por una avidez de ga nancias a corto plazo, de bonificaciones e incentivos, y siempre listos a todo aquello que incrementara su botín: invención de instrumento s sofisticados y opacos, manipulaciones abusivas, ventas al descubierto, «titularización» de activos, credit -default swaps, hedge funds, etcétera. Como una peste, esta fiebre con tagió el planeta. Los mercados se entusiasmaron hasta reca lentarse, alimentados por un exceso de liquidez que, a su vez, estimuló la especulación y el alza de precios.

La economía mundial tomó la forma de una gigantesca es fera de papel, virtual e inmaterial. Mientras que el total de la riqueza producida cada año por la economía mundial es de alre dedor de 50 billones de euros, que el valor del stock de los bienes inmobiliarios, a escala planetaria, es del orden de los 75 billones y que el valor de todas las obligaciones y acciones, en el mundo, se calcula en 100 billones, el valor total de los productos derivados superaba por sí mismo, en diciembre de 2007, los 1.000 billones de euros! Y, de pronto, la gigantesca «burbuja» explotó.

El desastre esta a la vista: mas de 25 billones de euros ya se hicieron humo, los bancos de negocios fueron borrados del mapa; los cinco mayores establecimientos, pilares del sistema, se derrumbaron: Lehman Brothers en quiebra, Bear Stearns vendido -con ayuda de la FED- al Morgan Chase, Merrill Lynch en manos del Bank of America, yGoldman Sachs y Mor gan Stanley (este último vendido en parte al japonés Mitsu bishi UFJ) saboteándose como bancos de negocios y recon virtiéndose en simples bancos comerciales sometidos ahora al control de la FED.

(83)

SIETE DECISIONES URGENTES

Cambiar de modelo energético sin modificar el modelo econó mico liberal sólo servirá para desplazar los problemas ecoló gicos. Sin resolverlos. A riesgo de agravarlos. Para salvar al pla neta, resulta imperativo imponer a todos los poderosos de este mundo la adopción de al menos siete medidas capitales: 1) un programa internacional en favor de las energías renovables, centrado en el acceso a la energía en los país es del Sur; 2) deci siones en favor del acceso al agua y su saneamiento en vistas a reducir a la mitad, de aquí a 2015, el número de personas priva das de este recurso vital que es un bien común de la humanidad; 3) leyes para proteger las selvas, como prevé la convención so bre la biodiversidad adoptada en Río en 1992; 4) resoluciones para poner en funcionamiento un marco jurídico que instituya la responsabilidad ecológica de las empresas y reafirme el prin cipio de precaución como previo a toda actividad comercial; 5) iniciativas para subordinar las reglas de la OMC a los princi pios de las Naciones Unidas para la protección de los ecosiste mas y a las normas de la Organización Intemacional del Trabajo (OIT); 6) reglamentos para exigir a los países desarrol1ados que se comprometan a dedicar un máximo

de 0,1% de su riqueza a la ayuda pública y al desarrol1o; y 7) recomendaciones para la supresión de la deuda de los países pobres.(98-99)

Otro reproche que los norteamericanos hacen a Bush es que las desigualdades sociales se acrecentaron enormemente durante los ochos años de su presidencia En 2006, por ejemplo, según las cifras del propio gobierno, el 1% de la población mas rica acaparó el 22% de la riqueza nacional, lo cual constituye el porcentaje mas elevado registrado en Estados Unidos desde 1929. Mientras que el nivel de ingreso de las clases medias sólo aumentó el 6% desde la década de 1980, el enriquecimiento del 1% de la población más rica (durante los últimos veintiséis años) creció un 229%!

(113)

Ignacio Ramonet. La catátrofe perfecta. Ed- Sol90, 2010. 128 pp.

Globalització

En el ámbito mundial, la «globalización» significa una concentración sin precedentes de la propiedad privada de los medios de producción, de

información y de intercambio y de los poderes reales de decisión y coerción. Estamos en la era de la mercantilización y la privatización del mundo. Ambas van de la mano. Y no se trata sólo de la privatización de las in dustrias y de los servicios, sino que se privatizan los seres vivos, el saber, el agua, el aire, el espacio, el derecho, la informa ción, las solidaridades, al igual que se privatiza la violencia y la guerra, con empresas mercenarias que se cotizan en bolsa. Esta contrarreforma liberal planetaria genera una cuádruple crisis: social, ecológica, democrática y ética. Social, porque la competencia de todo el mundo contra todo el mundo des truye las relaciones de sociabilidad y de civilidad; ecológica, porque las arbitrariedades del mercado a corto plazo minan las condiciones de reproducción de la especie a largo; de mocrática, porque la privatización reduce el espacio público a una piel de sapo y deja sin contenidos el debate de lo que esta en juego; y, ética, porque el macabro maridaje entre las biotecnologías y el mercado alimenta las desconfianzas sobre la humanidad del futuro.Así pues, la cuestión de la propiedad no se reduce a una cuestión de tipo jurídico o de técnica de gestión económica. La propiedad, solidaria con la lógica mercantil y la acumulación del capital, determina la sustracción de los medios de producción a los trabajadores, el fetichismo de la mercancía y la reificación de las relaciones sociales. Por ello, cuando en las manifestaciones de Seattle, Porto Alegre o Florencia se proclama que «el mundo no es una mercancía» y que no esta en venta, se golpea en el centro de los males de esta civilización: si el mundo no es una mercancía, si todas las cosas no se pueden comprar y vender, ¿qué lógica hay que establecer frente a la lógica despiadada del “individualismo de los propietarios”, de la carrera hacia el enriquecimiento, del interés privado y del cálculo egoísta?

Daniel Bensaïd. Cambiar el mundo. Ed. Sol90, 2010. 222 pp. Pgs. 33-34.

¿Son «estos tipos» hayekianos? Si y no. Sí, porque la filosofía de Hayek es sin duda pertinente a la política y a la ideología mun­diales, además de a las nacionales, aunque solo sea porque la doctrina de la supremacía del mercado que propugnaba se ha ex­tendido globalmente; está en el mismo centro de lo que ahora lla mamos globalización neoliberal. Instituciones internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que trabajan codo con codo con el Departamento del Tesoro es­tadounidense, llevan décadas ocupados en aplicar políticas de privatización, favorables al mercado y debilitadores del Estado en todo el mundo. Las miles de paginas de los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio son minuciosamente explícitas sobre los derechos de las grandes empresas que hacen el comercio, pero no contienen ni una palabra sobre la protección de los trabajadores o del medio ambiente. Neoliberales de todas partes (incluidos países «comunistas» de nombre, como China) intentan reducir a la ciudadanía a la condición de consumidor, con total deprecio de los derechos humanos.

Susan George. El Pensamiento secuestrado. Ed. Sol90, Barcelona, 2009. 336 pp. Pàg. 42.

«Globalización» es una palabra escurridiza, acuñada para hacernos creer que todos vamos a compartir los beneficios el futuro. Nada podría ser mas falso. Quizá incluso el poderoso pero miope Estados Unidos descubra algún día que, mientras el mundo real cambiaba, estaba mirando en la dirección equivocada y perdiendo el poder que ni siquiera puede asegurar el mayor arsenal del planeta. Dependiendo de como aprovechen la oportunidad las demás naciones y de quien llene el vacío, esto podría desembocar en un mundo más seguro o en un más peligroso.

Susan George. El Pensamiento secuestrado. Ed. Sol90, Barcelona, 2009. 336 pp. Pàg. 132.

La inestable pirámide de la riqueza

En realidad, tienen pocos motivos para el optimismo. La distribución de la riqueza estadounidense está enormemente desequilibrada y cada vez lo estará más. En Estados Unidos, la punta de la pirámide esta hecha de oro macizo y la base de metal de baja ley. Lamento de nuevo todas las cifras, pero quizá puedan perdonarlas puesto que algunas son muy llamativas.

En 1980, la proporción de ingresos de un director general respecto de los del trabajador medio era de 42 a 1. En 2002, el director general ganaba más de 400 veces el salario del trabajador medio. Podemos mostrar este contraste de otro modo. En 1968, el director general mejor pagado de Estados Unidos ganaba lo mismo que 127 trabajadores medios o que 239 trabajadores que cobraban el salario mínimo. En 2005, el director general mejor pagado ganaba lo mismo que 7.443 trabajadores medios o que 23.282 trabajadores que percibían el salario mínimo. Otras comparaciones muestran hasta que punto valora la sociedad a los directores generales más que, por ejemplo, a los maestros de la escuela publica. Aquí la proporción es de un director general = 63 maestros de escuela medios en 1990, pera 264 en 2001.

El 1% de la población estadounidense más rica se ha apropiado de un tercio de la riqueza nacional total y el siguiente 19%, de otro 51%, lo que significa que el 20% de los estadouni denses más adinerados tiene el 84% del valor neto total (activo menos deudas). Esto deja solo el 16% para el restante 80% de la poblacion. Si sólo se tiene en cuenta la riqueza financiera (es decir, sin contar bienes inmuebles ni otros activos fijos), el 1% de la cúspide de la pirámide tiene el 40%, y el 20% de la parte su perior tiene un pasmoso 91%. Entre 1973 y 2005, los ingresos reales para el 5% de estadounidenses más ricos aumentaron aproximadamente un 50%.

Esto no es nada en comparación con el 0,001% de la cúspide. Suelo perderme con estos porcentajes tan pequeños y doy bandazos entre los sistemas de notación estadounidense y europeo: lo que quiero decir es que una persona de cada 10.000, o alrededor de 30.000 estadounidenses en total, son realmente los pocosy felices. Desde finales de la década de 1960 hasta finales de la de 1990, aumentaron su porcentaje de los ingresos totales estadounidenses del 0,5 al 2,5%. Dicho de otro modo, estos supermillonarios tenían tantos ingresos como el 15% de la población (pobre) de Estados Unidos, probablemente el único país del mundo donde 30.000 es igual a 45.000.000.

Esto en lo que se refiere a los ingresos. Volvamos ahora al valor neto, que es la riqueza total, que abarca todos los activos, incluidos los que no se pueden convertir rápidamente en efectivo (como bienes inmuebles, aviones privados o yates), menos las deudas. Según los datos de la Reserva Federal, en la década comprendida entre 1995 y 2004, el valor neto del 25% de la parte inferior de la pirámide aumentó en un 8%, mientras que el del 10% de la cúspides se disparó un 77% (como reflejo de las grandes subidas del precio de la vivienda, entre otros factores).

En términos de valor neto, se puede refinar más aún la cifra de 30.000=45 millones de personas, comparación que tiene en cuenta únicamente los ingresos. Cuanto más arriba se está en la escala del excito, mayor es la concentración de riqueza. Cada año la revista de negocios Forbes publica su lista de multimillo narios, que ricos y famosos esperan con avidez. A principios de 2007, los 400 estadounidenses más ricos tenían en total 1,25 billones de dólares o, si lo prefieren, 1.250.000 millones de dólares. ¿Y cuanto es eso? El 10% del Producto Interior Bruto de Estados Unidos, que la OCDE situaba en 2005 en 12.428 millo Iles de dólares.

A pesar de la globalización, que en todos los lugares arrastra la riqueza hacia arriba y la concentra en las enjoyadas manos de personas de otras partes del mundo, la cosecha mundial de 2007 de multimillonarios de la lista Forbes sigue siendo un 40% estadounidense. Ya saben que Bill Gates es el hombre más rico de la tierra, con 56.000 millones de dólares, según la lista Forbes de 2007. Pero ¿y la familia Walton, famosa por las tiendas Wal Mart, uno de los sitios donde trabajó Barbara Ehrenreich a cam bio de una miseria? La orientación de Wal-Mart es descarada mente derechista y religiosa; es en sus monstruosas tiendas donde los libros de la serie Los que quedan atrás, sobre el Ar magedón y el Rapto, empezaron a volar de los estantes. No hay duda de que el Señor ha cuidado de la familia fundadora: seis miembros de este clan dejan pequeño a Gates con un botín fa miliar total de más de 83.000 millones de dólares. Mientras tanto, durante los dorados años de Bush, desde 2000 hasta 2005, el numero de estadounidenses «gravemente afectados por la pobreza» aumento un 26% (hasta 16 millones). Los sala rios, la principal fuente de ingresos de la mayoría de la gente, cayeron un 6,5% entre 2001 y 2004·

Susan George. El Pensamiento secuestrado. Ed. Sol90, Barcelona, 2009. 336 pp. Pàgs. 274-277.

Las cifras de la Oficina del Censo confirman que una licenciatura universitaria es en la actualidad un requisito para tener éxito en la vida. En 2005, solo el 28% de los estadounidenses mayores de 25 años tenía una licenciatura universitaria de cuatro años, una titilación académica superior (un máster o un doctorado) o un título profesional en un campo como el Derecho o la Medicina.

Ese año, casi la mitad del país (el 46%) sólo tenía un título de secundaria. Otro 15% de jóvenes que habían abandonado los estu­dios carecía incluso de eso; el resto tenía vagos «estudios de nivel superior». ¿Qué pueden esperar de la vida estas diferentes categorías de personas? La mediana de ingresos (tantas personas por debajo como por encima) de los titulados en secundaria en 2005 era de 26.500 dólares, pero sólo de entre 17.400 y 20.300 para quienes carecían de un diploma de secundaria. Una licenciatura universitaria, en contraste, valía una mediana de 43.100 dólares en el mercado laboral, y un máster, 52.000 dólares: el doble de quienes sólo tenían una titilación de secundaria. En la vida de una persona, la diferencia económica debida al nivel educativo se puede medir a menudo en millones de dólares.

Estas distinciones de clase se perpetúan a si mismas y se refuerzan día a día en el «país de la igualdad de oportunidades». Incluso un centro universitario de primera categoría como el Instituto de Tecnología de California (Caltech), al que se atribuye una apolítica de admisión escrupulosamente justa para elegir de entre los numerosos aspirantes a ingresar en el centro (por ejemplo, no dando preferencia a los hijos de sus antiguos alumnos) contribuye a este proceso a pesar de sus elevados ideales.

Los encargados de admisión [de Caltech], seglin ellos mis mos, encontraron dolorosamente necesario rechazar a can didatos que tienen pasión y talento pero que, por haber asis tido a centros de secundaria inferiores, carecen de los cursos de colocación avanzados y calificaciones de exámenes que demuestran una buena preparación en ciencias.

El New York Times publicó las «palabras sinceras» que, según el ex presidente de un colegio universitario, siempre habían querido decir a sus alumnos de primer año, pero nunca se atrevió a decir:

Más de la mitad de los alumnos de primer curso de colegios universitarios selectivos, públicos y privados, proceden de grupos de familias de más ingresos. Díganme el código postal' y les diré a que clase de colegio universitario asiste con toda probabilidad un graduado de secundaria.

La desigualdad de razas y de género sigue planteando algunos problemas serios en la sociedad estadounidense, pero en el estrato social en el que están el tipo de personas que asisten a las buenas universidades selectivas estadounidenses ya no son las cuestiones dominantes. El obstáculo para el progreso ya no es la raza o el género, sino la pobreza, lo que equivale a decir que, problema es la clase social.

Susan George. El Pensamiento secuestrado. Ed. Sol90, Barcelona, 2009. 336 pp. Pàgs. 286-288.

La potència dels EUA

Por razones obvias, los cambios en Estados Unidos eran mucho más fáciles de observar que los cambios en la URSS, aunque no por ello fuera siempre más fácil distinguir los conceptos básicos. Es indudable que el para una potencia cada vez más fuerte y que tenía un papel muy importante mundo. A mediados de los anos cincuenta estaba habitado por cerca de un 6% de la población mundial, pero ya producía más de la mitad de los productos manufacturados del planeta. En el ano 2000, la economía del estado de California par si sola ya era la quinta más grande del mundo. En 1968 la población estadounidense superó los 200 millones de personas (frente 76 millones de 1900), de las que sólo una de cada veinte había nacido fuera del país (aunque al cabo de diez años se oirían voces preocupadas ante una ingente inmigración hispanohablante procedente de México y el Caribe). Después de 1960, el número de nacimientos subió mientras la tasa de nata lidad caía; en este sentido, Estados Unidos era único respecto a los principales países desarrollados. Había más estadounidenses que nunca viviendo en las ciudades y en los barrios de las afueras, y su probabilidad de morir de algún tipo de tumor maligno se había triplicado desde 1900, un dato que, paradójicamente, era una prueba fehaciente de como había mejorado la salud pública, ya que demostraba el creciente control de otras enfermedades.

En los anos setenta, la estructura industrial norteamericana, que gozaba de absoluta prosperidad, estaba dominada por compañías muy grandes, de las cuales ya manejaban recursos y riquezas mayores que las de países enteros, El peso de estos gigantes en la economía era tan grande que sólo provocaba preocupación en torno a los intereses del publico y el consumidor. Sin embargo, nadie dudaba de la capacidad de dicha economía riqueza y poder. Aunque luego se vería que no podía hacer todo lo que se pidiera, la fuerza industrial estadounidense fue la gran constante del mundo de la posguerra, y apuntaló el enorme potencial militar en el que inevitablemente se apoyaba la actuación del país en política exterior.

J.M. Roberts. Historia Universal. IV De la Primera Guerra Mundial a la actualidad. Ed. RBA, Barcelona, 2009. 400 pp. Pp. 270-271

Globalització

En el ámbito mundial, la «globalización» significa una concentración sin precedentes de la propiedad privada de los medios de producción, de

información y de intercambio y de los poderes reales de decisión y coerción. Estamos en la era de la mercantilización y la privatización del mundo. Ambas van de la mano. Y no se trata sólo de la privatización de las in dustrias y de los servicios, sino que se privatizan los seres vivos, el saber, el agua, el aire, el espacio, el derecho, la informa ción, las solidaridades, al igual que se privatiza la violencia y la guerra, con empresas mercenarias que se cotizan en bolsa. Esta contrarreforma liberal planetaria genera una cuádruple crisis: social, ecológica, democrática y ética. Social, porque la competencia de todo el mundo contra todo el mundo des truye las relaciones de sociabilidad y de civilidad; ecológica, porque las arbitrariedades del mercado a corto plazo minan las condiciones de reproducción de la especie a largo; de mocrática, porque la privatización reduce el espacio público a una piel de sapo y deja sin contenidos el debate de lo que esta en juego; y, ética, porque el macabro maridaje entre las biotecnologías y el mercado alimenta las desconfianzas sobre la humanidad del futuro.Así pues, la cuestión de la propiedad no se reduce a una cuestión de tipo jurídico o de técnica de gestión económica. La propiedad, solidaria con la lógica mercantil y la acumulación del capital, determina la sustracción de los medios de producción a los trabajadores, el fetichismo de la mercancía y la reificación de las relaciones sociales. Por ello, cuando en las manifestaciones de Seattle, Porto Alegre o Florencia se proclama que «el mundo no es una mercancía» y que no esta en venta, se golpea en el centro de los males de esta civilización: si el mundo no es una mercancía, si todas las cosas no se pueden comprar y vender, ¿qué lógica hay que establecer frente a la lógica despiadada del “individualismo de los propietarios”, de la carrera hacia el enriquecimiento, del interés privado y del cálculo egoísta?

Daniel Bensaïd. Cambiar el mundo. Ed. Sol90, 2010. 222 pp. Pgs. 33-34.

Deute exterior

X. Señoras y señores miembros del jurado, señoras y señores miembros del Tribunal:

En base a lo que hemos expuesto hasta aquí podemos afirmar que la deuda externa de los países del Tercer Mundo es jurídicamente ilegítima, económica y financieramente inexistente, socialmente insoportable, políticamente desestabilizadora y éticamente insostenible y que su subsistencia es parte del sistema mundial dominante caracterizado por la hegemo nía del capital financiero parasitario que funciona como una bomba aspirante del trabajo y el ahorro de los pueblos de todo el mundo, siendo los mas afectados los países pobres y dentro de ellos, los sectores mas desfavorecidos de la población.

XI. Señoras y señores miembros del jurado, señoras y señores miembros del Tribunal:Concluimos así nuestra acusación contra los estados, los go bernantes, las personas y las instituciones públicas y privadas autores, coautores y cómplices de una serie de delitos civiles y penales y de crímenes internacionales cometidos para gestar y desarrollar ese monstruoso cáncer económico, financiero y social que es la «deuda externa», cuyas víctimas son los pueblos de los países empobrecidos, en particular sus sectores más des­favorecidos y vulnerables.Podríamos referirnos, con relación al proceso de endeu damiento, al legado colonial que dificultó el desarrollo inde­pendiente de los pueblos del Sur en todos los aspectos: eco nómicos, políticos, sociales y culturales, pero esta exigiría un desarrollo más profundo que el tiempo disponible no permite hacer. (Pgs. 94-95)

El jurado solicita al Tribunal que dicte la sentencia con denando a los acusados por la comisión de todos o algunos de los delitos y crímenes cometidos y mencionados en este veredicto. Solicita además que declare a la deuda externa como inexistente, y por eso extinta, por ser odiosa, infame, llegal, usurera, injusta, fraudulenta, ilegítima y causante de la pérdida de soberanía nacional y de la calidad de vida de la mayoría de la población del Sur.

A la vez solicita al Tribunal que acepte las siguientes reco mendaciones:- Hacer un llamado a la unión de todos los ciudadanos presentes en este foro, a los pueblos del Sur y a aquellos ciu dadanos de los países del Norte solidarios con las causas de los pueblos a realizar campaña para asegurar la cancelación y el repudio de la deuda externa.- Iniciar procesos soberanos de auditorías independien tes de las deudas externas en nuestros países a fin de hacer una verificación contable y jurídica y establecer si existe aún una deuda a pagar, así como a establecer procedimientos participa tivos y democráticos de control sobre el endeudamiento.- Pedir a los Parlamentos de los países endeudados que in vestiguen el manejo que hicieron los responsables por generar la deuda y hacerlos legalmente responsables ante la justicia. - Exigir la restitución de las riquezas extraídas del Sur así como el pago por los daños causados por la misma. (Pg. 117) Extractes d’”Acusación y alegato final. Veredicto y sentencia. Tribunal Internacional de los Pueblos sobre la Deuda". (2002).Joan Martínez Alier; Arcadi Oliveres. ¿Quién debe a quién?. Ed. Sol90, 2010. 128 pp.

Els emergents guanyen pes a l'FMI

On sí que hi va haver acord va ser en l'esperada reforma del Fons Monetari Internacional (FMI). Finalment, Europa ha acceptat cedir dos seients en el directori executiu de l'organisme, format per 24 membres, i els països emergents, amb baixa representació, la podran augmentar fins cap al 6%.

Segons el director de l'FMI, Dominique Strauss-Kahn, els canvis són “històrics” i representen “la realitat de l'economia global”. Va destacar que es “posa fi a un debat de dècades sobre la legitimitat” de l'organisme. Abans del 2014, l'FMI haurà de completar la reforma de quotes. Quan entri en vigor, els 10 països principals de l'entitat seran els Estats Units, el Japó, Alemanya, França, el Regne Unit, Itàlia, el Brasil, Rússia, l'Índia i la Xina.

Segons Strauss-Kahn, “Europa decidirà com reconstruir el seu sistema”, tot i que encara no se sap quins països s'exclouran de l'òrgan de govern de la institució.

NOVA estructura DEL FONS MONETARI internacional

La reforma de l'FMI dóna a Espanya més pes en les decisions

Els països emergents escalen posicions en el nou repartiment de poder

Diumenge, 7 de novembre – El Periódico

La junta executiva del Fons Monetari Internacional (FMI) va aprovar ahir un paquet de «reformes de llarg abast» pel qual els països en vies de desenvolupament, la Xina en particular, augmentaran el seu pes en les votacions de l'organisme i Espanya veurà incrementats tant la seva contribució econòmica com el seu paper en el sistema decisori, segons el nou repartiment de poder.

Espanya puja tres llocs, del 16 al 13, amb un increment de més de mig punt percentual en proporció de vot, fins a l'1,9%. Pel que fa a contribució econòmica, els països que augmenten el nivell de representativitat en l'organisme hauran de pagar més.

Pel director gerent de l'organisme, Dominique Strauss-Kahn, aquesta reforma suposa en el seu conjunt, «un increment importantíssim de la representació dels mercats emergents i països en vies de desenvolupament» i, en termes generals, «una reforma històrica de la institució», segons un comunicat.

En virtut de la nova proporció, acceptada una setmana abans de la cimera del G-20 que tindrà lloc a Seül, «els 10 principals contribuents al fons representen ara els 10 primers països del món: els Estats Units, el Japó, Alemanya, França, el Regne Unit, Itàlia, Brasil, Rússia, l'Índia i la Xina». Així, «l'ordre dels països és igual a l'ordre que tenen en l'economia global», va afegir Strauss-Kahn.

LA XINA, TERCER PAÍS / Els Estats Units es mantenen al capdavant de la llista dels països amb una proporció més gran de vot de l'FMI, que no obstant ha estat reduïda des del 17% fins al 16,4% (amb tot, gairebé tres vegades més importància que el segon a la llista, el Japó). No obstant, el nou repartiment catapulta la Xina al tercer lloc dels països més ben representats, amb un pes del 6,07% en les decisions.

24/10/10 DIARI AVUI, PÀG. 19.