El puente anterior, finalizado en 1884, era un viaducto de 116 metros con estribos de mampostería y cuatro pilas de tubos cilíndricos huecos clavados 20 metros. Estaba diseñado para soportar 216 toneladas por juego de pilas. Aún se pueden apreciar restos de los pilares.
El Puente de Hierro, de celosía de hierro, se construyó en 1929 para salvar el Caño Sancti Petri. José Eugenio Ribera ganó el concurso de anteproyectos en 1925 y el proyecto definitivo de 1926 incluyó modificaciones en la cimentación. En este aspecto colaboraron los ingenieros Eduardo Torroja y Francisco Ruiz Martínez, realizando pilas de hormigón armado de 2,70 x 8 metros.
El macizo de la cimentación está formado por un cilindro de 7 metros de diámetro en cuyo interior lleva una cámara de aire comprimido que ensancha la base hasta 7,50 metros a una profundidad de 20 metros.
El puente mide 144 metros dividido en tres tramos de 48 metros de largo y 8 de ancho. El tramo central iba a ser móvil pero finalmente se descartó.