Cuervo, Dr.Angel Maximiliano

La muerte de Cuervo ocurrió el sábado 3 de febrero de 1940 en Montevideo. Esa

misma noche llegó la noticia a Fray Bentos donde se estaba festejando la iniciación del

Carnaval. De inmediato se suspendieron todas las festividades programadas y la

ciudad, sin excepciones, sintió la congoja de haber perdido a uno de sus más ilustres

ciudadanos, y no era para menos. La tremenda realidad hería en lo más hondo el

sentimiento de todo un pueblo, de este pueblo de Fray Bentos que veía desaparecer

para siempre en cruel e injusto designio, al médico humanitario y sabio, al bienhechor

sin reservas ni distingos, al profesor sin par, al amigo de todos, al hombre bueno y

noble, al Dr. Cuervo.

Este era el encabezamiento de una nota necrológica que ocupaba íntegramente

la primera plana y la página siguiente del periódico local “La Campaña” (10-II-1940).

Los restos del Dr. Cuervo fueron llevados a Fray Bentos el domingo 4 de febrero

y una numerosa columna de miles de amigos y ex pacientes fueron a recibirlos en la

carretera y los acompañaron hasta su domicilio donde se realizó el velorio.

Al día siguiente el cuerpo fue sacado a pulso cubierto por la bandera nacional y

llevado al Liceo Departamental, donde se había instalado una capilla ardiente en la

que se colocó el féretro alrededor del cual hicieron guardia de honor los alumnos

liceales. Una orquesta ejecutó música de Grieg y Chopin. Al salir del Liceo se formó

una enorme columna nunca vista en Fray Bentos. El personal del hospital, del que

Cuervo había sido el director, acompañó al féretro uniformado.

El cortejo llegó al cementerio donde la enorme muchedumbre, documentada por

fotografías de época, obligó a realizar la parte oratoria en la explanada frente a la

entrada. Diversas personalidades de las instituciones en las que había actuado Cuervo

hicieron uso de la palabra destacando sus méritos y expresando la congoja del pueblo

fraibentino.

Las crónicas de época muestran que el entierro del Dr. Ángel M. Cuervo fue un

acto apoteótico, reflejo de los sentimientos que este médico de excepción había sabido

despertar en aquel pueblo en el que había sido médico, profesor, investigador

científico y dirigente político, todo ello al más alto nivel posible.

El pueblo de Fray Bentos realizó todavía otros homenajes recordatorios. El 25 de

agosto de 1940 se colocó una estela de granito con una placa de bronce en la Rambla

Costanera que lleva el nombre de “Dr. Ángel M. Cuervo”. En el aula del Liceo en donde

Cuervo dictaba su curso se colocó su retrato y, finalmente, el Ministro de Salud Pública

resolvió denominar al Hospital de Fray Bentos “Hospital Dr. Ángel M. Cuervo”.

Cuervo es, dentro del grupo más destacado de los médicos del interior, un

paradigma de entrega a la profesión. Pero se destaca ampliamente por su obra de in-

vestigación científica original y definitiva y por su actuación pedagógica, siendo

recordado muchos años después con reconocimiento, admiración y cariño por los que

fueron sus alumnos.

Aquí se puede retirar excelente biografía del Dr. Cuervo. https://sites.google.com/site/spdrionegro/biblioteca/anaqueles-virtuales

cuervo-PorWash.Buño.PDF

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