Roslik Vladimir

Vladimir Roslik Bichkov (San Javier, Río Negro, 14 de mayo de 1943 – Fray Bentos, Río Negro, 16 de abril de 1984) fue un médico uruguayo, hijo de emigrantes rusos.

Se recibió de médico en la Universidad Patrice Lumumba, en la antigua Unión Soviética.

Asesinado por tortura en el batallón n.º 9 de Fray Bentos, su homicidio fue el último crimen de la dictadura cívico-militar en Uruguay (173-1985), pocos meses antes de la reinstauración del régimen democrático en el país.

San Javier: 15 años después

Mary Zabalkin:

amor, memoria e identidad

«¿Desdoblamiento o desfasaje? ¿Cuál es el término correcto?». Así comenzó el diálogo con Mary en la cocina de la casa de su padre, el viejo Miguel, el del eterno buen humor y penas bien escondidas. «Seguramente desdoblamiento» respondí sin estar seguro, pero adivinando desde el arranque a lo que Mary se refería: la desesperada búsqueda de su identidad que comenzó aquel 16 de abril en el que su esposo, Vladimir Roslik, fue marcado para morir.

«Hace quince años llegaron, se llevaron a mi esposo y me lo entregaron muerto. Así de simple. En pocas horas los hechos dieron la vuelta al mundo y se transformaron en noticia a nivel nacional y e internacional. Se me abrió un mundo de existencia pública que ni siquiera sospechaba que existiera. A su vez, tampoco pude vivir el duelo. A las 24 horas de eso tuve que ir a Montevideo a hacer todo lo que había que hacer. Después estuve varios años en tratamiento psiquiátrico.

Todo eso me pasó a mí, que había vivido 30 años en un pueblo como San Javier, que soñé con un novio y un esposo, que soñé con ser madre y lo fui y me encontré de golpe sola, agarrada de un bebé de cuatro meses.

Tenía que enfrentar a la prensa con todo el dolor que tenía, siendo la mujer simple que era y sigo siendo. No sé de dónde saqué fuerzas, pero había que salir, si no se perdía todo lo poco que quedaba. A mí me ayudó mucho la prensa. Si no fuera por ellos todo hubiera quedado tapado para siempre.

Me daba fuerza la rebeldía contra la injusticia de lo que habían hecho y sobre todo la mentira que querían armar en torno a lo que era un asesinato frío. Allí empezó el desdoblamiento del que te hablaba, sin saber bien quién era entre la vida pública que me imponían y mi vida privada destrozada.

Hoy miro para atrás en el tiempo y todo aquello me parece mentira, algo que vivió otra persona y no yo».

(Recuerdos de Mary Zabalkin, esposa de Vladimir Roslik recogidos por el Diario Noticias y publicada en http://www.smu.org.uy/publicaciones/noticias/separ99/art11.htm).