Anglo y UPM - Similitudes

LAS SIMILITUDES

ENTRE EL VIEJO ANGLO

Y

LA PROCESADORA DE

PASTA DE CELULOSA.

Rene Boretto Ovalle

Enero 2016

Es evidente que la mirada retrospectiva nos lleva a encontrar similares comportamientos del hombre en el uso del territorio y en el caso de Fray Bentos, para ver cómo, a través del tiempo, la zona ha despertado el interés para el afincamiento industrial.

Es ineludible, entonces, buscar hacer comparaciones que, desde ya, las hacemos inviables e ilógicas.

El comportamiento del hombre está marcado por sus intereses en la obtención de mejores recursos para su subsistencia económica y el traslado de la tecnología para su explotación. Cada ejemplo es individual, porque está generado por circunstancias sociales, geopolíticas y situaciones económicas en sus diferentes épocas. Lo que pudo haber sido una motivación para la instalación de una industria hace décadas en un sitio, hoy pudiera ser inviable o inconveniente. Quiere decir que no es posible encontrar casualidades de comportamiento similar pero sí es evidente que encontramos “causalidades” que pueden ser comunes a dos emprendimientos separados en el tiempo.

Esto sucede en la actualidad cuando se procura hallar cosas “parecidas” entre aquel emprendimiento industrial de la Liebig´s Company (posteriormente la Anglo del Uruguay) y los muy recientes de BOTNIA construyendo a escasos 4 kilómetros de Fray Bentos su planta de procesamiento de madera para extraer pasta de celulosa.

Hay, si se quiere, una motivación que sí se puede identificar: en ambos casos, han sido poderosos movimientos económicos en busca de materias primas y condiciones especiales de la geografía para poder explotar el rubro con el mayor rédito posible.

LA GEOGRAFIA: FACTOR FUNDAMENTAL PARA EL ASENTAMIERNTO INDUSTRIAL. Una empresa europea, necesitada de materia prima específica que le resulta mayormente difícil conseguir o producir en su tierra, elige el bajo Río Uruguay para instalarse y para ello ocupa un terreno en costas del río profundas, donde instala su fábrica con puerto ultramarino. En esas instalaciones fabriles, ocupa unos 5,000 obreros en su construcción y erige un barrio para ellos, convirtiéndose en la mayor inversión que jamás se haya visto en el Uruguay. Por el puerto, no solamente ingresa la última tecnología en maquinarias y sistemas de explotación de recursos, sino que egresa hacia el mundo, el resultado de una industria fenomenal. La actividad, genera una inmigración desde Europa que causa un fuerte impacto social, cultural y económico en la sociedad local. La fábrica, tiene una alta chimenea que se dibuja en el horizonte de la ciudad cercana y su humo, se convierte en el sinónimo de trabajo. A consecuencia de la fábrica y su actividad, el nombre de Fray Bentos se escapa del ámbito local y aún nacional, llegando al ámbito internacional.

Esta vista pudiera hacer pensar que todo lo que hemos dicho se refiere a BOTNIA, este gigantesco emprendimiento finlandés que se instaló en Fray Bentos en el 2005. Pero no... nos referimos a lo que pasó en 1865 en Fray Bentos con la Liebig Extract of Meat Company. Por un gran paralelismo, es lo que está sucediendo ahora mismo con esta fábrica, la más moderna y sofisticada planta de elaboración de pasta de celulosa del mundo. Mismo territorio, mismas características impulsando la radicación industrial. Solamente se cambió la materia prima: antes fue la carne; ahora es el eucalipto y la forestación, con 150 años de distancia entre ambas realidades.

ALGUNOS ASPECTOS QUE MARCAN LAS SIMILITUDES Y DIFERENCIAS.

EL MERCADO: DUEÑO Y SEÑOR DEL MUNDO. Es propio de una instalación industrial, seguir normas ineludibles, prácticamente “leyes” que son incambiables y se verifican constantemente. Una de ellas fue elaborada por el economista canadiense Harold Innis (foto) hacia la década del ´30. El decía que los comportamientos humanos son similares a la hora que se enfrentan a la economía política. Con un antecedente marcado por el investigador W.A. Mackintosh y un desarrollo posterior por Harold Adams Innis (1894-1952), la “Tesis de los recursos primarios“ fue desarrollada para explicar la “lógica” que se observa en estos casos.

Innis determinó en sus estudios la importancia que tienen los recursos naturales de un territorio para que, a través del comercio y el transporte, generar una serie de cambios sustanciales en la sociedad. En especial, sostenía que las redes de comercio y transporte, utilizadas como rutas para el trasiego de mercancías, generan en cada territorio cambios muy fuertes que llevan, en casi todos los casos, a darle una estructura especial al país, por la expansión del hombre y su cultura detrás de las materias primas y recursos explotables. De hecho entonces, las grandes influencias de las culturas humanas en movimiento detrás del comercio contribuyen al crecimiento de las sociedades.

Los llamados “patrones de asentamientos” son crudamente impactados por la explotación de los recursos de cada territorio. Como si fuese una ley invariable, cada vez que se procura desarrollar un proceso de explotación intensiva de un recurso primario –cualquiera sea él- lo primero que entra en juego es el papel de las comunicaciones y el transporte. En nuestro caso, la carne, desde sus lugares originarios –estancias, campos, etc.- debe hacer un camino obligatorio; primero hacia los lugares de transformación en productos y sub-productos y posteriormente, hacia los sitios a donde éstos se destinan, es decir los mercados.

Invariablemente, entonces, el hombre debe echar mano a recursos tecnológicos que faciliten el transporte de la materia prima básica, así como también aquella que se necesita para sostener el mismo proceso industrial, como la sal, el carbón y otros combustibles, las máquinas e implementos, etc.

Otro componente que no puede dejarse de lado es el recurso humano que sirve como mano de obra en los distintos estadios del proceso. De esta manera, el traslado del capital humano hacia los lugares de producción e industrialización se convierte en la base de todos los cambios sociales, culturales y económicos que impactan en la región. En nuestros casos, primordialmente, concentrados alrededor de los centros fabriles o las ciudades-puerto asociadas.

También la comunicación, la información y el desarrollo de los medios de transporte, se mueven dentro del mismo escenario e impulsados por los mismos intereses. De esta manera, el crecimiento y desarrollo del territorio se hace en relación directa con la explotación del recurso primario y no necesariamente pensando en el desarrollo global del país o territorio donde se encuentra.

Esto, causa un problema muy serio porque cada acción realizada por los detentores de la tecnología usada para este desarrollo, pueden colapsar –y ya sabemos que eso sucede- cuando por diferentes motivos se deja de explotar o se disminuye la acción en torno al recurso explotado. Un ejemplo muy claro lo tenemos en la Argentina y el Uruguay con el trazado de las líneas de ferrocarril, que se construyeron sobre la base de determinados intereses y que al desaparecer aquéllos, resultaron ineficaces para el sostenimiento del proyecto de progreso del país. Ese ejemplo también marcó indeleblemente los patrones de asentamientos humanos, creándose poblados en sitios que en su momento eran claves para la producción y que a través del tiempo perdieron esa característica.

También la industria de la carne marcó fuerte impronta en ambos países porque las guerras en Europa a finales del siglo XIX y mitad del siglo XX, desencadenaron una tremenda disputa de territorios para encontrar en ellos las materias primas necesarias para diferentes necesidades de los conflictos.

No debemos dejar de lado entonces, esta realidad que pauta todo movimiento comercial e industrial (y en consecuencia el destino de una sociedad) como lo es la exigencia de los mercados. Todo aparece, crece y se desarrolla, así como se deprime, se detiene y muere, al compás de las posibilidades de retener activos los mercados compradores de determinado objeto, valor o conjunto de mercaderías. Estamos, pues, en un mundo que cambia al son de esta música y como lo dijo muy bien el especialista en patrimonio industrial Eusebi Cassanelles cuando era el Presidente del Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial: “somos en la actualidad la primera generación humana que hemos visto nacer, desarrollarse y morir una secuencia del comercio y la industria mundial. Vimos surgir empresas, industrias e infraestructuras; las vimos crecer y darnos trabajo; vimos crecer las ciudades y los puertos, así como vimos como se enlazaba cada rincón de nuestra tierra con los ferrocarriles. Asimismo, vimos (sufrimos, mejor dicho) la paralización de esa industria y las nefastas consecuencias sobre la gente, sobre la población y sobre los recursos no renovables de nuestro ambiente… Vivimos en una generación, lo que nos marcó la “desindustrialización”.

LAS TECNOLOGIAS “DE PUNTA”. Otra similitud puede encontrarse en el traslado desde los confines del mundo hasta Fray Bentos, de los elementos tecnológicos, maquinarias y procesos modernos, para hacer funcionar el negocio: maquinarias y sistemas industriales que acelerasen o permitiesen mejor uso de los recursos. La Liebig´s Company fue líder al crear todo el sistema industrial mediante máquinas y procedimientos que no existían hasta el momento en el mundo y bajo la batuta técnica del Ingeniero Georg Giebert, se construyó todo este exitoso programa.

La Empresa BOTNIA hizo algo similar. Trasladó de los exitosos implantes industriales procesadores de la madera en Europa, un complejo sistema mejorado hasta considerarse como lo mejor del mundo, salvando aspectos importantes como los de conservación del medio ambiente y reciclaje de materias primas para maximizar la producción.

LOS RECURSOS DE LA AGRO INDUSTRIA. Si bien la Liebig´s Company puso sus ojos en los productivos campos y abundancia de ganado que habían hecho famoso al Río de la Plata desde el siglo XVIII, implantó formatos diferentes para que esos campos fueron adecuados a las funciones de modernidad en el manejo de ganado. No solamente impulsando el cercado de los campos, sino introduciendo noveles ideas en su manejo hasta diseñar el concepto de la “estancia moderna” y el concepto de “estancia de invernada” para recuperar animales antes de su faena.

En la “época Anglo” se sumaron en forma intensiva y extensiva los productos agrarios, con el envasado de frutas, legumbres y hortalizas.

Comparativamente, sólo podemos mencionar la intención del uso y explotación de los recursos de la tierra (en aquél caso la ganadería y el agro y en lo actual la forestación con eucaliptus). Tanto como la Liebig´s llegó a tener casi un millón de hectáreas en más de treinta estancias en Uruguay, Argentina y Paraguay, hoy día UPM y el proceso de la forestación amparada por la ley nacional, permiten ver una real diversificación de la explotación del ámbito rural con impactante cantidad de hectáreas plantadas.

LA INMIGRACION. También es un tema presente en ambas empresas, pero imposible de considerarlos comparativamente, puesto que si bien toda industria necesita mano de obra para funcionar, las épocas, los tipos de explotación y los requerimientos industriales, hace la gran diferencia entre la Liebig´s – Anglo y UPM actual. Es evidente que hoy día solamente se requirió la presencia de personal especializado del exterior que vino exclusivamente para la construcción de la planta de celulosa, y en los ejemplos ya dados de finales del siglo XIX y principios del XX, la inmigración fue no sólo una contratación pensada por la industria de la carne, sino que la evolución positiva y la necesidad de trabajadores, impulsó una verdadera corriente de inmigrantes principalmente europeos. Los estudios del investigador de Montevideo Alberto Douredjián, basados en las 10.500 fichas de obreros existentes de la década de 1920, demostró que casi sesenta naciones del mundo estuvieron representadas en Fray Bentos con sus inmigrantes.

Digamos como corolario que esta movilización masiva de población europea causó un impacto importante en Fray Bentos y su zona, por su duración y por la cantidad de trabajadores residentes cuando el Anglo ocupaba cantidad superior a los 3.500. Esa heterogeneidad de sociedades inmigrantes causaron también el efecto modificador de la sociedad local. La presencia de sociedades de Socorros Mutuos como la Cosmopolita, la Italiana y la Española, así lo atestiguan.

Según escribía en su libro el ya mencionado autor Alberto Douredjian: “Los inmigrantes en todo proceso migratorio, los flujos poblacionales intensos como es el caso del vivido por Fray Bentos en los momentos más álgidos de la producción de la Liebig y Frigorífico Anglo, representan una diversidad y dinámica cultural particular que altera la vida en el lugar, enriqueciendo en muchos casos los intercambios, modificando la vida, los gustos, las costumbres, la arquitectura, los modos de concebir el entorno y su interacción con el mismo, así como el comportamiento social y privado. Así los extranjeros, a medida que se establecen en la ciudad, forman familias, tienen hijos que se van integrando cada vez más en los diferentes espacios de socialización (escuela, juegos, las asociaciones, la vida en el barrio obrero, etc.), van siendo aceptados por la población nacional. Al mismo tiempo, comenzará un período en que estos lazos se fortalecen en la medida que los sucesos mundiales provocarán la unión de estos extranjeros con los obreros nacionales en la lucha nazi-fascista, así como la hubo en distintas instancias de la variada actividad laboral y cultural compartida.”

EL APORTE A LA COMUNIDAD. Dejando de lado el impacto económico que recibe directamente la sociedad por el efecto de sueldos generados para los trabajadores y las inversiones indirectamente relacionadas a los emprendimientos industriales, en los dos casos que estamos comparando vemos cierto desarrollo y afianzamiento de la “responsabilidad social”. En su momento, la Liebig´s Company aportó en obras de caminería, en materiales para mantenimiento del radio urbano y donaciones en metálico a instituciones de beneficencia, entre otros. Actualmente, la Fundación UPM también vuelca sus aportes a la comunidad, con serios estudios de hacia dónde se derivan los mismos, en especial para favorecer a las comunidades que están en su inmediato radio geográfico de acción.

Hacia 1920, la donación de la Liebig´s de terrenos a la comuna para favorecer su delimitación y agrimensura, permitió que alrededor de un tercio del radio urbano de la ciudad creciera con el asentamiento de la primera “cooperativa de viviendas” del Uruguay, donde se afincaron las familias obreras (las manzanas ubicadas desde Av. 18 de Julio hacia el sur y desde Plaza Artigas hasta el Ejido Chacras). También una extensión importante se hizo para construir un paseo público que es donde hoy reside el Parque Liebig´s y alrededores.

LOS IMPACTOS ECONÓMICOS. Las sumas de dinero y los capitales son siempre impresionantes. Tanto ayer como ahora. No pretendemos realizar un estudio económico como para encontrar diferencias o similitudes, pero es indudable que hay un impacto en la economía que se verifica en varios aspectos.

En la época “de la carne”, en una población de Fray Bentos de apenas 12.500 habitantes, había 4.000 que tenían asegurado su empleo (a veces sólo zafral) en la industria frigorífica. Muchos obreros significaron en entrevistas que pudieron construir sus casas propias y mejorar su situación social con el trabajo en el Anglo. Fue evidente, coincidente con la Segunda Guerra Mundial, cómo trabajó el área rural cercana a Fray Bentos y otras del interior más profundo, colocando sus materias primas para ser elaboradas, enlatadas y exportadas a mercados muy necesitados de alimentación.

En la actualidad, no obstante UPM está dando trabajo directo a unas 500 personas, sobrepasan las 4.000 que se benefician con la explotación de rubros muy disímiles pero referidos al movimiento de la fábrica de celulosa.

René Boretto Ovalle

Cel. 099 561 327

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