9.-Fase 5 del proyecto personal. Tiempo

Cada semilla necesita su tiempo para crear la planta y producir los frutos.

Cada proyecto necesita su tiempo

Una semilla de fresa produce sus frutos en un año. Una de naranjo necesita varios para producir en plenitud.

Durante ese tiempo van apareciendo diferentes manifestaciones de que el proceso va siguiendo su curso.

Hemos de dar tiempo para que el proceso vaya a su ritmo y vigilar, por sus manifestaciones, que va siguiendo su curso.

Hemos de tener en cuenta, en esta vigilancia, que además del tiempo del proceso existe el tiempo personal, nuestra percepción personal del tiempo.

El tiempo de reloj es constante, pero nuestro tiempo personal es elástico.

Es acortado y alargado en función de las circunstancias y actitudes personales.

Así, cuando caemos en la impaciencia el tiempo se hace eterno. El final de un minuto esperando a alguien , por algo que consideramos importante, puede parecer no llegar nunca.

En sentido contrario, la concentración hace que perdamos la noción del tiempo. Una noche de diversión puede parecer que se ha acabado a poco de comenzar.

Por ello hemos de tener presente nuestra previsión del proceso y, cuando entremos en la impaciencia, contrastar las señales con las previsiones en tiempo de reloj. O contrastar nuestras percepciones con personas externas, no implicadas.

Además ese tiempo que exige el proyecto nos plantea el interrogante del buen o mal uso que hacemos de él.

Saber programar y priorizar lo importante sobre lo accesorio es fundamental. Dedicar nuestro tiempo primero a lo urgente e importante y después a lo importante, nos permite afrontar la tarea de una manera adecuada, sin prisas y angustias innecesarias.

Lo no importante ha de ocupar siempre un papel secundario, de relleno. Solo cuando hayamos terminado con lo importante nos dedicaremos a ello. Primero lo urgente y no importante y finalmente lo no importante y no urgente.

Hemos de tener especial cuidado con lo urgente y no importante. Su ruido puede impedirnos ser productivos y progresar. Hemos de aislarlo.

Tengamos en cuenta que desde la comodidad, nuestra tendencia es a ocuparnos en primer lugar de lo no importante. Como tal, no produce la misma angustia que lo importante, pues si fallamos no ocurre nada grave. Lo importante va cargado con la angustia de un posible fallo. Y si además de no importante es no urgente podemos relajarnos al hacerlo o dedicarnos a "como que lo hacemos".

De esta tranquilidad suele sacarnos lo urgente. Si es urgente y no importante, pidiendo paso de forma ruidosa. Si es urgente e importante, llenándonos de prisa y angustia.

A veces lo urgente e importante no es posible realizarlo antes de que se presente de esta forma; pero, en muchas ocasiones, podríamos haberlo resuelto antes, cuando aún no era urgente.

Programar, organizar la agenda y buscar que se cumpla de una manera eficaz, nos ayudará a llevar con mayor bienestar y seguridad nuestros proyectos..

Y no olvidemos, entre las tareas más importantes que necesitamos tener en cuenta, mantenernos física, mental y emocionalmente tonificados, y cuidar de las personas que nos son queridas.

"Mira que yo soy mujer y mi hermano Alberto era mayor que yo y muy fuerte; pero cuando íbamos a guadañar el no había hecho aún la mitad de su parte del prado y yo hacía rato que había terminado la mía. El no sabía afilar bien la guadaña y tenía el filo siempre mochado"