6.5.- Mirar en Positivo

"Preocuparnos, lamentarnos, rumiar nuestras debilidades o las dificultades que encontramos en la vida quizá nos sirva para "justificarnos"; pero no creo que consiga hacernos más felices.

Mirar de frente la vida, ocuparnos de ella y ser capaz de encontrar las oportunidades que nos ofrece, muy probablemente aumentará nuestra capacidad de felicidad y nuestra eficacia.

Vivir en positivo no es negar la realidad. Es partir de la realidad y aprender a mirar, para ver aquello que nos limita; pero, ante todo, ver aquello que hace posible que encontremos la opción más favorable. Es aprender a mirar las posibilidades, las capacidades y potencias personales; aprender a reconocer las oportunidades del entorno y ser capaz de hacer esa conexión mágica entre nuestras posibilidades y las oportunidades que nos ofrece el entorno, por pobre o negativo que éste nos parezca."

Hay bastante consenso en cuanto a que una actitud positiva ante la vida facilita conseguir objetivos y bienestar personal. Aunque hay divergencia en definir hasta que punto.

Entre los muchos enfoques, que tratan de explicar la diferencia en efectividad personal entre una mirada en positivo y una mirada en negativo, voy a desarrollar uno centrado en el uso de la energía personal disponible..

Una energía limitada en cuanto a disponibilidad, pero que, según nuestra actitud, podemos malgastar y bloquear o incrementar y utilizar con eficacia.

Previamente deseo proponer dos principios relacionados:

1. Principio de la economía energética

Este principio nos recuerda que nuestros recursos son limitados y nos empuja a no malgastarlos. Digamos que si me invitan a una fiesta , a la que no tengo obligación de ir, y mis expectativas respecto a ella son de una fiesta aburrida y sin personas que me puedan interesar, lo más probable es que prefiera dedicar mi tiempo y mi energía a otras cosas. Lo contrario ocurriría si mis expectativas fueran de una fiesta muy divertida y con personas que me gustaría estar.

El principio de economía energética me dice: no dilapides tus recursos o aprovecha esta oportunidad.

2. Principio de la meseta

Este principio se refiere a la curva del cansancio en relación al tiempo.

Podría parecer que la curva del cansancio debería ir incrementándose de una manera proporcional según el tiempo. Pero, si nos paramos a pensar un poco , podemos darnos cuenta de que no es así. De hecho en el esfuerzo prolongado el cansancio se va incrementando de una manera más o menos proporcional hasta que aparece un punto de crisis. Si se consigue superar ese punto se entra en una casi meseta, en la que el incremento del cansancio es menor, pudiendo resistir hasta límites inesperados. Suele ser en el momento que paramos cuando el cansancio completo aparece de golpe, si paramos terminamos agotados en el suelo, pero si no lo hacemos quizá duremos algún quilómetro más.

En la preparación de pruebas de alto rendimiento, como en la maratón, se habla del muro. Entre los kms 30 y 35 suele presentarse esa situación crítica, que puede terminar en una pájara o en una dinámica que haga muy probable terminar la prueba. Los consejos para abordarlo son referidos a la preparación física y al hecho psicológico, con visualizaciones, hablarse en positivo, uso de amuletos, recuerdos u otras forma de apoyo...

http://altorendimiento.com/psicologia-deportiva-3/

"Para muchos corredores de maratón “golpearse contra el muro” es un hecho real. Pero los corredores con éxito comprenden que el muro es un estado mental así como un estado corporal. Conforme vaya disminuyendo tu cadencia y la carrera se vaya haciendo más dificultosa, tu mente tiende a preocuparte y centrarse en posibilidades negativas. Cuando empieces a entrar en pánico y la fatiga comience a escalar, muy pronto la palabra stop entra en tu mente. Eso es el “muro”".

Seguramente todos hemos vivido con nuestro hijos momentos en los que su falta de interés por la actividad física que les propusimos hizo que se sintieran agotados a poco de empezar. Y también momentos en los que su interés y entusiasmo les llevó a una actividad intensa de la que parecía no cansarse nunca.

Ese día el niño le dijo a su padre que quería enseñarle el barco de vela catalana en el que habían ido de excursión. Estaba en el puerto a varios Kms de distancia.

-Vale. ¿Cómo quieres ir, en bus o andando?

- Andando

Padre e hijo se ponen en marcha a ritmo ligero. Cuando van por la mitad del camino el niño dice:

- Papá ¿tú te cansas?

- Claro, mi amor.

- Pues yo no me canso

- ¿Ah, sí? , ¿cómo es eso?

- Pues porque cuando me canso llamo al gnomo David y ya no me canso

Llegaron al puerto. El barco no estaba ese día donde esperaban.

- ¿Volvemos para casa?

-Sí

- ¿A pie o en bus?

- A pie

- No, mi amor. Mejor en bus

El niño, sin saberlo, había encontrado un truco para abordar el muro.

Para la explicación de la utilización de la energía disponible utilizaré dos círculos: el círculo de la impotencia y el circulo de la excelencia personal.

En la descripción de los círculos partiré de situaciones extremas. La energía en un campo de tensión continuo, no discreto. Podemos verlo como un campo magnético con un polo positivo y otro negativo; en los que positivo y negativo no tienen valor moral, sino de fuerza. Normalmente nos situamos entre ambos polos, más cerca de uno o de otro, pero raramente en los extremos. En los polos introvertido-extrovertido pocos están extremadamente en uno de los polos. Pero es en los extremos donde la forma de actuar de cada polo se manifiesta con más claridad. por eso voy a partir de situaciones extremas; por la claridad que aportan a los mecanismos de acción.

Comencemos con el círculo de la impotencia.

Este círculo parte de la sensación psicológica de impotencia. El mensaje es NO PUEDO. No un no puedo de palabras; un No puedo de profundo convencimiento.

La salida normal del no puedo es no lo hago. ¿Porqué voy a desperdiciar mi energía escasa en algo que no me va a dar réditos?

Cojamos u niño pequeño que está comenzando a desarrollar su psicomotricidad. Está en la edad en la que sus amigos comienzan el aprendizaje de ir en bicicleta. Desea probarlo también. Pero su madre está muy temerosa de que se haga daño. Ya no le permitió experimentar con los tronquitos del parque debido a ese miedo. Así que se lo prohíbe, de momento, y le alecciona sobre los peligros. Va creciendo, sus amigos dominan cada vez más la bicicleta y en él lo que crece es la vergüenza. Pasa el tiempo y sus amigos se animan a probar con el skate . Quizá un día hace un intento, pero se ve completamente inútil. Sus amigos han ido adquiriendo sentido del equilibrio con la bicicleta y ahora transfieren ese aprendizaje al skate. Él comienza desde cero. Poco a poco va llegando a un convencimiento: es un patoso. Su posición con respecto a sus amigos se ha ido empobreciendo. Cada vez a más distancia de sus habilidades.

La impotencia paraliza. Tenemos a esa persona con el no puedo impregnando todo su cuerpo y toda su mente.

Es amiga nuestra y tratamos de animarla. "¡Venga! has de probar, ¡El no ya lo tienes!". Se siente paralizada y a la vez presionada a la acción. "Bueno, tendré que intentarlo". E inicia su círculo de acción.

Inicia su acción con una declaración de intenciones: "lo intentaré". No dice "lo haré". No, dice "lo intentaré". No puedo, pero lo intentaré.

La lógica - el principio de economía energética - aconseja "Vale, voy a probar durante una o dos horas a preparar el examen de matemáticas, para las que soy absolutamente negado". La lógica dice, en la prueba gasta una energía limitada y el resto resérvala.

Vale lo intentaré. Pero no sé porqué mi mente se enroca en comeduras de coco continuas, en distracciones,... La angustia de saber que no puedo va ocupando mi mente. "¡Llevo una hora, solo he hecho dos líneas y no entiendo nada!".

He decidido dedicar algo de mi energía y la estoy gastando en angustia. ¿Y además aparecen las dificultades. "Es que esto es muy difícil, no hay quien lo entienda!"

Siempre aparecen las dificultades.

- ¿Te gustaría un mundo sin dificultades?

- Hombre, ¡Claro!

- ¿Practicas algún deporte?

- El futbol

- ¿Que prefieres?: ¿Jugar aburridos partidos en los que ganéis por 20 a cero o un liga en la que lo hagais por la mínima en emocionantes partidos?

- ¡¡??!!

Las personas necesitamos dificultades que nos permitan obtener logros. Los logros son nuestro alimento. La vida nos recompensa con ellos. Si no, entramos en hastío y falta de sentido.

Para las dificultades esta persona tiene una palabra: "problemas". Los problemas parecen cargados de una parte oscura que chupa la energía en un pozo sin fondo.

¡He reservado parte de mi energía disponible, la angustia se ha ido l levando el resto y ahora aparecen los problemas que me vacían más!.

Poca energía disponible queda para afrontar de forma efectiva el intento. Por ello lo más probable es que no consiga el objetivo.

Y para cuando no consigue el objetivo también tiene una palabra: "fracaso". "soy un fracasado". "Ves como no puedo. Y queda reafirmada su impotencia , qué hará más difícil intentarlo de nuevo, y que, si lo intenta, use menos energía y consuma más en angustia y problemas.

Ha profetizado que no podía y se ha cumplido. Cuando se trata de una profecía de fracaso, la profecía autocumplida acierta en un gran número de casos. Es muy eficiente en conseguir que ocurra el resultado profetizado.

Pero, a pesar de la profecía, a pesar de la mucha energía desperdiciada y la poca que queda para la acción, a veces, se consigue el resultado. El intento consigue su propósito. ¡Qué bien!.¡Lo he logrado y , por tanto, aumentará mi confianza!

Estaría bien que fuese así. Pero , si la persona es lo suficientemente experta en la impotencia y el fracaso, tendrá preparada una trampa final para invalidar el logro. Le llamo Interruptor de logros.

Objetivamente ha obtenido un logro, pero no se lo atribuye.. Lo atribuye a factores externos a él: "es que he tenido suerte", "es que me han ayudado"... Lo importante es que ese logro no es suyo. Disfruta de él, sí, pero no aumenta su confianza. No ha bajado más al fondo del pozo, como en el fracaso, pero tampoco ha subido más cerca de la superficie.

El círculo de la impotencia es un círculo vicioso, en el que se empeora o se queda igual.

Desde este enfoque, para romper este círculo son necesarias dos cosas:

· Que existan logros

· Que la persona se atribuya esos logros.

Así, en un proceso de ayuda se debería tener cuidado con el equilibrio entre ayudar y recibir reconocimiento. Si la persona que ayuda tiene mucha necesidad de reconocimiento puede boicotear, de manera no consciente, el proceso de aceptación del logro por la persona ayudada. Puede, sin quererlo, reforzar el interruptor de logros enviando el mensaje: "con mi ayuda puedes lograrlo", que puede ser traducido por "sin tu ayuda no puedo lograrlo", "No puedo". Incluso, en actuaciones de "amor" y ciertas situaciones, la ayuda puede ser en la sombra absoluta, sin esperar ningún reconocimiento. Porque lo que importa es que la persona pueda ir atribuyéndose logros e incrementando su confianza.

Circulo de la excelencia personal

Excelencia personal, es decir, dar lo mejor de sí mismo. No es un proceso de comparación con los otros, ser el mejor o de los mejores del grupo. Es un proceso de comparación de los resultados obtenidos con las potencialidades personales.

Otra vez recordar que "Poder" no se refiere a decirse "puedo", sino a la sensación profunda de poder que, normalmente, nace de experiencias existenciales. Por eso para romper el círculo de la impotencia no sirve solo decirse puedo, sino que se ha de entrar en un proceso de obtener logros y reconocerlos.

Habiendo desarrollado el círculo de la impotencia, el círculo de la excelencia personal se explica por sí solo.

De manera resumida:

Como puedo hago las cosas. Al hacerlas aumenta mi conocimiento y experiencia. Me enriquezco.

En el ejemplo del niño, aunque se caiga una y otra vez, aprenderá a andar en bicicleta, lo que le preparará para el skate. Más de una vez se sentirá "un crak".

La persona que está en este círculo no necesita que lo convenzan para actuar. Sabe que tiene poder para obtener los resultados, y si cree que son suficientemente gratificantes, se pone a actuar.

No dice "lo intentaré", dice "lo haré".

Pone toda la carne en el asador, toda la energía disponible al servicio de la acción.

La acción le tensiona, pero de una manera positiva. No entra en angustia sino que se activa y entra en concentración. La concentración le lleva a detraer energía de donde no es necesaria para utilizarla en lo que está haciendo en ese momento. Puede entrar en un proceso de "fluir" , en el que parece que la energía se mueve sin dificultad por todo el ser y pierde la conciencia del tiempo, como si estuviese viviendo un instante atemporal.

Cuando aparecen las dificultades las considera "retos". Y estos le impulsan a buscar energía en los rincones más inesperados y generar una potencia que puede llegar a ser sorprendente.

Esta capacidad para mover toda su energía disponible , e incluso incrementarla, con la concentración y la asunción de retos, hacen que sus posibilidades de éxito puedan llegar a ser muy grandes. Cuando lo consigue es un logro más que incrementa su autoconfianza.

Pero en ocasiones, a pesar de todo, la eficiencia al poner en marcha su energía no consigue su objetivo. Estos momentos no lo mira como fracasos, sino como "errores". ¿En qué me he equivocado al afrontar este reto?. ¿Me ha faltado preparación?, ¿he tenido errores de cálculo?...Entra en un procesos de reflexión y contraste de sus expectativas con la realidad. Y lo convierte en un aprendizaje.

No habrá logrado su objetivo, pero ya sabe más. Estará mejor preparado para otro momento en que vuelva a asumir el mismo u otro reto.

Su círculo es virtuoso, de ganar o ganar. Ganar un logro o ganar conocimiento.





En definitiva, el círculo de la impotencia nos empuja hacia el desánimo, la insatisfacción e, incluso, la depresión.

El círculo de la excelencia personal nos promueve la confianza en uno mismo y la satisfacción vital.

Partiendo de una misma energía disponible, nuestra actitud mental va a generar un proceso de bloqueo de esa energía o un proceso de uso eficiente, e incluso incremento , de la misma.