7.- FASE 3 DEL PROYECTO PERSONAL: Sembrar. Pasar a la Acción

Así como no hacer una pausa para preparar el terreno y actuar apresuradamente puede llevar al fracaso prematuro, una preparación excesiva puede llevar a la parálisis y a la pérdida de oportunidades.

En el ciclo agrícola hay un tiempo para sembrar. Hacerlo fuera del tiempo que corresponde aumenta las posibilidades de fracaso, por no encontrar el clima adecuado para el desarrollo de la semilla.

En lo que concierne a nuestros proyectos, buscar el momento más oportuno, o crear el clima que pueda generar la oportunidad, aumenta mucho nuestras posibilidades de éxito.

Pasar a la acción nos reta a un examen fundamental y, para muchos, inquietante: un examen de realidad.

En nuestros proyectos podemos considerar diferentes escenarios y preparar la acción. Pero, por más que pretendamos lo contrario, la respuesta del entorno, sobre todo si depende de la acción de otras personas, es siempre incierta.

Así se nos presenta una decisión para pasar de la preparación a la acción: ¿Cuánta seguridad necesito?.

Hay quien pide 100% y esto es paralizante. ¿Cómo conseguir el 100% de seguridad? Siempre me aparece algo que aún me parece no controlado.

Recuerdo algo que nos dijo en un grupo de trabajo Eduardo de Gracia: "Las cosas importantes en la vida, siempre, las hacemos cuando aún no sabemos".

Nos ponemos a vivir con una pareja cuando no sabemos cómo es vivir con ella. Tenemos un hijo cuando no sabemos cómo es educarlo. Aceptamos un ascenso a jefe cuando no sabemos qué es serlo en esa empresa...

Porque el conocimiento, si no está acompañado de experiencia, nunca es completo. Porque cada experiencia tiene algo de único y, por tanto, incierto. Una incertidumbre que puede atemorizarnos o excitarnos.

Mantenerse en la preparación y no pasar a la acción es mantenerse en la zona de confort. Importante para recuperar fuerzas, pero paralizante si no te atreves a salir a la incertidumbre para desarrollar tu potencialidad.

"¿Cuánta seguridad necesito para pasar a la acción?"

¿Qué es lo peor que te puede pasar?

Puestos a buscar lo peor de lo peor , parecería que llegaríamos al extremo de la muerte. "Lo peor que me puede pasar es la muerte".

Pero, mirándolo con detenimiento, lo peor no es la muerte. De hecho, el índice de suicidios en los países desarrollados es bastante alto. Y un suicidio ocurre porque hay algo que se considera peor que la muerte.

Si fuésemos puro animal, cocodrilos por ejemplo, sería la muerte. No conozco casos de cocodrilos que se suiciden. Más bien parece que el instinto de supervivencia es algo insuperable para ellos.

Pero somos personas. Somos una síntesis de cuerpo y espíritu: cuerpo, mente, alma y espíritu. Sensaciones, pensamientos, sentimientos y valores (trascendencia).

El cocodrilo no sabe que va a morir, que tiene una existencia temporal. Para nosotros la consciencia de temporalidad, de la muerte, es fundamental.

Por eso, más allá de la muerte, nos definimos por algo trascendente: nuestra valía. ¿Qué hago yo aquí?. ¿Qué sentido tengo?. ¿Cómo me consideran los otros?. ¿Cuál es mi valía?.

Y podemos sentir que la ponemos en riesgo en todo momento. Cualquier examen de realidad podemos sentirlo como un examen de nuestra valía.

Suspender un examen de mates siempre tiene un coste, es una putada: tendré que estudiar de nuevo para recuperarlo. Pero si siento que en ese examen me juego si valgo o no valgo para las mates..., o aun más, para estudiar..., o para ser algo en la vida..., o para responder a las expectativas de mis padres.... la carga puede ser terrible. ¿cómo afrontarlo sin perder mi valía? ¿Cómo afrontarlo para no recibir la sentencia más terrible?.

Kazim una y otra vez repite un esquema en sus estudios. Cuando tiene tiempo de sobra para preparar los exámenes o trabajos los va dejando , con la intención de comenzarlos "cuando haya que hacerlo para poder aprobar". Pero cuando llega ese tiempo, indefectiblemente, situaciones "imprevistas", "inesperadas", "urgentes" le impiden prepararse o abordarlos. Así va acumulando suspenso tras suspenso. Si ocurriese eventualmente podría ser casual. Pero es un esquema repetitivo, por lo que parece ser una forma de actuar con un propósito. ¿Qué gana Kazim con ese esquema de acción?

Fátima , sin embargo, tiene otro esquema completamente diferente. Desde el primer momento que puede, por mucho que falte para los exámenes o presentaciones de trabajos, se concentra en estudiar y prepararlos. Suele sacar muy buenas notas. Pero en sus conversaciones con los compañeros y amigas su mensaje es, indefectiblemente: "no he podido estudiar suficiente", "no me ha dado tiempo para prepararlo". ¿Que gana Fátima enviando esos mensajes?

Son dos esquemas que puede estén movidos por la misma fuerza: el miedo a perder la valía.

Kazim gana poder decir: "Los imprevistos me han impedido estudiar. Si hubiera podido estudiar habría aprobado". He suspendido, pero lo importante es que soy válido.

Fátima se está previniendo ante el temor a perder su valía en caso de suspenso o mala nota. "Es porque no puede estudiar suficiente y prepararme bien"

En ambos casos, algo importante, un examen, lo están convirtiendo en algo trascendente: me juego mi valía.

Para poder pasar a la acción "más descargados", hemos de aprender a dar a las cosas su justo valor: ni desvalorizarlas, ni sobrevalorarlas.

Es importante aprobar un examen o un curso. Se supone que nos importa lo que estamos estudiando; sino mejor dedicarnos a otra cosa. Pero no es trascendente. No nos jugamos nuestro valor como personas. Por suerte, somos seres inmensamente más ricos y diversos como para aprobarnos o suspendernos con un examen.

Si no pasamos a la acción no obtendremos resultados. La energía acumulada en la preparación tiene que hacerse realidad a través de la acción..Tendremos que afrontar la incertidumbre. Cada uno desde su manera personal

Los hay que arriesgan mucho y están dispuestos a ganar o perder mucho.

Los hay que necesitan una base de seguridad más grande, y están dispuestos a ganar menos , para asegurarse pérdidas menores.

Cada uno desde su capacidad de riesgo, es aconsejable prever escenarios diferentes (por ejemplo: optimista, realista, pesimista....), y, en función de ellos tener preparadas alternativas.

Si en el peor de los escenarios hay una salida, ya podemos arriesgarnos. Saber que se puede salir del peor de los escenarios, a pesar de las pérdidas, da una gran seguridad.

Asegurarse de tener las herramientas para ir resolviendo los retos que nos vaya presentando la incertidumbre. Confiar en nuestra capacidad para hacerlo.

¿Y cómo comienzo? La solución en un proverbio oriental: "Un viaje comienza siempre con un primer paso".

¿Con qué paso? Si primero avanzo con el pie derecho, depués tendré que adelantar el izquierdo.. y viceversa.

http://altorendimiento.com/psicologia-deportiva-3/

"Empieza con el primer paso

Pensar en cubrir más de 42 km. puede intimidar. Por lo tanto, evita fascinarte en seccionar la carrera en partes más pequeñas.

1. Identifica corredores en el recorrido que puedas alcanzar.

2. Encuentra puntos fijos a lo largo del recorrido y dirígete hacia ellos.

3. Céntrate en el “próximo” km. o en los “próximos” 30 minutos de carrera. Seguramente, podrás completar otro km. u otra media hora. Enlaza estos bloques y te encontrarás cruzando la línea de meta.

¿No es ese el objetivo?"