6.- FASE 2 DEL PROYECTO PERSONAL: Preparar el terreno

Por más que el proyecto esté conectado con nuestro propósito, -porque por su naturaleza pueda producir lo que queremos- , y sea adecuado para nosotros, -por estar conectado con nuestras capacidades e intereses-,... una acción apresurada puede llevarnos a un fracaso prematuro y a un desengaño.

Es mejor tomarse la pausa necesaria, en función del tipo de proyecto, para que cuando pasemos a la acción no desperdiciemos recursos y, sobre todo, no encontremos un fracaso que nos desanime, donde podemos encontrar un éxito que nos fortalezca.

Cuando llega el momento la naturaleza comienza su labor de siembra. Una labor creativa y eficaz a largo plazo, pero que en el corto plazo ha sido muy mejorada por la agricultura. El campesino antes de sembrar prepara el terreno. Un platanero enviará miles de semillas al viento para que unas pocas arraiguen allí donde encuentren un terreno propicio. El agricultor prepara el terreno para que sea propicio y consigue que arraiguen no solo unas pocas semillas, sino prácticamente todas. Puede incluso permitirse el lujo de descartar las que han arraigado con menos fuerza.

Pertenece a la cultura humana preparar el terreno para hacer más eficaz la siembra. A la diferencia entre que una semilla caiga, por azar, en un terreno adecuado y que sea sembrada en un terreno previamente preparado, Alex Rovira le llama la suerte frente a la Buena Suerte. La Buena Suerte del que ha ido preparando su proyecto de vida frente a la suerte del que ha sido agraciado con la lotería. Las personas de éxito, normalmente, lo son porque han tenido Buena Suerte, trabajada, preparada. De hecho está comprobado que, a pesar de su suerte, bastantes agraciados con la lotería vuelven, al cabo de unos años, a una posición parecida a la anterior al premio.; su falta de capacidad para crear espacios de Buena Suerte, de administrar , le lleva a un derroche o mala administración del premio conseguido.

Prepararnos y preparar nuestro entorno para hacerlo propicio es preparar el terreno para la acción.

Despedregar, roturar, airear, abonar, humedecer... son labores del agricultor para preparar el terreno para la siembra.

¿Qué podemos hacer nosotros para prepararnos para nuestra siembra?

Propongo una serie de actividades, basadas en nuestras capacidades, universales, que pueden servir a cualquier proyecto.

Son las siguientes:

1. Informarse y Formarse

2. Hablar, Comunicarse

3. Escribir

4. Relacionarse, Crear Redes

5. Mirar en positivo

Preparar nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras emociones y nuestro espíritu, para que nuestras acciones sean eficaces y satisfactorias.

Prepararnos para llevar con nosotros las herramientas necesarias para ir respondiendo a las incertidumbres del camino. Porque el camino siempre será incierto, pero, si estamos preparados, podremos confiar en nuestra capacidad para superar las dificultades que vayan apareciendo.

Pongamos en valor nuestras capacidades, para poder dar lo mejor de nosotros mismos.