8.- Fase 4 del proyecto personal: Cultivar. Cuidar el crecimiento

Quitar malas hierbas, airear, roturar, regar, abonar, ayudar a la planta a combatir enfermedades y plagas, proteger de animales dañinos, crear un clima propicio (hibernadero..), etc.

Mantener las actitudes que nos ayudaron a preparar un terreno propicio para sembrar. Mantener el terreno propicio para el crecimiento.

Integrar el desarrollo del proyecto en las pautas de vida personal. Manteniendo , asimismo, el espacio personal para regenerar la energía propia.

Poner el corazón en el proyecto, pero no apegarse a él. Permitirle continuar desarrollándose.

Permanecer abierto a los cambios, a las transformaciones... No intentar torcer su naturaleza, sino desarrollar todo el poder que hay inherente en él.

Cuando era un proyecto, en la mente, no pudimos conocerlo realmente. El conocimiento real solo es posible con su existencia. Estar abierto a la incertidumbre. Como la semilla, el proyecto tiene una potencialidad interna que hemos de promover

En la mente solo nosotros le insuflamos vida. En la realidad cobra una cierta vida propia, consecuencia de las fuerzas internas y externas que interaccionan en él.

El proyecto va tomando forma, a través de la interacción, en el espacio fenomenológico entre el yo y el no yo.