En una primera reflexión observo como la dinámica de las relaciones jurídicas tiene dos pilares básicos: Los conceptos de persona y cosa.

La persona es el sujeto activo del derecho, portador de derechos y obligaciones; con un proceso de maduración de sus capacidades, durante el cual actúa tutelado. Sólo, cuando llega a la mayoría de edad se reconoce plenamente su madurez, es decir, su capacidad plena de actuar, libre y responsable.

Las cosas son objetos pasivos, sin capacidad de actuar ni de portar para sí derechos y obligaciones.

Por otra parte, en lenguaje corriente hablamos de personas objeto, para indicar la utilización de la persona como si fuera una cosa

Encuentro un cierto paralelismo entre esta dicotomía , persona/cosa, con el concepto de locus control en psicología: El locus control interno, ser sujeto de la propia vida, libre y responsable. El locus control externo, una forma de estar en el mundo como un objeto pasivo.. Yo controlo mi vida Vs. mi vida es controlada por algo que es o siento externo a mí. Por ejemplo el esqueísmo: es que no tengo suerte con mis relaciones... cuando cambie mi suerte mis relaciones serán exitosas; es que no me quieren...cuando me quieran seré feliz; es que en mi trabajo no me saben valorar... cuando me sepan valorar tendré éxito, etc. .Mi éxito, mi bienestar depende de algo que yo no controlo. No soy dueño de mi propia vida.

La madurez es un proceso del control externo (no soy responsable) al control interno (dueño de mi vida, libre y responsable)

¿Cómo he de hacer para este viaje? Hay un principio básico: CONSCIENCIA. Si no hay consciencia no hay necesidad de cambio. Con la consciencia comienza el proceso de convertirse en persona.