La pesca de arrastre

Una visita a Ondarroa

Vida dificil. Mala temporada. Los “arrastreros”. La vida en el puerto.-Los “despescadores”.

I

LOS “ARRASTREROS”

Ezequiel Aristondo no es un viejo que pueda sorprenderse fácilmente; ochenta y cuatro años dan mucha experiencia, y el pescador, ahito de inmensidad en su constante relación con el mar abierto que mira al océano, no tiene esa admiración natural en los de tierra adentro para los límites de las cosas.

Aristondo ha conocido nunca que en esta época no se hayan lanzado las redes de malla. Esto es un augurio sombrío para Ondarroa.

Ha llegado el barco. Desde el amanecer, en que salió, ha sido muy ruda la faena. Al ganar el puerto ha traído…

…DIFICIL

……..entro en Ondarroa no sé por ….a mi memoria aquella letrilla:

“Las penas que me maltratan

son tantas, que se atropellan

y unas con otras se mellan…

y por eso no me matan.”

..verdad que estos pueblos pescadores de nuestra costa viven penando: cuando, el ….de la desgracia; cuando, el ham….llama al hogar; siempre la incer…de la vida azarosa. ¡ Si hasta …una catátrofe cuando la abun….se duerme en las redes y las abru….

….situación que ahora, quizá con más …..que nunca, se palpa en la costa ….de Bizkaya, es un viejo problema…..que amenaza la vida de los pescadores, con un provecho muy …para los que originan esta ruina …mar.

…”arrastreros” del Cantabrico, al amparo de unas leyes equivocadas y absurdas, ….tender sus redes a partir de las …millas de la costa, aguas jurisdiccionales reservadas a la pesca de bajura….que la meseta continental que en el fondo del mar se extiende hasta la ….millas, es en esas catorce millas ….de la diferencia entre la meseta de aguas jurisdiccioneales donde los ….” destrozan la vegetación, ma…huevas y las crias, agotan las ….las poteras…

…quiera que a estas aguas jurisdiccionas reservadas al pescador de ba….de llegar la pesca de esas calas …poteras, he ahí por qué nuestro ….es “amparado” por una ley que …nada y por qué ha de ir más de las seis millas a competir con el ….., que muchas veces, pretextan…más o menos verosímiles, lleva …el palangre, que es la vida y el …..del arrantzale. De ahí los conflic….las posiciones airadas, la ….del tostarteko…y el frío ….donde hay una mujer madre …hay unos hijos a los que el pes….su juventud soñó con amparar con ….resuelto de su pecho, que guarda….decidido y valiente.

…TEMPORADA

….se vive en un pueblo pes..

…Aristondo tiene ya muchos años: ….y cuatro. Ayer nos ha dicho que ….ha conocido que en esta época….lanzado las redes de malla”….apoyado en sus dos bastones, decía …..estas palabras, ….salida del puerto la primera …la pesca de malla. ¡ La primera ….Mala temorada para el pueblo…..la pesca es aquí fundamental; ….industria, transportes, todo de…solo factor. Si éste se de…unas causas o por otras, la …adueñará del pueblo.

….Ondarroa cincuenta y ocho pes….noventa motoras. La Cofradía de ….alberga en sus listas de afi…trescientos socios, que son otras…

….origina, como industrias derivadas ….fábricas de salazón, que, …tienen obreros temporeros en …menor número, según se trate de ….pesca. Es decir, que si la …es de anchoa, los obreros en ….de salazón serán dos mil; si …bonito, serán muchos menos: ….; y si se refiere a las palo…, trabajarán doscientos cin….

…..pesca, las barcos se gastan y el ….ondarrés tendrá trabajo; si hay pesca, las camionetas del pescado partirán – originando la industria del transporte- hacia las capitales peninsulares; si hay pesca, el comercio de Ondarroa, de todo orden, reflejará una actividad grande y la alegría anidará en las casas del pueblo costero.

¿Será posible que todo esto destruya la pesca de arrastre?

LOS “ARRASTREROS”

Ezequiel Aristondo no es un viejo que pueda sorprenderse fácilmente; ochenta y cuatro años dan mucha experiencia, y el pescador, ahito de inmensidad en su constante relación con el mar abierto que mira al océano, no tiene esa admiración natural en los de tierra adentro para los límites de las cosas.

Aristondo ha conocido nunca que en esta época no se hayan lanzado las redes de malla. Esto es un augurio sombrío para Ondarroa.

Cuando caminamos por el puerto, casi vencida la tarde, llega un pesquero que salió en las primeras horas de la madrugada. No vienen los marinos que lo tripulan como para echar las campanas a vuelo; pero tampoco vienen agobiados. Han pescado algo. Doscientos kilogramos de cimarrón, que se pagarán a dos pesetas kilogramo. Como resulta que cada pescado pesa unos diez kilogramos, sólo ha traído el barco veinte. Y al extrañarnos nosotros de la pobreza de semejante captura, “Penta” Urresti nos mira con extraña sorpresa y nos responde:

-¿Y si no hubieran traído nada, como ocurre muchas veces? Hoy, por lo menos , ya comerán.

¿Pero hasta este extremo de pobreza han condenado los “arrastreros” al pescador?

Hay sobre este punto concreto una estadística elocuente. En virtud de un convenio entre los pescadores de Bermeo y los “arrastreros”, éstos respetaron el año actual varias calas cercanas a aquel bravo puerto bizkaino. Y entre los meses de marzo y abril de 1935 y 1936 hay una diferencia en más a favor de este año de trescientas doce mil pesetas.

¿No es esto suficiente para que la cuestión de los barcos de arrastre sea tratada a fondo y resuelta como mejor convenga a los intereses generales de la costa del golfo de Bizkaya?

….ha traido esos veinte cimarrones, que suponen un peso de doscientos kilogramos. En pesetas, cuatrocientas, a repartir entre la tripulación, derechos de barco, etc. ¡Bien poco si se tiene en cuenta el riesgo y el esfuerzo practicado! Pero….menos es nada, como suele ocurrir otras veces.

LA VIDA EN EL PUERTO

Estamos frente a la primavera: el dia 21 miraremos con más alegria los manzanos en flor de nuestros campos. También para el puerto la llegada de la primavera supone un motivo de alegría. La costera de anchoa puede ser la salvación inmediata del pescador, que ha abierto en su economía unos agujeros grandes y difíciles de llenar.

No hay en la dársena de Artape el buque señero de la costera de la palometa, ni los pescadores van cubiertos del “siesko ropa” del invierno. Es, ya lo hemos dicho, que ha llegado al primavera.

Antes del amanecer, los pesqueros independientemente han partido para el mar en busca de los “toninos”- tollidos decimos los de tierra- que les indiquen los bancos de anchoa. Cuando los toninos quedan detenidos y golpean el agua con sus colas horizontales, no se hará esperar la anchoa. El pesquero más próximo iniciará el cerco, “traña” lanzará la red y se colocará de estribor; los otros pesqueros permanecerán quietos, pues por haber llegado antes de recogerse el chicote de proa de la red del barco pescador tienen derecho de compañía; es decir, parte sobre lo que se pesque. Esta es la llamada pesca de manjúa.

Las motoras, cuyo radio de acción es, naturalmente, menor que el de los pesqueros, cuando la anchoa se da en abundancia se dedican a otra pesca: la de malla, tambien muy interesante y creemos que poco conocida; consiste en colocar las redes, de catorce, quince o dieciséis milímetros, en una sola posición. De noche la anchoa se traslada de un lugar a otro y queda aprisionada en la malla, que ha permanecido vertical en virtud de los corchos de la parte superior y de los plomos de la inferior. Recogida la malla sobre cubierta, luego, en el puerto, esta anchoa, que es mucho más apreciada que la de “cerco”, dará origen a un nuevo trabajo, el de los “despiscadores”, encargados de sacar la pesca de malla.

ANDIMA DE ORUETA.


Fuente: 1936/05/13 Euzkadi


Nuestra costa y la pesca de arrastre

Una visita a Ondarroa

La pesca.-¡No hemos visto! – El hogar.- Una costera.-Otra vez la sirena.

II

LA PESCA

Hasta veinte millas de la costa, aproximadamente, el suelo sumergido de la tierra ofrece la configuración de una me…cuyas profundidades oscilan entre uno y quinientos metros. Es en esta meseta donde se encuentra la riqueza pesquera que explotan nuestros arrantzales.

Fuera siempre de las aguas jurisdiccionales, reservadas inútilmente a los pescadores de bajura, se encuentran: Al Norte de Pasajes y Ondarribia (Fuenterrabia), la cala de Playasu; al Norte de Getaria, la Andrekala; al Norte de la zona comprendida entre Deba y Zumaya, Kostarrankala; al Norte de Lekeitio y Ondarroa, Arretxu, y al Noroeste del cabo Matxitxako, la cala de Santamoro. En este mismo trozo de costa, que es el que más directamente afecta al puerto visitado, Ondarroa, y justamente al límite de esta meseta formada por el suelo sumergido, se hallan las poteras, lugares riquísimos de pesca y bárbaramente diezmados por los barcos “arrastreros”, que no tienen en …en este caso, más que la ley que lo autoriza a pescar, sin caer mientes en que la clase de pescado y su longitud han sido oriigen de legislación, que al pescar a ciegas, en “arrastre”, no puede tenerse en cuenta.

Las poteras existentes son: Al Noroeste de la cala de Playazu, potera de Cristo Urdaburu; al Noroeste de la Kostarrankala, potera de San Mateo, y entre las calas de Kostarrankala y Arretxu, al Norte, la potera de Arretxu.

En esta zona pesquera se enfrentan dos sistemas: la pesca de arrastre, destrozadora de vegetación, hueva y crías , y el arte de pesca, llamado del palangre, que es el utilizado por los arrantzales vascos.

La pesca de arrastre es bien conocida; una pareja de barcos que sostienen una red hace de Este a Oeste, regularmente, un recorrido, haciendo una verdadera “razzia” en el pescado. La red, que llega al fondo, no respeta nada.

El palangre, por el contrario, consiste en unas “tretzas” o cuerdas sostenidas por boyas. De estas cuerdas penden a su vez otras de una longitud de diez a doce metros hacia el fondo, provistas de anzuelos. Es corriente que una flota de un pueblo hace palangre en una longitud de diez a doce kilómetros con sesenta u ochenta “tretzas”, que a su vez contienen aproximadamente mil cuatrocientos anzuelos. El palangre se extiende siempre de Sur a Norte.

Y he ahí que tenemos ante la vista el primer conflicto.

¡NO HEMOS VISTO ¡

De Este a Oeste la pareja de “arrastreros” camina llevándose todo por delante. Mas, de pronto, ante la red de éstos aparecen las boyas del palangre colocado de Sur a Norte, cerrado, por tanto, el camino de los “arrastreros”. No hay más que una solución legal; si el mar es de …fuera de las seis millas de aguas jurisdiccionales, los “arrastreros” deben …..y no atropellar al palangre del arrantzale. Pero, si, sí; ¡adelante¡ y con más marcha, la red de la pareja lleva tras ….el palangre, los anzuelos, la pesca….El tostarteko, iracundo ante el atropello protesta encendidamente. El “arrastrero” afirma no habe visto las boyas surge el disgusto, nace la discordia. Por lo demás, la pesca de arrastre, que ha de llevar a la miseria a la costa, no ha de …mantenerse en el golfo de Bizkaya arrasada la vegetación, destrozadas las….agotado el pescado al capturársele ….cria, las parejas habrán de buscar su …en esas calas inmensas del Gran Sol, al Norte de Irlanda, o en la costa occidental del Africa. Y se habrá para entonces conseguido que el “arrastrero” no pueda …en el Cantábrico y que hayan muerto no sabemos de qué forma, pero sí de la manera trágica, los puertos del litoral,……sin el arrastre vivirian esa vida azarosa de nuestros puertos, que es la vida …del que cumple el precepto de “ganarás el pan con el sudor de tu frente”.

EL HOGAR

Como un simbolo, las casas de los pescadores vascos se levantan sobre el mismo muelle.

¡Si todos los años fuera asi¡ Ha llegado la primavera y la costera de anchoa se ha dado buena. He ahí el pesquero que descansa junto al muelle, llenos por completo sus depósitos. Lástima que la fotografía no sea de este año…

La limpia o sucia fachada permanece impávida ante el mar; lo mismo da que éste se agite embravecido, o que mansamente lama el muro del muelle en un salpicón gracioso de la ola que llega y se encuentra detenida. A las casas de los pescadores, como a éstos, el estado del mar ha dejado de inspirarles curiosidad.

Esas son cosas de gente de tierra adentro que allí, sobre el morro, como si se tratara de una atalaya, han levantado su casa de verano, lejos de las olas, como si el mar les inspirara tal temor que precisara su constante vigilancia.

En el hogar del marino, al menos en el hogar del marino vasco, todo es sencillo, pobre; el azar de su vida puede sujetarse a dos períodos: el de la escasez de pesca, que engendra la miseria, y el de las buenas temporadas, en el que se tapan los agujeros, se compra ropa, se come mejor…y no se ahorra.

El pescador es pobre y no sería justo que en el tiempo bueno empañara su alegria - ¡su corta alegría¡- con el fantasma del tiempo o período malo que ya llegará sin que nadie le llame. ESto podrá ser una detestable filosofía; pero no cabe duda que es, como nacida de corazón de hombre, muy humana.

UNA COSTERA

Nada mejor para indicar la dureza de la vida del pescador queseñalar los detalles a que da origen una costera. Fijémosnos, por ejemplo, en la de la palometa, llevada a cabo en invierno.

Si la pesca está alejada a treinta y cinco o cuarenta millas, en playa de escote, la sirena recientemente instalada en la torre de la parroquia dejará oír su pitido tres veces a las doce de la noche. A esa hora cruel para el cuerpo, que mejor quedaría descansando, el pescador se despide del hogar y avanza en medio del frío o de la lluvia, hasta la dársena de Artape. Hay que andar ….temente, porque a la media hora ….señero elegido en suerte entre …los pesqueros, tocará su sirena y ….el mar, seguido de la flota, ….a las calas.

Es preciso llegarantes que el amanecer , porque durante la noche el papardo o palometa se encuentra en la superficie, desapareciendo después apenas rompe el día.

Al llegar, el señero hace sonar nuevamente la sirena, y los pesqueros se colocan en filas para lanzar el palangre. Las “tretzas”, una vez en el agua, permanecen sin tocarse durante una hora. Transcurrido ese tiempo, en la fícil, en la que tárdase, aproximadamente, dos horas y media. Con la pesca, poca o mucha, la flota emprende el misma dirección en que fueron arrojadas, comienzan a recogerse; tarea de regreso, llegando a Ondarroa hacia las tres de la tarde.

Este horario, si los pesqueros han salido a las calas del interior, varía: la sirena sonará, señalando la partida, a las tres de la madrugada, y el regreso será vencido el mediodía.

¡Que contraste con la tarea de hoy! En la madrugada marchó el pesquero a la cala, ilusionado…He ahí la pesca. Veinte cimarrones para …tan grande. Y nuestra reflexión ha muerto a flor de labio, porque …Urresti ha dicho sentenciosamente: “¿Y cuando no traen nada?”

OTRA VEZ LA SIRENA

La sirena de la torre de la iglesia- iniciativa de Juan de Urresti- desarrolla en la vida de Ondarroa una función principal. Si a ella se debe el desagradable toque de la llamada al trabajo en la media noche inverniza, a ella también se deben los toques para la venta de pescado. Dos pitidos si se trata de pesca menuda, y un pitido largo si lo que ha de venderse es pesca grande Todavía más, la sirena tiene otra función: diez pitidos cortos señalarán un suceso aciago o una alarma justificada. ¡Que El quiera que de esta manera no suene nunca la sirena de Ondarroa !

La pesada y venta en la Cofradía de Santa Clara llevan en sí la alegria de quienes sienten en sus manos el tesoro del pueblo; la palanca que ha de poner en movimiento la vida del pueblo pescador.

Todas estas costeras, sin calas, no existirán. ¿No sería cosa de que se decidiera en consonancia con las necesidades de estos pueblos pescadores y se acabará para siempre la pesca de arrastre, que , de todas maneras, ha de acabarse con el citado sistema de pesca?

Andima de Orueta


1936/05/14 Euzkadi

Nuestra costa y la pesca de arrastre

Una visita a Ondarroa

La pesca se agota.-¡Miseria!- ¿Una virtud o un inconveniente?-Los datos estadisticos.-La asamblea.

LA PESCA SE AGOTA

Al inicarse la pesca del arrastre por aquellos “Mamelenas” de Donostia, la protesta del arrantzale fué ahogada por elementos de tierra, en particular por la clase trabajadora, que veía en la abundancia de la pesca de “arrastre” una mejora económica para su situación. No obstante, el arrantzale tenía razón, porque, conocedor del método, preveía- lo que así ha sucedido- la ruina de las calas y poteras.

La pesca de arrastre, lo hemos dicho ya, no respeta la vegetación submarina, destroza las huevas, se lleva las crías. El Cantábrico acabará por agotarse; los “arrastreros” habrán acabado su misión; pero entretanto, ¿qué se hace de la costa¿ ¿Qué porvenir espera a los pueblos y a las industrias esencialmente pescadores?

Una sustitución de medios de via es siempre difícil, rayando con lo imposible; pero una sustitución rápida, sin contar con la acción del tiempo, es además insensata.

Creemos que en la asamblea del domingo en Ondarroa se pondrán en claro muchas cosas y se decidirá lo más conveniente . Pero no estará de más prevenir que la vida en la costa, como consecuencia de la pesca de arrastre, se esta haciendo amarga. Y nunca ha sido buena consejera la desesperación.

¡MISERIA!

Hemos visitado Ondarroa y queremos llevar al ánimo del lector la dramática situación del arrantzale bizkaino. Malo cuando en estos pueblos pesqueros, tan cordiales, no sale la alegría a recibir al visitante. La seriedad adusta nunca ha sido patrimonio de la costa vasca.

El pescador es hombre ruidoso, con exceso alegre, como si quisiera cobrarse sobre la tierra firme algo de esa honda melancolía que produce el mar. Los pesqueros son tan reducidos y es tan inmensa el agua, que ni aun cuando los depósitos se ofrecen ubérrimos, llenos de plateada pesca, hay ánimo de reir. La inmensidad agobia. Es luego, en tierra, en el hogar, donde el amor transforma la visión. Y aquella inmensidad marina ante el sentimiento va, empequeñeciéndose. Y va brincando el corazón, hasta que el grito rompe jubiloso, llenando de alegría el pueblo. La miseria no ronda el hogar del arrantzale. Llamó a la puerta, no se le abrió; tiró la puerta abajo en violento empellón y hoy anida en reina y señora en las viviendas humildes.

En estos últimos años-este de 1936 viene peor- cada pescador ha ganado de ochocientas a novecientas pesetas anuales. Se han hecho deudas en espera de alguna buena temporada. El comercio ha decrecido por la falta de dinero. Las Cofradías no tienen ya-lo inconcebible- crédito para proporcionarse las primeras materias para la pesca.

Las redes van acabándose podridas.

¡En estos tres últimos meses, un tostarteko nos ha dicho que ha llevado a su casa 20 pesetas!

La costera de la anchoa, que en años normales había dado origen ya a una actividad grande en las fábricas de salazón, con los consiguientes jornales para las mujeres y los jovencitos, este aciago año del 36 ni siquiera ha empezado.

¿Se puede seguir asi? Porque el problema que ahora interna resolverse es de vida o muerte.

No bastará que el patriotismo vasco, que a todos nos auna en un ideal, corra cuando el hambre muerda en las entrañas de esta pobre gente y salve la catástrofe momentáneamente, como ya ha ocurrido otras veces. Es preciso lograr la única solución sería: con convenio internacional con Francia, con cargas fiscales o con lo que sea; la desaparición de la pesca del “arrastre”, por lo menos , a veinticinco millas de los puntos de HIguer, Matxitxako, Mayor, Peñas y Finisterre.

El conflicto social es de indudable importancia: son 35.000 familias de pescadores desde el Adour a Pontevedra las que reclaman un justo sosiego. Son las industrias derivadas, cuya vida lánguida a nadie puede beneficiar. Más de 300 millones los a obtener anualmente de la pesca.

¿No será mejor para todos que los pescadores atraquen a puerto con los depósitos rebosantes de pesca y que a su conjuro la vida de la costa cobre el vigor a que por su trabajo esforzado tiene derecho?

¿UNA VIRTUD O UN INCONVENIENTE?

El pescador, tan alegre, tan ruidoso en los buenos tiempos, calla en la desesperanza. En Ondarroa no hay motines ni revueltas; el semblante del pescador está triste y no le sale-¡Dios quisiera que siempre sea así!-esa cólera malsana de otras latitudes que engendra tan serios conflictos. Pero precisamente este innato civismo, esta responsalidad instintiva del tostarteko no debe llevar a nadie a estirar de la cuerda tanto que amenace romperse.

La pesca de “arrastre”, origen de esta situación anormal, debe cesar. Hay, indudablemente, soluciones que armonizan los intereses de todos. Y es preciso ir a ellas haciendo un poco caso omiso de ese interés o egoísmo particular que puede salir perjudicado.

Hay también, ésta de indole más general todavía, una razón poderosa para que esto sea así, y es el binestar del hombre de tierra adentro. La pesca del “arrastre”, al diezmar las calas y poteras, ha originado una carestía en el pescado, hija directa de la escasez de éste. Y la clase trabajadora, que con algunas costeras logradas por nuestros arrantzales se desembarazaba del problema de la manutención, no sabe ya lo que es anchoa, ni lo que es bonito, amén de otras especies desaparecidas ya para siempre por culpa de las parejas de “arrastreros”, verdaderos caballos de Atila en la meseta sumergida del golfo de Bizkaya.

LOS DATOS ESTADISTICOS

Esta afirmación del daño que ocasionan los “arrastreros” puede comprobarse con datos estadisticos que, afortunadamente, no faltan. Aunque se trate de datos que se han quedado un poco viejos.

Durante la contienda mundial que por mar y tierra se sostuvo en Europa, los “arrastreros”, por temor a las minas y submarinos, dejaron de recorrer el Cantábrico. Bastó esto para que el año 18 se capturaran ¡512.000 kilogramos de besugo y 14.400 kilogramos de merluza!

El año 30, en todo vigor la pesca de arrastre, conseguíase tan solo: 27.000 kilogramos de besugo y 199.000 de merluza!. El año 30 el pescado se vendió mucho más caro- incluso salvando la proporción de los tiempos- que el año 18. Y se obtuvieron en menos ¡setecientas setenta y un mil pesetas! Esto, por lo que respecta al puerto de Ondarroa, que no es precisamente un caso aislado en la costa cantábrica.

¿No es elocuente la estadistica?

Si la pesca de “arrastre” continua y el Cantabrico se agota, con un provecho muy relativo para los que originan esta ruina, ¿cuál será el porvenir de estos niños de Ondarroa, que ahora tienen en el mar una realidad dura, pero esperanzadora?

LA ASAMBLEA

El domingo , dia 17, a las once de la mañana, tendrá lugar en el Cine Alameda, de Ondarroa, la asamblea de la primera zona, Gipuzkoa, Bizkaya y Santander, “para tratar de la reglamentación eficaz de la pesca de arrastre y evitar la miseria de la familia pescadora del Cantábrico”.

Así reza la invitación que se nos ha cursado y a la que corresponderemos atentamente.

El domingo puede ser un día feliz para la costa si la asamblea acuerda una cosa eficaz y hacedera en relación con el motivo que ha originado estos reportajes.


Andima de Orueta


1936/05/15 Euzkadi