Ayer llegó procedente de San Juan de Luz el “Seven Seas Spray”, después de feliz travesía.
“Siete espumas de mar” - ¡Allá va un bulo! – De Alicante – El pirata – En Donibane Loitzun – Contestación a un interrogante – Cargamento delicado - ¡Uff! – Dichoso aquel que tiene… - Cardiff.
La tripulación del “Seven Seas Spray” sobre el muelle de Bilbao no tienen caras de sufrimiento.
SIETE ESPUMAS DE MAR
De seguro que se quedó corto el padrino del buque.
Cuando desde el astillero inglés se botó al agua el "Seven Seas Spray", el constructor pensaría satisfecho que no estaba mal aquel nombrecito con sus pujos novelescos: ‘'Siete espumas de mar".
Luego el coraje de los marinos, ¡insaciables de horizontes desbordó la previsión de horizontes de la previsión del bautizo y no fueron siete sino muchas más las espumas que besaron la proa del mercante inglés, valiente y decidido que surcaba desde Terranova hasta Tierra de Fuego y desde Cardiff hasta Calcuta todas las aguas y todos los mares que marcaban las derrotas de sus pilotos.
¡ALLÁ VA UN BULO!
En Bilbao hay mucho peligro en su puerto. Las minas los buques rebeldes defectos de aquí, defectos de allá, todo el mundo marítimo» alarmado^ puso su mirada en el magnífico Abra del Golfo de Bizkaya. Cuando no nos nacieron unos bajos peligrosos ahí junto a la dársena de Galdames satisfechos pudimos quedar los bilbaínos.
El juego sin embargo estaba bien claro. E l rumor internacional» movido por recortes partidistas interesados pretendía crear en derredor del puerto bilbaíno un fantástico bloque que asfixiara por hambre la admirable gesta heroica que estaba escribiendo en la contienda por la sedición fascista la zona leal euzkadiana.
La pretensión quedó algo más que un intento. El instinto conservador de las gentes; alarmado con las noticias que de todos los lugares llovían como, si se tratara de un galernazo comenzó a retraerse.
Las reservas de Bilbao pusiéronse en juego. Pero el exceso de población refugiada en Bizkaya creó el problema de los abastecimientos solucionado hasta ahora mitad por mitad por los víveres que se facilitan y por la excelente moral de la retaguardia conforme en sacrificarse con tal de que la causa no se entenebrezca por cuestión más o menos sea fundamental o secundaria.
DE ALICANTE
El capitán M. Roberts recibió de la casa armadora The Varonica S. S. de Porthcarol el encargo de llevar a Bilbao, un cargamento de vivires. Buque; el " Seven Seas Spray”. N o es cosa de desperdiciar un flete cuando éste puede reportar buenas ganancias y consideración.
E l “Siete espumas de mar”, que para aquel entonces conocía todos los puertos dcl mundo, salió de Alicante rumbo a Bilbao.
A treinta millas de nuestro puerto» el buque mercante» cuya travesía feliz no podía negarse, avistó un pabellón amigo compatriota. Sin embargo, el encuentro no era todo lo alegre que debiera. Un buque de guerra— pues de un destructor del Almirantazgo inglés se trataba— presupone siempre un regusto amargo. Un destructor tiene directa relación con la guerra, y ésta es desgracia y. es dolor.
Se cambiaron los saludos de rigor.
— ¿ Dónde! vais?— preguntaron.
'— A Bilbao— fue la contestación.
— No se puede. Poned rumbo, a San Juan de Luz.
Cuando el destructor inglés lo decía por algo sería. ¿No estaba acaso para proteger los mercantes que con pabellón del Reino Unido surcaban los mares?
Pusieron rumbo a San Juan de Luz contrariados.
EL PIRATA
Hora y media hacia que el destructor habíase perdido en un penacho de humo que quedó en el horizonte. De pronto, otro buque de guerra. Pero éste ¿Dónde está la nobleza? sin pabellón que exponga su nacionalidad.
El “Almirante Cervera”, pirata del Golfo de Bizkaya, preguntó al mercante:
-¿Cargamento?
Fue un tono desabrido el de M. Roberts.
-Carga general.
-¿Rumbo? –volvió a preguntar el pirata.
El capitán ingles miró al “Almirante Cervera”, reflexionó sobre la impertinencia de la pregunta y contestó secamente:
-A San Juan de Luz.
El pirata se alejó de prisa.
Mister Roberts masculló para sí: No le falta más que decirme que puedo pasar. ¿Desde cuándo el océano tiene dueño?
Nombre y matricula del buque de pabellón inglés. Salió de San Juan de Luz la noche anterior.
EN DONIBANE LOITZUN
Se emperezaban los músculos en el puerto vasco de allende el Bidasoa. El “Seven Seas Spray”, junto al muelle, se balanceaba nervioso.
Esto era el 12 de abril.
El 15 se supo la noticia: ¡Bilbao estaba bloqueado! Pero no faltó la voz de la verdad que, por parte de la Delegación vasca de Bayona, habló: Bilbao no está bloqueado. Ni hay minas, ni hay nada. En aguas jurisdiccionales vela por su soberanía el Gobierno de Euzkadi.
CONTESTACIÓN A UN INTERROGANTE
El día 19 de abril el “Seven Seas Spray” salió del puerto vasco de Donibane Loitzun. ¿Iba a tentar a la suerte correspondiendo al heroico sacrificio de la Marina mercante bilbaína durante el bloqueo de las costas inglesas el año 15?
De ninguna manera. No por falta de buen espíritu, que la dotación del mercante ingles lo tenía de sobra, sino porque los informes fidedignos de toda responsabilidad habían asegurado: Bilbao no está bloqueado. No hay peligro de ninguna clase.
Y así salió.
CARGAMENTO DELICADO
Tan serena y veraz debió de ser la voz que sonara al oído del capitán Roberts que éste no vaciló en llevar a bordo un cargamento para él inestimable: los veintiún años floridos de su hija, una señorita inglesa. Y animada por el ejemplo, también la señora del primer maquinista embarcó rumbo a Bilbao; y el mismo armador del buque, que ha querido comprobar la situación personalmente.
¡UFF!
En alta mar, un destructor pasea lento, muy lento. En proa, pabellón inglés. El “Seven Seas Spray” le avistó y saluda.
Nuevamente la pregunta:
-¿A dónde vais?
Y nuevamente la respuesta, esta vez tranquila y reposada:
-¡¡ A Bilbao!!
DICHOSO AQUEL QUE TIENE…
A las nueve de la mañana el “Siete espumas de mar" entraba en el Abra de Bilbao.
Cuando nosotros les interrogamos, el intérprete, contestando a nuestras preguntas sobre la felicidad de la travesía, ha respondido:
— Dicen que ellos no se han preocupado de nada. Sin ninguna excitación han venido.
Ahí tiene el mundo el pretendido bloqueó de Bilbao. Uno de los grabados muestra al mercante inglés en nuestros muelles.
Las toneladas de sal, vino y carga general nos vendrán muy bien. Y puede que® con el precedente que hemos mostrado, se conviertan en otros cargamentos importantes.
Dice que ellos no se han preocupado de nada sin ninguna excitación han venido.
CARDIFF
La matrícula de Cardiff que el “Seven Seas Spray” ostenta en su popa enaltece el pabellón ingles que ondea sobre cubierta. Bilbao, que sabe ser agradecido, no olvidará esta travesía feliz de dicho mercante que ofrece al mundo, como evidencia de una mentira más de las que al mercado ha lanzado el fascismo.
ANDIMA DE ORUETA
Fuente: Euzkadi 21/04/1937