El pensamiento (I) Pensar (II) Inteligencia y Sentimiento Pensar (III) Consideraciones Pensar (IV) Silencio
El Sistema Psicológico - Aparato Asociativo
El pensamiento (II) Inteligencia y Sentimiento
INTELIGENCIA Y SENTIMIENTO
Todo pensamiento tiene dos partes bien diferenciadas pero combinadas entre sí:
inteligencia y sentimiento.
El Aparato Asociativo funciona en paralelo,
con inteligencia, lógica o racionalidad
y con sentimiento, afectividad o emocionalidad.
Pensamos por medio de palabras, de imágenes, de símbolos,
de contenidos inteligibles envueltos en sentimientos.
Inteligencia y Sentimiento son dos tipos de energías o fuerzas,
por lo general complementarias
INTELIGENCIA
La combinación y estructuración de los datos precisan de:
orden, organización, coherencia, lógica
y obedecer a un fin, resultado, deducción.
Cuanto más organizados y coherentes los datos, más inteligentes e inteligibles serán.
La falta de datos o su indebida estructuración reduce el grado de inteligibilidad.
SENTIMIENTO
La inteligencia, en sí, es fría, inerte.
Es la función vital (afectiva, emocional, sentimental) lo que le da vida.
Es la “luz”, el color, alegría del mundo psicológico.
Un mundo físico en blanco y negro sería anodino, insípido.
Un mundo psicológico sin sentimiento sería pobre, exiguo.
El sentimiento es la sal, el aroma, las especias que le dan sabor al pensamiento.
PENSAMIENTO: COMBINACIÓN DE INTELIGENCIA Y SENTIMIENTO
Al pensar combinamos
inteligencia (en grado –más o menos inteligencia–)
y sentimiento (también en grado).
El quídam posee patrones (rutinas) emocionales
con los que han de concordar los pensamientos.
Todo pensamiento que genera la Mente está en concordancia con sus patrones emocionales (creencias, gustos, valores, anhelos…, rutinas)
En el proceso de pensar la inteligencia y el sentimiento son inseparables.
No hay pensamiento sin sentimiento
ni hay sentimiento sin pensamiento.
En el mundo exterior nos movemos con los pies, en el interior con el pensamiento.
La inteligencia es como el suelo sobre el que pisamos.
El sentimiento es como el aire que respiramos.
PENSAMIENTO RACIONAL o de alto grado de inteligencia
El pensador se ocupa de un tema y lo procesa con toda su capacidad,
analiza los datos empleando su máxima facultad de inteligencia (razón, lógica, creatividad…),
procura no caer en imaginación o fantasía,
se dirige a una meta, fin, objetivo.
Es utilizado en muy escasas ocasiones
por individuos muy definidos.
Existe la falsa creencia de que todo lo que pensamos es “racional”.
PENSAMIENTO COMPULSIVO o de bajo grado de inteligencia
El pensador se ocupa de un tema, abstraído, de modo automático, mecánico, instintivo, compulsivo.
No utiliza su inteligencia (o lo hace en un bajísimo grado),
cae en imaginación y fantasía,
carece de meta, fin u objetivo o nunca llega a él.
Es la forma de pensar que más comúnmente utilizamos.
Pasamos el día con la máquina del pensamiento compulsivo funcionando,
ni un minuto paramos, ni un segundo.
Si no estamos dormidos y soñando,
estamos hablando (que es una forma de pensar) con los demás o con nosotros mismos,
nos demos cuenta o no,
en todo momento,
en medio de cualquier actividad.
El pensamiento compulsivo es como caballo sin riendas, barco sin timón, empresa sin jefe.
El pensamiento racional, como el oro, es muy escaso y de enorme valor,
el compulsivo, como la arcilla, es común, abundante y de poco valor.
De todos nuestros pensamientos, el 95%, digamos, es compulsivo,
el resto racional (algunos menos)
AUTOMATISMO del pensamiento compulsivo:
Se produce por propio impulso, queramos o no queramos.
Va en dirección opuesta al “racional”,
es como si no ejerciéramos nuestra opción de pensar y en su lugar fuéramos pensados.
No pienso yo, sino que el pensamiento acaece, deviene, sucede, ocurre
quiera o no quiera,
se produce al margen de mi voluntad,
incluso en contra de ella,
lejos de mi opción libre de querer.
Cuando digo, “yo pienso”, me estoy engañando, es falso;
tengo que decir: “el pensamiento se está produciendo en mi mente, acaeciendo, sucediendo”.
Creo que soy yo quien lo mueve y es él quien se mueve y me mueve.
No soy dueño, ejecutor de mi pensamiento – de ese 95% compulsivo, instintivo –
Y si no soy dueño de mi pensamiento ¿qué soy?
¿NO soy acaso una mera y vulgar marioneta?
No soy realizador o director activo,
soy simple experimentador pasivo de mis propios pensamientos.
Cree la pluma que ella sola se mueve,
Pues no ve el viento.
¡Ignorante!
Así el pensamiento en la Mente
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Actualizado: 22:51 23 Abril 2013
aurguki