El Sistema Psicológico
Ego, yo o eje del sistema
¿QUIÉN ES YO?
"Yo" es la palabra que más repetimos,
¿pero qué queremos decir, exactamente?
La Mente o Sistema Psicológico está compuesto por distintos elementos (o subsistemas),
inter-relacionados entre sí.
El yo o ego es una pieza de ese Sistema.
Cada una de las piezas están relacionadas entre si, dentro de un orden,
no mezcladas confusa o aleatoriamente.
El ego no es "el" instrumento mental o psicológico,
sino que es un elemento más dentro del instrumento o Sistema Mental o Psicológico.
Forma parte del sistema como un elemento, como una pieza entre otras piezas.
Cada uno de los elementos tiene dependencia con el resto
y su funcionamiento no es autónomo sino coordinado con los demás.
El ego o yo psicológico está en el centro del Sistema Psicológico.
Todas las funciones que se realizan (recepción de impresiones, asociación de datos, estado de ánimo...) pasan por este centro.
Debido a estar en ese lugar puede parecer que fuera el director, coordinador, organizador del resto de funciones, pero como veremos, este papel o actuación es aparente.
Este “yo” parece como si dirigiera las distintas funciones pues dice: “yo soy quien piensa”.
Sin embargo el pensamiento deviene, se produce, se ejecuta por propio impulso, quiera o no quiera “yo”.
- Lo mismo ocurre con el deseo, con la aplicación del conocimiento y experiencia, con la acción impositiva de las rutinas, etc. Por otro lado aunque pudiéramos dar por hecho que se diera cuenta de “lo que está pensando” -algo que está lejos de la realidad- tal pensamiento está condicionado por resortes tanto instintivos como rutinarios de los que no tiene conciencia el “yo”. Podemos decir que, hasta cierto punto, maneja la parte superficial (ve los datos que van apareciendo en la pantalla mental) pero es manejado por la parte interior y profunda (no ve las rutinas que le condicionan a pensar así, no es consciente de su automatismo instintivo, ni la imposición de los sentimientos, deseos, estados de ánimo...).
- A continuación vamos a recorrer distintos aspectos del ego, yo psicológico, centro del sistema, eje organizador, personalidad… (diferentes apelativos del mismo elemento) para tener un conocimiento global lo más aproximado de él:
EL EJE, CENTRO DEL SISTEMA
Así como en el (sistema del) átomo, los electrones giran alrededor del núcleo, así como los planetas circundan en órbitas regulares alrededor del Sol, así, todo movimiento producido en el Sistema Psicológico (lo que por lo común se denomina "Mente") gira en torno del ego.
En toda recepción de impresión, asociación de las mismas o reacción consecuente, interviene, actúa como soporte de los mismos.
Esto da la apariencia de que es él quien dirige y gobierna cuanto se produce en la Mente.
Un estudio más profundo del hecho nos da las pautas para ver que tal dirección o gobierno es ficticia, mera apariencia.
Por ejemplo,
- La Modalidad del Aparato Motor, esto es, el grado de interés, deseo o preferencia en el que se encuentre el Sistema determinará y condicionará el sentido del ego, su hacer.
- Asimismo el almacén psicológico, con los datos que posee en la memoria obtenidos mediante conocimiento y experiencia, tanto afectado por los datos de la memoria como por la imposición de rutinas e instintos, invisibles e inconscientes para los ojos del yo psicológico le quitan su papel de dirigente y son los que verdaderamente afectan, condicionan y determinan los procesos de recepción, asociación y estado.
Por tanto, el ego solo es artificio y eje aglutinador del Sistema Psicológico.
Mas no gobierna y dirige sino que es gobernado y dirigido.
EL SEÑOR FEUDAL
El ego actúa como señor feudal de Cuerpo, Mente y Vida;
ellos son sus siervos y les da protección.
Los cuida pensando en sí mismo, como centro, como si él fuera el Todo.
Todas las funciones de la vida están centradas en torno al ego superficial.
Seducidos y manejados por el ego no podemos ser libres,
aunque él nos disuada de lo contrario.
Conociendo esto estaremos preparados para comprender
que vivimos bajo la autoridad de un yo falso, mediocre, avaro.
Su autoafirmación la realiza a costa, contra o por encima de los demás.
Como la araña cuida su tela, él cuida sus posesiones, incapaz de salir de ella.
TIRANO Y ESCLAVO
El ego ejerce como tirano reclamando para sí todos los gustos, deseos, preferencias..., alimentos.
En realidad está dirigido por el Aparato Motor del sistema,
con el sentido de satisfacción al frente (atracción al gusto, rechazo del disgusto) que le mueve como dócil marioneta.
Vemos en él una doble función,
- aparente tirano reclamando satisfacción,
- pero también situación de sumisión, esclavo, pues no puede dejar de cumplir las órdenes solicitadas por resortes superiores a él.
Es el deseo, habitual, rutinario, formado a lo largo de la vida, quien determina qué quiere, qué le gusta y qué le disgusta, qué es lo que hay que establecer como bueno y qué como malo.
Es esclavo de las rutinas (Almacén psicológico) a las que servilmente complace, incapaz de contrariar.
Actúa como carcelero impidiéndonos ir más allá de los márgenes contenidos en el psicológico (lo contenido en el particular Almacén del sistema).
No obstante él es también un preso más de esa cárcel.
Es el carcelero que nos disuade de escapar.
Las murallas de la prisión la forman todo nuestro condicionado psicológico (y no el capricho del ego).
No estamos bajo su control sino bajo el dominio de una arrolladora máquina psicológica que limita, condiciona y determina todo movimiento (pensar, hablar, sentir, hacer...).
EGOÍSTA Y EGÓLATRA
El ego es un dios
-Que exige ofrendas: deseos, satisfacciones, recompensas...
-No busca la verdad, perfección o acción correcta; persigue autoafirmación, crecimiento vital, posición, satisfacción..., genera odio, o al menos rechazo, sobre aquello que le pueda herir u obstruir. El conocimiento y la experiencia le fortalecen.
-Su mano derecha es el deseo, sus aliados, la imaginación y el pensar compulsivo.
-Piensa en sí mismo como si fuera el centro, como si fuera el Todo.
Damos importancia a las cosas en función de lo que afecta a nuestro querido ego.
-Se constituye a sí mismo como un yo frente a todo lo demás que para él es no-yo
-Se mantiene en su propio interés, admiración, deleite, elogio, auto-amor...
Actualizado: 12:55 del 15 Julio 2013
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