1.1 Recepción de impresiones 1.2 Percibir 1.3 Recepción compulsiva y consciente
1.4 Beneficios de la percepción 1.5 Emociones
1.6 Emociones nocivas 1.7 Catálogo de emociones 1.9 Suprimir emociones nocivas
Percepción "consciente"
Mundo exterior
Tomar un elemento como objeto de percepción "visual" (árbol, cuadro, teléfono, silla...)
Reposar la vista sobre él
Sólo ver, mirar, darse cuenta, ...sentir que estoy mirando "eso"
Sin entrar en pensamiento, sentimiento, especulación, examen, cavilación...
Dejar que él llegue,
que ocupe la Consciencia,
que llene el Ser
Sin esfuerzo
llegará LO QUE ES,
sin obstruir, modificar o alterarlo
Quietud, calma, armonía...,
serán la consecuencia
Despertará alegría íntima, gozo, júbilo, Ananda...,
se manifestará el Deleite
Cuando hay Consciencia (real),
hay Voluntad (real).
y surge el Deleite de la Existencia (real e incondicionado)
Cualquier estado anterior, nocivo (enfado, desilusión, disgusto, tristeza, negatividad...), se desvanecerá
La práctica puede extenderse a las sensaciones auditivas, táctiles, olfativas, gustativas, y en general cualquier tipo de sensación (el viento que nos roza, el sonido que nos llega, la sensación de cualquier parte del cuerpo...)
La práctica de "Percepción Consciente" nos brinda la oportunidad de pasar
del compulsivo pensarlo todo
al consciente percibirlo todo,
o lo que es lo mismo,
Gozarlo Todo.
Puede realizarse en cualquier momento, lugar, circunstancia
PERCEPCIÓN CONSCIENTE
(Exterior)
Recibir sensaciones conscientes comprende no solamente la simple excitación de los sentidos por el ruido, color, dureza, etc., y la consiguiente transmisión de las corrientes nerviosas hasta los centros cerebrales, sino también la vivificación de las sensaciones, la conciencia clara de las mismas.
El darse cuenta, el ser consciente de algo externo, de un objeto real, no supone esfuerzo alguno ni interpretación propia o ajena del objeto. Es un recibir inmediato, un acoger espontáneo, libre de todo pensamiento y emoción.
Tales sensaciones, de fuera para adentro, no frustradas por la distracción, ni alteradas por pensamientos o razonamientos subjetivos, son tonificadoras del cerebro y del sistema nervioso; producen paz, alegría, tranquilidad y reposo. Dejamos obrar a la naturaleza. Es el mundo objetivo que entra en nosotros con todas sus bellezas.
Si sabes recibirlo en tu interior, te alegrará y apaciguará el azul del cielo, la paz de la noche estrellada, la hermosura y variedad de las flores, la frescura del aura matinal, el susurro de la fuente, el silbido del viento, el verdor de los campos, el trinar de los pájaros, los cantos de los niños inocentes.
Sensaciones visuales
Aplica tu vista por uno o varios segundos a un paisaje, a un objeto, a un color, a un detalle, con atención tranquila, casi pasiva, sin prisas, sin fijar tu pensamiento en otra cosa. Deja que el objeto penetre dentro de ti, a lo más íntimo de tu ser, al centro de tu conciencia. Deja que entre tal cual es, sin esfuerzo, sin modificaciones subjetivas. Tendrás que saber esperar, a veces, a que la sensación llegue a ti. Hay que ver; no rebuscar. Ver sin decirte nada, sin examinarte cómo lo haces. Imita al niño de pocos años, que sólo recibe. Se da cuenta del hecho o del objeto, pero no discurre sobre sus causas o efectos. Para eso conserva tus ojos blandos, y con frecuente parpadeo, tendiendo a la sonrisa. Tras una pequeña pausa, en que los podrás cerrar suavemente y respirar con más soltura, enfoca otro objeto o detalle.
Después de algunos titubeos y fracasos, lo que no tiene que desanimarte, de repente descubrirás que has acertado, que una sensación entró en ti por un instante, sin haber tenido que esforzarte y sin haber pensado en nada mientras la recibías. Pronto llegará esto a serte agradable y te dará la impresión de verdadero descanso.
También te convencerás del poder de la sensación para frenar cualquier otra idea, sea de desagrado, preocupación o tristeza; pues mientras recibías la sensación exterior, pasaron en ti esas ideas.
Sensaciones auditivas
Aplica tu oído a un sonido próximo o lejano, también por uno o pocos segundos. Déjate penetrar por las ondas sonoras, con naturalidad, sin discurrir sobre el hecho, ni sobre su causa. Sé un mero receptor de ruido, y percíbelo con placer y descanso. Para hacerlo mejor, ayudaría el cerrar suavemente los ojos.
No analices ni te juzgues, ni pienses en el camión, persona u objeto de donde viene el ruido. Aquí también lo importante es que estés plenamente relajado, confiando en tu oído y con la paciencia para esperar a que el sonido llegue a ti. Normalmente el mundo exterior debe llegar a nosotros sin que tengamos que ponernos tensos para recibirlo.
Sensaciones del tacto
Tu mano está sobre la mesa o agarra algo. Recoge esa sensación del contacto de tu piel con el objeto. Lo difícil al principio es no pensar en el objeto, sino sólo sentir algo en los dedos, darse cuenta de esa sensación. Si me digo: “Está frío, es duro, es un lápiz”, no hice bien el ejercicio. Me di a interpretar, cuando solo tenía que percibir sencillamente la sensación.
Esta toma de conciencia es un fenómeno que tiene que efectuarse en los dedos o en la parte del cuerpo que se ponen en contacto con los objetos: pie y suelo, espalda y respaldo, etc., etc.
No te extrañes si, al principio experimentas gran dificultad y no sientes nada. La atención táctil está poco desarrollada en el hombre moderno, incluso a veces puede estar completamente inhibida. Con todo, al recuperarla o encontrarla te habrás enriquecido con uno de los mejores medios para distenderte y descansar cuando lo desees.
Actos conscientes
Los ejercicios de receptividad visual, auditiva, táctil, se pueden aplicar a la vida ordinaria: hacer conscientemente algo de lo que antes hacíamos sin darnos cuenta.
Por ejemplo: Oye el agua que fluye en el lavabo o en la ducha. Siente las medias en las piernas, los zapatos en los pies cuando te calzas. En tus manos siente el asidero del cajón o de la puerta, cuando los abres o cierras, o la barandilla de la escalera. Cuando salgas siente el viento en el rostro, los pasos que vas dando, la propia respiración, el aire que entra, el pecho que se llena, etc., etc. Todo esto hazlo con paz.
El ideal sería sentirlo todo; ser mero receptor mientras no se necesite pensar.
CONTROL CEREBRAL Y EMOCIONAL.
narciso irala (Jesuita -El Misionero de la Felicidad)
1.1 Recepción de impresiones 1.2 Percibir 1.3 Recepción compulsiva y consciente
1.4 Beneficios de la percepción 1.5 Emociones
1.6 Emociones nocivas 1.7 Catálogo de emociones 1.9 Suprimir emociones nocivas
Actualizado: 20:56 2/04/2013