El Sistema Psicológico
EGOS
YOES particulares
El psicológico contiene tantos "yoes" como situaciones repetitivas tiene la persona.
Podemos llamarlos "yoes", o actores, o máscaras, o el disfraz más adecuado a cada momento,
el efecto es el mismo.
Un repertorio de subpersonalidades para cada ocasión.
No actúa el mismo ego cuando estamos con la familia que cuando estamos con los compañeros de trabajo.
Para cada persona tenemos un yo definido, un actor, un representante.
En un estado alegre hay un yo positivo, ve cosas, personas, futuro... con optimismo.
Pero si el estado es de pena o tristeza aflora la negatividad.
Según el lugar, medio o circunstancia en la que estamos mostramos uno u otro yo.
La situación vivencial en la que estemos determina el "yo" que es activado,
el yo que da la cara.
YOES generales
Hay un yo físico, preocupado por sensualidad, sexualidad, alimento, descanso...
Su acción se intensifica con: cansancio, deporte, dolor, placer, necesidad, comida..., sensaciones.
Dirige sus pasos para adoración del cuerpo y todo lo material.
Hay un yo psicológico ocupado de felicidad, sufrimiento, deseo, racionalidad, cultura...
Si es un yo emocional dirige sus pasos en adoración de su ego,
aunque se disfraza de todo lo contrario.
Con frecuencia utiliza el altruismo
E incluso hay un yo (mental) consciente que atiende la Consciencia o espiritualidad,
dedicado a la meditación, a la plegaria...
La atención voluntaria y la percepción conscientes son activadas por este yo seudo-consciente.
Hay ego indolente, perezoso
Hay ego activo, trabajador
Hay ego indiferente
Cada yo está definido,
sigue un repertorio de papeles que emplea en cada situación, circunstancia, lugar, ...
repitiendo.
En una situación completamente nueva, el individuo carece de yo psicológico formado.
Aunque también tiene uno para esos momentos,
para las situaciones nuevas
(sobre todo si estas son frecuentes).
YOES ACTIVOS
Todo hacer, decir, pensar, sentir..., lo realizamos desde el yo que esté activado.
Nuestros estados de ánimo, decisiones y acciones están condicionados al yo que esté activo.
Pero también esas funciones activan o determinan un “Yo”, un disfraz.
Somos persona única pero en la manifestación del yo (devenir) somos multipersona.
Tantos yoes manifiestan la división que hay en nuestra dimensión psicológica
Cada yo es diferente a los demás,
- Ve unas cosas y no otras,
- Piensa de una manera y no de otras,
- Tiene un estado de ánimo y no otros,
- Coge una parte de la impresión y no otras,
- Es manipulado por unas rutinas y no por otras,
- Reacciona de una manera y no de otras.....
YOES RUTINARIOS
Cada yo o ego-mental está respaldado por un conjunto de rutinas
Cada ego está sujeto a unas determinadas rutinas fijas:
gustos o disgustos, atracción o repulsión, actitudes, asociaciones, etiquetas, costumbres, creencias…
Cada ego reproduce, fielmente, las rutinas que le dan soporte, que le dan forma, que lo hacen a él único.
Aunque convivimos con multitud de rutinas, no las vemos, no las tenemos en cuenta,
y si las vemos las tomamos por verdades incuestionables,
no por lo que son, rutinas.
Las “rutinas” son las que impulsan el hacer del ego
(recepción de impresiones, pensamiento-sentimiento, estado de ánimo y acción)
UNIFICACIÓN DE YOES
¿Que medios podremos utilizar para unificar a este ejército?
- Conocer al administrador: Sistema Psicológico o Mental
- Conocer los elementos que lo componen y sus funciones específicas
- Corregir las deficiencias del Sistema y quitar obstáculos que impiden su desarrollo o evolución
- Priorizar al Ser Real en la organización del Sistema y de la Vida