El Sistema Psicológico
El Aparato Motor (III)
El Aparato Motor funciona, a grandes rasgos, en tres diferentes grados de intensidad o Modalidad de fuerza impulsora.
MODALIDAD DE FUERZA IMPULSORA
La Modalidad de fuerza se establece en función del grado de deseo que se genera ante una situación, persona, tema, etc, en un momento preciso, interviniendo la atracción o la repulsión en mayor o menor proporción. Es la disposición de acción en la que estamos y de la que partimos y con la que afrontamos un hecho o cuestión.
Según sea el grado de interés que nos motive se pondrá en funcionamiento una u otra Modalidad, generando menor o mayor atención y voluntad-psicológica (lo que impulsa y mueve a la acción).
La Modalidad podemos subdividirla, en términos generales, en las siguientes:
1. Estamos en Modalidad ordinaria, común o rutinaria, cuando nuestra “disposición” y actividad es trivial, corriente, general, común, ordinaria, repetitiva, rutinaria...
Suele ocupar casi todas la horas del día.
El “diálogo mental” o “pensamiento compulsivo” preside este tipo de Modalidad.
No requiere pongamos atención sobre lo que va sucediendo o si la hay es una atención mínima, básica, imprescindible. La acción o movimiento del SPI está completamente autoabsorbida.
2. Estamos en Modalidad atraída o emocional cuando hay un hecho, circunstancia, persona… que nos afecta personalmente, que mueve nuestro corazón, nuestra afectividad, nuestros sentimientos, anhelos o pasiones.
Suelen ser situaciones ocasionales y de muy diferentes grados de intensidad emocional. Median las emociones: alegría, tristeza, ira, templanza, etc.
El pensamiento tiene un alto grado de sentimiento y dirige sus consideraciones sobre aquello que tocó a nuestro corazón (afectivo), de modo agradable o desagradable, feliz o desgraciado, conmovedor o inquietante...
Genera una atención centrada en el aspecto emotivo, se dirige a aquello que agita la mente o mueve el corazón y por tanto condicionada y limitada a él, a ese ojetivo o cuestión.
3. Estamos en Modalidad dirigida o racional cuando concentramos toda nuestra capacidad racional o intelectual de modo organizado para realizar un trabajo o solucionar un problema o cuestión o estudiar un asunto...
Utilizamos el pensamiento racional dirigiéndolo a una meta u objetivo.
La atención se focaliza en una meta, objetivo u objetivos concretos. Se dirige a lo que tenemos que solucionar, resolver, estudiar. No es libre, está condicionada al objetivo y a los contenidos del Almacén psicológico (memoria, rutina e instintos).
En Modalidad ordinaria la atención es mínima, funcionamos en automático, no hay prácticamente atención y consecuentemente no se precisa de la acción de querer que otorga la voluntad psicológica o deseo. En la emocional la atención está seducida, atraída a la causa afectiva. En la racional la atención se concentra y dirige a un foco concreto para resolver.
Los tres estados de Modalidad son para dar una idea general; con frecuencia en el vivir diario se dan mezclados.
COMPULSIÓN, AUTOMATISMO O MECANICIDAD DEL APARATO MOTOR
La vida psicológica es mecánica, automática o instintiva, es el polo opuesto de la vida Consciente y Voluntaria (real), pero ambas, tanto Mecanicidad como Consciencia forman parte de la misma línea, tal y como frío y calor es lo mismo diferenciándose en el grado, según se encuentre hacia un polo o hacia el otro. El grado de atención determinará estar más cerca del polo automático-instintivo o del polo Voluntario-Consciente. Según crecemos, nos desarrollamos o evolucionamos nos vamos acercando al polo de la Voluntad-Consciencia, que es más libre, más dueño de sí, más capaz y amplio.
Mecanicidad o automatismo I------x1--------x2---------x3---------x4----------x5----------x6------I Voluntad-Consciencia
(x) Grado de Atención.
Un animal estaría en el x1 (su atención es automática, instintiva), un humano, posiblemente en el x3, aun en el caso de una atención racional.
Menor grado de atención, más mecanicidad, menor Consciencia.
Mayor grado de atención, menor mecanicidad, más consciencia.
En la Modalidad psicológica de más baja intensidad, la común, hay muy pocas posibilidades de evolución hacia la Consciencia, mientras que en la emocional y aun más en la racional, las posibilidades aumentan.
En las tres Modalidades entra en juego la voluntad psicológica o deseo, con sus connotaciones de interés, preferencia, gusto, pasión..., como ardid o cebo que determina, condiciona y dirige a la sometida voluntad-psicológica. Son formas primarias de la Voluntad Real.
Dentro de la etapa evolutiva en la que estamos, -evolución psicológica- la voluntad-psicológica, que se despliega mediante el deseo, interés, preferencia, gusto…, es precursora de la Voluntad Real.
REPERCUSIONES DE LA MODALIDAD EN EL TRIPLE PROCESO PSICOLÓGICO
(Recepción, Asociación, Resultado)
El triple proceso del Sistema Psicológico, recepción, asociación y resultado, va a ser diferente según la Modalidad en la que nos encontremos. Es como si se activaran en nosotros actores diferentes, tres yoes o egos, tres personalidades, como si en nosotros existieran tres personas hermanas pero cada una con sus rasgos propios y distintos a las otras; cada una gobierna según la ocasión: rutinaria, emocional o racional.
No tomaré la misma parte de la impresión y los mismos datos de la memoria si estoy en Modalidad rutinaria, que si lo estoy en emocional o en racional. En Modalidad racional no me dejaré llevar por la afectación emocional. En Modalidad emocional no sopesaré las cuestiones fría, racionalmente.
RECEPCIÓN: No cogeré la misma parte de la impresión si mi Modalidad es trivial a si estoy movido por una emoción o sentimiento, o si me mueve la razón fría, calculadora.
ASOCIACIÓN: Según la Modalidad, así cogeremos unos u otros datos de la memoria y funcionaran unas u otras rutinas al construir el pensamiento-sentimiento.
RESULTADO: En Modalidad común, ordinaria o rutinaria no puede desarrollarse un estado de ánimo de plena satisfacción y felicidad, el cual si se haría efectivo gracias al cumplimiento de emociones o sentimientos (atraída o emocional) o al gozo de haber solucionado una cuestión difícil (dirigida o racional).
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EL APARATO MOTOR, IMPLICACIÓN DE LA BÚSQUEDA DE ALIMENTOS
El Sistema Psicológico necesita comer.
Una de las funciones del Aparato Motor es ponerse en funcionamiento para obtener alimentos.
¿QUÉ MUEVE O PORQUÉ SE MUEVE EL DESEO O VOLUNTAD-PSICOLÓGICA?
El deseo se acciona por el mero hecho de vivir, lo cual incluye trabajar, estudiar, relacionarse, divertirse, etc. En cada actividad que realizamos está implicado un interés mayor o menor, unas ganas, un gusto o disgusto, unas preferencias… Esto es lo que vemos, lo que parece, lo que acaece todos los días de nuestra vida en La Tierra. Sin embargo, con ser cierto, no es toda la verdad. Veamos.
El cuerpo físico, para crecer y mantenerse, precisa nutrientes. Para realizar actividad necesita energía, combustible. Los nutrientes y la energía los obtiene comiendo, alimentándose. Los alimentos que ingiere son de tres tipos: sólidos, líquidos y aire. Sabemos que sin aire, la vida se truncaría en pocos minutos. Sin agua no podría subsistir más allá de 2 ó 3 días. Sin sólidos no pasaría más de unas semanas. Le resulta necesario, imperativo, ineludible comer.
El sistema psicológico, necesaria, imperativa e ineludiblemente también tiene que comer. Es más, no puede dejar de comer. Al cuerpo le puede faltar aire o agua o sólidos, pero al psicológico nunca le falta la comida, tiene por todas partes, no podría privarse de alimentos aunque quisiera. Se nos puede privar de movilidad, de alimento físico, incluso de los sentidos, pero no se nos puede privar de alimento psicológico. El sistema come a través de los sentidos del cuerpo, transformando las sensaciones físicas y percepciones psicológicas. Pero come también de su propio mundo psicológico, mediante el recuerdo, mediante la imaginación, por medio del pensamiento-sentimiento, de las emociones, y en general come de todo tipo de “impresión” física o psicológica. Así como las moléculas son las unidades básicas del alimento físico, las “impresiones” son las unidades básicas que componen el alimento psicológico.
Toda acción que genera el deseo implica “comer”. El deseo utiliza al ego para obtener su comida. Comida necesaria para mantener el Sistema Psicológico y dotarle de energía.
Así como tenemos un tipo de alimentación general o rutinaria para el cuerpo y solo ocasionalmente variamos nuestras comidas en calidad y cantidad, el psicológico también tiene una alimentación “rutinaria”, es decir, ingiere cada día una cantidad y calidad determinada de nutrientes y energía. Ingiere tanto como necesita y casi siempre lo mismo. Hay un equilibrio entre lo que come y lo que gasta.
El deseo es el resorte de la máquina o instrumento psicológico para ir a por los alimentos.
Por lo general obtenemos el alimento psicológico utilizando el pensamiento compulsivo. En todo pensamiento hay un interés preciso, es decir, un deseo, una voluntad-psicológica. Estos pensamientos devienen en función de los nutrientes que necesita el sistema en cierto momento. Veamos un ejemplo: Tengo un día pacífico, tranquilo, a lo cual no estoy acostumbrado; por lo general vivo en actividad, con presiones, apremios, obligaciones que cumplir, etc. En un momento de la tarde se activa en mi la ira, con cierta persona o conmigo por medio del pensamiento. ¿Qué ha ocurrido, porqué se rompió la paz, la tranquilidad? Porque todos los días recibo una dosis de alimento de estrés, generado por aquellas obligaciones que cité. El sistema demanda ese tipo concreto de nutrientes y no hay forma de impedírselo, él buscará la forma, el modo de obtenerlos y comerlos. Se hizo rutinario comer todos los días estrés y las rutinas mandan, son de obligado cumplimiento para mantener el equilibrio diario del sistema, su particular equilibrio. El pensamiento compulsivo es un medio, pobre, de obtener alimentos psicológicos, pero es el más sencillo, el más rápido, el que está más al alcance.
Resumamos:
El sistema pierde el equilibrio al faltarle un nutriente o energía. El aparato resolutivo se resiente de la deficiencia y acude a su motor.
El desequilibrio activa la necesidad de comer por lo que el motor (voluntad-psicológica o deseo) se pone en funcionamiento dando la orden al ego para hacer acopio de alimento.
El ego solicita al aparato asociativo (pensado o hablado, que es lo mismo) que se ejecute, que inicie el proceso para buscar comida.
El asociativo toma cierto contenido de las impresiones que tiene a mano. Esos contenidos los combina con ciertos datos de su memoria, partiendo del estado en el que se encuentra.
El proceso concluye adquiriendo y suministrándose el alimento demandado a favor del resolutivo que fue quien lo demandó.
El Aparato Motor (II) El Deseo
Actualizado: 19:06 del 5 Julio 2013
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