Unidad 10. Nacionalismos y vanguardias musicales

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AMII 10. Nacionalismos y vanguardias musicales

Introducción

En esta unidad estudiaremos el contexto histórico y sociocultural, así como un resumen de algunas de las características y elementos de la música producida bajo las corrientes artísticas que conocemos como nacionalismos, por un lado (haciendo énfasis en el nacionalismo musical español) y, por otro, las llamadas vanguardias. Todo ello, cubriendo un periodo que va, desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX, hasta la actualidad.  

Los conceptos que repasaremos aquí, son esenciales para comprender y asimilar, no solo esta materia, sino también la de Historia de la Música y de la Danza. Las Unidades 10 de ambas materias se estudiarán simultáneamente, sus contenidos y aprendizajes serán complementarios.

Índice

AMII.10.1. Contexto histórico y social (BLOQUE 1, prueba PEvAU AMII e HMD)

El inicio de la Edad Contemporánea. Cambios

Los siglos XIX y XX se caracterizan por los profundos cambios que se operan en todos los  ámbitos:, transformaciones marcarán el inicio de la Edad Contemporánea (periodo histórico comprendido entre la Revolución Francesa  y la actualidad).

Varios aspectos especialmente relevantes del contexto histórico y social deberán tenerse en  cuenta a la hora de abordar este tema. 

El ascenso al poder de la burguesía

En primer lugar, el ascenso que experimentará la burguesía frente al poder del Antiguo Régimen. El nuevo espíritu iniciado con la Revolución Francesa terminará por transformar la vida política de la Europa occidental

La nueva burguesía, ahora definitivamente al frente del poder político y económico, se convertirá en la principal impulsora de las artes y la cultura en general. A través de los conciertos públicos, la burguesía será la principal promotora y consumidora de música escénica del momento. El ballet, junto con la ópera se convertirá en una de las principales diversiones de la burguesía

París: capital de las artes: el ballet

Dentro del espectacular desarrollo que experimentan las grandes capitales europeas, resulta necesario destacar el papel fundamental que desempeñará la ciudad de París en el mundo de  las artes. 

París se convertirá en la gran capital cultural del mundo desde principios del siglo XIX hasta, aproximadamente, los años 30 del siglo XX. Será el punto de confluencia de todo tipo de artistas (literatos, pintores, escultores, músicos y coreógrafos) y de corrientes artísticas (romanticismo, realismo, impresionismo, modernismo y primeras vanguardias). 

Las dos Guerras Mundiales y su influencia en la danza: la danza contemporánea

El impacto de las dos guerras mundiales será determinante en el panorama artístico a mediados del siglo XX. 

En el caso del ballet, como veremos a lo largo de este tema, el final de la Segunda Guerra Mundial marcará el nacimiento de la denominada danza contemporánea, lo que supone una ruptura con las prácticas anteriores

Análisis de audición AMII.10.2.1. “Sevilla”, Suite española, op. 47 (1882-89). Isaac Albéniz.  PEvAU AMII

Durante la primera mitad del siglo XX continúan de manera imparable las grandes  transformaciones en todos los ámbitos que se operan en Europa y el resto del mundo y que  caracterizan la Edad Contemporánea (periodo histórico comprendido entre la Revolución Francesa  y la actualidad). Te recomiendo consultar: HMD 10.1. Contexto histórico y social (Punto 2.1., BLOQUE 2, prueba PEvAU).

El  colonialismo desde finales del XIX, además de despertar un interés puramente económico, trae consigo avances culturales. Se empezarán a celebrar exposiciones universales, donde se daban a conocer las diversas realidades culturales  del planeta. Esto tiene conexión con el Nacionalismo musical, cada país reivindica su propia identidad musical buscando sus raíces en el folclore. De especial importancia para el nacimiento del impresionismo musical fue la Exposición Universal de París de 1889, donde los músicos pudieron apreciar y aprender otros sistemas musicales completamente alejados del occidental. 

En España, esta época coincide con el reinado de Alfonso XII, dentro del periodo de la restauración borbónica en España. A ello le precedió el reinado de Alfonso XIII (1902-1931). De hecho, la suite a la que pertenece esta obra (Iberia), será dedicada a la reina.

La Suite española n.º 1, Op. 47 es un conjunto de ocho piezas para piano escritas por Isaac Albéniz entre 1882 y 1889, pero estrenadas en 1906.​ La obra fue escrita en honor de la reina de España, María Cristina, esposa de Alfonso XII. Esta obra, en concreto, sevilla, está La pieza está dedicada de la siguiente manera: "con respetuoso y cariñoso recuerdo a la Exma. Sra. Condesa de Morphy", con lo que podemos deducir la atracción y admiración que sentía el autor por la aristocracia.

Se trata de una composición temprana de Isaac Albéniz, muy diferente de las obras de madurez, como la suite para piano Iberia, por las que Isaac Albéniz es principalmente conocido. Al igual que ocurre en otras creaciones para piano de Albéniz, cada una de estas piezas es un cuadro que representa una región específica de España y está concebida como una danza, una canción o una forma musical característica de ese lugar.​ "Sevilla" se caracteriza por representar musicalmente la ciudad del mismo nombre, recreando musicalmente su esencia y el ambiente flamenco de la región. 

Te recomiendo consultar: Análisis de audición AMII.10.2.3. “El Corpus Christi en Sevilla”, de la Suite Iberia (1905-9). Isaac Albéniz. PEvAU HMD

Esta obra se inscribe dentro de la corriente denominada Nacionalismo musical, estilo emparentado con el Romanticismo tardío. En el caso de Albeniz, de trata de un nacionalismo pasado por el tamiz del refinamiento y la estilización.

Esta pieza pertenece a un colección de ocho obras instrumentales de inspiración u origen dancístico, es decir, se trata de una suite.En las obras que conforman la Suite española, el primer título hace referencia a la región que representan y el subtítulo entre paréntesis indica la forma musical de la pieza o la danza de la región retratada. Esta es la tercera pieza, se titula Sevilla y está subtitulada como Sevillanas.

La pieza está estructurada en forma de rondo, con secciones contrastantes. En esta estructura de rondo, Albeniz alterna secciones principales o temas (que llamaremos "coplas") con secciones contrastantes o intermedios. Cuenta, por ejemplo, con un intermedio, en forma de copla, presentado por ambas manos al unísono

La estructura en de la de la obra es: introducción y sucesión de coplas con cadencias que se repiten (como los versos reiterados de las sevillanas). En total presenta cuatro veces la copla, cada vez en una tonalidad diferente (acorde con las cuatro variaciones del baile de sevillanas) aportando un nuevo carácter más flamenco y lento entre la tercera y la cuarta copla. Podemos decir que esta obra respeta la estructura formal de las sevillanas tradicionales.

La indicación de ritmo es Allegretto (moderadamente rápido), en compás de 3/4 (cercano al compás tradicional de la sevillana, el 6/8). Este es un compás tradicionalmente asociado a la danza. Esta obra instrumental está inspirada en un baile de sevillanas. La obra se caracteriza por su alegre y enérgico ritmo enérgico, combinado el carácter festivo del mismo. El ritmo denota un estilizado garbo, a la vez que conserva el sabor popular y combinado con la elegancia aristocrática.

Las sevillanas es un tipo de danza folclórica de inspiración flamenca, de origen andaluz. En esta obra, Isaac Albéniz (1860-1909) crea una sevillana de particular gracia. El típico ritmo flamenco subyace a una melodía lírica en las secciones principales.

Es de destacar la exquisita combinación de técnica pianística y belleza melódica. En la obra, como dijimos arriba, en forma, se alternan secciones principales o temas con secciones contrastantes o intermedios. El típico ritmo flamenco subyace a una melodía lírica en las secciones principales (temas más cantabiles), mientras que las dos manos tocan una melodía a una octava (más enérgica) para las secciones contrastantes

La tonalidad de la obra es sol mayor, pero se producen modulaciones para cada una de las cuatro coplas (cada una expuesta en una tonalidad diferente), generando una especie de "viaje tonal" a lo largo de la obra.

Cabe destacar que el autor juega con la modulación mayor-menor dentro de cada copla o tema (el periodo consecuente de cada copla en menor, el antecendente en mayor). Ello es un recurso armónicamente contrastante y sentimental, típico del romanticismo.

La textura es rica y variada, derivada de la complejidad y virtuosismo pianístico del autor. 

Melódicamente, en la obra se usan muchos giros típicamente españoles, de influencia flamenca, como adornos rápidos sobre algunas notas (decoradas con nota superior y una nota inferior) a modo de los requiebros de la voz o de la guitarra. Emplea también notas repetidas, un recurso muy habitual de la música tradicional y del flamenco. En la segunda parte, que describíamos como más flamenca, aparecen escalas armónicas menores (escalas flamencas) y melismas en octavas que recuerdan al picado de la guitarra flamenca

Todo lo anterior, lo hace Albéniz realizando un trasvase instrumental de la guitarra o el cante de inspiración flamenca al piano nacionalista o tardo-romántico.

El piano se convertirá durante el Romanticismo en el instrumento preferido por los músicos y el público. Será un instrumento habitual en los hogares de la  burguesía . Casi todos los grandes compositores del momento escribirán para este instrumento. Escribirán, tanto piezas breves, íntimas (normalmente agrupadas en cuadernos o colecciones como esta suite) como grandes composiciones para piano y orquesta (concierto romántico).

Interpretar «Sevilla» en piano brinda al pianista la oportunidad de explorar la riqueza de la música española a través de una pieza desafiante y expresiva. La obra permite desarrollar habilidades técnicas y expresivas, así como conectar con la tradición musical española de Albéniz (autor nacionalista) y su influencia en la música española de finales del XIX y principios del XX (segundo nacionalismo musical español). 

Por otro lado, la interpretación de «Sevilla» también puede representar un desafío para pianistas menos experimentados debido a su complejidad técnica y requerimientos de expresividad. Dominar los elementos flamencos y el carácter emotivo de la pieza puede implicar un trabajo arduo y dedicado por parte del intérprete.

Análisis de audición AMII.10.2.2. "Preludio a la siesta de un fauno" (1894). Claude Debussy. PEvAU HMD

RITMO:

MELODÍA:

Se trata de una melodía lánguida, en ocasiones tensa y sugestiva, de cierto sabor oriental por los arabescos cromáticos y la indefinición tonal que la caracterizan. La línea melódica es muy destacada y, de hecho, puede decirse que "lo melódico" predomina en toda la obra. La obra comienza como pura melodía, con un solo de flauta que lleva la indicación de matiz dulce y expresivo. Su énfasis sobre el tritono do#– sol debilita, en cada una de sus apariciones, la gravitación hacia la tonalidad de Mi mayor indicada por la armadura (ambiguedad tonal). De hecho, esta tonalidad sólo consigue afirmarse al final de la partitura

Los acordes, a pesar de su carácter fascinador, ocupan un lugar subordinado, realzando más la ambigüedad de la melodía que señalándole una dirección tonal. Por el contrario, la sección central de esta obra (que no aparece ya en nuestra partitura), aunque también intensamente melódica, es mucho más estable tonalmente, asentada sobre la tonalidad de Re bemol mayor. 

TEXTURA

Mediante el uso de acordes sofisticados se crea una sugestiva atmósfera en la que la ondulante melodía va evolucionando.En esta obra, la mayoría de los acordes no tienen valor por la función que desempeñen dentro de un proceso armónico, sino en sí mismos, por la belleza particular de su sonido (véanse como ejemplo los dos acordes encadenados en los compases 4 y 5, con un efecto puramente sensorial, que se repite después de una pausa en los compases 7 y 8, pero que no vinculan ninguna tonalidad a la melodía). 

Otro procedimiento armónico típicamente impresionista es el de las progresiones por movimientos paralelos (obsérvense por ejemplo los compases 24 y 27 en la cuerda frotada), que introducen un sugestivo sabor arcaizante

Los ejemplos de pasajes con tratamiento polifónico en esta obra se dan principalmente en la sección central. En todo caso, se trata de líneas que por un instante surgen de acordes y en seguida vuelven a ellos. En esta primera sección se puede señalar un ejemplo especialmente breve en el compás 22, donde los violonchelos realizan un diseño melódico descendente contra la melodía principal de la flauta sobre un acorde mantenido por el corno inglés, los violines segundos y otros violonchelos en divisi

TIMBRE

El refinamiento extremo en el uso de los timbres es una de las principales características de esta obra tan representativa del estilo impresionista. En el conjunto orquestal, destaca la riqueza de escritura y el delicado tratamiento otorgado a la familia de viento madera a la que se añade un cuarteto de trompas

El color de la flauta alcanza especial protagonismo, al identificarse desde el comienzo con el personaje del fauno. Otros instrumentos protagonizan y se alternan con el oboe para hacerse con la línea melódica: cuando los oboes toman el relevo y después son reforzados por los clarinetes, a partir del compás 17, y también por los violines, desde el 18, con lo que progresivamente van aplicándose distintas gamas de color a la melodía. En la última aparición de la melodía principal, al final de la obra, interviene un instrumento de percusión, especie de címbalos antiguos, cuya función es la de sugerir, tanto como la flauta, el mundo dionisíaco del fauno.

Muy importantes para el carácter general de la obra son las dos arpas, de las cuales, la primera presenta una afinación especial. Con la primera se realizan dos procedimientos típicamente impresionistas: los amplios glissandi (compases 4 y 8) y las llamadas “sonoridades líquidas” que se consiguen mediante el veloz arpegiado de un acorde disonante en el registro agudo (compases 21, 23 y 26). La segunda arpa permanece más a menudo en el registro grave y realiza acordes más largos, si bien todos llevan la indicación de arpegiado. 

La sección de cuerda frotada, que no sólo presenta siempre pentagramas distintos para violonchelos y contrabajos, sino que a menudo hace uso de la escritura en divisi, recurre también el uso de la sordina, para obtener un brillo tenue y vaporoso; así como la indicación, en determinados momentos, de tocar “sobre el puente” (sul ponte) con lo que se consigue una sonoridad algo más seca y oscura

FORMA:

Dado que se trata de una composición vinculada a un texto literario concreto, “La Siesta de un Fauno” de Stéphane Mallarmé, puede aceptarse la consideración de pequeño poema sinfónico" para esta obra. Si dispusiéramos de la partitura completa o escucháramos la pieza hasta el final, podríamos señalar la estructura AA’BA’’A'''Coda, que aparece con cierta frecuencia en debussy. 

En este caso, ya que Debussy usa el sonido de la flauta como un símbolo del sueño del fauno, sería posible considerar las sucesivas variaciones sobre A como una musicalización de los procesos del sueño, en que las mismas ideas aparecen de modo recurrente, pero revestidas, cada vez, de formas diversas.

No pudiendo asignar a la obra una forma tradicional, es posible al menos definir las líneas esenciales de su estructura. Se divide en seis partes de longitud desigual:

GÉNERO MUSICAL: 

PERIODO ARTÍSTICO Y CRONOLOGÍA: 

El impresionismo musical intenta representar la fugaz impresión de un momento. En la música impresionista los compositores buscan plasmar una imagen sonora. Similar a una imagen en la pintura impresionista, esta imagen sonora tiene la tarea de transmitir el estado de ánimo y la atmósfera de un momento al oyente, por lo que están en juego impresiones subjetivas y no propiedades materiales concretas. 

En general, las nuevas texturas y timbres logran una música llena de  evocaciones, sensualidad y carácter descriptivo. Se trata de una música que busca la sensualidad y agradar a los sentidos. Se recurre mucho, por ejemplo, al tema del agua o de la bruma, a los cambios de luz y color, etc.

TÍTULO:

AUTOR Y/O INTÉRPRETE: 

Análisis de audición AMII.10.2.3. “El Corpus Christi en Sevilla”, de la Suite Iberia (1905-9). Isaac Albéniz.  PEvAU HMD

RITMO:

MELODÍA:

TEXTURA

Es peculiar, y debe ser destacado, el hecho de que Albéniz usa escritura en tres pentagramas de algunos pasajes de la obra. Iberia es también una obra polifónica. No hemos de considerarla como una mera melodía con acompañamiento sino un conjunto de voces que, a la manera de una fuga, se mueven horizontalmente

Esto, al igual que sucede con la música impresionista, supone un reto para el intérprete en el control sonoro (de intensidades, dinámicas, resalte de las voces en las texturas), obligándole a dominar una amplia gama dinámica, gran variedad de articulaciones y ataques y un dominio de la pedalización capaz de colorear hasta lo más sutil.

TIMBRE

El piano se convertirá durante desde el Romanticismo (práctica que se prolonga a principios del siglo XX) en el instrumento preferido por los músicos y el público. Será un instrumento habitual en los hogares de la  burguesía.

Las piezas para piano solo servirán para experimentar con nuevas estructuras musicales, muchas veces libres alejadas de las rígidas formas clásicas.

La suite para piano Iberia, escrita por Isaac Albéniz, fue compuesta entre 1905 y 1909 (fecha de la muerte del compositor), y es quizás la más importante obra de la literatura pianística española, así como una de las cimas de la música para piano de todos los tiempos.

FORMA:

La Suite Iberia se estructura en cuatro cuadernos que contienen tres piezas cada uno. La obra, esta pieza en concreto, “El Corpus Christi en Sevilla” (del primer cuaderno, pieza nª 3) se estructura de la siguiente manera:

GÉNERO MUSICAL: 

PERIODO ARTÍSTICO Y CRONOLOGÍA: 

TÍTULO:

La suite para piano Iberia, escrita por Isaac Albéniz, fue compuesta entre 1905 y 1909 (fecha de la muerte del compositor), y es quizás la más importante obra de la literatura pianística española, así como una de las cimas de la música para piano de todos los tiempos.

Fuera de las fronteras de nuestro país, Iberia o, los Douze Nouvelles Impressions en Quatre Cahiers, según subtítulo que le dio el propio compositor, componen actualmente una de las más grandes obras pianísticas del siglo XX. Así lo reconocieron compositores contemporáneos a Albéniz, como Claude Debussy (1862-1918) y otros posteriores, como el francés Olivier Messiaen (1908-1992).

Finalizada en poco más de dos años, esta obra es un prodigio de modernidad, originalidad, fantasía y sinceridad musical. Iberia es una obra intensa, honda, llena de mensaje y naturalidad. La música está atravesada por la melancolía, la tristeza y tiene momentos de desesperación de enorme tensión dramática.

El Corpus Christi en Sevilla es la pieza más larga del primer cuaderno y a la vez la que entraña una mayor complejidad técnica en su ejecución.  

AUTOR Y/O INTÉRPRETE: 

Célebre compositor y pianista nacionalista español de origen catalán, de finales del siglo XIX y principio del XX. Está considerado uno de los autores más importantes de la historia de la música española. Fue un niño prodigio y triunfó a nivel internacional como virtuoso pianista y compositor de música para piano. También compuso música para otros instrumentos, canciones, varias obras orquestales y de cámara, y música para teatro

La obra de Albéniz, que pasó largas temporadas en París y en Londres, estuvo muy influenciada por el folclore español y cambiaría de manera definitiva el panorama musical de la España de su tiempo. El principal atractivo de la obra de Albéniz reside en la combinación de folclore español con una depurada técnica compositiva.

Técnicamente, esta pieza entraña una gran dificultad, requiere una gran fuerza y flexibilidad por parte del pianista. Una de las mejores interpretaciones conocidas de esta obra es la de la pianista española Alicia de Larrocha, reconocida como la de mayor proyección internacional, y una de las mejores intérpretes de piano del siglo XX, especialmente de composiciones del repertorio español

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Análisis de audición AMII.10.2.4. ”Syrinx" (1913). Claude Debussy.  PEvAU AMII

Análisis de audición AMII.10.2.5. “Danza de los adolescentes”. La consagración de la Primavera (1913). Igor Stravinsky PEvAU HMD

RITMO:

MELODÍA:

Utilización de una organización o sintaxis musical vanguardista. Uso de melodías que no respetan estrictamente las líneas marcadas por los modos (modalidad) o las escalas tonales (tonalidad), mediante la utilización de melodías meramente onomatopéyicas, todo con una función figurativa al servicio de una mejor representación plástica.

TEXTURA

TIMBRE

FORMA:

El autor prescinde de las formas conocidas hasta entonces, adquiriendo la obra una estructura lineal, con apariciones de ciertos motivos o gestos melódicos característicos que dan cohesión a la obra (por ejemplo, el obstinato inicial de las cuerdas, el motivo obstinato de las maderas, etc.).

GÉNERO MUSICAL: 

Esta obra ha adquirido una doble dimensión a lo largo del tiempo: es un ballet y una obra de concierto orquestal. Aunque se diseñó como un ballet (es decir, una obra escénica, con pasajes específicos acompañando los personajes y la acción), la música alcanzó igual o incluso mayor reconocimiento como una pieza de concierto, y es ampliamente considerada como una de las obras musicales más influyentes del siglo xx

PERIODO ARTÍSTICO Y CRONOLOGÍA: 

TÍTULO:

La consagración de la primavera es un ballet y obra de concierto orquestal del compositor ruso Ígor Stravinski (1882-1971). Fue escrito para la temporada 1913 en París de la compañía Ballets Rusos de Serguéi Diáguilev; la coreografía original fue creada por Vaslav Nijinsky

El ballet La consagración de la primavera es considerado la apoteosis del período ruso de Stravinski. Aquí, el compositor recrea la brutalidad de la Rusia pagana, reflejando estos sentimientos en la agresiva interpretación, armonía politonal y ritmos abruptos que aparecen a lo largo del trabajo.

Stravinski fue más allá de que la corriente modernista francesa se había atrevido creando una obra plenamente vanguardista y rupturista. Su estreno, como podía esperarse, supuso un estrepitoso fracaso: el público comenzó a abuchear la obra cuando esta aún no había finalizado. La crítica, por su parte, estaba dividida entre los maravillados modernistas franceses, y los reaccionarios autores románticos y posrománticos, que la consideraron como una sucesión estruendosa e incomprensible de sonidos y ruidos 

AUTOR Y/O INTÉRPRETE: 

Ígor Stravinski (1882-1971) fue un compositor y director de orquesta ruso, considerado uno de los músicos más importantes y trascendentales del siglo xx. Compuso una gran cantidad de obras abordando varios estilos como el primitivismo, el neoclasicismo y el serialismo.

Es conocido mundialmente, sobre todo, por tres obras de uno de sus períodos iniciales (el llamado «período ruso»): El pájaro de fuego (L'Oiseau de feu, 1910), Petrushka (1911) y La consagración de la primavera (Le sacre du printemps, 1913). Para muchos, estos ballets contemporáneos, atrevidos e innovadores, prácticamente reinventaron el género

Stravinski también escribió para diversos tipos de agraupaciones musicales en un amplio espectro de formas clásicas, desde óperas y sinfonías a pequeñas piezas para piano y obras para grupos de jazz. 

Análisis de audición AMII.10.2.6. “Danza ritual del fuego”, de "El amor brujo" (1915-1925). Manuel de Falla. PEvAU HMD

RITMO:

El autor matiza el carácter de un tempo moderadamente rápido y marcado.

El ritmo está caracterizado por un motivo de obstinato que se repetirá a lo largo de la obra: el trémolo de cuerdas de la introducción y el bajo (en la cuerda).

MELODÍA:

Falla elabora dos temas bien definidos con ese carácter "oriental" o flamenco.

TEXTURA

Mientras que el tema A (con la melodía en el oboe) responde a la textura de melodía acompañada, el tema B es más homofónico.

Hay que destacar la importancia de los motivos de bajo obstinato que se repiten a lo largo de la obra (le confieren un carácter misterioso y exótico).

TIMBRE

Falla otorga protagonismo al oboe y a la cuerda frotada en el tema A. En el tema B la melodía pasa a los vientos metales.

Falla despliega una rica instrumentación,  peculiar en su manera de distribuir las líneas musicales entre los distintos instrumentos, eligiendo los registros óptimos para los instrumentos apropiados según el carácter que le quiera dar a la obra en cada momento. 

Falla, además juega con diferentes combinaciones de instrumentos para obtener efectos tímbricos sorprendentes.

FORMA:

La "Danza ritual del fuego" se estructura a partir de una breve introducción y dos temas. Lo anterior se repetirá con algunas variaciones para finalizar con una coda

Todos los temas y recursos están relacionados entre sí. Por ejemplo, en el tema "b" encontraremos elementos del "a" (trinos en la cuerdas, bajo obstinato). Ello, como sabemos, es un recurso cíclico que sirve para darle una mayor unidad y coherencia a la obra. 

Esquema: Introducción, a, b, enlace, intro, a, b, coda. Se trata por tanto de una obra tritemática con introducción, enlace y coda

Otras observaciones de interés. 

El Amor Brujo se estructura en dos "cuadros". La "Danza Ritual del Fuego" es el segundo número del segundo cuadro ("la cueva de la bruja").

Cuadro 1. La cueva de los gitanos:

Cuadro 2. La cueva de la bruja:

GÉNERO MUSICAL: 

La obra sufrió transformaciones, pasando desde la versión inicial de  1915 (ballet flamenco), a versiones intermedias que datan de los años 1916 y 1917, hasta la versión definitiva, orquestal y desvinculada de la danza (obra sinfónica que ya no es un ballet) de 1923-1925. En la versión de 1923 se eliminará la "Danza ritual del fuego", para renombrarla como "Danza del fuego fatuo" añadiéndole una canción para voz de mezzo-soprano.

PERIODO ARTÍSTICO Y CRONOLOGÍA: 

Empezó a componerse en 1914 y el 15 de abril de 1915 tuvo lugar el estreno absoluto de la obra en el Teatro Lara de Madrid. A partir de este momento, se realizan varias versiones de la obra en los siguientes diez años hasta terminar en 1925 con la versión definitiva para orquesta sinfónica

TÍTULO:

El Amor Brujo (1915-1925) fue concebido como un ballet, y llamado entonces "Gitanería en un acto y dos cuadros". Escrita y dedicada a la bailaora y cantaora Pastora Imperio. Es posiblemente la obra más conocida de Manuel de Falla (1876-1946)

La obra presenta una gran carga de carácter popular. Se trata de una obra sumergida en elementos musicales y literarios con origen en la música y literatura gitana andaluza.

La “Danza Ritual del Fuego” (danza para ahuyentar a los malos espíritus) es quizás el momento más importante del ballet. Candela, la protagonista realiza la Danza del Ritual del Fuego para que aparezca el fantasma de su marido con quién a continuación bailará en torno a una fogata. A medida de que giran rápido alrededor de la hoguera, el fantasma es arrastrado al fuego, haciéndolo desaparecer para siempre.

En la versión de 1923 se eliminará la "Danza ritual del fuego", para renombrarla como "Danza del fuego fatuo".

AUTOR Y/O INTÉRPRETE: 

Manuel de Falla (1876-1946) fue un compositor español y andaluz (nacido en San Fernando, Cádiz) del nacionalismo musical, uno de los más importantes de la primera mitad del siglo XX, junto a Isaac Albéniz, Enrique Granados, Joaquín Turina y Joaquín Rodrigo, y uno de los compositores españoles más importantes de todos los tiempos. Ejerció una gran influencia sobre la Generación del 27

Análisis de audición AMII.10.2.7. ”Danza del molinero” (Farruca). El sombrero de tres picos (1919). Manuel de Falla.  PEvAU AMII

Esta obra se estrenó definitivamente en Londres el 21 de julio de 1919. La obra tuvo un rotundo éxito, elogiándose la acertada síntesis de música, baile, drama y decorado. Este estreno tuvo lugar en el Alhambra Theatre de la capital británica con decorados y figurines de Pablo Picasso. Una primera versión de la obra, llamada El corregidor y la molinera, fue representada en 1917 en el Teatro Eslava de Madrid.

Durante la primera mitad del siglo XX continúan de manera imparable las grandes  transformaciones en todos los ámbitos que se operan en Europa y el resto del mundo y que  caracterizan la Edad Contemporánea (periodo histórico comprendido entre la Revolución Francesa  y la actualidad). En la sociedad, la burguesía sigue afianzándose en el poder, mientras se generalizan los movimientos obreros por toda Europa. 

Durante esta época se produce un fuerte colonialismo, la exaltación nacionalista y la debilidad de las democracias frente al ascenso de los totalitarismos. Todo ello serán  motivo de grandes tensiones entre los países europeos que, finalmente, desembocarán en dos  grandes guerras como nunca antes se había conocido: la Gran Guerra Europea o Primera Guerra Mundial (1914-1918). En España, esta época coincide con el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), donde se enmarca la neutralidad del país en la contienda mundial.

Toda esta época de cambios, crisis y guerras se materializará en una gran evolución en  las artes plásticas, la literatura, el cine y la música. Las primeras décadas del siglo XX se  consideran una de las etapas más brillantes y productivas de la Historia del Arte, con grandes  movimientos artísticos (cubismo, futurismo, expresionismo, art decó...) y creadores (como Pablo Picasso, que participa, como dijimos en esta obra).

Te recomiendo consultar: HMD 9.1. Contexto histórico y social (Punto 2.1., BLOQUE 2, prueba PEvAU).

En la historia de la danza teatral del siglo xx, El sombrero de tres picos de Falla puede reclamar un lugar tan significativo como el de Petrushka de Ígor Stravinski. Ambas obras fueron producidas por el gran empresario Serguéi Diáguilev y representadas por sus Ballets Rusos. Las dos rompen con las primitivas tradiciones temáticas que poblaban el género de princesas, apariciones y cisnes. Pero todavía más importante, quizás, es su visión de la burguesía con una cierta simpatía. En este sentido, en El sombrero de tres picos se reflejan las actitudes y aspiraciones de la Andalucía rural.

Te recomiendo consultar:

El tío Lucas es un molinero cuarentón, “más feo que picio”, casado con la bellísima Frasquita, mucho más joven que él. El libidinoso corregidor Don Eugenio de Zúñiga y Ponce de León ansía los favores de Frasquita, que ésta se niega a concederle. El corregidor no se arredra e idea una estratagema para alejar al tío Lucas del molino, pero una vez allí, la astuta muchacha lo hace caer al canal de agua y Zúñiga se ve obligado a despojarse de sus ropas y a guardar cama. Cuando el molinero regresa y descubre que el corregidor está en su lecho y desnudo, piensa que ha sido burlado y le arrebata sus ropas con el objeto de vengarse, seduciendo a la mujer de éste. Cuando se enteran, Frasquita y el corregidor se lanzan a impedir lo que ya parece inevitable. Tras muchos enredos, el corregidor decide enmendar su actitud, a fin de lograr el perdón de su esposa y el tío Lucas y su pícara molinera pueden retirarse a vivir en paz.

Falla escribió dos suites para orquesta a partir de su ballet, suprimiendo escenas descriptivas y varios momentos con intervención vocal femenina. Desde entonces, la versión original, para ballet, permaneció olvidada

El ballet de Falla se organiza en dos partes: la tarde y la noche, lo que da pie a dos suites de concierto (en la segunda versión de la obra, de 1919) y Falla respetó esa estructura para "reciclar" esa música en sus dos suites. La segunda, la de la noche, es la Suite N.º 2, que posee una nutrida orquestación al servicio de un ideal sonoro que evoca la guitarra, consta de tres danzas, la "Danza del molinero" es segunda.

Lo primero que debemos señalar es que esta danza, en su versión orquestal desvinculada de la versión de ballet inicial, de 1919, es un movimiento de suite; es decir, una colección de piezas, originalmente concebidas como danzas, pero estilizadas y que pierden, en su versión instrumental sin baile, su carácter dancístico

Te recomiendo consultar el origen de la suite: HMD 5.2.3. Música instrumental. Suite (suite barroca).

"El sombrero de tres picos" se basa formal y rítmicamente en una una farruca. La farruca es uno de los palos flamencos más recientemente asimilados al flamenco. Su origen se encuentra en el folclore del norte de España, y fue llevado a Andalucía a mediados del siglo XIX. La manera flamenca y andaluza de este palo flamenco se popularizó enormemente en la primera mitad del siglo XX

Esta danza es uno de los números más conocidos de la obra (tanto del ballet como de la suite posterior), ejemplo de estilización del folclore tanto en el baile (en el que todavía prevalece coreográficamente el elemento ruso) como en la música del maestro Falla.

La estructura de la obra es:

Explicaremos estas partes en el análisis armónico y melódico.

La pieza tiene un carácter enérgico e incluso brusco. Se trata de una farruca escrita en compás de dos por  dos. La "Danza del molinero" es una de las páginas más flamencas de Falla y lo es, en gran parte gracias al tratamiento rítmico

Se trata, como dijimos, de una farruca, danza de carácter grave, con contrarritmos “apresurados” y “rasgueados” de guitarra evocados magistralmente por la orquesta. En la escena del ballet,  el molinero baila, mientras que los vecinos, lo jalean con palmas y “oles”. 

Melodía tonal con inflexiones e influencias modales (flamencas, al modo frigio o a la escala menor armónica, con el característico giro de tono y medio entre el sexto grado bemol al séptimo mayor). 

Introducción (letanía) La danza comienza con una melodía del fagot (trompa en la versión orquestal de la Suite) que simboliza la voz del propio corregidor implorando el amor de Francisquita. La trompa (o el fagot) comienza, como un quejío flamenco”, una introducción que completa el corno inglés. Se trata de una especie de elegante minueto, pasado por el tamiz neoclásico, que nos remite a la época en que transcurre la acción. Imitando el punteo de la guitarra, se presenta un tema de carácter libre y con tintes flamencos

Tema A. Tras el corno inglés, la cuerda, con ritmos bruscos y pesantes, acompañan un “Olé gaditano” que esboza melódicamente el oboe. El baile se intensifica y acelera con furia para inmovilizarse de golpe. Francisquita, en la danza, se le resiste y hay una contraposición de los temas del Corregidor y Francisquita, entre el fandango y la letanía del fagot, que va caldeando el ambiente. 

Se tata del tema, propiamente, de la danza. Tema flamenco lleno de profundidad, orgullo y tensión emocional. Protagonizado por la sección de viento madera, se alterna el oboe con el fagot, y ambos con la orquesta (oboe simboliza, quizás, a Francisquita; fagot al Corregidor), e intercalado por las falsetas flamencas (fórmulas de embellecimiento y "cierre" armónico) que interpreta la cuerda (se produce un interesante trasvase instrumental, ya que la orquesta emula el lenguaje idiomático y rítmico de la guitarra flamenca). 

Tema B. Copla. Melodía en la sección de cuerda a modo de falseta flamenca, imitando a al guitarra. El tema B será completado, finalmente, por la trompa, para precipitarse en la Coda.

Coda. Construida a partir de un obstinato de cuerda que, acelerando, y acompañado de un zapateado (en la versión del ballet de 1919) desemboca, a modo de coda en un final lleno de intensidad flamenca.

La obra está en la menor. La obra tiene una naturaleza claramente modal, lo que provoca cierta ambigüedad tonal.

Introducción (letanía): Todo gira alrededor del acorde de Sol Mayor y la escala de Sol en modo Frigio (sol – la bemol – si natural – do – re – mi bemol – fa – sol), característico del flamenco

A continuación comienza la Danza del Molinero propiamente dicha, con la primera gran sección de la obra, que llamaremos ‘A’. Esta se divide en dos secciones contrastantes entre sí: ‘a’ – ‘b’. 

Tema A. 

La ‘a’, inspirada en el compás de la farruca, presenta un tema de carácter rítmico en torno al modo Frigio y la cadencia andaluza (La m – Sol M – Fa M – Mi M). Las notas que utiliza Falla en el II grado, incorpora sonidos propios de la guitarra flamenca (7ª Mayor y tensión 11). 

La ‘b’ contrasta con ‘a’ y está compuesta por un tema melódico, más cantabile, con acompañamiento de acordes desplegados y con un carácter más íntimo e incluso melancólico. En este fragmento, Falla sigue utilizando armonías y escalas propias del flamenco, que otorgan a la obra su peculiar sabor andaluz

La sección ‘A’ concluye con unos compases finales, de tipo cadencial, que utilizan material de ‘a’ y que llamaremos ‘cadencia’. Están escritos en torno al acorde de Sol Mayor en función de Dominante, y es una sección que prepara el cambio de tonalidad que se avecina. 

Tema B. Copla. Después de ‘A’, aparece la sección ‘B’ o ‘COPLA’. Ésta suele aparecer frecuentemente en las obras de los autores españoles del nacionalismo. Suele tener un aire libre, cercano a la figura del cantaor. En este caso, el motivo de ‘B’ aparece con gran fuerza rítmica en Do menor/Mi b Mayor (el autor se mueve entre ambas tonalidades), y mantiene en su estructura armónica la cadencia andaluza y los acordes con tensiones flamencas características

Coda. Para finalizar, la ‘CODA’; amplia, con un ritmo frenético, creciente y progresivo (più animato), crescendo hasta el final (fortíssimo) y gran energía (marcattísimo). Los acordes con los que concluyen aparecen de forma repentina y sorpresiva. La obra culmina en una cadencia frigia.

Timbre, dinámica y otros aspectos expresivos e interpretativos.

Analizado arriba (ver "armonía")

AMII.10.4. Lista de breves conceptos para las preguntas semi-abiertas (BLOQUE 2, prueba PEvAU)

Los preguntas semi-abiertas relacionadas con este tema, que te pueden caer son:

Una polirritmia es un ritmo en el que se superponen y ejecutan de manera simultánea diferentes métricas. Por ejemplo, superponer un compás con división en tercios con otro a mitades, o simultanear un compás de cuatro tiempos a otros de tres.