Mi filosofía educativa

Gran parte de mi formación profesional como maestro implica analizar, comprender, e investigar sobre las perspectivas educativas existentes que fungen como base para la enseñanza de la educación en los tiempos contemporáneos. Desarrollar o adoptar un enfoque educativo, entiéndase una filosofía, debe ser uno de los principios fundamentales para mí a la hora de llevar el proceso de enseñanza. Es por esto, que mi perspectiva va dirigida hacia un enfoque que se considere adecuado para el aprendizaje más exitoso de los estudiantes.

Primeramente y bajo el concepto de sociedad, considero que tras los nuevos avances y el desarrollo humano de forma competente a partir de la historia, la educación debe contribuir de forma directa a la construcción de una sociedad totalmente democrática, en el que cada individuo desarrolle sus capacidades cognitivas para analizar y expresarse de manera propia según su entendimiento. El propósito de la educación en cada rincón de nuestro planeta, debe ser con un mismo fin, que abarque el desarrollo de nuevas generaciones totalmente de forma reflexiva ante los sucesos que acontecen en nuestro mundo habitual. Por tal razón, centrándonos en nuestra perspectiva e ideología democrática, la escuela tiene como rol principal favorecer la democracia participativa en cada uno de sus estudiantes, de manera que ellos sean quienes deliberen decisiones bajo sus análisis individuales y sus propios procesos de aprendizaje. De esta manera, considero que se toma en cuenta y se emplea las capacidades mentales e intelecutales de cada ser humano y/o aprendiz. A su vez, se promueve en cada estudiante la capacidad de pensar y razonar sobre cada asunto pertinente al momento de tener que recurrir a el.

Ciertamente, sabemos que todo ser humano tiene la capacidad de pensar y razonar, por tanto, la escuela debe contribuir y explotar tan valioso recurso que nos define como seres humanos. No cabe duda, que cada ser humano es distinto, y que cada individuo contempla una capacidad de pensamiento en diferentes niveles, por tal razón, la escuela como ente educativo es quien toma acción para estimular, desarrollar y cultivar a través de espacios pertinentes esa capacidad de pensamiento y razonamiento en cada estudiante con el fin de transformar la sociedad en la cual queremos aspirar.

Hoy día nos topamos con una realidad que preocupa a muchos sectores de la humanidad, y es la falta de sensibilidad y virtudes éticas o morales. Por tal razón, hoy más que nunca la escuela debe contemplar como uno de sus porpósitos más fundamentales el desarrollo de la educación moral en los niños y jóvenes. Y es que, los jóvenes de hoy en día están muy expuestos a contenido no apropiado en edades muy tempranas que suele afectar su capacidad y su desarrollo cognitivo, llevándolos a otras vías que no son las más esperadas para el desarrollo ético y moral. Como valores universales, y como futuro maestro de Educación Especial, considero que la escuela debe promover el respeto hacia la diversidad, el respeto hacia las excepcionalidades y las diferencias intelectuales, el compañerismo, la cortesía, y sobre todo la empatía. Además, pienso que los valores culturales y cívicos deben ser impulsados por el currículo educativo para desarrollar nuestra identidad como ciudadanos puertorriqueños. Me parecen importante fomentar las virtudes éticas, ya que estos valores son los que nos definen y nos llevan a ser mejores ciudadanos para convivir en una sociedad totalmente favorable para la coexistencia.

Mi pensar sobre mi filosofía educativa abarca el proceso de cómo se debe transmitir a los estudiantes el conocimiento por medio del currículo. Personalmente y de modo reflexivo, a través de mis experiencias y observaciones realizadas, considero que el conocimiento debe construirse y por tanto, el mismo debe ser llevado a cabo en la sala de clase a través de las experiencias y conexiones de los estudiantes. Por tanto, pienso que la mejor forma de llevar a cabo la impartición del proceso de enseñanza y aprendizaje a los estudiantes es por medio de la investigación, experimentación y reflexión. Estos procesos combinados, inducen a los estudiantes a interesarse por el contenido curricular. Además, emplear esta combinación de construcción de aprendizaje, permite a los estudiantes integrar todas las materias y permite que los estudiantes realicen conexiones sobre lo aprendido en las distintas materias, dándole paso al desarrollo reflexivo y análisis de cada estudiante.

Cuando hablamos del proceso de enseñanza y aprendizaje es indispensable conocer el papel que juega el maestro en la sala de clase. Por tal razón, y acorde a mi filosofía constructivista y democrática, considero que el maestro debe jugar un papel que promueva los valores que inducen a una sociedad democrática y participativa, que acepte, analice, y reflexione sobre los sucesos que acontecen. Por eso, el maestro debe permitir en la sala de clase la sana convivencia, una educación que promueva los temas transversales como la educación para la paz, educación cívica y ética, y tecnología y educación. Además, el maestro debe permitir a los estudiantes el espacio pertinente para que ellos construyan significado aplicando las materias e integrando todos los procesos de aprendizaje de manera efectiva por medio de la integración curricular. Se debe enseñar con métodos y estrategias de aprendizaje que envuelvan el diálogo, la discusión, la investigación y la experimentación. Es de esta manera, que buscamos innovar y complementar, haciéndole sentido a los estudiantes sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje que enriquece la formación de cada uno como individuos.