Mi nombre es Navith Berenice Márquez Chávez, soy ingeniero en sistemas computacionales de profesión y artesana de corazón.
Estudie en el instituto tecnológico de Querétaro y me prepare para la vida laboral con 2 años de antelación a mi titulación, forme parte de la oficina de seguridad de Mabe Internacional como administrador de sistemas TI y SAP durante este tiempo creí que el trabajo era solo una obligación: cumplir horarios, alcanzar metas, recibir un salario. Me esforzaba por ser eficiente, Sin embargo, con el tiempo, comencé a sentirme desconectada. Hacía bien lo que se me pedía, con esfuerzo y costo de mi bienestar físico e integridad emocional. ¿Cuánto tiempo más debo seguir haciendo esto?
Esa pregunta me incomodó, pero no tanto como la situación epidemiológica que pasaba el mundo en pleno 2020, quise entonces regresar a sentirme segura y tranquila a la comodidad de mi hogar, deje la ciudad y con ella lo que yo habría creído que era mi crecimiento laboral. Estuve frustrada y triste algunos días, me sentía perdida e insuficiente, descubrí que el crecimiento y empoderamiento de las personas no vienen de terceros, no se miden reportes generados, correos enviados, datos analizados o elogios fingidos. Me obligue a mirar más allá del éxito medido en resultados. Empecé a preguntarme qué me motivaba, qué me hacía sentir útil, y sobre todo, qué tipo de trabajo me hacía sentir vivo. Descubrí que no se trataba solo de cambiar de empleo, sino de cambiar la forma en que me relacionaba con mi trabajo.
Fue un proceso lento y, a veces, doloroso. Tuve que reconocer que no todo lo que hacía era por pasión, que había dejado de escuchar mis propias aspiraciones por seguir caminos marcados por otros. Pero también fue liberador. Me di permiso de explorar, de aprender nuevas habilidades, de equivocarme sin miedo. Y en ese trayecto, comencé a encontrarme. Hoy cuento con mi marca personal el Taller de Nabi que me permite crecer y explorarme mientras desempeño labores de reclutamiento a terceros que necesitan encontrar su camino, los artículos y actividades que realizamos son muy diversos puesto que el límite es nuestra imaginación, andamos veredas donde no hay caminos y dejamos la ruta marcada para futuros caminantes buscando quien más como yo quiera hacer catarsis consigo mismo.