Al recibir la invitación de una gran mujer y persona excepcional, cuya grandeza humana y logros con Yos It Yoga son dignos de admiración, me sentí profundamente honrada. En un principio, pensé que no había mucho que contar sobre mí, pero esta oportunidad me llevó a reflexionar. Gracias, Caro, por tu confianza. Te expreso mi admiración, respeto y gratitud.
Al detenerme a pensar en mi historia, me di cuenta de que he recorrido un camino lleno de esfuerzo y aprendizaje. Y entonces comprendí que tuve el mejor ejemplo de fortaleza y amor incondicional en la mujer más admirable de mi vida: mi mamá. De ella aprendí el valor del trabajo, la entrega desinteresada y la capacidad infinita de luchar por quienes amamos. Cada sacrificio que he hecho, cada paso que he dado para salir adelante, lleva su esencia y su enseñanza.
Mi nombre es Miriam, tengo 47 años y me desempeño como estilista y comerciante. Me considero una persona afortunada por la maravillosa familia que tengo, quienes son un ejemplo a seguir y una fuente constante de bendición y gratitud en mi vida.
A lo largo de mi camino, he enfrentado desafíos significativos. Desde hace 13 años, asumí sola la responsabilidad económica de mi familia y la educación de mis tres hijos. Sin embargo, ellos han sido mi mayor inspiración y fortaleza, motivándome a mejorar y a buscar nuevas oportunidades.
En esta búsqueda de crecimiento, me involucré en el fascinante mundo de la apicultura, donde aprendí sobre la importancia del cuidado de las abejas para el equilibrio del planeta. Este trabajo, aunque arduo y demandante, me ha enseñado el valor de la perseverancia y el poder de cada pequeña acción. La miel que extraemos es un producto 100% puro, garantizado por su calidad, ya que es consumido por mi familia, amigos y clientes que confían plenamente en su autenticidad y sabor.
Nuestros productos se comercializan en México, Puebla, Jonotla y sus alrededores, así como en un local de artesanías ubicado junto al principal atractivo turístico de mi comunidad en Jonotla. A pesar de las adversidades, me siento profundamente orgullosa de lo que he logrado con esfuerzo y dedicación. Además, me llena de satisfacción haber generado oportunidades de empleo, especialmente para jóvenes que desean continuar con sus estudios.
Sin embargo, mi mayor orgullo y satisfacción es haber brindado educación a mis hijos y haberlos formado como seres humanos íntegros. Su crecimiento y valores me hacen sentir como la madre más orgullosa y feliz.
Hoy, al mirar hacia atrás, veo no solo los desafíos superados, sino también la fuerza que habita en cada uno de nosotros cuando decidimos creer en nuestras capacidades. La vida me ha enseñado que no importa cuán difícil sea el camino, siempre hay una razón para seguir adelante, siempre hay una luz guiándonos, aunque a veces parezca tenue.
La mayor riqueza que poseo no se mide en bienes materiales, sino en el amor de mi familia, en el orgullo de haber criado hijos íntegros y en la satisfacción de contribuir al mundo con mi trabajo. La apicultura me ha enseñado que, al igual que las abejas, cada pequeña acción tiene un impacto en el gran ecosistema de la vida. Así somos los seres humanos: con nuestras elecciones, nuestro esfuerzo y nuestro amor, dejamos huellas imborrables en quienes nos rodean.
Hoy, más que nunca, abrazo mi historia con gratitud. Si algo puedo dejar como mensaje, es que no importa cuántas veces caigas, lo importante es la valentía con la que te levantas. Que cada mujer que lea esto recuerde que dentro de ella hay una fuerza inquebrantable, una luz que merece brillar y un camino que solo ella puede trazar.
Porque somos mujeres admirables, no por lo que tenemos, sino por lo que somos y por la forma en que elegimos vivir nuestra historia.