Lluvia de Sonidos es un proyecto que nació de mi amor por los sonidos y la búsqueda de espacios donde las personas puedan reconectar consigo mismas. A través de los Cuencos del Himalaya, gongs, instrumentos acústicos como violín y piano, y la combinación de aromaterapia, creo experiencias inmersivas que guían hacia la relajación y el descanso mental.
Para mí, este trabajo es más que una labor: es un acto de gratitud hacia la vida y una forma de compartir herramientas para la introspección.
Todo empezó en 2016, durante una sesión de cuencos con el maestro Geoffrey Torkington. Aquella primera vez que escuché su sonido vibrante, algo en mí se transformó. Me enamoré de su resonancia y supe que quería aprender a tocarlos. La vida, en un giro sincrónico, me llevó a convertirme en su alumna, en 2019 tomé mi primer nivel y adquirí mi primer set de cuencos.
Tras la pausa por la pandemia, en 2022 retomé el segundo nivel y conocí a compañeros con quienes inicié sesiones grupales. Fue entonces cuando intuí que podía ir más allá, al incorporar a mis sobrinos músicos del Conservatorio Nacional (violín y percusiones), descubrí que la fusión de estos instrumentos con los cuencos creaba algo único. Aunque no fue bien recibido en aquel círculo inicial, ese rechazo fue el parteaguas que me impulsó a crear mis propios conceptos.
En noviembre de 2023, enfrenté una crisis profesional que me hizo cuestionar mi camino. En medio de esa incertidumbre, me pregunté: "Miriam, ¿qué quieres realmente?". La respuesta fue clara:
Buscar un lenguaje que uniera las maravillas del sonido, la libertad creativa y la magia de habitar el presente. Lluvia de Sonidos: mi declaración al universo.
Los desafíos —como la resistencia inicial a mezclar géneros o el miedo a emprender— se convirtieron en combustible. Cada sesión con vecinos, amigos o nuevos públicos confirmaba que estaba en el camino correcto. Hoy, ver cómo los asistentes se abandonan al sonido, cómo su respiración se sincroniza con las vibraciones, es la mayor recompensa.
El poder del pensamiento y la emoción han sido mis grandes aliados para manifestar. Hoy, Lluvia de Sonidos se materializa en dos experiencias que surgieron de esa íntima conexión entre creer y crear:
1. Concierto de Relajación
2. Alquimia del Descanso
Desde aquel primer encuentro con mi maestro Geoffrey Torkington hasta hallar a mis colaboradores ideales, cada paso ha sido un acto de confianza en el proceso. Mis pensamientos sembraron la intención, mi sentir la regó... y el universo respondió con esta manifestación llamada Lluvia de Sonidos.
Mi visión es llevar Lluvia de Sonidos a más personas, que sea un recurso para quienes buscan paz en un mundo acelerado. Quiero que cada asistente sienta que el tiempo se detiene, que su cuerpo y mente encuentran un momento de paz.
Este proyecto es mi legado de amor: en cada sesión, doy lo mejor de mí, porque sé que el sonido, cuando nace del alma, transforma.
¡Larga vida a Lluvia de Sonidos!