Hace 10 años de ese momento. Por fin me volvía de Madrid con mi plaza de residente de Pediatría.
Muchos años de estudio y unos últimos meses estudiando el MIR estresantes.
Regresaba a casa feliz porque todo mi esfuerzo había dado sus frutos y traía conmigo lo que yo quería.
Vinieron 4 años intensos en el hospital rodeada de esa gran familia que es el Infantil donde aprendí la base de toda la Pediatría que sé.
Después tocaba elegir un camino. Yo tenía claro que quería algo fuera del hospital, quería probar algo distinto a lo que había hecho. De forma un poco precipitada terminé en el Centro de Salud de La Puebla de Cazalla (Sevilla). Allí descubrí que me encanta la Atención Primaria. Me gusta el seguimiento de los niños desde que nacen, verlos crecer y a su vez, crecer yo profesionalmente. Me gusta sentir que ayudo a las familias, ver como se van tranquilas después de una explicación o darles mi apoyo en algunas situaciones complicadas.
Ya han pasado 10 años, y no puedo estar más orgullosa de haber hecho la elección correcta. Porque no me veo haciendo otra cosa en medicina que no sea estar al lado de "esos locos bajitos".