¿Qué es un humidificador?
Es un dispositivo eléctrico, que tiene un reservorio de agua y mediante distintos procedimientos, evapora el agua aumentando la humedad del ambiente.
¿Qué tipo de humidificadores hay?
Hay distintos tipos:
- Humidificadores de vapor caliente: son los más baratos. No es necesario utilizar agua destilada, se puede usar agua del grifo, ya que hierven el agua. Al utilizar agua caliente, hay riesgo de quemaduras y elevan la temperatura de la estancia.
- Humidificadores de vapor frio: normalmente funcionan mediante ultrasonidos, evaporando el agua de forma muy eficiente. Tiene tres ventajas: no hay riesgo de quemaduras, no aumentan la temperatura del ambiente y el vapor de agua que producen es más fino y más fácil de inspirar. Lo habitual es que usen agua destilada.
¿Y por qué ese control de la humedad en casa?
La humedad ambiental es la cantidad de vapor de agua que contiene el aire. Generalmente se mide con un higrómetro.
El clima condiciona la humedad de una región en cada época del año. La humedad climática no podemos controlarla, pero sí se puede modificar la del interior de una vivienda.
Los valores recomendables de humedad relativa dentro de la vivienda oscilan entre el 40%-60%. La supervivencia de virus y bacterias que se transmiten por el aire se reduce en gran medida con niveles de humedad relativa del 40-70%.
En cambio, en un ambiente seco (humedad por debajo del 40%) se incrementa el riesgo de contagio de enfermedades respiratorias como el catarro común.
Además, si el ambiente en casa es muy seco, se ve comprometida la hidratación de la mucosa nasal y ocular.
¿En qué casos estaría indicado usar un humidificador?
Antes de comprar un humidificador habría que comprobar si la humedad en casa está entre el 40-60%. Si es así, no haría falta ningún humidificador.
No existe una indicación clara para que los humidificadores domésticos sean “imprescindibles”, su uso puede ser controvertido y en algunas patologías está contraindicado.
Pueden indicarse en las siguientes situaciones:
- Catarro común o rinofaringitis: al reducir la sequedad del aire, se hidrata la mucosidad y se moviliza mejor. La humedad mejora la congestión nasal.ñ’
- Laringitis: disminuye la inflamación laríngea cuando se usa un humidificador de aire frío. En este caso, el efecto parece más asociado a la vasoconstricción que produce el frío que a la propia humedad.
- No está claro el beneficio en patologías de las vías aéreas inferiores (como la bronquiolitis), y en algunas de ellas su uso está contraindicado.
¿Existe algún peligro al usarlo?
Los principales riesgos son por el mal uso de estos dispositivos:
- Quemaduras: en los humidificadores de vapor caliente.
- Fiebre, infecciones respiratorias y broncoespasmo. Por colonización de los reservorios por bacterias y hongos (sobre todo con los ultrasónicos).
¿Hay alguna contraindicación?
Sí:
- Están totalmente contraindicados en niños con asma o rinitis alérgica.
- No se recomiendan en patologías de las vías respiratorias inferiores.
Los humidificadores son fuentes potenciales de aeroalérgenos (sustancias que están en el aire y pueden desencadenar una crisis respiratoria. Además, los ambientes húmedos (humedades por encima del 50-60%) favorecen el crecimiento de ácaros del polvo y de hongos, principales desencadenantes del asma.
¿Algunas recomendaciones para su uso y mantenimiento?
- Usarlos solo cuando las circunstancias lo aconsejen y hasta alcanzar la humedad deseada (no deben estar toda la noche funcionando). Lo recomendado es encenderlo antes de que el niño se vaya a dormir y apagarlo una vez esté dormido.
- Aportar la humedad adecuada para las condiciones ambientales existentes.
- Desenchufar el aparato antes de su manipulación.
- Cambiar diariamente el agua de su reservorio.
- Usar agua destilada (en el caso de que sea de vapor caliente, en las instrucciones puede indicar que sirve el agua del grifo).
- Limpiarlos cada 3 días. Eliminar cualquier superficie depositada. Secar bien todas las superficies.
- Seguir las instrucciones del fabricante en cuanto a productos de limpieza y desinfectantes. En su ausencia, usar agua oxigenada para limpiar las superficies en contacto con el agua. Si se emplean detergentes, aclarar varias veces para evitar la dispersión de productos químicos durante su uso.
- Mantener los vaporizadores de aire caliente fuera del alcance de los niños por el riesgo de quemaduras.
- Evitar que las superficies de alrededor del aparato estén húmedas o mojadas.
- Antes de guardar el humidificador, lavarlo y secarlo bien. Antes de volverlo a usar, limpiar de nuevo.
¿Qué otras alternativas hay para aportar humedad a tu casa?
- Mantener la temperatura entre 20-22ºC (a menos temperatura, más humedad relativa).
- Colocar en los radiadores un humidificador de radiador de barro o cerámica con agua (lavar y cambiar a diario).
- Colgar algo de ropa húmeda dentro de casa.
- Tener plantas de interior.
- Permitir que el vapor creado en los baños se distribuya por el resto de la casa.
Conclusiones
- La humedad ambiental debe mantenerse idealmente entre el 40-60% para reducir la incidencia de infecciones respiratorias y la severidad de las reacciones alérgicas y asmáticas.
- Si se emplea un humidificador debemos tener un sistema de medición de la humedad, ya que solo se debe usar cuando las circunstancias lo justifiquen.
- Su uso queda básicamente limitado al resfriado común, la rinofaringitis y las laringitis (en esta última los de aire frio).
- No están indicados en los casos de asma bronquial, alergias ni en otras afecciones de las vías respiratorias bajas.
- Es preferible evitar los vaporizadores de agua caliente por el riesgo de quemaduras.
- Evitar vapores de mentol, eucalipto u otros olores fuertes.
Espero que os sirva de ayuda y que si en algún momento decidís comprar uno, que sea con cierto conocimiento sobre el tema.