Antes de explicaros qué es la fimosis y qué cuidados necesita el pene de un niño, vamos a aclarar varios términos para que no os perdáis en la lectura.
Glande: es la parte final del pene, la punta que es un poco más engrosada.
Prepucio: es la parte de piel que recubre al glande (a lo que mucho de vosotros le decís “el pellejito”).
Y ahora sí, comenzamos con el tema.
¿Qué es la fimosis?
La fimosis es un estrechamiento de la abertura del prepucio, de manera que es imposible retraerlo hacia detrás y dejar el glande al descubierto.
¿Un bebé tiene una fimosis?
Podríamos decir que tienen una fimosis fisiológica, normal en su edad.
Cuando un niño nace, lo normal es que tenga muy estrecho el orificio prepucial y que no se pueda retraer.
¿Hay que dar tirón?
La respuesta es NO. En los bebés esa zona no se toca.
Antiguamente se recomendaban en los bebés los terribles tirones, desaconsejados por completo en la actualidad, ya que la gran mayoría de veces, en vez de crear un bien, lo que hacían era empeorar la situación. Al dar el tirón se creaban cicatrices. El tejido cicatricial es menos elástico que el tejido natural de esa zona y se empeoraba la fimosis.
¿Se soluciona solo?
Lo cierto es que a los 3-4 años, el 90% de los prepucios desciendan sin problemas.
¿Y cómo se soluciona solo?
Como una parte de patologías en los niños, éstas se irán resolviendo con el paso de los años.
En este caso entran en juego varios factores:
- Erecciones espontáneas: estas erecciones van haciendo que el prepucio, que es elástico, cada vez vaya abriéndose más y descienda mejor.
- Esmegma: es una secreción lubricante que se produce bajo la piel del prepucio, de manera que lubrica la zona y ayudará a facilitar la salida del glande. A veces se pueden ver como pequeños quistes blanquecinos debajo de la piel del pene. En alguna ocasión se abren y sale una secreción blanquecina espesa, que a muchos os recuerda al pus. No tiene ninguna importancia y no hay que hacer nada.
¿Puede dar complicaciones?
La complicación más frecuente relacionada con la fimosis es la balanitis, que no es más que una infección de la parte de la zona del glande y prepucio.
A veces pueden asociarse infecciones de orina, pero no es frecuente.
¿Entonces cuándo hay que hacer retracciones?
A partir del primer año, recomiendo a los padres la higiene de la zona, con una mínima retracción, siempre sin forzar, sin tirones.
A los 2-3 años, podemos comenzar a enseñar a nuestros hijos a hacerlo ellos solos. El momento del baño suele ser el más propicio. He escuchado múltiples historias que se inventan los papás para que colaboren (sacar la cabecita de la tortuga es una de las más usadas).
¿Y si ya tiene 3-4 años y sigue sin poder retraerse el prepucio?
Si a esta edad aún no se consigue retraer, o si se retrae un poco, pero quedan adherencias entre prepucio y glande, se suele recurrir al uso de corticoides.
En este caso nos beneficiamos de un efecto secundario de los corticoides para mejorar el problema. Los corticoides crean una atrofia de la piel, la vuelven más fina y elástica, de forma que esto nos ayuda para poder retraer el prepucio más fácilmente.
Lo normal es llevar a cabo un ciclo durante un mes aplicando en la zona una crema con corticoides cada 12-24 horas, acompañándose de pequeñas retracciones (lo mejor en el baño), siempre sin forzar.
Los resultados son espectaculares, pero es cierto que, una vez terminado el ciclo, hay que seguir siendo constantes y seguir haciendo los ejercicios porque muchas veces se vuelve al punto de partida.
En numerosas ocasiones, a los papás les digo que sigan un par de meses más haciendo lo que venían haciendo, pero esta vez, no aplicamos corticoides, sino un poco de vaselina neutra.
¿Y cuándo hace falta intervenir?
Si tras realizar un par de ciclos con corticoides no ha habido mejoría, una vez llegados los 5-6 años, es la hora de derivarlo al Cirujano infantil para que valore el caso.
La intervención quirúrgica que se llevaría a cabo sería una circuncisión (se retiraría la piel del prepucio que recubre el glande). Es una intervención sencilla que no suele tener complicaciones.
Otros casos en los que se puede indicar cirugía antes de esa edad:
- Balanitis de repetición muy frecuentes.
- Globo prepucial: el prepucio se llena de orina como un globo por la estrechez del conducto y si se relaciona con infecciones de repetición.
- Infecciones de orina de repetición en niños mayores.
Un motivo importante para acudir a urgencias: la parafimosis
La parafimosis es un motivo para acudir a un centro sanitario de urgencias. Ocurre cuando la piel del prepucio desciende, pero es imposible volver a subirla, de manera que se produce una estrangulación del glande.