¿Cómo reaccionar ante la fiebre?
Ante todo, calma. Lo estamos haciendo bien, lo estáis haciendo bien. Yo, desde el otro lado del correo, intento solucionaros todo lo que puedo y transmitir toda la calma posible teniendo en cuenta la situación que nos ha tocado vivir. Gracias a vuestra colaboración, estamos logrando que las salidas de casa con vuestros hijos sean las menos posibles. Pronto esta pesadilla habrá pasado.
Y ahora vamos al tema que nos toca.
¿Qué es la fiebre?
La fiebre es un síntoma, no es una enfermedad. Es un síntoma igual que lo es la diarrea, los vómitos, los mocos, etc.
Se considera fiebre a la elevación de la temperatura por encima de los 38 ºC.
¿Por qué se produce la fiebre?
La fiebre es el mecanismo de defensa del cuerpo ante los virus y las bacterias. Estos se multiplican mejor cuando la temperatura está sobre los 36,5-37ºC, de manera que nuestro cuerpo eleva la temperatura para “achicharrarlos”.
¿Cuándo hay que dar el antitérmico (por ejemplo, paracetamol o ibuprofeno)?
Esto es algo que siempre os comento en la consulta: no hay una temperatura a la que haya que dar el antitérmico. No vamos a tratar la fiebre, vamos a tratar el malestar. Si tu hijo tiene 38 ºC, pero está jugando y contento, entonces no le des nada. Deja que la fiebre haga lo que tiene que hacer y que su cuerpo se defienda. Pero si tu hijo tiene 37,5 ºC y está tirado en el sofá, con malestar, con cefalea, con náuseas, entonces no lo dejes así, dale el antitérmico para mejorar cómo se siente.
¿Qué antitérmico es mejor?
En niños lo normal es utilizar dos antitérmicos: paracetamol, que se puede usar desde el nacimiento, e ibuprofeno, que usaremos una vez el bebé haya cumplido los 6 meses de vida.
La dosis depende del peso del niño, por eso siempre en consulta os lo pregunto y hacemos el cálculo en la calculadora.
Como primera opción, siempre es mejor paracetamol que tiene menos efectos secundarios.
¿Hace falta alternarlos si la fiebre es muy constante?
La respuesta es NO. Se recomienda siempre utilizar solo uno, ya que si se alterna, podría haber errores en la dosificación.
Paracetamol se puede dar cada 4-6 horas e ibuprofeno cada 6-8 horas.
Si, llegado el caso, es necesario alternarlos porque cueste que se tome siempre el mismo, no pasa nada. Identifícalos bien y asegúrate de dar la dosis correcta.
Le he dado el antitérmico pero la fiebre no ha terminado de quitarse. ¿Qué hago?
Se considera que un antitérmico ha hecho su efecto si la fiebre ha descendido entre 1 ºC y 1,5 ºC. Si tu hijo tenía 39 ºC cuando se lo diste y le ha bajado la fiebre hasta 38, ya hizo su efecto. Deja que la fiebre haga lo que tiene que hacer: defender al cuerpo.
¿Y si vomita el antitérmico?
Esta es otra consulta frecuente. Sobre todo ocurre con el paracetamol. Su sabor amargo, añadido al malestar del niño, hace que se favorezca el vómito.
Si hace menos de 15 minutos que se lo has dado cuando el niño vomita, vuelve a darle la dosis completa.
Si hace entre 15-30 minutos, dale la mitad de la dosis que antes le has dado.
Si hace más de 30 minutos, asumimos que se ha absorbido casi en su totalidad.
Otras medidas contra la fiebre
Me llegan también muchas consultas relacionadas con las medidas físicas frente a la fiebre. Esas que te recomienda la abuela o la tía, y que pueden ser como las que detallo a continuación.
Respecto a sobreabrigar, no se recomienda. Si abrigamos al niño, lo que hacemos es aumentar su temperatura y por tanto aumentar el malestar que ya pueda tener. Al contrario, es aconsejable desabrigar, quitar capas de ropa, para favorecer que la temperatura baje.
Si hablamos de los baños o paños de agua fría, tampoco se recomiendan. No es bueno el cambio brusco de temperatura, aumentará más el malestar. Sí puedes hacerlo con agua tibia.
Por otro lado, sí está recomendado hidratar. Sobre todo en los más pequeños es importante ofrecer líquidos. Es normal que el niño no tenga apetito, que no quiera comer sólidos, que no le apetezcan, pero ofrécele líquidos.
¿Si tiene fiebre alta significa que es más grave que si es baja?
Lo cierto es que NO. A menudo venís con el registro de las altas temperaturas que ha experimentado vuestro hijo, pero esto no significa gravedad. De hecho, hay enfermedades graves que cursan con fiebre baja.
¿Si tiene fiebre alta, va a tener convulsiones?
La respuesta vuelve a ser NO. Las convulsiones se van a producir, sobre todo el primer día de fiebre, en niños que están predispuestos genéticamente, independientemente de lo elevada que sea la fiebre. Si esto sucediese, hay que mantener la calma. Es algo frecuente en niños. No metas nada en la boca del niño, ponlo de lado, llama a un centro sanitario y sigue las indicaciones que te den.
¿Cuándo tengo que acudir a que lo valore la pediatra?
Múltiples son los correos a los que he contestado con la misma repuesta. No hace falta valorar al niño cuando lleva pocas horas con fiebre, aunque haya sido alta. Como siempre os digo, la fiebre es más elevada y rebelde las primeras 48 horas. Lo normal es que pasado ese tiempo, haya comenzado a controlarse o desaparecer. Además, lo normal es que en la exploración no se observe nada hasta pasado ese tiempo. Aunque puede que no me creáis, os aseguro que yo a mis hijos no los exploro hasta que no han pasado esas 48 horas, por mucho que la abuela no pare de darme la lata, porque antes no llego a ninguna conclusión.
Por lo tanto, cuándo acudir al centro de salud:
Si tu hijo tiene fiebre y tiene menos de 3 meses de vida. Es el único caso en el que da igual el tiempo que lleve con fiebre.
Si tiene menos de 2 años y fiebre de más de 48 horas.
Si tiene más de 2 años y fiebre durante más de 3 días.
Si está decaído aun cuando está en ese periodo en el que no tiene fiebre.
Si tiene un llanto muy irritable y desconsolado.
Si hay rechazo completo de toda alimentación sólida y de líquidos.
Si hay dificultad respiratoria. Para saber si es así, subidle la camiseta y observad cómo respira. El niño presentará dificultad si veis que, al coger aire, se le marcan las costillas o se le hunde la parte de arriba del esternón. Es normal que cuando tenga fiebre respire algo más rápido y notéis que el corazón también le late más rápido.
Si aparecen unas manchas rojizo-violáceas en la piel. No cualquier mancha. De hecho, en los niños con fiebre es muy normal que aparezcan manchas de todo tipo y la gran mayoría no tienen ninguna importancia. A las que me refiero son a manchas rojizo-violáceas que, al presionar sobre ellas y estirar la piel, no blanquean, no desaparecen. Este tipo de manchas constituyen motivo para acudir de forma urgente a un centro sanitario.
Si hay rigidez de nuca o dolor en el cuello. Esto también os asusta mucho. Hay que valorarlo cuando el niño no tiene fiebre porque a veces, cuando están en el subidón de la fiebre, el propio malestar pueden manifestarlo como dolor en el cuello. De manera que la forma de verlo es decirle a tu hijo, cuando no tenga fiebre, que se mire el ombligo. Si no tiene ningún problema para hacerlo, no te preocupes.
Esto es todo lo que creo que es importante sobre este tema. Durante el tiempo que nos queda por estar en casa, muchos son los niños que se van a poner con fiebre por patologías que no tienen importancia y que en la gran mayoría de los casos podéis controlar vosotros desde vuestro domicilio sin ningún problema.
“Un día más, un día menos”. Mucho ánimo y pronto nos veremos como normalmente lo hacemos.