¿Qué son los moluscos?
Los moluscos contagioso o “Molluscum Contagiosum” son lesiones benignas de la piel producidas por un virus de la familia de los poxvirus.
Son pequeños granitos del mismo color de la piel con forma umbilicada. Aparecen en cualquier parte de la piel, muchas veces agrupados.
¿Tiene algún síntoma?
Lo normal es que sea asintomático. Puede dar algo de picor, pero no es lo más frecuente. El problema suele ser estético.
A veces los síntomas vienen por complicaciones tras el rascado, produciéndose una sobreinfección de la lesión.
¿Cómo se diagnostica?
No hace falta ninguna prueba complementaria para su diagnóstico, solo hace falta verlos para saber que son ellos.
¿A quién afecta?
Puede aparecer a cualquier edad, pero es más frecuente en los niños comprendidos entre los 2 y 5 años.
Es más frecuente en aquellos niños que tienen la piel atópica. Éstos tienen la barrera cutánea alterada y es más fácil que un virus penetre en la piel a través de los eccemas.
¿Cómo se contagia?
El contagio es directo por contacto piel con piel. No se recomienda usar la misma toalla, manopla, esponja… Aunque es cierto que es raro la coinfección en varios miembros de la familia.
¿Cuál es el tratamiento?
El molusco es una lesión benigna, como antes hemos comentado. La resolución puede ser espontánea, aunque para esto, a veces, se necesiten meses o incluso años.
El tratamiento se hará individualizado, dependiendo del número de lesiones que se presenten, del lugar donde se sitúen o de la angustia familiar que creen.
Hay varias opciones de tratamiento, aunque yo siempre os digo en la consulta que la base fundamental de éste es la paciencia.
Os expongo ahora las tres posibilidades que se llevan a cabo para intentar acabar con las lesiones:
- Soluciones de hidróxido potásico: hay varias marcas comerciales. Consisten en un líquido que se aplica sobre las lesiones como si fuese una laca de uñas. Siempre recomiendo poner vaselina alrededor de la lesión para evitar que se queme la piel sana si cae algo de líquido. Habrá que aplicarlo una vez al día hasta que la lesión se ponga roja. Entonces habrá que dejar de poner el medicamento y la lesión se caerá espontáneamente.
- Curetaje: consiste en eliminar la lesión con un pequeño bisturí desde la base. En ocasiones puede dejar marca y es algo molesto.
- Crioterapia: aplicación de nitrógeno líquido. Es molesto, el frío duele. Y muchas veces se necesitan varias sesiones, dependiendo del tamaño de la lesión.
Por lo tanto, ante todo, paciencia. Se haga o no tratamiento vamos a necesitar tiempo. Y nos tenemos que quedar con lo importante, son lesiones benignas y aunque no se traten, al final terminarán desapareciendo.